Sé que escribir un blog es una actividad amateur, en la cuál exponemos cada uno de nosotros lo que pensamos y sentimos. Sin necesidad de que sea una información totalmente contrastada, y de un carácter más opinativa. Pero también, el blog ha de tener cierta credibilidad ya que ante nuestros lectores nos convertimos en “prescriptores” de nuestra opinión.

Así, realizar posts sobre temas que no tengamos ni repajolera idea o no podamos aportar nada original o nuestra opinión no sea más que la suma de opiniones publicadas en los mass-media es algo que no recomiendo.

Y sobretodo hacer generalidades de “casos”. Algo que suele ocurrir en la vida real “tengo un primo que dice que los inmigrantes no pagan impuestos” al estilo de Rajoy y su primo, “hay un taxista que me ha dicho que ha visto como ensayan medicamentos en los pollos que luego nos comemos”, “un amigo mío me dice que los catalanes se llevan en avionetas las nubes para que llueva allí”. Todo esto son rumorologías y casismos que no tienen más valor que el puro rum-rum. Así se levantan historias que fundamentan prejuicios o falacias (com que el castellano está perseguido en Catalunya).

Una cosa es opinar en un bar y otra es realizar un artículo en un blog. Debería ser algo más reflexionado y pautado, algo que sin necesidad de alcanzar el rigor de un artículo científico sí que extrajera del autor sus mejores capacidades a la hora de informarse, ganar criterio propio y exponer información y datos.

Sé que eso normalmente no es así, pero para mí no deja de ser otro blogoerror.