En plena precampaña hablar de un tema de “Political of Scandal” sobre el candidato del partido rival suele ser difícil, sin entrar en lugares comunes, algo de demagogia y poder hacer un poco de sangre. Voy a intentar no hacerlo, y tratar el tema con la misma objetividad que lo trataría si en lugar de Artur Mas fuera Montilla, Maragall o cualquier otro President de la Generalitat que me cause más simpatías. Lo analizaré desde dos perspectivas, una favorable, que intentará desmitificar los “viajes lujosos” y el porqué es bueno que los políticos los hagan para fomentar negocios privados. La segunda, y espero que esta le guste más a mi admirado pero siempre discutido por mí, Ismael, irá sobre el tema de la desafección.
El retorno de la inversión pública en los viajes de promoción de negocios.
Aunque el ABC dijo que Artur Mas se gastó 1.600€ diarios en una lujosa habitación de hotel, la realidad es que el coste era de unos 250€ diarios (algo más razonable), partiremos de imaginarnos que esto es así, y además invitó a un montón de empresarios, les pagó el viaje y las dietas.
Si estuviéramos en una asamblea del 15M estaríamos buscando cerillas y antorchas… bueno, no, haciendo un curso de reflexoterapia para poder hacer una sentada muy duradera en la puerta del Parlament o algo así. Pero como el análisis que quiero hacer es en frío, y con altas dosis de real politik, lo haré analizando el retorno de la inversión.
Imaginémonos que el viaje es tal y como describió el ABC, 1.500€ de media (para redondear los cálculos) de gasto diario en hoteles, e imaginémonos que 500€ diarios en otros lujos (coches de alquiler, copas, comidas caras). Imaginémonos que con Artur Mas han viajado otras 19 personas, 15 de ellos empresarios y 4 de ellos asesores de esos que todos queremos eliminar por ser un gasto inútil y oneroso.. etc.. E imaginémonos que Artur Mas sacó la VISA presidencial e invitó a todos.. Imaginaos el escenario, 20 catalanes a todo tren por la madre Rusia, invitando a caviar a mafiosos rusos y exdirigentes comunistas que hoy regentan negocios tan respetables como la compra venta de armas o el chanchulleo del gas natural. Además, juegan por las noches a dispararle a los gatitos y hasta aciertan. Todo pagado por la VISA presidencial, o sea por nosotros. O sea, 40.000€ diarios que se ventilan en 5 días de bacanales y chanchulleos, o sea 200.000€ que hemos invertido en lo que Bender diría “casinos y furcias“.
Ahora fuera bromas, imaginemos que Artur Mas tiene que gastar un montón para que los empresarios puedan impresionar a empresarios postcomunistas habituados a lujos asiáticos, e invertir 200.000€. Perfecto, bueno, no tanto. ¿Es rentable socialmente? ¿sería justificable en el estricto sentido del retorno de la inversión?. Se supone que Artur Mas y los 15 empresarios no viajan por conocer los rusos, la ensaladilla rusa y los polvorones de la Estepa, sino por hacer negocios. Bien, os recuerdo que el sector exterior español y catalán van de fábula y son la palanca que nos puede ayudar a salir de la crisis y esto no se hace solo, entre mil acciones, estos viajes institucionales ayudan.
Imaginémonos que cada empresario que va con Artur Mas tiene un 10% de posibilidades de cerrar un negocio que facture 1.000.000 de € y si no un 25% adicional de cerrar un negocio que facture 300.000€. Bien, ¿qué expectativa de inversión y nuevos negocios podemos tener?. Van 15 empresarios, todos tienen un 10% de posibilidades de 1M€ y un 25% de 300k o un 65% de no cerrar ningún negocio. Es fácil, estadística.. dadle a la calculadora et voilà… cada empresario tiene una expectativa de cerrar negocios por un valor de 175.000 € (10% de conseguir 1M€, 25% de conseguir 300.000€ y 65% de no conseguir nada). Por 15, la expectativa de cerrar negocios es de 2.625.000€.
Bien, si todo va como se ha planeado (ni más bien, ni más mal) los empresarios volverán con negocios que facturarán 2.625.000€. Esto se transformará en suculentos beneficios, pero también en contratos a trabajadores, y por supuesto, impuestos. Recordemos, hemos pagado de nuestro bolsillo 200.000€, por tanto para que sea “socialmente rentable”, los impuestos que recaudemos deben ser superiores a esta cifra (más un coste de oportunidad ya que el President podría estar haciendo otras cosas más productivas como sacar de quicio a Duran i Lleida o donar parte de su melena a “calvos sin fronteras”). Por tanto si de esos 2.625.000€ se recaudan, por ejemplo, el 25% que es un porcentaje más que razonable, los ingresos en las arcas públicas son de 656.000 € es decir alrededor de un retorno de la inversión del 300%.
Por no hablar de los efectos beneficiosos y las externalidades positivas que puede ser esa facturación, que podría transoformarse tranquilamente (imaginando que un 60% se transforman en costes de personal y un 40% en inversión, beneficios y amortizaciones varias) en unos 30 contratos de un año a asalariados de alto nivel de formación o 50 de nivel medio, pues es algo positivo.
Pido disculpas a quien hasta ahora haya visto un tono demasiado crudo, jocoso y cínico. Pero si no hacemos primero este análisis cuando hablamos de “despilfarro”, estaremos siendo deshonestos, y sobretodo poco inteligentes.
La realidad, al parecer es que Artur Mas se gastó 250€ diarios por día en el hotel y que al parecer los empresarios que le acompañaron se pagaron sus gastos. Con lo cuál, corre más a mi favor que seguramente esos 250€ diarios más otros gastos y el billete de avión lo ha amortizado con creces.
