Creo que he dejado clara mi postura respecto a los ataques que está realizando el ejército de Israel en la Franja de Gaza. Mi postura en defensa de los derechos humanos y de los civiles que están siendo ahora atacados, es clara y sin fisuras. Defiendo que el estado de Israel ha de defender a sus ciudadanos, pero como todo estado democrático debería asumir un grado de proporcionalidad y el cumplimiento de unas reglas básicas (como la posibilidad de que la Cruz Roja atienda a los afectados o la entrada de ayuda humanitaria) que no está haciendo. Es más, yo no comparto la lógica del gobierno de Israel de que la vida de un civil palestino vale menos que la vida de un civil o militar israelí (por eso la operación para eliminar los puntos de lanzamiento de misiles es una ofensiva masiva que reduzca las bajas del ejército y no operaciones de comandos más quirúrgicas), y considero que en todo este conflicto hay dos víctimas una más dañada que otra: la población civil palestina en un grado mayor y la población civil israelí.
Pero más allá de mi postura en la que comparto la premisa de que se ha de parar esta operación y que es repugnante lo que ha impulsado el gobierno israelí, no puedo compartir ciertos extremos que argumentan algunos de los blogueros y opinadores que también comparten esta premisa básica.
El argumento que algunos utilizan es comparar la actuación del ejército israelí con la realizada por los nazis en el holocausto. No sólo argumentativamente, sino incluyendo la esvástica en la bandera de Israel. También se dice que la actuación del ejército de Israel es genocidio del pueblo palestino. Bien, partimos de la premisa de que lo que hace el ejército de Israel es desproporcionado, reprobable y causante de la muerte física directa de más de 800 palestinos, heridas y la pérdida de salud y calidad de vida de que podría comportar la muerte de muchos palestinos que no han ayudado en el lanzamiento de ningún misil. En los términos de una guerra moderna esto es llamado “daños colaterales” y no deja de ser “civiles asesinados inintencionadamente para conseguir un objetivo militar”. Lo que realiza el ejército israelí no es muy diferente a lo que hicieron los aliados al bombardear las ciudades alemanas en la IIWW o lo que ha realizado la OTAN en algunas operaciones, o lo que en general cualquier guerra moderna termina generando de forma inevitable en el territorio donde ocurre. También hay que sumar las violaciones de los derechos humanos y el sometimiento de una población civil a un puro asedio sin acceso a recursos básicos como agua, luz, alimentación, recursos sanitarios, medicinas, ayuda humanitaria, que puede suponer la muerte de muchas personas. Algo deleznable, repugnante, censurable, rechazable y a lo que muestro mi mas profundo rechazo. Pero no es genocidio. Genocidio es la búsqueda sistemática de acabar con un grupo étnico o social. El ejército de Israel no busca esto, busca eliminar de la forma menos costosa una amenaza guerrillera, realiza algunas medidas tímidas y bastante cínicas para limitar los daños a civiles (como avisar telefónicamente a los bloques donde se va a realizar un ataque), y busca llevar a la población civil de Gaza al límite para buscar su rendición y la hegemonía de Al-Fatah en la Franja de Gaza, para sustituir el gobierno de Hamas y hacerlo desaparecer del mapa.
El genocidio supondría el cálculo frío de asesinatos de civiles con el objetivo de reducir su población a 0 y erradicarla del planeta o como mínimo de una amplia región. Genocidio es lo que hicieron los turcos con los armenios, al llevarlos, de forma sistematizada a una larga marcha a la muerte, los nazis con los judios y con otros grupos étnicos y sociales. Genocidio significa millones de personas deportadas y asesinadas, significa la industrialización del asesinato masivo, la esclavitud y la muerte. Israel es en gran parte responsable de la situación de no salida de los civiles de Gaza, de forma indirecta de la muerte de muchos de ellos. Eso es poco discutible, como tampoco es discutible que hay una minoría en el bando palestino que desea mantener el conflicto y fomentar la situación al extremo para que cualquier solución de convivencia de dos estados sea inviable. Pero la palabra genocidio es muy grave, más para una humanidad que tristemente sabe lo que es. Para que se pueda utilizar ese término, según la ONU las acciones se han de hacer buscando intencionadamente acabar total o parcialmente a un grupo étnico, nacional o religioso. Es difícil decir que el ejército de Israel busca esto. De hecho, la población palestina ha ido creciendo (y a un ritmo mucho más grande que la israelita) tanto dentro de Israel como en los territorios palestinos, desde la creación del estado de Israel. Aducir que más allá del crimen deleznable que comete el estado de Israel, está buscando sistemáticamente el exterminio del pueblo palestino es aducir mucho. Demasiado. Las atrocidades genocidas son tan desmesuradas que tendríamos que ser muy cuidadosos a la hora de compararlo. Porqué llevando esta definición tan ajustada, los gobiernos aliados también podrían haber sido acusados de genocidio sobre la población alemana durante la IIWW, al asediar ciudades y bombardearlas, al bloquear los puertos y llevar al colapso la sociedad y economía alemana. Hay que ser cuidadoso en el uso de palabras como “genocida” o “nazi”, porqué a la larga podemos obviar lo que significan. Hay términos como”asesinos” que cumplirían mejor la definición de algunos de los que toman según que decisiones.
