Hoy Felipe González nos escribe a los catalanes. Una carta que viene a decirnos que la independencia nos llevaría todos los males y además es imposible.
Podría entrar a debatir cada uno de los argumentos “espanta viejas” que utiliza. Pero creo que el debate es espúreo, los que deseamos la independencia no dejaremos de desearlo por “miedo”, y los que no la desean no la desearán menos por ese miedo. Esa fase la hemos superado la sociedad catalana. Esta sociedad reparte sus preferencias más o menos en un 40% de independentistas recalcitrantes, un 10% de independentistas/federalistas condicionales, un 20% de federalistas (aún) y un 30% de personas que están por mantener el statu quo.
Si el target de Felipe González es ese 30% de catalanes que no quiere que cambie nada, adelante, está conectando de maravilla, no puedo juzgarlo si ese es su deseo.
Pero aún así yo espero más del que ha sido el Presidente del Gobierno más importante y que más responsabilidad ha tenido en la construcción de las actuales instituciones del estado español.
Felipe González se presenta como un “ciudadano de a pie” pero eso es falso, él es ex-Presidente, y eso es una figura institucional, le guste o no. Le pagamos por ello.
De un exPresidente espero un análisis que vaya más allá de lo que “no puede ser, no puede ser y es imposible” o del argumentario espanta viejas que ya los catalanes nos hemos aburrido de escuchar (y que por repetido está descontado, no puedes mojar a quien ya está empapado).
Me hubiera gustado que Felipe González entendiera algo sobre lo que plantea la mitad aproximada de la sociedad catalana que son los independentistas o un 70% cuando pasamos del eje indepenentista al eje soberanista. Un 50% o un 70% de la sociedad catalana no son unos enajenados, unos nacionalistas identitarios irracionales, unos seres manipulados por TV3 (que tiene un share del 13%). Pueden estar equivocados y seguro que en el conjunto de la sociedad española ese 50 o 70% de catalanes representamos un moco minúsculo. Pero si el Presidente del Gobierno que más años ha gobernado la España democrática no ve más allá tenemos un problema.
Yo hubiera esperado que como mínimo hiciera una lectura de que problemas de encaje institucional se están planteando desde el mundo soberanista catalán.
Él ha sido responsable directo de la aplicación de la LOAPA que transformó un proceso que en su diseño constitucional iba a ser asimétrico en un desarrollo simétrico. Haciendo que el proceso de descentralización política forzara un modelo de autonomías ridículamente fallido.
Él también es responsable que el sistema de financiación autonómico sea desquiciante, tanto para Catalunya, pero también para Andalucía. Más allá de las transferencias que están diseñadas horripilantemente, el sistema traspasa el gasto a las autonomías pero no la capacidad de recaudar o controlar sus ingresos. Ni los ayuntamientos que pueden controlar aproximadamente 2/3 de sus ingresos a través de impuestos que ellos mismos deciden tienen tan poca “autonomía fiscal”. Hoy en día la Generalitat de Catalunya que después del caso vasco y navarro tiene más transferencias sólo puede decidir sobre impuestos que representan un ridículo 2% de sus ingresos. El resto, el 98% depende de impuestos y transferencias sobre los que no puede decir nada. Pero eso le pasa a catalanes, gallegos, valencianos, andaluces o madrileños. Y Felipe González es como mínimo corresponsable también de esto.
Otro fallo horripilante de las instituciones españolas es que el árbitro que interpreta las leyes y la Constitución lo sea de parte. Es un tribunal del todo politizado, donde su Presidente tiene el carnet del PP. Es un tribunal donde periódicamente hay miembros que su período de permanencia en el TC ya ha sido superado pero no son renovados. El TC es un cachondeo de cuidado y no es porqué sus jueces sean especialmente unos zotes, sino debido a que su diseño institucional es fallido. Y en esto también Felipe González pintó algo en su momento.
