Catxundetxu

¡¡Temblad malditos!! La crisis se debe a causa de la ira divina

Hace poco escribía como los “neoliberales” norteamericanos tiraban de medidas intervencionistas que incluso a los socialdemócratas europeos nos costaría justificar si no es una situación grave. Ya sabíamos que el modelo neocon era de “liberalismo y desregulación para los de abajo” y proteccionismo y apoyo a los “de arriba”, por tanto no es sorprendente que en el momento que su modelo (que falla por los cuatro costados, porqué es un puro cúmulo de intereses, y su liberalismo es sólo unidireccional) no cumple con los objetivos desvelen su cara más corporativista.

Los teocon cañí nos meten el miedo en el cuerpo

Pero lo más sorprendente es el caso de una rama de los supuestos liberales españoles. César Vidal, gran adalid del “liberalismo” losantiano, defensor del revisionismo histórico y adláter de las tesis más carcas y reaccionarias que hayan parido la piel de toro; esconde su ideología teocon bajo la premisa de “la libertad y el liberalismo”. A inicios de verano escribió una perla digna de las alocuciones milenaristas de los ascetas dominicanos: “hay crisis y esta va ser peor porqué nos hemos alejado de los preceptos morales cristianos”. Zapatero nos ha arrojado a una vida atea y de pecado, además de “promover el consumismo” destructivo y la especulación. Ante la crisis, César Vidal nos recomienda una vida de recogimiento, redención y religiosidad.

Ante todo respeto, esto es un post en cachondeo (animus iocandi, se dice por ahí)

Previamente a seguir escribiendo quiero aclarar un par de cosas. La primera es mi respeto a los cristianos católicos y a sus creencias y sentimientos de religiosidad. La religión es importante para mucha gente y el hecho de que yo sea ateo no implica que “mi postura sea más racional, justa o mejor” que la de ellos. Es una postura moral, ética y personal tan legítima como la de los cristianos católicos o al de cualquier religión, siempre que sea compatible con lo que hoy entendemos derechos humanos y libertades. Los cristianos católicos tienen todo el derecho a organizarse, enseñar sus creencias y dogmas y a realizar sus actos y actividades religiosas en la medida.

Por otro lado reconozco la importancia del cristianismo en la sociedad occidental, he hecho el camino de Santiago y aunque no lo hice como creyente mantuve un especial respeto por los centros de culto, por la tradición religiosa del camino y su significancia religiosa. Lo hice como parte del reconocimiento de mi tradición cultural y como experiencia personal. No soy de los que cree que las catedrales se han de desacralizar y utilizarlas como centros cívicos a lo bestia (en cambio sí que creo que todo centro de culto que a la vez sea monumento artístico o histórico tiene que estar al acceso de todo el mundo que quiera visitarlo).

Teoconservadurismo e irracionalidad: la crisis es por el Juicio de Dios

Por tanto antes de entrar en la brecha del teoconservadurismo y la irracionalidad del artículo de César Vidal he querido aclarar mi respeto por las creencias de las personas y el respeto hacia las religiones en su conjunto y el catolicismo en particular.

Una vez aclarado esto, sigo con el artículo de César Vidal. Para el revisionista de la historia, la crisis forma parte de un juicio divino:

Nuestra sociedad, con el gobierno a la cabeza, optó por impulsar determinadas conductas y visiones y ya hemos empezado a recoger los primeros frutos amargos del juicio. No sólo eso. Me atrevo a decir, con temor y temblor, que estamos sólo en los primeros momentos de ese juicio”

Quiero creer que ni César se cree esta patochada. Me explico… la crisis también ha llegado a los estadounidenses que han tenido el gobierno más teocon de toda su historia, ha llegado a Alaska donde Sarah Palin no hubiera tenido ningún problema que se diera en la escuela mitología cristiana para explicar la creación. Sociedades más teocráticas que las nuestras también sufren la crisis. El querer achacar el ateismo de Zapatero y el laicismo de nuestra sociedad la crisis, a parte de ser un “non sequitur” (es decir, no hay ninguna relación causal entre una cosa y la otra), es obviar que la crisis golpea a medio mundo, teista o no.

Según César Vidal la crisis económica nace de cosas que van más allá de la mano de los mortales:

Hay procesos espirituales que van mucho más allá de la incompetencia manifiesta del ministro de economía y entre ellos están los que afirman que Dios juzgará a las sociedades que incurran en conductas como las señaladas en Levítico 18:1 ss o Deuteronomio 18:9 ss.

