La Plaza Pastrana fué transformada durante años en un feo agujero que era un pozo de ataque para poder alargar la Línea 5 del Metro de Barcelona. Durante años los vecinos de la plaza sufrieron obras, ruidos y vieron como la plaza era un feo agujero. Desde este verano la L5 del Carmel ya funciona. Pero a parte de la estación había que recuperar la plaza pastrana. GISA, la empresa pública que se encarga de la obra de la Generalitat se encargaba también de rehabilitar la propia plaza (si para hacer el metro, en superficie hay que romper la calle, es la Generalitat quien se encarga de poner las cosas en su orden).
Los vecinos son más listos que las burocracias y los recortes y ya han tomado la plaza Pastrana, pero no deja de ser un absurdo burocrático que un recorte de un puñado de centenares de euros tenga paralizado sin uso una obra de 3M€.
La obra hace semanas que aparentemente se han terminado, se ha instalado el moviliario urbano y se han hecho los juegos infantiles bajo los criterios que el ayuntamiento le ha transmitido y las necesidades que han comentado los vecinos. Durante esas semanas la plaza está inaccesible, con todo instalado, las farolas funcionando de noche y el espacio limpio de material de obra, etc… Sólo se mantiene las vallas alrededor con el cartel de la Generalitat que están reformando la plaza.
Durante semanas los vecinos terminan cansados de no poder entrar en la plaza y al final toman la plaza por su cuenta y riesgo (algo que yo también haría).
Seguramente la obra no se ha entregado como hecha de la Generalitat al ayuntamiento por un absurdo burocrático. Es necesaria la visita de un funcionario para inspeccionar que la obra está correctamente realizada, o una revisión o un trámite definitivo que valide lo realizado. El Govern dels Millors de CiU está entretenido en recortes que también están afectando a GISA y a las inversiones y seguramente estos recortes han afectado al equipo de personas que han de validar las obras y efectuar los últimos trámites.
Puedo entender que haya recortes imprescindibles bajo la presión que está haciendo la UE alrededor del déficit (y de rebote ZP) sobre las arcas de la Generalitat (aunque yo no estoy de acuerdo con que a la vez estén haciendo recortes de impuestos a las rentas altas, o que estos recortes sean sin ton ni son, o que no se busquen alternativas para incrementar los ingresos públicos). Pero lo que no puedo entender es que un recorte de un puñado de centenares de € (que es lo que les debe costar a GISA enviar un inspector de obra para que revise durante unas pocas horas la obra y puedan recepcionarla al ayuntamiento) deje sin uso social durante semanas una inversión de 3 millones de €.
Alerta pepitu!: Estos recortes en las obras del metro no solo se escenifican en la no recepción de la obra de Plaça Pastrana, sino en las pequeñas adecuaciones en superficie que quedan por hacer en el Metro de la Vall d’Hebron (donde ahora mismo es una gimcana el poder entrar y salir) o en las propuestas de hacer líneas de metro como la L9 sin estaciones!.