Alguien que se abre un blog para tratar temas de política debería tener claro que hay que llevar cierta actitud. O dices lo que crees y piensas o mejor elabora pasquines. Hay dos formas de afrontar esto de hacer activismo en la red, o te amoldas al entorno o estarás intentando construir espadas artesanales en unos altos hornos.
La propaganda política no es mala, ayuda a fijar mensajes e ideas, y como mínimo es más ética que la propaganda de productos y servicios, está orientada a exponer un proyecto político que tiene un objetivo de beneficiar a la mayoría. Pero no es activismo.
Y algunos blogueros y ciberactivistas confunden el publicar contenidos con el ciberactivismo.
Ha un bien muy preciado para el ciberactivista: la credibilidad. Este bien es tan preciado que cuando se pierde el bloguero puede llegar incluso a cerrar su blog y hacerlo aparecer más tarde con otro dominio y otro estilo. No hay nada que perjudique más a un bloguero que la pérdida de la credibilidad. Te pueden criticar, ponerte a parir, citar tu blog en confidenciales o en entornos más cerrados para intentar fastidiarte, puedes salir en el programa de televisión de Jiménez Losantos y que te llamen de todo, que como bloguero eso hasta te da puntos. Lo peor es que pierdas la credibilidad.
Y la credibilidad es lo que permite al bloguero ser ciberactivista. Con credibilidad sus argumentos son leídos con la asunción por parte del lector de que son argumentos propios, interiorizados, de honestidad intelectual y personal y no un simple argumentario que ni él mismo cree.
Por tanto, utilizar un blog para hacer ciberpropaganda está bien, pero no es hacer ciberactivismo. Es como confundir el colgar un cartel con el ir a conversar con un grupo de amigos. Ambos son procesos de información, pero el segundo requiere un nivel de complicidad y confianza altos. El primero informa, consigue que el mensaje sea exacto (si es un buen cartel), pero no consigue influir. El segundo sí.
Vayamos al tema… ¿que es lo que más carece la política hoy en día?. Credibilidad, no canales de comunicación. Los partidos tienen revistas, páginas webs, horas y horas de televisión y páginas y páginas de diarios, espacio contratado de publicidad, etc. Es decir tú, yo y cualquiera, como ciudadanos recibimos unas grandes dosis de mensajes de los partidos. ¿Qué es lo que ocurre? que muchos de ellos para nosotros carecen de credibilidad o interés. Si son mensajes de partidos con los que no nos identificamos, simplemente los descartamos, y si son de los partidos con los que nos identificamos nos quedamos con lo básico. Pero en general, es difícil que consideremos que los partidos realmente consiguen influir en sus electores, atraerlos de forma efectiva y conseguir su complicidad.
Yo creo que la desafección política radica, sobretodo, en la falta de capacidad de convencimiento e influencia de los partidos en el sentir de los ciudadanos. Tanto porqué el ciudadano ha cambiado y ahora se centra más en otra escala de intereses (además más volátil en base a lo que le va ocurriendo en su vida), pero también en que la propia estrategia de “catch all” ha ido haciendo que los mensajes cada vez sean menos interesantes, dirigidos, concretos y sobretodo creíbles.
Ahí radica, los partidos comunican mucho, pero en general cosas que no nos interesan y de una forma que no nos los creemos. Por tanto, cualquier forma de comunicación por mínima que sea que consiga ir al micro-tárgeting y que además lo haga de forma que sea creíble, próximo y que transmita autenticidad, vale su peso en oro.
Como decía antes, transformar el ciberactivismo en ciberpropaganda, es utilizar espadas artesanales para picar piedra. Y nadie está exento de fallos en este aspecto, “grácias a mi partido X se ha conseguido hacer esto, esto y esto”, “mi partido tiene el mejor proyecto del mundo”, “somos los mejor preparados para dirigir el mundo mundial”. Frases de esas carecen de capacidad de influir, más bien alejan incluso al propio.
Defender las medidas de tu organización o la capacidad de tu organización para afrontar una acción concreta política se puede hacer de miles de maneras que no son pura propaganda, se puede personificar el mensaje, integrarlo en uno mismo, ver en que en tu entorno esta acción beneficia a tus semejantes, intentar conseguir apuntar a una minúscula que tú veas y que en el mensaje convencional no aparezca, saber transmitirlo de manera que las personas que se parecen a tí lo entiendan, etc… Hay mil maneras, que evitan que sea pura propaganda.
Aún así, yo respeto lo que cada uno haga en su capacidad de ciberactivismo, yo también no he sabido explicar cosas adecuadamente y me han salido posts muy poco interesantes que añadían poco valor al mensaje convencional, pero es obvio que esos posts no los considero parte de mi ciberactivismo.