Recordarle primero que la “incompetencia manifiesta” también la tienen los ministros del PP que tampoco pusieron medidas de ningún tipo, y más bien fomentaron, un tipo de economía basada en el ladrillo y la especulación y que los primeros en bajar los tipos de interés a niveles donde el dinero técnicamente “era gratis” (pagamas menos por él que la inflación), y que “de esos polvos son estos lodos”, fué el PP. Recordarle también que la crisis, más allá de lo que ocurre a nivel local, nace y se propaga a nivel mundial y que depende de muchas incompetencias, o simplemente, que el modelo capitalista tiene estas crisis y “reajustes” periódicos. Aunque claro… poco se puede esperar de una escuela económica “teoliberal” como la que propugna el Instituto Juan de Mariana, basada más en la escolástica que en la ciencia empírica. Si allí citan a Hayek o Von Misses independientemente de que lo que digan concuerde con la realidad socioeconómica (y como todo autor, en algunas cosas ellos también se equivocaban), el citar los evangelios para explicarnos la economía va un paso. Todo dogmatismo escolástico coincide en una cosa: la realidad es algo que no va con ellos.

Tor, Zeus, Dios y los castigos divinos…

Pero más allá de ello… la razón divina de que estamos siendo castigados por nuestros males. Eso nace en cualquier sociedad, normalmente premoderna, donde se busca una explicación de fenómenos que no podemos explicar de forma sencilla por vías racionales y buscamos una explicación mitológica. Hace unos siglos los rayos eran la muestra de las iras de dioses personificados (Tor, Zeus…), hoy en día sabemos que son fenómenos eléctricos perfectamente explicados por la física. Cuando cae un rayo nadie alega que es la ira de los dioses. Si lo hacemos tal vez sea para entender y justificar lo imponderable. A cualquiera le puede caer un rayo encima y morir si está a descubierto. Hay acciones que te hacen ser más proclive a recibir un rayo que otras (por ejemplo caminar por las crestas con equipo metálico colgando de la mochila), pero no dejan de tener un comportamiento caótico que para nosotros tienen una gran componente de aleatoriedad. Si un día una ola de mar imprevista se lleva una persona querida, un rayo inadvertidamente cae sobre un amigo o una roca desprendida golpea a un familiar es humano intentar buscar una explicación, una justificación, un “porqué a él y no a otro”.

Esto forma parte de la naturaleza humana, incluso cuando es alguien que no nos es próximo, intentamos entender “que hizo mal esa persona” para alejar el miedo a que algo, por mucho que intentemos controlar, nos puede dañar o matar inadvertidamente y de golpe. En tiempos premodernos se justificaba a través de las divinidades. Incluso los supuesetamente racionales romanos eran una panda de viejas supersticiosas, incapaces de ir a la batalla sin un buen augurio. César Vidal mentálmente está más próximo al sacerdote cartaginés adorador de Baal o a un augur romano que a un ciudadano medio del siglo XXI.

La mitología nos sirve hoy como un bonito relato, no como explicación de la realidad

El mundo moderno ha alejado gran parte de los riesgos “imponderables”, hoy en día no tememos ser devorados por animales, en occidente no tememos las hambrunas y las plagas fulminantes no forman parte de nuestra cotidianiedad (morimos por enfermedades igualmente, pero con vidas más largas, más sanas y con un combate médico contra nuestras patologías, “sabemos” que nos está matando y lo intentamos combatir). Pero no dejan de existir riesgos, algunos de ellos imponderables… Las crisis económicas son difíciles de predecir en que momento van a golpear, todas las escuelas económicas predicen crisis del capitalismo y reajustes, pero la dimensión y el momento exacto de cada una no. Además las economías modernas difícilmente pueden achacar a un único factor totalmente explicativo lo que produce una crisis. Hay una concatenación de muchos factores que en un momento determinado cuajan de tal manera que el comportamiento colectivo de consumidores, productores y del sistema financiero entran en la fase de reajuste, a veces como una oleada de pánico. Puede que un factor que en un momento determinado ayude a que se inicie una crisis en otro momento histórico pase sin causar ningún problema (por ejemplo, antes de esta crisis el petróleo ha subido y bajado de precio sin producir recesiones).

