Esta semana se ha producido el caso de un candidato de cierta relevancia que ha publicado dos fotos en twitter que han provocado un cierto revuelo. Digamos que mostraban un tipo de vacaciones a los cuales sus electores no pueden aspirar y una relación de contactos un poco curiosa. No llega al nivel del famoso político gallego que estaba en un yate con un mafioso local, pero no es una imagen que le beneficie.
Los candidatos de cierta relevancia son personajes de primer nivel, que están construyendo un relato y una imagen de ellos mismos. Se deben a ello, incluso cuando comunican en la red. Con esto no digo que no han de ser auténticos, pero auténtico no significa mostrar todo, o mostrarlo sin filtro.
Yo practico alpinismo de bajo nivel y a veces publico fotos de mis cimas y mis rutas, eso no significa que publique todo. Mi destartalado aspecto cuando hago una ascensión, con la cara desencajada, sudado y con aspecto de estar pasándolo mal no lo cuelgo. Igual que no cuelgo las fotos de una cena pobre con sopas precocinadas en un hornillo de campamento. Tampoco publico fotos de mis compañeros de montaña, es su vida privada y no tengo porqué hacerla pública. Es decir, tengo un criterio con el que publicar las imágenes, y eso no quita que no deje de ser auténtico. Centrarme en fotos de los paisajes o las cimas no me quita autenticidad. Salvaguardar el anonimato de mis compañeros de montaña tampoco me quita autenticidad. Ser auténtico significa que lo que hagas en la red te muestre como realmente eres, no que lo muestres todo.
En el caso de un político de primer nivel y que es candidato en elecciones muy próximas el tema es más importante. No se puede banalizar con la propia imagen cuando uno espera que otros el voten. Tampoco un político de izquierdas puede alardear de unas vacaciones que quedan muy lejos de las de sus votantes si lo que quiere es ganarse una imagen de proximidad. No digo que no pueda hacerlas, y disfrutarlas. Pero una cosa es eso y otra es demostrar de forma tan palpable que tu vida no se parece un carajo a la de tus votantes. Sobretodo cuando tienes una fuerte competencia electoral en forma de candidaturas que fomentan el discurso de “la casta” entre tu electorado.
También puedes tener de amigo e ir de vacaciones a quien quieras, es tu vida privada, pero recuerda que según que fotos cuestan votos. Fotografiarte por ejemplo con alguien de la tele basura asocia tu imagen a ese tipo de personajes. Por mucho que creas que tu electorado simpatiza con esos personajes lo hace como personajes de la farándula. Nadie quiere que Belén Esteban le gobierne, aunque la admire como personaje público.
Hay que tener en cuenta contra que fantasmas luchas, y fomentar a veces el fantasma que ya te adjudican (sea justo, cierto o no), no es la mejor forma de construir un relato como candidato.