El debate sobre el cobrar los rescates de montaña lleva tiempo haciéndose. Por fín, la consellería de interior ha decidido que a partir de Octubre se cobrarán los rescates producido por “imprudencias”. Estas imprudencias quedarán definidas por los propios bomberos del equipo de rescate y entre otros criterios serán los de no llevar la ropa o el equipo adecuado, solicitar la ayuda cuando no es realmente necesario o ignorar los avisos de peligro.
Mi postura personal es ambivalente, pero considero en general un error pretender cobrar estos rescates. No lo digo por mí, yo tengo una licencia federativa como otros miles de personas nos cubre tal servicio aquí y en las zonas geográficas alpinas a las que decidimos ir (en mi caso cubre toda Europa).
Veo varios problemas al respecto. El primero de ellos es un tratamiento a los accidentes de montaña como algo distinto a otros accidentes. Si alguien haciendo el loco con la moto con un seguro a terceros se estimba por un barranco y hay que sacarle con helicóptero para llevarlo al hospital más cercano se le saca y no se le cobra nada, igual que pagamos su atención sanitaria entre todos e incluso asumimos socialmente el corte de tráfico provocado por el imprudente debido a que los bomberos han tenido que llegar hasta él. Unos chavales que por hacer el cafre se quedan encerrados en un ascensor son sacados de él sin que nadie les pase la minuta del rescate (como mucho de la reparación del ascensor) por parte de los bomberos de Barcelona. Un agricultor que decide subirse a un tractor y que por una maniobra imprudente termina volcado y ha de ser rescatado por los bomberos tampoco paga ese rescate (si acaso la grúa para llevarse el tractor pero no las horas de los bomberos y su traslado en ambulancia).
Es cierto que hay actividades como la conducción que obliga a tener un seguro, pero este no siempre cubre los rescates (sobretodo cuando el seguro es a terceros y la torta te la has dado tú por una imprudencia), y nadie pasa la minuta de los bomberos a nadie, ni tan sólo a las aseguradoras. Otras como el buceo recreativo tiene obligatoriamente un seguro y otras como el alpinismo o la BTT muchos de sus practicantes tienen seguros que les cubren esos rescates en el caso eventual de ser de pago. Pero no todo el mundo que pisa la montaña tiene ese seguro ni tampoco se puede exigir a todo el que quiera subir una cima sencilla que se saque una licencia federativa para ello. También es cierto que si la Generalitat pasa la minuta, las licencias federativas, en especial las de nivel más bajo (A y B) subirán su precio ya que han de cubrir un coste que antes no existía, lo cuál provocará un efecto más claro: menos senderistas y montañeros tendrán licencia, porqué serán más caras por el tipo de actividad que realizan. Lo cuál hará que haya más senderistas sin cobertura y más senderistas sin vinculación a un club de montaña que le proporciona más recursos y formación para actuar de forma prudente por la montaña.
La propuesta intenta ser bienintencionada porqué busca que socialmente no paguemos determinadas imprudencias. Cosa con la cuál podría estar de acuerdo, si comenzamos a definir que es imprudencia o no y limitamos su extensión. También podría estar de acuerdo si este tipo de pagos se les exigiera a otros rescates en otras actividades (como la circulación viaria o la propia vida urbana) donde hay claramente componentes de imprudencia de por medio. Se exige a la montaña baremos de prudencia que no se tienen en cuenta en la circulación viaria (te pueden retirar el carnet pero si vas a 200km/h y te la pegas por un barranco no te pasan la minuta del rescate).
La dificil frontera de lo que es imprudencia
Otro problema radica en la definición de “imprudencia”. Por un lado, a nivel jurídico cualquier persona que le pasen la minuta podrá reclamar ya que esta decisión recae en los equipos de rescate, por tanto para un rescate X los bomberos decidirán que no ha habido imprudencia, y para otro Y extremadamente parecido excepto en un par de matices sí que decidirán que la ha habido. La definición de lo que es algo imprudente o no, no es una línea clara e infranqueable. Al menos se lo dejan en manos a los que más saben, los propios equipos de rescate de montaña, profesionales como la copa de un pino y que conocen los propios problemas que conlleva la montaña.
