Hoy y ayer unos cuantos hemos caído en una trampa un poco idiota. Parece ser que CiU ha iniciado una estrategia de guerra sucia en la red, al intentar copar el #hashtag de twitter “#segueixocreient” que había sido utilizado por el PSC el Sábado en el acto de la Marbella donde Montilla presentaba parte de su campaña. Bien, al parecer esta guerra no es algo que sea “espontáneo” nacido de un puñado de ciberactivistas de CiU, más al contrario los “agitadores” profesionales que tiene CiU a su servicio en la red fueron los primeros en utilizar esta estrategia, y el jefe de prensa de CDC, Roc Fernández, uno de los primeros “militantes” en ponerse en ello y no ha cejado su empeño.

Cuando el jefe de comunicación del principal partido de la coalición y los profesionales que CiU dispone para agitar la red son los primeros en lanzarse a la campaña no he de creer otra cosa que es una campaña estratégica de CiU en la red y no un affair de cuatro espontáneos (como podría haberse dado en el caso de Novoa y su campaña contra la directora de informativos de TV3). Bien, esta guerra sucia, tendría que haberse quedado en ello. CiU ataca un #hashtag que ya estaba amortizado haciéndose unas risas y montando un vídeo con lemas falsos de Montilla. Ja, ja, jo, jo, y autobombo.

Pero al parecer algunos hemos sido algo tontainas, hemos caido en la verdadera estrategia de CiU. Que no era dominar un #hashtag en plan hacking social, del cuál hablaré un poco más adelante, sinó nos hace entrar a algunos ciberactivistas del PSC (recuerdo que voluntarios, con años de ciberactivismo en la espalda y que funcionamos de forma más ácrata y no a golpe de agitador en la red) en una confrontación en defensa de este #hashtag. Hasta el punto que algún twittero nos lo ha recriminado y con parte de razón (no toda.. ojo). Hemos actuado en el twitter como en el patio de un colegio, donde unos golpeaban por un lado y otros por otro a ver quien le sacaba los colores más al otro.

Aún así, y después de haber hecho el tonto, algunos hemos parado en seco y hemos intentado reconducir el debate a lo constructivo. Yo he terminado pidiendo a los agitadores y activistas de CiU que nos dijeran que si tan malo era el tripartito en que hubieran invertido ellos los presupuestos de inversión que fuera diferente a lo que se explica en la web http://www.gencat.cat/construim/home.html. Algo por lo que no he recibido, aún, respuesta por parte de ningún activista de CiU.

Y es que la estrategia de la guerra sucia en la red sólo beneficia a CiU, por varios motivos. Los ciberactivistas del PSC, que los hay de todo tipo, suelen tener algo más de credibilidad, lectores, etc… que los de CiU, muchos de ellos “recien reclutados” en esta oleada de preelectoralismo. Comparativamente algunos de los ciberactivistas más significados del PSC también se han ganado su credibilidad al salir en contra de algunas políticas de su partido, tener opiniones propias, haber participado de campañas en la red y en general hablar de bastantes más cosas que las consignas de partido, que es más común (hablo en general, hay también honrosos activistas convergentes) entre los agitadores y activistas neófitos de CiU.

Además, el debate sobre la acción de gobierno, sobre el programa de gobierno, sobre el modelo de estado del bienestar, sobre políticas económicas, etc… los activistas de CiU en la red lo tienen más crudo. Los “tochoposteros” “gafapastosos” que no paran de agobiar con números estamos en el lado del PSC, no en el lado convergente, no aguantan 5 párrafos de argumentos bien montados con cuatro números puestos, ni aunque sean diputados. Eso no quiere decir que los del PSC tengamos la razón, sinó que simplemente, los activistas del PSC en general estamos más acostumbrados a debates con números que la mayoría de activistas convergentes que responden más a la consigna.

Por tanto si a personas que cuando escriben algo serio y reflexionado, no partidista, de forma incluso crítica, y que tienen más lectores, más credibilidad, más efecto comunicativo en general, los entretienes en batallas de patio de colegio entonces sales ganando… de calle. Además mermas la credibilidad de estos ciberactivistas porqué si tú ves al director de tu banco le ves peleándose con el gato piojoso porqué le maulla no meterás el dinero en su banco, lo mismo si ves a un excelente ciberactivista que se pone a pelearse como en el patio de un colegio.

Por ello, a pesar de que su campaña es bastante márqueting, sonrisas y buen rollo, la estrategia de CiU en la red es que nos peguemos de tortas con tonterías.

Como conclusión, yo al menos y así lo compartiré con otros compañeros, no pienso seguir este juego de guerra sucia que intenta montar CiU. Y lo primero es pedir disculpas y reconocer el error de llevar la confrontación de la batalla de las ideas (que considero positiva, constructiva y muy buena) a un extremo donde no se aporta nada. Eso es cargarse la política 2.0. Y también reconocer el éxito de Roc Fernández y el equipo de campaña en la red de CiU por haber conseguido en esta ocasión su objetivo de hacernos perder credibilidad a todos.

Nota al pié, referida al hacking social: Una diferencia entre la campaña orquestada de coptar el #hashtag #segueixocreient con la que realizamos varios ciberactivistas de varios partidos con la de #comencem es que la segunda no fué orquestada, sinó espontánea, algo que es muy distinto ya de por sí. Se puede argumentar que fué un divertimento que conseguimos realizar algunos y que además provocó cambios en la propia estrategia de CiU en la red. Lo primero es que retiraron de la web de cativistas la reproducción del #hashtag “#comencem” ya que entre los ciberactivistas rebotados de CiU y los que de diversos partidos hicimos con el #hashtag hacía aparecer más argumentos contrarios que favorables. La segunda es que la campaña de CiU comenzó reproduciendo falsas frases de Montilla, la de comencem eran argumentos de puño y letra, que pueden ser más o menos acertados pero al menos los que los publicamos los consideramos ciertos, tenían calado político y no respondían a la pura consigna como han demostrado los de CiU en esta ciberguerrilla. También hubo críticas cuando se realizó, pero yo creo que puedo matizarlas: el que no fuera orquestado y sí espontáneo, no regirse por la pura consigna y el argumentario, no hacerlo profesionales ni personas consignadas a ello sinó voluntarios sin apenas coordinación y con ánimo de divertimento, y las diferencias de contenido de mayor calado político del #hashtag marcan diferencias esenciales entre el hacking social de #comencem y el ataque teledirigido de #segueixocreient.