Ya entraré a valorar las consecuencias políticas del fiasco en la consulta de la Reforma de la Diagonal. A pesar de que el 80% de los votos emitidos fueron para la opción “Ni A, ni B”, sigo creyendo que la reforma de la Diagonal es algo necesario, y que las propuestas presentadas son más que razonables.
Ahora bien, es evidente que el resultado tiene que tener una consecuencia práctica: la reforma de la Diagonal se ha de aplazar, como mínimo un mandato más y además, esta reforma ha de intentar escuchar parte de las voces que integran la C para volver a presentar una propuesta mejor, y más sólida que integre más visiones y pueda ser ganadora.
El hecho de que Jordi Hereu se hubiera comprometido en respetar el resultado y si él es el alcalde de Barcelona en el próximo mandato, la Diagonal no se reformará en el mandato 2011-2015. Y creo que otros partidos políticos no deberían interpretar el resultado a nivel práctico, porqué no olvidemos que esto más allá de lo que se ha transformado (pleviscito?, votos de castigo?, una forma de canalizar el descontento por la crisis?), era una consulta a los ciudadanos de cómo quieren que sea la Diagonal del futuro. Y la respuesta no puede tener otra interpretación.
Ni la absurda que hacía Jordi Portabella cuando se quiso salir de enmedio anunciando que votaría la C, de que lo hacía para buscar un “híbrido” entre la A y la B (los votos de la C pueden ser muchas cosas, pero el único que cree que la C es un híbrido A+B es Portabella), ni la propuesta que se dejaba entrever en la campaña informal de Trias en el tema de la Diagonal de que era bueno que saliera la C para que se hiciera una propuesta alternativa.
Ni Hereu reformará la Diagonal, porqué la gente lo ha dejado claro, como mínimo en el próximo mandato, ni Trias podrá reformar la Diagonal con una propuesta “D” nueva, ni Portabella puede hacer una propuesta A+B para reformarla en el próximo mandato. El próximo mandato la Diagonal seguirá igual que hasta ahora, el Tranvía no se conectará y punto pelota. Hacer otra cosa por parte de los políticos. A un nivel más minúsculo ya nos pasó en el distrito de Horta-Guinardó con el autobús 24, que tuvimos que tirar la propuesta atrás porqué a pesar, y sigo creyéndolo, que es la mejor posible, una vez que trasladas parte de la decisión a la gente y esta la rechaza de forma tan clara, no puedes sinó que someterte a ella y ser respetuoso, si es que quieres que alguna vez expresen su opinión y se esfuercen para algo. Lo mismo ocurre con el abrumador resultado de la consulta de la Diagonal, cualquier otra otra consecuencia práctica (dejando a un lado las consecuencaias políticas) es una prostitución del resultado.
Sobre las consecuencias políticas, e incluso la implicación personal, ya hablaré en un futuro cercano.
Nos vemos José, el sábado, será una jornada interesante.