Pero es evidente que aún que quede en manos de las personas más capacitadas, la definición de imprudencia queda muy ambivalente. ¿Es imprudente subir el Puigmal en invierno sin grampones?, dependerá de cómo esté la nieve y muchas veces no lo sabes hasta estar ahí, que yo los lleve siempre no implica que sean imprescindibles, el Puigmal es una montaña muy fácil y que con nieve en general se puede subir con raquetas. Si obligáramos a todo quisque en invierno a llevar el equipo completo para evitar pagar la minuta les llevaríamos a un absurdo. Subir el Taga deberían llevar raquetas, grampones, piolet, ARVA, sonda, pala, manta térmica, arnés, cordino, casco. Total, el Taga es una cima de vaca, absurdamente fácil, redonda y que para llevar a niños de 5 años para hacer raquetas es ideal en las pocas ocasiones que está colgada de nieve, pero como hace dos o tres años un par de montañeros se mataron por no llevar grampones en una de sus faldas al encontrar una nieve excepcionalmente dura ahora sería imprudente no llevar el equipo completo para subir al Taga, a pesar de que desde entonces han habido decenas de miles de ascensiones a esta cima sin ningún accidente.
El límite es también difícil de definir no sólo por el equipo (esto dice mucho, pero no todo), sinó por las acciones. En el Vignemale unos franceses bajaban por una pala de nieve de unos 45º encordados sin seguros intermedios y sin reuniones, provocando la caída de piedras y el posible efecto dominó sobre toda la pala por donde subían decenas de alpinistas (sin encordar). Estos tipos llevaban todo el equipo necesario para subir al Vignemale, pero lo usaban fatal, nadie baja palas de nieve tiesas de forma segura encordado sin seguros intermedios, o se baja sólo para poder realizar autodetenciones con el piolet sin arrastrar a tus compañeros o arrancar a nadie de su posición con la cuerda, o se baja con seguros intermedios o con reuniones, o haciendo un rappel. Si esa cordada se cae y me arranca de la pala y a los 4 nos han de sacar de allí con helicóptero, ¿me cobrarían a mí por tener el cordino guardado donde no es necesario o no tenerlo y a ellos no por ir encordados a pesar de haber sido los que provocaron el accidente y asumir una imprudencia objetiva?
El marcar los límites es difícil, si nos ponemos “tiquismiquis” subir a la montaña con cualquier posibilidad de tormenta es de por sí una imprudencia, pero es que en la montaña no existe el riesgo cero de tormenta. Siempre lo hay, y las previsiones no son infalibles, puedes salir el Viernes con la previsión del meteocat (un excelente servicio) o el boletín de aludes del servei geològic (otro excelente servicio) y este quedar obsoleto por un cambio en los vientos que hace que el día sea más frío de lo previsto y el nivel de riesgo de aludes aumente debido a las placas que se han ido formando, el Sábado subir bajo lo que crees que son unas condiciones y estas estar totalmente cambiadas. Por otro lado, las condiciones locales muchas veces influyen más que las generales, en un determinado valle se ha podido formar nubes de formación y estas iniciar una tormenta eléctrica en las crestas y en el valle de al lado lucir el sol. Es evidente que las predicciones metereológicas son una herramienta que hay que mirar siempre, pero estas no son infalibles.
Sigue siendo cierto que hay determinadas acciones que son imprudentes de forma objetiva, subir el Aneto sin grampones, seguir subiendo en plena tormenta eléctrica, estar encigalado y seguir adelante a pesar de ello. Subir a la montaña sin agua ni nada de comer, ni nada de abrigo, ni nadie del grupo que lleve líquido o comida. Pretender pasar la noche al raso sin saco, ni funda de vivac, ni ropa de abrigo. Todo eso son imprudencias objetivas, muchas nacidas de la inexperiencia. Pero aún así, se podría decir que la propia actividad montañera o alpinística tiene inerente el riesgo y asumir un mayor riesgo que el que se tiene paseando por la calle es en sí un acto de imprudencia. Una interpretación demasiado dura de lo que es o no imprudente podría dejar en esta categoría a la inmensa mayoría de ascensionistas y senderistas y podría vetar el montañismo tan sólo a los que tenemos licencias de mayor categoría, obviando que todo tiene un aprendizaje y que las personas que suben a la montaña con asiduidad, conocimientos y seguro, comenzaron subiendo alguna montaña fácil, cometiendo errores y sin seguro, y que poco a poco se fueron enganchando y asumiendo más riesgos y dificultades hasta el punto que les llevó a federarse.
