Recientemente Xavier Trias se está quejando de lo mucho que está gastando el ayuntamiento de Barcelona en “Protocolo y Publicidad”. Como ciudadano alertado por este tema me he ido a los presupuestos de la ciudad de Barcelona para ver cuanto estaban dilapidando en ello… y el porqué Xavier Trias ponía tanto énfasis.
Francamente, es el chocolate del loro… y aunque estoy de acuerdo en algunas matizaciones que pueda hacer Xavier Trias (siempre se puede ahorrar en una mamotrética administración pública), creo que es algo demagógico hacer alguna información como esta.
Francamente con el 0,2% del presupuesto no se arregla practicamente NADA. Pero es que la postura de Xavier Trias no es la de querer ser alcalde, su crítica se centra en que el ayuntamiento no escucha… digo no se somete al dictamen de cualquier NIMBY de turno que salga (NO a la Narcosala, NO a que el Parc de Tres Turons se haga sin ceder a cada interés particular, NO al centro de justicia juvenil, NO al MPGM del Carmel sobreponiendo el último interés particular al interés general, etc…). Vamos un alcaldable que no sabemos si lo que es, es jefe del principal partido de la oposición o líder de las plataformas antitodo de Barcelona. Y no es que el ayuntamiento todo lo haga bien, seguro que se equivoca y algunas de estas plataformas pueden tener su parte de razón… pero es que Xavier Trias se la dá toda y de partida obviando que si algún dia es alcalde tendrá que pensar, sobretodo en el interés general y a veces este es incompatible con la cultura del NO.
Por otro lado Xavier Trias, a parte de ser el líder de las plataformas que se monten del NO, tiene una estrategia de criticar el sobredimensionado gasto en publicidad del ayuntamiento de Barcelona. Como decía, intrigado por la sustanciosa cuantía en el presupuesto, del ayuntamiento, no aparece ninguna partida de “publicidad” sí una de Gabinete de alcaldía y comunicación que cuenta con 3,4M€ que a vote pronto puede parecer (y lo es) una cuantía alta. Pero es menor que la de “representación política” de la que comen los regidores incluído Jordi Hereu y Xavier Trias y a la que el líder de la oposición no se atreve a cuestionar, con 15,6M€. Además esta cuantía representa el 0,1% del presupuesto municipal total (de 2.352,7M€) para el 2008.
Francamente si la gran apuesta de la oposición es ponerse a criticar el 0,1% o el 0,2% del presupuesto municipal obviando el 99,8% restante algo mal está pasando. No se trata que las cuantías marquen toda la importancia de una partida (sabemos que el capítulo de personal está bien delimitado y es una parte del león del presupuesto: al trabajador del ayuntamiento hay que pagarle la nómina, es indudable; y en cambio el “juego” que permite esa partida es bastante limitado), pero sí es significativo que Xavier Trias obvie o pase de puntillas en las inversiones o en el gasto público real del ayuntamiento en servicios a los ciudadanos y afirme que con el gasto del chocolate del loro se puedan arreglar los problemas de la ciudad y que “debido al despilfarro” en publicidad la ciudada no avanza. Nadie sale de pobre o deja de ser rico por quemar 1 de cada 1000€ que decida gastar.
Pero además hay que reflexionar una cosa… ¿es el gasto en comunicación un gasto espúreo?. ¿Es la publicidad y la comunicación meras formas de dilapidar el dinero?. En una forma de entender la política como algo arcaico sí. Pero hoy en día y desde que vivimos en sociedades postindustriales la organización, empresa o institución que no comunica está muerta socialmente y su utilidad es nula. Un gran problema que tienen algunas demandas vecinales a diversos servicios municipales es que estas son atendidas pero algunas veces no se comunica al vecino que se ha arreglado o actuado en aquello que indicaba. Por lo tanto el vecino, por falta de inversión en comunicación obtiene el servicio que demandaba (posiblemente algunas semanas o meses más tarde) pero no es consciente que su queja haya sido tomada en cuenta, así que su satisfacción con la administración (que él paga con sus impuestos) es menor.
Yo entiendo que para Xavier Trias, el gastar en comunicación suponga un despilfarro, cuanto menos comunique una administración mejor en su forma de pensar. Para mi entender no… e incluso desde una perspectiva de optimización de recursos para el ciudadano tampoco.
Me explico, si inviertes 1000 en arreglar una calle, pero no inviertes 1 en comunicar a los vecinos que van a sufrir molestias, cuanto durará la obra y cuál es su propósito el servicio es peor que si inviertes 1001 y consigues comunicar todo eso a pesar que pierdas la posibilidad de arreglar en este mandato 1000 calles y sólo puedas arreglar 999 porqué has comunicado esa actividad. Es más… si en los gastos de los distritos y la regiduría de cultura no se gastara en “publicidad” malograríamos los esfuerzos de entidades y administraciones para nada. Si el ayuntamiento no anunciara los conciertos de la Mercé, ¿de que serviría organizarlos?, el boca a boca podría atraer gente, pero ¿podríamos comenzar a preguntarnos de que sirve montar un concierto para 100 personas gastando 1000 y no gastar 1005 y atraer a 500 personas?, el beneficio, social en este caso, es mayor.
Además, “comunicar” es una obligación que tiene la administración con sus ciudadanos. Por un lado los ciudadanos son contribuyentes y como tales merecen saber en que se gastan sus dineros esto al menos el señor Trias debería entenderlo. Otra obligación que tal vez Trias por mucho que se disfrace de socialdemócrata no lo es, le costará entender es que los ciudadanos también somos receptores de servicios del ayuntamiento y como posibles beneficiados (o perjudicados) tenemos el derecho a tener la máxima información y transparencia.