Por otro hay cuestiones que Felipe no plantea, no se plantea el motivo que el gran grueso de los actuales independentistas sean ex-federalistas que mayoritariamente votaban partidos del statu-quo (PSC, CiU), no unos exaltados de extrema izquierda. ¿Cómo personas que apostaban por una transformación de España, tranquila, siendo “gente de orden” pasan a optar por una preferencia tan “descabellada” como insinúa González?. Eso es algo que posiblemente no interesa. Felipe hizo oídos sordos a las apelaciones al federalismo del PSC durante décadas, aplaudió la tijera de Guerra al Estatut y la sentencia del TC.
No quiero cargarme la figura de Felipe González, ni responder su carta con un ad-hominem. También entiendo que la visión que tenemos hoy es con más información que en 1994 o en 1984, y que es injusto juzgar las decisiones de entonces con la información que tenemos hoy.
Pero sí que espero de un exPresidente del Gobierno que me dirige una carta para que no cometa el error de votar independencia, me explique el porqué llegamos a construir estas instituciones, en que nos equivocamos y que él plantea para que el problema político que plantean millones de catalanes pueda canalizarse a una vía que no sea de ruptura.
En toda la carta no me ofrece ni un análisis de los problemas que tanto independentistas y federalistas catalanes vemos de las instituciones. En toda la carta no me ofrece ni una solución. Sólo un conjunto de argumentos espanta viejas. Que lo haga un periodista o un político en campaña lo entiendo, pero él es una figura institucional, reconocida legalmente y por la que le pagamos. Es una institución del estado español. Le guste o no.
Seguramente le interesa poco ese 20% de catalanes que aún se define federalista con su voto, que no paran de decir que no encuentran una contraparte al otro lado del Sènia que haga una propuesta. Seguramente le interesamos aún menos el aproximadamente 50% de catalanes que preferimos hoy la independencia.
Pero hay algo que él olvida, él es también ex-Presidente nuestro y él en sí mismo es cara de una institución del estado español. Y como vemos, otra institución del estado español que es utilizada en contra de una parte de sus ciudadanos.
Gracias Felipe González por recordarme nuevamente uno de los motivos por el que defiendo la independencia de Catalunya.
Tota la raó del món
Quizás le quede muy lejos de la memoria el año 1974 y el 13 Congreso del PSOE en “SURESNES”……. una lástima.
Ha dado en el clavo, felicidades.
Quien presidió España durante más años no sabe dar motivos para que los catalanes apoyen seguir perteneciendo a España. Pero ni tan sólo es capaz, como bien se apunta en el artículo, de hacer un análisis, de identificar puntos de acuerdo o discrepancia. Tan sólo está pidiendo el NO en las plebiscitarias sobre la independencia de Catalunya.
Me resulta que se siente en el poder de la verdad absoluta y las palabras muy mal escogidas que suerte para todos que ya no estés en activo
Ustedes son ahora mayoritariamente (o casi) independentistas por la misma razón por la que apoyaron masivamente la Constitución (más que en ningún otro territorio de España), porque son “demasiado sensibles” a la propaganda del momento. No es que no tengan criterio, es que son “demasiado sensibles” a la repetición propagandística de las consignas políticas.
Manuel, somos tan sensibles a la propaganda como ud. o como quien piensa como ud. Creer lo contrario es creerse superior. Algo que creo que ud no se cree.. o sí?
Efectivamente yo también soy sensible, como todos. Por eso extraña tanto que no sean ustedes conscientes, y encuentren tantas razones ahora para el secesionismo que antes no encontraban. Lo único que ahora hay más que antes es corrupción demostrada en los padres actuales de la patria catalana y afán de defenderse por el viejo método de envolverse en una bandera … ¿o no?
Pues mire.. don sensible. Tal vez si comparamos tasas de corrupción vea que sale más mal parada la región española que hay más allá del río Sènia y Noguera Pallaresa que la pequeña región noroiental. Anyway, acaba de hacer un non-sequitur, y como buen moderador de mi propio blog. No tolero los debates con falacias lógicas. Besos.