Un argumento a favor podría ser el que realmente este coste tiene un efecto disuasorio en los más imprudentes. Esto no será así, el imprudente por antonomasia lo és por un completo desconocimiento o desprecio a las informaciones disponibles. El que quiere subir el Pedraforca en invierno con zapatos no va a saber que si se enrisca y le tienen que sacar le van a pasar la minuta, no es consciente ni de que ha de llevar botas, grampones, bastones y piolet, va a serlo de tener un seguro o de que ha de pagar algo por el rescate. Será disuasorio de montañeros ocasionales que están iniciándose y que por un puñado de ascensiones que hacen al año no van a pagar una licencia federativa de 100€, que sí que tienen algunos conocimientos de cómo afrontar la montaña, leen reseñas, siguen rutas normales y se informan de las condiciones atmosféricas y del estado de la nieve, y sabrán que estos rescates se cobrarían.
Otro argumento a su favor radica en que si los costes de los rescates de montañeros, senderistas, boletaires, etc.. fuera significativo para la sociedad (y por tanto fuera insostenible) este se tuviera que intentar sostener. Esto no es así, en Catalunya sólo hay dos excelentes equipos de rescate de montaña, uno para todo el Pirineo, en comparación con los equipos de bomberos para otras funciones es una dotación en recursos marginal. Los rescates de montaña no están arruinando las arcas de la Generalitat. Es cierto que su coste unitario puede ser muy alto (un rescate en helicóptero puede suponer unos 10.000 € entre el equipo de tierra y aire que hay que movilizar), pero en el conjunto son muy bajos. En el 2008 los rescates de mar y montaña supusieron 570 salidas de los equipos de rescate, frente a las decenas de miles que realizan los bomberos en otros servicios esta cantidad es pequeña. ¿Es realmente un problema económico los rescates de montaña cuando estos son gratuitos en el resto del estado, en Andorra o en Francia?
Se utiliza el argumento, que por ejemplo, en Suiza NO se rescata a nadie que no tenga una licencia federativa o un seguro que cubra tal problema (o que pase antes su VISA por teléfono para hacerle el cargo del rescate). A parte de que este no es el modelo al que aspiro como sociedad donde se le deniega el auxilio a un ciudadano por el hecho de no poder pagarlo, Suiza es una rara avis en Europa occidental, otros países alpinos o con cordilleras alpinas como Italia, España, Francia, Alemania o Andorra no exigen VISA o el número de licencia federativa para sacar a nadie de un atolladero. En mi forma de entender las cosas el actuar así es un caso de denegación de auxilio, y las sociedades, si tienen los recursos suficientes y es razonable, ha de intentar de salvar a sus individuos de las situaciones de extremo peligro, sea este al lado de la carretera, en un edificio en llamas o en mitad de la montaña. Sé que la Generalitat no pretende hacer eso, pero sí que lo utiliza como ejemplo de país donde se cobra por este servicio.
¿Qué medidas se pueden aplicar para reducir los accidentes de montaña debido a las imprudencias?
Hay una cuestión previa. Haya o no pago de los rescates, estos van a aumentar. Cada vez hay más gente practicando alguna forma de senderismo y montañismo, en especial en Catalunya que tiene una gran tradición, y por mero número habrá más situaciones de peligro provocado por imprudencias donde tengan que actuar equipos de rescate. El tener que pagar no desincentivará a los imprudentes a ir a la montaña, en especial los más imprudentes. Hay en cambio algunas medidas que pueden reducirlo.