Pero para más INRI Xavier Trias y el grupo de CiU no es coherente. Constantemente se quejan que “sería necesario informar más a los vecinos” de cada una de las actuaciones que se lancen. O Xavier Trias cree que hay miles de funcionarios con manguitos aburridos en sus puestos de trabajo dispuestos a copiar manualmente octavillas informativas e ir a colgarlas en cada vivienda en su tiempo de trabajo o cree que las cosas se comunican por el mero hecho de tener voluntad o bien nos toma el pelo a todos. Comunicar cuesta dinero, puede que no mucho, pero cuesta. O bien en coste de oportunidad (pones a un funcionario o un político a comunicar y no a hacer otro tipo de trabajo) o bien en coste real (has de contratar una imprenta para que imprima miles de pasquines y a una empresa de distribución de publicidad para que los ponga en todos los buzones). Comunicar no es gratis.
Pero vayamos profundizando un poco más. Hay campañas claramente informativas y otras que son de promoción. ¿Las campañas que promueven el consumo en los mercados municipales son “gasto” o “inversión”? Entendámonos… las grandes superficies hacen muchísima publicidad para atraer el público a su comercio, los mercados municipales dependen de si hay o no hay comerciantes que arriesguen su dinero en reparaciones, en licencias y en la cuota que pagan para tener un espacio de venta en el mercado. Si la gente no va a los mercados, los mercados cierran… por tanto los mercados municipales sufren la competencia de grandes superficies y han de poder significarse, diferenciarse y poder publicitar esta diferencia para que el consumidor sepa que existen y que pueden comprar en ellos. Cuando Trias pide que se reduzca el gasto en publicidad, también significa reducir cualquier campaña de promoción, campañas que puden redundar en más capacidad de gasto y de inversión en algunos sectores.
Por otro lado, también pueden suponer a largo plazo un ahorro. El mecanismo del incivismo viene relacionado en parte por una mala identificación del individuo por el espacio público. Alguien rompe un banco porqué no lo hace suyo y le importa tres pimientos si luego alguien no puede utilizarlo o se ha de desviar fondos de otras necesidades para repararlo. Una campaña de civismo, o de promoción de la ciudad (para fomentar esa identificación del ciudadano con el espacio público, al sentirse orgulloso de pertenecer a una ciudad) ayudan a que el mobiliario urbano y el espacio público se respete. Con la mejora de la calidad de vida de la ciudad (calles más limpias aunque pase un tiempo corto sin limpiarse, mobiliario urbano en perfectas condiciones, etc…) y también del ahorro a las arcas municipales.
Por último comentar que al menos Barcelona en ese gasto de “comunicación” que tan poco le gusta a Xavier Trias, hace bien los deberes. El reciente estudio publicado sobre transparencia de los ayuntamientos españoles por Transparency Internacional Barcelona sale bien parada en todos los indicadores, siempre aprueba y además es la 4a de 100 ciudades españolas en transparencia. Por poner un ejemplo de una ciudad que tiene unos márgenes de maniobra más grandes (vende más terreno público y goza de unos ciudadanos con una mayor renta personal y una tipología de viviendas más cara sobre las que cargar impuestos más suculentos) y la única relevante gobernada por CiU que sale en el estudio, San Cugat, se encuentra en la posición 18 (que no está mal, pero detrás de Barcelona).
Este índice deja claro que Barcelona se encuentra por encima de la media española en todos los indicadores de transparencia, liderando 2 de ellos; como podemos ver en la siguiente tabla.
Que Barcelona sea la 4a ciudad más transparente de cara al ciudadano de España es algo relevante, y no se consigue recortando el gasto en comunicación. Sinó teniendo buena voluntad, una política mantenida en el tiempo y el haber pasado por la administración personas con un buen nivel de conocimientos en e-government y en comunicación.
Seguramente podría estar de acuerdo en algunas minúsculas con Trias. Estoy convencido que el ayuntamiento de Barcelona no está comunicando todo lo que es necesario y adecuado al nivel de presupuesto que maneja y al nivel de inversiones y actuaciones que realiza. El ciudadano se merece un servicio de calidad y adecuado. Ahora bien coincidendon en algunas minúsculas de gastos más concretos (no la partida entera, sinó un determinado gasto) que son mejorables, (francamente este ayuntamiento como ninguna otra administración está exento de poder estudiar al detalle algunos gastos poco eficientes).. no estoy de acuerdo con reducir el gasto en comunicación.
El estudio de Transparency Internacional lo he encontrado vía “Edgar” y Carlos Guadian.
Aunque no conozco bien el tema de la “propaganda” y la “comunicación” institucional en este caso de Barcelona, puedo decir que en muchos pueblos de la Comunidad Valenciana el PSPV-psoe EN LA OPOSICIÓN CRITICA LO MISMO que pueda criticar Xavier Trias al PP en los gobiernos locales.
El hecho es que todos los partidos en la oposición hacen lo mismo, pero cuando acceden a la responsabilidad de dirigir los municipios ocurren dos cosas:
Los del PP sustituyen su propia propaganda de partido por la institucional, confundiendo lo que es comunicación con lo que es mera propaganda. La emplean insaciablemente y a todos los niveles. Por eso ganan en el Pais Valenciano.
El PSPV-psoe hace lo mismo, pero con menos intensidad y separando una cosa de otra. Por eso pierden.
¿Qué es lo que interesa más?
Este post te lo he leido entero uno de los del estudio es amiguete de Dani y mio. Haz los post más cortos.