La mano oscura de la economía

Es difícil para los economistas explicar, antes de que ocurra, o incluso en el momento que ocurre, las causas que van a provocar la siguiente crisis. Hay indicios, hay aspectos que se saben que son perniciosos (por ejemplo permitir una desregulación total de los mercados financieros a la vez que se junta con una histeria especulativa inmoviliaria y unos bancos bastante irresponsables a la hora de dar crédito a diestro y siniestro) y que a la larga larvan lo que será una crisis, pero es difícil predecir el momento justo en que se dará.

Para el común de los mortales, que no entiende de teorías económicas y que además está anestesiado por unos medios que hace un año le decían que iba a haber un gran crecimiento económico que tal y cuál banco mostraban datos récords de beneficios, etc… esto le puede parecer aún más, fruto de algún mecanismo desconocido y planificado por un hacedor “o la mano invisible de Adam Smith” personificada en un grupo Bilderberg o en un Rockefeller.

Los sistemas complejos y complicados, son eso, complejos y complicados no producidos por dioses

Los seres humanos tenemos serios problemas con los fenómenos multicausales y los sistemas que en física se llaman “emergentes”. Es difícil encontrar una única causa a la distribución de los comercios en una ciudad. Que en Florencia en el Puente Vecchio concentre un gran número de orfebres es fruto de un montón de causas… no había un plan por los Medici de concentrar en ese puente a todos los artistas orfébres, y aunque esto se diera así, muchos “barrios gremiales” planificados han terminado por disgregarse al paso de los siglos, los mercados nacen no por planificación sinó por un conjunto de decisiones individuales, por condicionamientos geográficos, históricos, legales y la visión de individuos que van poniendo sus pequeños negocios aquí y allí, algunos de ellos sobreviviendo y otros pereciendo. Tampoco la física puede dar una trayectoria definitiva de Ceres para ni tan sólo de aquí a un puñado de meses, el conjunto de microinfluencias gravitacionales altera su órbita de forma que las pequeñas perturbaciones alteran cualquier predicción. Tampoco existe un “mando central” en un hormiguero, hay una reina, que con sus feromonas condiciona parte de la conducta del resto de hormigas, pero estas no son “dirigidas”, cada una, individualmente tiene comportamientos que se pueden tildar de egoistas o incluso idiotas. Una hormiga se puede perder de la senda de sus hermanas, puede quedarse inactiva en el hormiguero y no colaborar durante un tiempo, etc.. pero en conjunto el hormiguero funciona, sin planificación. Cuando “el sistema” social cae, no lo entendemos, ya que lo que sostiene el sistema social es un conjunto de muchos elementos, no sólo “un poder central”. Las civilizaciones no caen porqué se eliminen las oligarquías y las aristocracias por un poder invasor. Miles de veces un invasor ha visto como la “civilización” que ha sometido vuelve a renacer de sus cenizas a pesar de haber sustituido las oligarquías y las aristocracias. Roma fué saqueada varias veces, sus cónsules primero y luego sus emperadores asesinados, la aristocracia prácticamente eliminada (por ejemplo en la batalla de Cannas donde Aníbal derrotó a dos ejércitos consulares, muriendo estos y un gran número de aristócratas y senadores), pero “lo que es una sociedad” seguir vivo. En cambio un viento del destino puede hacer desaparecer un imperio que ha sobrevivido innumerables invasiones, como le pasó a los hititas borrados del mapa de una forma que los historiadores aún no entienden muy bien, o la disgregación del mundo maya.

La estupidez y la maldad humana son eso… humanas

Todo esto no son frutos de decisiones divinas, los seres humanos montamos sociedades y sistemas que terminan siendo obsoletos y que la incapacidad de adaptación o un sistema con mucha más fuerza termina por borrarlo de la faz de la tierra. No necesariamente las sociedades más teistas (y de hecho en comparación con las sociedades que han triunfado en el mundo moderno, las teocracias tienen las de perder) son las que siempre han de triunfar. El relativamente mundo laico árabe mantuvo un imperio que llegaba a Europa durante más tiempo que los cruzados mantuvieron los reinos en Tierra Santa, el relativamente laico khanato destrozó a los muy religiosos cristianos del este de Europa y a los musulmanes de Asia. Los santurrones bizantinos fueron progresivamente aniquilados por los turcos, comparativamente más tolerantes con otras religiones. La teicidad de las sociedades no ha dado más éxito ni social, ni militar a ningún imperio.

