Muntanyisme

Ascensión al Pic de l’Infern (2869 m) pasando por el Bastiments y el Fresser: una ascensión redonda

Ubicación: Ripollès, Ulldeter-Núria
Dificultad: Fácil superior (II)
Altitud: 2.860 metros.
Desnivel: Unos 1000 metros.
Tipo de ascensión: Estival.
Meteorología: Soleado con niveles de insolación moderados al inicio y hacia el final con niebla.

Cuando comencé a practicar el montañismo (en un principio tan sólo en la zona de Núria) había mitificado el Pic de l’Infern. Para poder acceder a él se puede atacar desde 4 puntos básicos… desde Núria donde hay que subir a la carena de la olla (normalmente por el coll de Noucreus) y continuar la carena principal pasada la Coma de Vaca y seguir hacia la cima por un paso algo expuesto (I), desde Ulldeter, subiendo hacia el coll de la Marrana, ascender dos cimas (Bastiments y Fresser) o rodeando alguna de estas por sus laderas (algo aún más complicado) con una ascensión al Fresser de grado I y un par de pasos de grado II entre el Fresser y el Infern. La otra, técnicamente menos complicada es subir por el GR11 desde Ulldeter pasando por el Coll de la Marrana (o bien engancharlo por el camino de Coma de Vaca a Ulldeter) y llendo a parar a la Cabana de Tirapits, subir a la carena que hay 50 metros por encima de la Cabana y enganchar la vía que viene de Núria hasta la cima del Infern (y superando un paso aéreo, I); por último se puede subir desde los estanys de malinfern desde Francia en una escalada de grado III directamente por la cresta.

Todas las rutas tenían para mí varios componentes básicos que me obligaban a afrontar problemas que yo he tenido a lo largo de mi historial montañero veraniego: problemas con el miedo a las alturas, superar problemas con grimpadas algo complejas, tener la fortaleza física de hacer un pico bastante alejado de un tirón y la cuestión de la orientación en alta montaña. Para poder afrontar el Infern, y no como “paquete” en el que vas siguiendo al que conoce el camino y te dejas indicar, tenía que estar preparado. Y en mi “tierna iniciación” a la alta montaña, mis capacidades me hacían ver el Infern como una cumbre mítica.

El Infern, además tiene un par de cosas que le hace una de las cimas más interesantes del Pirineo Oriental. A diferencia de la gran mayoría de cimas de la zona de Núria y Ulldeter no es un “cim de vaca”, requiere un mínimo de técnica para poder subirlo, especialmente desde Ulldeter (y como no, ya desde la cresta norte son palabras mayores); está en el punto más alejado de las zonas humanizadas de la misma Vall de Núria o Vallter 2000, esto en el pirineo del ripollés es un lujo y transforma el entorno en un lugar bastante agreste. Por ello hay un refugio de emergencia (la cabana de Tirapits) con un pulsador de alarma para avisar a los equipos de rescate de montaña a 20 minutos de la cima del Infern.

La ascensión la íbamos a hacer Álex y yo. Era la primera vez que íbamos juntos a la montaña y eso siempre es un riesgo: no conoces sus ritmos, actitudes, las capacidades que tiene ni el tipo de montañismo que practica. Si vas en un grupo todo eso importa menos, pero cuando sólo sois dos personas ha de haber cierto entendimiento o si no es un rollo. Por suerte, nos compenetramos bastante… a los dos nos iba más o menos el mismo ritmo, y nos gustaba este tipo de montañismo.

Salimos de Barcelona a las 6.00 a.m. con todo el buen madrugón que ha de tener una salida de alta montaña en condiciones, parada en Sant Joan de les Abadesses a desayunar y a las 9.00 a.m. ya estábamos en el párking de Ulldeter (2.155 m) listos para iniciar la ascensión. Todo un récord porqué la primera vez que fuí a la zona, creo recordar que a las 12:00 no habíamos llegado ni al Coll de la Marrana, y que íbamos en plan “panching”.