Por ejemplo, en el aparcamiento de la Besurta, en Benasque hay un equipo de informadores, que a parte de ordenar la aglomeración que se produce en Junio para ir hacia el aparcamiento, preguntan a todos cuál es su plan del día, si van a ir al refugio de la Renclusa para subir al Aneto, si van a pasear por el valle o pretenden hacer alguna otra montaña y les comentan que han de llevar determinado equipo para según que actividades y que vigilen con el tiempo y como está la previsión. La propia práctica del montañismo eleva el nivel de seguridad general, cuando te encuentras con alguien que se va a encigalar (o tú mismo te estás metiendo por donde no deberías) puedes encontrar alguien que te oriente, te dé cuatro pistas de la montaña que estás afrontando, del estado de la nieve o te desaconseje determinado curso de acciones. A parte si hay un accidente hay más gente allí, que sabe como moverse para intentar sacar al accidentado o buscar a la persona perdida. Las propias limitaciones de acceso que tienen los parques naturales de alta montaña en verano ya son un desincentivo para los “turistas” menos preparados, aunque a veces estas mismas medidas facilitan los problemas. Por ejemplo, los taxis que en verano son los únicos que pueden subir por las pistas a algunos refugios desincentivan a quien realmente no está muy motivado a subir a la zona (hay que rascarse el bolsillo, en lugar de subir por la pista con su propio vehículo), pero también acerca y facilita el poner a personas sin conocimiento ni preparación a tiro del riesgo (sólo hay que mirar algunos de los “montañeros” que se esparcen por la vall de Núria intentando llegar al Finestrellas o al Noucreus hasta que se percatan que es más duro de lo que pensaban).
Sí que es cierto que hay que promover actitudes prudentes en la montaña, y que acciones informativas y divulgativas y de promoción del montañismo organizado tienen más efecto que el miedo por una minuta por rescate, porqué entre otras la actitud del ser humano (sobretodo cuando no conocemos un entorno) es que eso “no me pasará a mí” ya que nos creemos más listos o hábiles que los que sufren algún percance.
En definitiva, debido a que es un agravio con otros tipos de rescates, resulta muy difícil dictaminar la frontera de la imprudencia, no desincentivar realmente a los más imprudentes, y poder realizar acciones informativas y divulgativas para fomentar las actitudes prudentes creo que es un error el cobrar los rescates.
Suscribo tu entrada prácticamente al 100%.
Supongo que la medida fue surgiendo por parte de la Generalitat al constatar que cada vez había más accidentes por imprudencias y/o que a veces se llamaba a los equipos de rescate por algún tema menor que no justificaba su utilización.
Sin embargo, como tú dices, el coste global no es importante. No olvidemos que estos equipos tienen que hacer prácticas continuas para ejercer su profesión con competencia (son equipos “de élite”), y dichas prácticas con helicóptero y tal, tienen un coste similar a un rescate real. Si no consideramos “inútil” dichas prácticas, por ser necesarias para ejercer adecuadamente la función, tampoco deberíamos considerar “inútil” ninguna salida de rescate… siempre se puede considerar “una práctica”.
Con esto quiero decir que no exacerbemos la incidencia y el coste real del tema de rescates en montaña, pues el de rescates en carretera tiene un coste infinitamente mayor y nadie se lo cuestiona. No digamos en el mar, que es otro medio hostil como la montaña: ¿alguien va a cobrar al pescador que ha salido con su barca un día malo y ha tenido un percance porque midió mal los riesgos?.
Lo de Suiza es, desde cualquier punto de vista, intolerable.
Otro tema: la licencia federativa. Cada vez era más difícil justificarme a mi mismo el pago de 70-80€/anuales para… ¿qué? ¿Para que te hagan un ligero descuento en la pernocta de los refugios? No justifica el pago, salvo que estés continuamente durmiendo en refugio. ¿Para que el coste del rescate no te lo cobren? Esto no es justificación puesto que no se cobran los rescates. ¿Para tener accesos a cursos, a un Club, etc.? Sólo para quien haga uso… lo que suelen ofrecer me parece muy poco, y los cursos Federativos hay que pagarlos igualmente. ¿Para que el seguro se haga cargo de algún tema de secuelas físicas, etc… quizá ahí tendría justificación, pero luego el seguro pone pegas continuas: yo tengo un menisco roto sin golpe alguno, posiblemente de puro desgaste, y no puedo demostrar que fue haciendo una actividad montañera, con lo que la licencia federativa no se hace cargo.
Lo cierto es que me cansé de pagarles los viajes y las comilonas a los de la Federación. Sólo me federaré de nuevo si veo que me sirve para algo tangible.
Saludos.