Tampoco el ateismo o el teismo es sinónimo de sociedades más justas “y sanas”. Los líderes de la Unión Soviética promovían el ateismo y provocaron uno de los más terribles genocidios, igual que el nacismo que reivindicaba un poutpourrí de paganismo germánico y cristianismo, creó el otro de los grandes genocidios del siglo XX. También las cruzadas, yihads y “conquistas de religión” han llevado atrocidades allí donde se han dado. Ser religioso no te dá más puntos para que tu sociedad sea más justa y “buena” a los ojos de Dios. Ni elude que sufra crisis.

¡Temblad malditos! La ira divina os castigará…

Promover como César Vidal dice que las crisis, o cualquier problema no explicable de forma sencilla es fruto de la ira divina es una patochada que en pleno siglo XXI no debería tomarse en serio, si no es porqué en España radica una minoría teocon. Al igual que los cristianos renacidos, estos personajes creen que sus creencias religiosas individuales han de condicionar la política y la economía, independientemente de lo que diga la ciencia o lo que hoy entendemos como consensos sociales. Para mí este grupo fundamentalista, con poder mediático que va más allá de su relevancia social, no dejan de ser tan peligrosos como los grupos fundamentalistas islámicos. Forman parte de esos valores que el sistema premoderno tenían y que ya ni son útiles ni beneficiosos en las sociedades modernas, donde la máxima de “lo que es del César que sea del César y lo que es de Dios sea de Dios” del nuevo testamento se realiza con mayor fuerza que nunca.

Esto se arregla con un par de padrenuestros y un avemaría, chicos…

Para César Vidal, las medidas que hay que tomar contra la crisis son, entre otras:

  • Mostrar arrepentimiento por nuestra vida atea y de pecado.

  • Promover el evangelio.

  • Proclamar arrepentimiento y esperanza: no va a ser fácil, pero hay que señalar a la sociedad que nos rodea que el juicio de Dios no se detendrá porque así le apetezca a políticos o periodistas, pero que también hay esperanza para los que se vuelven con el corazón contrito a Dios.

Tiene la poca catadura intelectual de decir que nuestra sociedad “cree en memeces como el calentamiento global”. Que un tipo que dice que Dios nos castiga con todos los males intente ir en contra de lo que la ciencia (seria, racional y con un método de falsabilidad que ninguna otra forma de construcción de conocimiento tiene) afirma, reafirma y se confirma es algo que me causa la risa floja. Comparar las opiniones (condicionadas por los intereses espúreos del medio en el que colabora) de César Vidal con el Geophysical Research Letters es como comparar con un augur romano con Hawking en una discusión sobre el funcionamiento del horno nuclear solar. Pero es algo que cabe esperar de Libertad Digital y sus spin-offs… como les pagan para negar el calentamiento global lo incluyen hasta en la sopa religiosa.

Vayamos a las grandes medidas anticrisis… ¡arrepentíos!, eso hacían los asedidados en Constantinopla mientras los mercenarios y tropas bizantinas se batían el cobre en las murallas, y un ingeniero cristiano ayudaba a los turcos a tirar abajo las hasta entonces inexpugnables murallas.

A parte de levantar la moral, el arrepentimiento y contrición religiosa nunca ha dado ningún logro económico o militar ni ha ayudado a ninguna crisis. Las tropas fascistas de Musolini pedían ayuda a Dios cuando comenzaron a perder terreno en África e Italia, no fué Dios el que ayudó a levantar los sitios de Viena por los otomanos, sinó el refuerzo de lanskenetes alemanes y arcabuceros españoles la primera vez y una carga suicida de los húsares la segunda. Los dioses romanos no pudieron hacer nada en Cannas y en todas las derrotas que el laico (era un bárcida) Anibal infringió, con tropas inferiores a los creyentes y supersticiosos cónsules y generales romanos. Tampoco fué Baal que abandonó a Anibal en Zamma sinó que un joven Escipión que había aprendido a hacer la guerra al modo de Aníbal presentó un buen plan de batalla junto a la suerte de que la caballería númida llegó a tiempo para desbaratar la retaguardia cartaginesa. A pesar de todos los augures y sacrificios realizados para tener parabienes en la batalla, las derrotas y victorias, las soluciones a las hambrunas, las plagas y demás males y soluciones que interponían los humanos fueron producidas por razones muy terrenales.