Sin pararnos a pensar comenzamos a subir por las pistas de esquí (que en verano son una mezcla de prados y canchales) llegando cerca de las fuentes del Ter y poco después a los pies del camino que asciende hacia el coll de la Marrana. Comenzamos a subirlo y lo salvamos rápidamente. En menos de 45 minutos habíamos pasado el coll (2.529 m), al ritmo más óptimo de los que había calculado.. enfilamos por la derecha subiendo la loma sur del Bastiments (que no deja de ser una pradera muy empinada con un camino zigzagueante) y llegamos a la antecima con la cruz (aún no sé porqué la cruz se encuentra 5 o 6 metros por debajo de la cima). Desde allí la carena cimera del Bastiments es ancha, suave y se recorre rápidamente… 40 o 50 metros que pasan desde la cruz (2.875 m aprox) a la verdadera cima (2.893 m) y al vértice geodésico (2.881 m). Habíamos llegado en 1h30 desde el momento de la salida, y hasta ahí era la zona que yo ya había pateado con anterioridad. La verdad es que habíamos hecho muy buen tiempo, mejor del que yo había calculado y además estaba contento, durante toda la ascensión (y de hecho durante toda la jornada) habíamos ido charlando tranquilamente y apenas voqueé en la ascensión.

Tiramos para abajo dirección oeste siguiendo la cresta hacia el Fresser justo al lado del Bastiments. Para llegar a la collada de la coma de Malinfern, el collado que separa el Fresser del Bastiments se baja por un camino entre rocas donde hay que poner alguna vez la mano (apenas se nota el grado I) pero que muestra ya como cambia la cara oeste de la amigable y suave loma sur del Bastiments. En 15 minutos habíamos llegado al collado y nos lanzamos a subir, continuando la cresta en dirección oeste, el Fresser. El Fresser ya comienza a ser un pelín más técnico que el descenso del Bastiments, un grado I más claro, era imprescindible poner las manos en algún momento para buscar apoyos. Fácilmente llegamos a la cima del Fresser (2.835 m) sobre las 2h 15 desde la salida, debatimos si comemos algo allí o esperamos a hacerlo en el Infern. Como mi previsión era llegar a las 5h. al Pic de l’Infern sabía que íbamos sobradamente bien de tiempo, pero ya comenzaba ha aparecer algo de niebla por algunos collados y Álex creía que era mejor comer en el Infern y así hacerlo cuando todo lo que teníamos que alejarnos del coche ya estuviera hecho.

Continuamos después de una parada de unos pocos minutos y seguimos por la cresta dirección oeste. Bajar del Fresser era algo más duro, una grimpada sencilla (II-) pero que le daba algo de diversión a la salida… roca buena y fácil. Antes de llegar al collado (sin nombre y a unos 2.790 m) que separa el Fresser del Infern aparece el primer problema técnico. Descender del Fresser se hace por la cresta, hay un camino justo por la misma cresta que se va siguiendo bien (con algo de impresión pero sin ningún problema) pero al llegar a un pequeño “diente” formado por muchas rocas el camino se desdibuja. Estuvimos unos pocos minutos ver cómo poder alcanzar un camino que se veía en la cresta del diente… El problema era que había que salvar una roca plana grande e inclinada, pero bajando un poco buscando un hueco entre esta roca y las de al lado se podía ganar nuevamente altura y de un pequeño tirón llegar a las rocas de la cresta nuevamente pero ya encima del pequeño diente. Más que técnico el problema era “como encontrar el camino” y seguramente habría más soluciones.

Salvado ese pequeño escollo llegamos al collado y justo al lado un paso claro de grado II, entre roca rojiza, con muy buen agarre y que daba más impresión en las fotos que lo que realmente es. Quiero hacer un inciso porqué en todo esto de los grados siempre hay un poco de lío. Como dicen aglunos hay gente que pasea y pasa pasos que el resto calificaría como grado III sin casi notarlos, y otros que (como yo en su momento) pasamos un paso de grado I y ya lo vemos como algo relevante. También hay discusiones sobre si ciertos pasos son de grado II o de grado I, ya que la teoría dice que “si es necesario poner una mano es grado I, si es necesario poner las dos y utilizar la técnica de los 3 puntos de apoyo es grado II”.

Esta teoría es buena, con una diferencia, hay personas que suben pasos que para otros son de grado I a base de apoyarse en los bastones y no ponen ni una mano en la roca, y hay grados II que son tan simples y cortos que por poner unos segundos las dos manos para impulsarte dos o tres metros no vale la pena calificarlos de II. Casos como estos los discutiré cuando haga el relato de la ascensión a la Pica o a las Penyas Altes de Moixeró… Pero en este caso, el paso es un claro II, para mí el más claro, junto el de Mulheres, y la parte inicial del Peguera de paso de grado II.