Aunque no comparto lo que realizan algunos sionistas en la blogosfera política (yo mismo considero que el estado de Israel ha de existir y me considero más próximo a la democracia israelí que a los valores que inspiran las “democracias” árabes de su entorno), y no lo entiendo, ya que voces sionistas dentro y fuera del mismo Israel también rechazan el ataque del ejército de su país, no considero que se les pueda tratar como algunos los tratan. A personas como Jose Luís Prieto, pero no sólo él, se le ha tratado de nazi. Esto es, nuevamente una falacia argumentativa “Reductio ad Hitlerum”, y que como dice la ley de Godwin, es la forma de perder un debate, las formas y el respeto a la persona con la que se discute. Yo estoy convencido que la visión de Jose Luís y otros sionistas (y no todos, yo mismo considero que el estado de Israel ha de existir y estoy en contra de la actuación del gobierno de Israel) es equivocada, pero que no están basadas en ninguna búsqueda de la superioridad étnica o religiosa de nadie, ni en la falta de sensibilidad por los palestinos muertos y heridos, sino en que ellos sienten también las víctimas israelís del terrorismo y creen que es la mejor forma para detenerlo. Yo lo afirmo: están equivocados, es un error bajo mi visión, que puede ser equivocada. Pero por estar equivocados no se convierten en nazis, no son fascistas ni amigos de los genocidas, no creo, ni tan sólo, que justifiquen los asesinatos. El insulto “nazi” debería tener tal embergadura que al dispararlo ante alguien que simplemente pueda estar equivocada y ante nuestra visión aparentemente falto de sensibilidad humana es cometer una tropelía argumentativa. A parte de atacar a las personas. No tiene sentido, y hace perder las razones que se tengan, y esto también va por el abuso que se utiliza del término “nazi” también en sentido contrario, acusar a los que apoyamos a los civiles palestinos de “amigos de los terroristas” o “nazis” no deja de ser también otra versión del “reductio ad hitlerum”.
Sobre la situación actual de Gaza, recomiendo estos excelentes artículos:
Muchas gracias, Jose, pero el tío que me ha tildado de nazi en el post suyo que enlazas no es más que un comunista, y estos tipos, de lecciones morales, la Historia les ha inhabilitado.
Jose buen documento el que nos muestras, aunque no este de acuerdo en su totalidad.
Sr. Prieto, la Historia no ha inhabilitado a los comunistas; de haber inhabilitado a alguien estos habrían sido los fascistas y los sionistas o a los nazis.
No me confunda Ud. unas ideas políticas que serán mejores o peores y que muchos llevan en su corazón con orgullo con las actuaciones ocurridas en regímenes políticos dictatoriales comunistas por personas que no han desarrollado las ideas tal y como fueron concebidas.
El comunismo como régimen político se ha desprestigiado, también el capitalismo, el nazismo o el fascismo por no hablar del liberalismo.
En cuanto al artículo de José decirte que lo cmparto al cien por cien y que lo voy a citar en uno mío muy parecido.
Una pena que defiendas a uno y te salga por peteneras. Sentencias como la que hace José Luis Prieto sobre los comunistas son una de las causas de que a este tipo de personas se les tenga tanto cariño.
No se puede generalizar.
Por cierto, no soy comunista.
Un saludo.