El arrepentimiento como mucho puede servir para que los que lo realicen pasen la “crisis” con una consciencia más limpia y con la sensación de que “hacen algo”. Y el ritual tiene una gran importancia en el ser humano. Todos tenemos pequeñas manías y rituales en nuestra vida. Subir (o invitar) a champán cuando se sube el primer tresmil es un ritual muy común, igual que subir (o comerse después) un melón al subir a la Pica d’Estats. Los rituales ayudan a conjurar miedos y a liberar tensiones, a aunar “la tribu” o reconocernos entre iguales. Pero no tienen efecto real más allá del efecto de consuelo psicológico y de comunión colectiva.

La venta de Biblias: la solución a la crisis económica

Promover el evangelio es una obligación de todo creyente, pero no se le ha reconocido nunca ningún efecto económico evidenciable. Puede suponerse que César prevea que haya más parados y por tanto más gente con tiempo libre y por tanto proponga que los creyentes lo ocupen en difundir el evangelio. Harían mucho mejor formándose, buscando empleo o intentando crear algún pequeño negocio… pero cada uno utiliza su tiempo en caso de crisis como buenamente puede y quiere. Pero lamentablemente como medida “anticrisis” no tiene ningún efecto a menos que crea que la venta de Biblias va a ser el nuevo sector económico que rescate la economía mundial.

No es que sea necesario ser una “persona temerosa de Dios” el pensar que el juicio de Dios se acerca, sinó que hay que ser un pobre timorato. Ni César Vidal es una autoridad eclesiástica, ni la iglesia católica, con todo lo que es, se dedica a hacer alocuciones a los juicios de Dios para asustar a los fieles, al menos no con semejante alegría. Jugar con el miedo a un señor todoporderoso que nos tira rayos o crisis económicas es fomentar el oscurantismo y no la defensa de una religiosidad y unos valores morales.

Castigos divinos un pelín cutres

Y francamente, los dioses están muy de capa caída. Ya no convierten en sal a los impíos, ni piden sacrificios humanos, ni nos tira plagas (porqué nos logramos curar), ni rayos (porqué tenemos antenas y pararayos). No hace caer sus arcángeles con espadas de fuego para asustarnos a todos o matar a los primogénitos. No logra ni siquiera abrir el mar rojo… ni deja caer el sol de su carro. Pues que queréis que os diga, como que da poco miedo… Oh… infieles, soy Dios y os voy a subir el Euribor… jodeos!!!. Hombre, sí, jode un poco, pero no es lo mismo. Según el apocalipsis el juicio de Dios iba a ser más molón… y lo iba a provocar un tipo carismático y sanginario llamado el anticristo, no un pobre sosón llamado Zapatero. La verdad es que si los dioses han bajado tanto su poder, es para convertirse en ateo sólo por penosillos. Me imagino a Dios con toda su corte de santos, arcángeles, glorias, querubines, serafines, etc… pensando su venganza sobre los impíos españoles…

  • A ver, San Gabriel, ¿crees que he de destruir las ciudades desde el cielo como en Sodoma y Gomorra?

  • Hombre.. jefe, no nos quedan meteoritos, el querubín encargado está de baja y no vienen hasta la semana que viene de Alemania los recambios de la máquina que los produce.

  • Bien… pues ¿convierto a Zapatero en estatua de sal?

  • Jefe… la cosa está chunga, se nos ha agotado la sal, el otro día San Pedro hizo una ensalada macrobiótica y los querubines se cansaron de comer soso y saquearon la despensa y no nos queda.

  • Bueno… ¿y un diluvio?

  • La compañía de aguas nos ha cortado el grifo, se ve que hay sequía.

  • Me estáis tocando las sagradas narices… ¿algo podemos hacer en esta santa casa? ¿abrir las aguas? ¿separar los cielos como cuando Junior estaba por la tierra? ¿resucitar los muertos y montar un holocausto zombie?

  • Jefe… ahora con las normativas ecológicas no podemos tocar los mares, se nos echarían los de Greenpeace al cuello, lo de los cielos AENA no nos da los permisos y la multa es muy alta y el tema de los zombies dice Buda no se qué de los equilibrios de la rueda de la vida, que la peña ya se le ha reencarnado en animales y haría pluriempleo.

  • Bien… ¿y que alternativa me dáis?

  • Jefe, jefe… ¿y si les jodemos el euribor un rato?

  • Si no fuera porqué soy yo… me cagaba en quien os creó, vaya panda…

En definitiva y concluyendo el largo artículo… los “liberales” españoles aglutinados en el entorno de Libertad Digital no dejan de ser una versión cañí, cutre y casposilla de los teocon de los USA, con César Vidal a la cabeza.