Si no entendemos esto, no podremos hacer una crítica constructiva real, y nos dedicaremos a perseguir unicornios por los prados.
El análisis sobre la desafección política, intolerable que no se haya sido transparente
Ya hemos visto que la “real politik” y un análisis racional obligan a defender el viaje de Artur Mas, sobretodo cuando se conocen los datos reales de lo que ha costado o se intenta poner en términos de cuanto retorno social y para las arcas públicas tienen este tipo de viajes. Pero hay algo más detrás de todo eso.
Antes he hecho una broma sobre las asambleas del 15M, pero noticias como la que publica el ABC y que muchos hemos reproducido, generan realmente una desafección a la política, no solo al político que cita, sino al conjunto de la política y las instituciones. Deberíamos ser prudentes los que reproducimos esta noticia sin más. Pero sobretodo los responsables públicos deberían ser más responsables y transparentes.
La respuesta no la puede dar un diputado del partido del gobierno y destacado dirigente sobre “no respondemos a los españolistas”, con lo cuál profundizamos en el error. Soy consciente que las instituciones, partidos y organizaciones son muy reacias a dar la versión propia (aunque esta sea positiva y tenga respuestas claras) cuando se sufre un momento de “Political of Scandal”. Se parte de la premisa que si “se responde se le da más difusión” al mensaje. Esto lo he visto varias veces y creo que es un profundo error. En twitter, Facebook y por mail corren como la pólvora las noticias descalificativas y los bulos, las buenas noticias o las réplicas que demuestran la falsedad de los bulos son mucho más lentas. Y a Artur Mas y su equipo este viaje a Rusia le va a salir como una serpiente de verano, una y otra vez, y la desafección política crecerá una y otra vez.
Por tanto, no es que me preocupe de la imagen de Artur Mas, sino de la desafección institucional que su mala respuesta ha dado va a provocar. Cuando esta noticia saltó, lo primero que tendría que haber hecho la Generalitat, incluso el mismo Artur Mas es explicar que los datos que daba el diario son falsos, que el viaje había costado mucho menos y explicar que negocios se habían cerrado, que empresas habían conseguido establecer un negocio con un partner ruso y cuantos empleos había generado y que espectativa de recaudación de impuestos suponía. La transparencia no es solo poner a disposición de los ciudadanos unos datos asépticos y bien ordenados. Es explicar aquello que en ese momento hay un buen número de ciudadanos que nos preocupa.
Yo estoy convencido que las cifras del viaje con otra dimensión se deben parecer a las que he puesto y estoy convencido que Artur Mas puede presentar estos datos, de este viaje, o de otros anteriores (ya que puede que aún los negocios no se hayan concretado y tome más de unos meses cerrarlos), y es importante que en un momento como el actual los políticos sean lo más transparente posibles.
Actuar como lores británicos que no responden a los infundios del populacho de poco va a servir. Tenemos una sociedad que sufre una desafección crónica a los políticos y las instituciones y los que nos rompemos los cuernos, tanto personalmente como profesionalmente para recuperar cierta credibilidad a la política y a las instituciones y organizaciones políticas y sociales sabemos lo difícil que es todo esto.
A Artur Mas le exijo, no solo que haga viajes y ayude a que nuestro sector exterior vaya bien. Yo mismo conozco un microempresario que hace negocios en Rusia y le permite mantener el puñado de puestos de trabajo de su empresa de una forma casi heroica. Sino que le exijo que cuando el foco aparezca en estos temas, lo explique. Porqué lo fácil es que el discurso demagógico de que los políticos viajan para pegarse lujos e invitan a sus amigotes los empresarios es lo que fácilmente aparece. Y esto no solo perjudica su imagen sino la de todos los políticos y las instituciones. Si Artur Mas quiere dilapidar su imagen, por mí bien, pero que recuerde que su imagen también incluye, queramos o no, la imagen del conjunto de políticos e instituciones.
Para mejorar esto los políticos de alto nivel han de asumir más riesgos, dar la cara, dar cuentas más velozmente, sobretodo cuando se tienen respuestas muy sencillas. La política y sobretodo el debate político en la red se está simplificando y mucho. Y o todos los que podemos o creemos que podemos aportar mayor complejidad y riqueza al debate político y los que tienen o tenemos alguna responsabilidad (directa para los políticos electos o profesionales, personal y autoasumida por los políticos amateurs) en dotar la política y las instituciones de más credibilidad, nos ponemos o no podremos luchar contra la hipersimplificación de la política mediática y la que se debate en la red, a la desafección cada vez mayor, y a la promoción de los mensajes más demagógicos sin ningún tipo de profundidad.
No podemos estar más de acuerdo, tanto en la primera parte (que me pacerece obvia más allá de algunas interpretaciones malintencionadas), como en la segunda: como bien dices, creo que en general hay que explicar(se) más y mejor, por el bien de todos y, sobre todo, de la política.
Un muy buen análisis, de aplauso.
Tan sólo discrepo en una de las consideraciones en el primer bloque, y es el hecho de dar por sentado que el cierre de un negocio provechoso por parte de un empresario llegue a repercutir de forma positiva sobre el grueso de la población (beneficios, empleo(?), impuestos). Es una consideración cuasi utópica, irreal.
No negaré que la animadversión que profeso a Mas como el ladrón que se está aprovechando de un sentimiento masivo para impulsar su carrera puede desplazar mi criterio, pero siento vergüenza ajena por todos aquellos que lo jaleaban en la manifestación del 11-S donde no estuvo y el desmembramiento de la sociedad que provoca repartiendo entre sus amistados los servicios sociales.
Pese a todo, un aplauso a la visión crítica y la valentía de publicarla.