Estoy totalmente en desacuerdo con que cobren por rescatar aún montañero.
Son un sector en el cual no hay tantos incidentes como para que ahora, no se pueda asumir los rescates.
Si cobran a este sector, que cobren a todos esos irresponsables que van bebidos o hasta el cogote de pastillas, provocando accidentes que en ocasiones no solo tienen que ser rescatados ellos, si no también, a los que se lleban por delante.
Este tipo de rescates ¿lo cubren los seguros?.
Porque las polizas tengo entendido que no cubren cuando vas bebido o algo parecido.Y me parece muy bién.
Tenemos colecctivos en esta sociedad que nos cuestan mucho más, y no se les cobra nada, porque se tendría que cobrar a los montañeros cuando en mi opinión son bastante más sanos que otros.
Un saludo
Hola Marta:
No creo que tenga que ser por ser más sanos o menos, sinó por un criterio de equidad. Si se trata de una manera los rescates en carretera (a nadie le hacen pagar la ambulancia o el helicóptero de rescate por un accidente de tráfico) lo mismo para accidentes de la montaña. Si se pone el criterio de imprudencia, entonces para ambos.
Hola Ender:
No creo que los de la federación se forren con nuestras licencias, yo la tengo porqué si voy a Alpes tengo que tenerla, si voy a hacer algún curso se me exije, si voy con mi UEC me piden que esté federado y la tengo porqué alguna cobertura extra tienes. Es verdad que son muy perijilgueros, en Islandia sufrí un golpe en la rodilla y pasé por urgencias (nada grave, un vendeja compresivo y voltarén), pero allí la sanidad pública a los mismos islandeses les cobran unos 25€ por atenderle y yo, por mucha tarjeta sanitaria europea, no iba a pagar menos que los propios islandeses. Pagué y pasé la factura al seguro de la federación (tal y como me comentaron por teléfono), bien, sorpresa mía cuando me dicen que necesitan un informe médico.
“A ver señora, fuí a urgencias, tiene usted una factura de un hospital PÚBLICO islandés con la tarifa de Urgencial Ward, la doctora me recetó un Voltarén, y no, la receta se la quedaron en la farmacia, si quiere le envío el resguardo del medicamento con mi nombre… pero no le estoy pidiendo que me pague los 6€ que me costó la medicina sinó los 25€ de la atención de urgencias. En urgencias aquí o en Pernambuco no le hacen un informe médico, le abren un expediente médico y le incluyen la incidencia y es obvio que no voy a volver a Islandia a pedirlo ni a gastarme más dinero que esos 25€ en conseguir ese informe por correo certificado, un informe que en su momento no redactaron, PORQUÉ ERAN LAS PUTAS URGENCIAS PÚBLICAS y no una clínica privada deportiva”.
Lo mejor, es que hubiera venido a una clínica privada después del viaje y decir que tenía una contusión hecha el mismo domingo en Collserolla, les hubiera costado 100 o 200€ del ala más los costes de la radiografía la tontería para que me dijera lo mismo que la doctora de urgencias islandesa: usted tiene una contusión, no se ha roto la rótula de milagro y debe tomar antiinflamatorios mientras le duela, cuídese y no fuerce la rodilla unos días porqué está débil.
Con un poco de retraso, comentar que creo que estás equivocado, al menos en lo que respecta a los accidentes automovilísticos. En caso de accidente, tu seguro está obligado a pagar los servicios médicos ofrecidos (incluida la ambulancia). De hecho a mí me han llegado dos facturas de sendos pequeños accidentes, que trasladé a mi seguro y éste pagó sin más. También incluye los gastos de los contrarios cuando eres el culpable. Un terceros cubre todo eso, que se llama Responsabilidad Civil Obligatoria. Lo que no te cubre, por ejemplo, son los daños del vehículo o el coste de la grúa. Porque el rescate y traslado del vehículo también lo pagas, desde luego, o tú o tu seguro si te lo cubre.
Yo creo que sería un buen paso cobrar el coste del rescate cuando se origina en una imprudencia. Lo difícil es, como tú bien dices, determinar qué es una imprudencia en cada caso y cómo demostrarla. Así que estoy contigo, el paso previo lógico, económico y viable sería la prevención: informar, orientar e incluso disuadir.