Soc coordinador de la revista electrònica i xarxa de bloggers www.socialdemocracia.org, webmaster de la UGT de Catalunya i militant del PSC.

7 thoughts on “¡¡Temblad malditos!! La crisis se debe a causa de la ira divina

  1. Es alucinante lo tuyo, Joselito. ¡Menudo ladrillo! A ver si soy capaz de leerlo entero…

    En cuanto a Geógrafo, suscribo su tesis y añado que la subida de tipos y el consiguiente encarecimiento de las hipotecas ha dejado tocado al consumo para mucho tiempo, así que la crisis no será corta, porque la ciudadanía se ha visto obligada a recortar en todo tipo de gasto salvo en el imprescindible: e imprescindible es no dejar de pagar la hipoteca porque el piso de turno es (o era, que la caída de precios es alucinante y si no se venden más es porque los bancos no prestan…) el mayor bien patrimonial con que cuenta un español e incluso más importante que su trabajo, que siempre se puede sustituir por otro.

    ¡Felices quienes vivimos de alquiler!

  2. Hola Jose, me pasa como a Franesco, he tenido la necesidad de contestar ante de acabar de leer, pero te prometo que lo leeré entero y con mucha atención en cuanto tenga tiempo para ello, entonces posiblemente te vuelva a enviar otro comentario, pero el que quiero enviarte ahora es una llamada de socorro ¡¡SOS!! Qué miedo me dan los integristas TODOS. Entre el César Vidal ese que quiere que recibamos el castigo divino como Sodoma y Gomorra y el Rouco Varela que va haciendo proselitismo por Madrid para que no se dé Educadión para la Ciudadanía en las escuelas, se me ponen los pelillos de punta, recuerdan tanto a la iglesia oscurantista, reaccionaria y déspota de la época franquista. Aquella iglesia de curas que abusaban de los pequeños y condenaban a las mozuelas que cometían el pecado mortal de dejarse tocar por debajo de la falda. Ya no quiero ni contarte qué hacían con las que quedaban embarazadas. Aquella iglesia que, sin pudor de ningún tipo, alzaba el brazo derecho en un satánico saludo nazi y paseaba al dictadorcillo Franco bajo palio, todo por conservar y acrecentar sus abundantes riquezas. Horror, me causan horror. Entre otras cosas porque yo, como tú, no me creo que los Césares Vidales y los Roucos Varelas que andan por ahí crean en lo que dicen, sino que lo dicen con toda la mala leche y alevosía con la intención de someter al personal para que sigan viviendo atemorizados y vayan a llenarles las arcas, porque aunque babeen diciendo absurdidades contra el dinero, saben que es el vil metal y no otra cosa lo que les dará el poder que les permita seguir viviendo en una indecente opulencia. Vergüenza debiera darles de vivir como viven las jerarquias eclesiásticas cuando debieran remangarse las mangas de la sotana de seda e ir a ayudar a los necesitados como dicen los evangelios.

  3. Claro, pero es que el dinero que nos trinca la Iglesia, entre otras cosas para pagar a enjendros como Fedegglico o César Vidal destinados a fanatizar a fanáticos y así poder trincarnos más, queda sacralizado al pasar por las arcas de los monseñores.

    Es la cruss.

  4. ¡Buuufff! me ha costado pero lo he leído todo y de un tirón. Es un gran artículo que dice verdades como puños y con un buen sentido del humor, que es lo que los antiguos sacerdotes reprimían duramente porque a un pueblo que se ríe de sí mismo y de cuanto le rodea, es más difícil someter. Me ha gustado tu artículo, además, porque he recordado pasajes de la historia, de nuestra historia, que tenía completamente olvidados y que conviene mantener frescos en la memoria porque esos elementos que siguen intentando adoctrinar y atemorizar al personal para someterlos y así seguir manteniendo un poder oscurantista y absoluto que propicie unas mayorías sirviendo a unas opulentas minorías, no han cambiado tanto. Gracias Jose por un artículo tan bueno.

  5. Menuda “panzá” de escribir… y qué nivel… No está hecho para todos los paladares, pero me encanta esa ironía y es de agradecer el sentido del humor que nos brindas.
    Yo soy más escueta, me gustaría compartir contigo mi blog http://elenapjimenez.blogspot.com. Serás bienvenido.
    Un saludo.

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