En anteriores artículos de esta serie traté del error de no permitir comentarios y no responderlos… En este caso hablaré de la jungla que se puede montar si no cuidamos los comentarios de actitudes negativas.

Cuando un blog comienza a tener algo de éxito, los comentarios en los mensajes suelen ser la cosa más normal… y la gran mayoría son comentarios que enriquecen, matizan, debaten o discuten las tesis del artículo o incluso de otros comentarios.

Pero no siempre los comentarios son así, aparecen los “trolls” (comentaristas que sólo buscan la provocación por el mero placer de causar daño), los “flammers” (comentaristas que buscan la confrontación dialéctica con un cierto nivel de agresividad), los “spammers” (humanos o bots que se dedican a poner contenidos que no tienen que ver con el artículo ni nada por el estilo, para publicitar según que historias) o los “hoygan” y demás despistados (el típico que entra por Google buscando algo sobre lo que remotamente se trata en el artículo y pide que le ayudes en no se que trabajo del colegio, incluso exigiendo que le proporciones la información ya mismo…).

Un debate en los comentarios se puede arruinar por la aparición de los trolls y demás fauna… tus lectores más fieles pueden ser atacados y vilipendiados. Los comentarios se llenan de argumentos ad person (dirigidos a valorar la persona y no los razonamientos), ataques e incluso insultos.

Entonces hay que aparecer con la podadora y ordenar un poco… Si no moderas los comentarios puedes tener una buena jungla y aunque hay blogs con centenares de comentarios por artículos que la gracia es leer a los trolls y que no se modera excepto lo evidentemente delictivo (amenazas, injurias graves, etc…) para el común de los mortales los pocos comentaristas serios que tengamos agradecerán no tener que lidiar con la fauna salvaje.

No confundamos “moderación” con censura (que es lo primero que alegará un troll o flammer). Censura es prohibir la publicación de un contenido en cualquier formato, evitar que una persona o grupo de personas utilizando sus propios recursos puedan publicar determinada información. Censura no es cortar un comentario en tu propio blog, sería prohibirle a esa persona escribir un blog, o utilizar sus propios recursos para dar esa información. El denegarle TUS recursos (o los que te ha cedido un tercero y de los cuales tú eres responsable) no es censura.

Un bloguero es el anfritrión de sus comentaristas y lectores… Un bloguero cuando abre un artículo y sus comentarios invita a pararse a hacer una charla en su casa sobre un tema determinado… ¿Y a que echarías de tu casa al que viene gritando, se mea en la puerta e insulta a tus invitados y vecinos? Pues es lo mismo… Decenas de foros se han hundido por la falta de moderación.

Otro aspecto a no confundir es el comportamiento un momento determinado de un comentarista con la propia persona. Un tipo puede estar cruzado ese día e iniciar un flame sin sentido, pero sólo ese día…

Y sobre el cómo moderar los comentarios, aquí va a gustos: puedes hacerlo por aprovación previa (le quita algo de frescura, pero garantiza que los trolls no sobrevivan), a posteriori (dá más frescura y se agradece el poder ver el comentario inmediatamente publicado, pero permite que un troll deje un comentario e inicie un follón antes de que el bloguero venga y corrija la acción), o un mixto (este blog es un ejemplo.. si ya tienes un comentario aprovado no necesitas aprovación previa para tus nuevos comentarios).

También se puede jugar con mensajes de advertencia, alguien puede estar bordeando la línea del comportamiento aceptable en tu blog pero deseas que pueda publicar el comentario. Siempre viene bien advertir que no estás dispuesto a aceptar según que actitudes en tu blog y dejarle el comentario si no es muy oneroso dejarlo publicado.

En definitiva, aunque requiera un poco de esfuerzo (de hecho ya lo estás haciendo al leer los comentarios y contestarlos) la moderación de los comentarios fomenta una buena salud de los debates en tu propio blog, genera seguridad y tranquilidad para los comentaristas y ayuda a que tu blog no se transforme en un circo.

Modestamente he iniciado una saga de posts que tratarán sobre los 100 errores de los escritores de blogs. Consejos en negativo de lo que no deberiamos hacer los blogueros. Seguramente cada uno tiene su decálogo personal, y seguramente algunos de los que yo explique sean puras obviedades, otros no estaréis de acuerdo, y otros no aportarán nada. Bien, igualmente voy a abrir la batería de errores de los bloguerso y haré esta labor de recopilación