Hola José Rodríguez:
Aprecio tu generosidad cuando dices “No quiero cargarme la figura de Felipe González”. Gracias. Quizás tampoco quieras cargarte mi persona.
No soy ningún catalanófobo. Mis mejores amigas son catalanas, voy a menudo a Cataluña, mi cuñada es catalana y vive en el País Vasco, siempre me ha gustado la Cançó catalana y las compañías de teatro catalanas… No es necesario decirlo para expresar libremente mi opinión, lo sé. Pero quiero que no me confundas con un lector de La Razón o con un derechista.
Y mi opinión es esta: Si tú, José Rodríguez y demás secesionistas, no queréis compartir conmigo los espacios comunes ibéricos que hoy nos reúnen (bien porque os robo, bien porque soy hediondo, bien porque no cobro comisiones del 3%, bien porque no soy monja ni tengo fortuna en Andorra, bien porque sé que España es plural -como Cataluña- y no simplemente Puerto Hurraco o Tejero), pues bien, te digo, os digo, que no estoy dispuesto a que pasado mañana me pidáis la llave para que entréis en espacios comunitarios europeos.
¿Para qué vais a querer compartir espacios conmigo si mi compañía os resulta tan indeseable?
Pues hala, vuelve, José Rodríguez, a la peseta, al pasaporte para ir a Perpiñán, empieza a acostumbrarte a hacer cola de “extracomunitarios” cuando aterrices en Roma o en Alguero, y olvídate de trabajar o vender libremente en un mercado de 500 millones de consumidores. Total, a ti vosotros os basta con el pujoliano: “Som six millons!”
Adeu, José Rodríguez.
¿Me podría indicar de dónde saca los datos que consigna en la frase final del segundo párrafo de su escrito? Más que nada porque querría saber los autores del estudio sociológico del que ha sacado esos datos y querría conocer también los datos de la muestra y su composición.
Estimado Juan:
¿Donde he dicho que ud. sea un indeseable con el que no quiero compartir nada? Quiero fundar un estado nuevo para poder solventar una serie de problemas graves institucionales.
Ojalá lo pudiera hacer con ud. en una España que sea capaz de reformarse, pero hoy donde hay una mayoría potencial que permita esta ruptura democrática es en Catalunya y no en España.
Con ud. quiero compartir muchas cosas, y quiero que viaje a mi país sin necesidad de un pasaporte, que con el DNI español le sirva (como ahora), que pueda hacer negocios y yo pueda visitar su país de la misma forma.
No le considero un apestado, lo que considero es que el estado español no va a darme respuestas a los problemas graves que he planteado. Punto.
Si ud. se lo toma a lo personal. Adelante. Y si eso justifica un extraño sentimiento de venganza donde pida unas acciones políticas y económicas que perjudiquen también a su querida España no podré evitarlo. Sentiré una enorme tristeza cuando las exportaciones españolas paguen aranceles para pasar a Francia (el 60% del tráfico rodado hacia Francia es por la Junquera), mientras nosotros luchamos por conseguir pasarlas sin aranceles por Francia al estar en la EFTA.
También sentiré mucho que a los ciudadanos españoles que quieran pasar por carretera hacia Europa le pidan el pasaporte dos veces (al entrar y salir de Catalunya) mientras a los catalanes sólo si han de ir hacia España al poder firmar el acuerdo de libre circulación con una minoría simple.
Algo que olvida es que España ya no es una potencia colonial que puede prohibir la interacción ni del resto de países de latinoamérica ni de Europa con Catalunya. Simplemente no puede obligar a poner aranceles a Francia a Catalunya, algo que Francia no hará por mucho que presione un gobierno muy loco desde Madrid o ud. lo desee.
Siento mucho que se lo tome así, porqué no tiene que ver ni con los españoles, ni con ud. sino con un bloqueo de las instituciones del cuál ud. también es víctima.