Durante este último año se había mistificado la palabra DUI (Declaración Unilateral de Independencia) hasta el punto, prácticamente de quitarle valor. La mayoría ajustada en votos y en escaños del bando independentista ha dejado un Parlament que puede iniciar el proceso de independencia pero no declararla sin más y esperar que esta se produzca.

Mientras en lo secundario (quien o no dirigirá la Generalitat estos meses de desconexión) el mundo independentista estamos mareados, hay elementos esenciales en los que se llegan a acuerdo.

Hoy los grupos parlamentarios de Junts pel Sí y la CUP han acordado una declaración que tiene elementos más profundos que una DUI. Incluye los elementos de la DUI, pero también elementos que la amplían. Es toda una declaración de desobediencia a la legalidad española y la construcción de una legalidad nueva.

Aún es “sólo” un elemento declarativo, aunque ya de por sí esta declaración es inconstitucional y el TC seguro que intentará tumbarla e incluso imputar a alguien por ella. Pero esto marca el principio de la desconexión. Vamos a ir por la vía de la desobediencia política e institucional. No hay otra salida y no nos la han dado.

¿Seremos capaces de aguantar el tirón y las reacciones que tendrán los poderes del estado español? Lo veremos los próximos días, pero yo creo ya, que nadie en el bando indy va de farol.