En el fondo de todo está la credibilidad… cada ciberciudadano activo en política sabrá que es lo que quiere hacer.
Modestamente he iniciado una saga de posts que tratarán sobre los 100 errores de los escritores de blogs. Consejos en negativo de lo que no deberiamos hacer los blogueros. Seguramente cada uno tiene su decálogo personal, y seguramente algunos de los que yo explique sean puras obviedades, otros no estaréis de acuerdo, y otros no aportarán nada.
La comunicación política, esta de hecho hecha tricitas tricitas. No porque no tenga canales, ideas, grandes publicistas a su cargo y mucha innovación, el problema es que el comunicador y el receptor estan mirando a lados diferentes. ¿Qué sea porque han perdido la credibilidad? Bueno es un factor…
Respecto a los blogueros, la credibilidad es importante si estas intentando dar un mensaje que pretendes que sea una información que se asemeje a la objetividad y/o lo demostrable. Es indispensable en bloggeris que pretendan hacer política en red, pero oye hay blogs “ficticios” estupendos.
El último post de la rateta: Bueno
Quan arribis als 100, en pots publicar un llibre.
Una apreciación; lo de poner ciber delante de todas las palabras no termina de sonar muy bien. (a mí me suena un poco a cachondeo la verdad, como lo de “compañeros y compañeras” de las asambleas o lo poner los genitivos con @), pero lo de ciberciudadano suena realmente mal ( a mí me hace pensar en un tipo lleno de cables que dan a un ordenador transmitiendo sus gustos al gran hermano, pero eso tiene bastante que ver con mis obsesiones frikis). Intentad buscar otro prefijo/sufijo.
José, enhorabuena por esta reflexión. Muy acertada y con un sólido fundamento. Creo que ese es el core de la discusión, la madre de casi todos los corderos. La mención a los catch all es una pasada: estamos presenciando sin quererlo el fin del paradigma de tipos de partidos gracias a las nuevas relaciones que se establecen con los ciudadanos por internet? Muy interesante, muy interesante…
El último post de Albert Medrán: Què fer?
Saps que compartim aquestes idees. Hi ha gent que es creu que repetint consignes aconsegueix interessar a més gent i sols aconsegueix una actitud tancada i endogàmica de gent que es creu que el que expliquen és veritat. Crec que és més interessant mullar-se, dir coses diferents, no pretendre ser un pur altaveu de la voz de su amo. Jo llegeixo blogs que tinguin interès pel punt de vista personal, que a vegades m’ajuda a entendre a un partit. També és cert que a vegades caic en la temptació i acabo llegint blogs d’aquests buit de continguts, i la veritat és que és decepcionant.
El último post de Pere: 11 M, 5 anys
XSiN:
Quan arribi a 100 tindré 60 anys!!
Larateta:
Los consejos estan destinados más bien a los que hacen ciberpolítica no los que hacen otro tipo de actividades con sus blogs y por tanto hay cosas que tal vez no sean traspasables 100%. Además hay blogs anónimos más que interesantes.
Citoyen:
Prefiero esa expresión a la de ciudadanos 2.0.
Albert:
Grácias… yo más bien lo que observo es que hay políticos que intentan aplicar otro paradigma y políticos que no, y los partidos se ven sacudidos por esas formas diferentes de ver la política.
Pere:
Todo uso del blog es legítimo, simplemente hay algunos que son más o menos interesantes… pero también tener referentes “oficiales” está bien. Yo si quiero saber la VOS (Versión Oficial Sectaria) ya sé a que blogs de referencia ir, y también es importante porqué los blogs que generan consigna ofrecen una función concreta que incluso la web oficial no puede.. adquieren un matiz. Otra cosa es que la proporción de ciberactivistas y VOS debería ser 10 a 1 o 5 a 1 para ser más o menos razonable y ganar credibilidad.
Para entendernos, si quiero saber la VOS, voy al blog de Iceta, en cambio alrededor tengo el blog de Donaire, Jéssica Fillol, Guadian, Lourdes, Joan Ferran (en parte), etc. que tienen un caracter más ciberactivista. El consejo va destinado a alguien que a lo mejor no es portavoz de un partido a nivel nacional y se ha de cortar el pelo un poco.
El último post de Jose R.: 100 errores del bloguero. Error 17: Confundir ciberactivismo con ciberpropagandismo
Sí a mí también me gusta más. ^-^ En general todos los neologismos sobre la red me terminan sonando a novela de ciencia ficción además de un poco artificiales.