Bien, siguiendo el relato, se supera ese paso de grado II, que no tiene ninguna complicación más que ir poniendo las manos y los pies en los resaltes planos y en los salientes bien definidos e ir ganando altura (se salvan unos 8 o 10 metros así) y nos encontramos ya en el ataque final al Infern. El camino abandona poco a poco la cresta y pasa hacia la loma norte, se avanza al principio aún en dirección oeste, pero al dejar a un lado una cima secundaria (Pic de Gorgs) se vuelve dirección noroeste y luego al alcanzar la cresta del Infern claramente dirección norte. El paso se hace caminando desde la pequeña grimpada hasta la cima, yo creía por lo que me habían avisado Javi y Bruno, que el Infern era algo vertiginoso, y aunque la cresta sur es algo expuesta (se ven sendos barrancos a un lado y a otro) es bastante ancha. Yo no pasé ningún miedo.

En la cima llegamos a las 3.00h, justo a las 12:00 del mediodía… Yo alucinaba porqué eran 2 horas más rápido que mi (pesimista) predicción. Descansamos algo, comemos, y disfrutamos de la cima. Allí se nos une un montañero solitario (hasta entonces, pasado el Bastiments habíamos estado bastante tranquilos y solos) que venía por el mismo lado que nosotros. Ya que estaba todo llenándose de niebla (aunque pudimos hacer bastantes fotos antes) nos propuso volver por la cabana de Tirapits. Eso significaba seguir avanzando por la cresta dirección oeste alejándonos del coche pero acercarnos a un punto de la cresta donde está chupado salir de ella por su cara sur y enganchar el GR-11 que nos devolvería sin ninguna posibilidad de pérdida hasta el coll de la Marrana. Eso era mejor que volver por la cresta y volver a subir el Fresser y el Bastiments con la posibilidad de perderse.

Seguimos dirección oeste por la cresta hasta el punto donde el camino que viene de Núria pasa el punto más técnico, antes subimos al pico secundario Pic de Gorgs símplemente para subirlo. Sería un grado I – II, pero hay que rodear una roca justo en un punto bastante expuesto y que da algo de impresión. Yo lo pasé algo más lento que Álex y nuestro nuevo compañero, pero sin demasiados problemas. Es más, desde Núria nos estábamos cruzando con muchos grupos de montañeros pop como nosotros que lo habían pasado sin despeinarse.

Llegamos a un punto donde la cresta se hace más loma que cresta y tiramos ya hacia la cabana (2.700m) de forma directa bajando de la cresta. Llegamos a la cabana y allí enganchamos el GR. Caminamos por el GR dirección este hacia el coll de la Marrana. Este camino pasa justo por las lomas sur del “Gorgs”, Fresser y Bastiments (donde se llama la Feixa Llarga), es algo más largo que la cresta pero por el hecho de llanear y ser un camino sin dificultades se avanza más rápidamente, entre las curiosidades de ese camino fué pasar al lado de caballos de la Cerdanya que estaban pastando sueltos (como las vacas en el Pirineo) y que nos alcanzó la niebla.

En poco rato estamos en el coll de la Marrana y lo bajamos no por la vía que lo hace todo el mundo sinó por el llamado “camino viejo” que hace una S más grande pero que es muy suave en bajada y se agradece para las rodillas. Nuestro nuevo compañero fué el que hizo la propuesta y la secundamos. Llegamos nuevamente a las pistas y allí comenzamos a bajar por entre eso que es una mezcla de canchales y prados empinados y donde siempre tengo algún que otro resbalón idiota. En las pistas descubrimos un par de Isards. 5 horas después de salir llegamos al coche. Totalmente satisfechos.

Para mí esta fué una ascensión redonda. Había conseguido mis objetivos, habíamos avanzado a un buen ritmo, además sin agotarnos demasiado (íbamos hablando tranquilamente), y habíamos visto ese pequeño sabor del montañismo más de verdad con pasos de grimpada, crestas sencillas con algo de patio, tiempo algo cambiante, pero siempre dentro de unos parámetros donde íbamos bastante holgados. Para mí, además supuso una cierta confirmación de mis habilidades de montañismo en verano. Había podido poner a prueba todas las habilidades que se exigen (algo de orientación, ritmo fuerte y bueno, capacidad de adaptarte a los cambios del tiempo, pasos vertiginosos, técnicas rudimentarias de trepada) y en ningún momento había pasado apuro o miedo. Recordando como me había echado para atrás en otras ocasiones (como en el Ensangents) o cómo había pasado miedo innecesario en algunos pasos aéreos (mi primera ascensión al Pedraforca) estoy muy satisfecho de haber hecho este pico tan completo sin problemas y con holgura.

Y lo más importante descubrir un compañero de montaña como Álex que conformamos un buen tandem… seguramente nos esperan bastantes ascensiones juntos.

Soc coordinador de la revista electrònica i xarxa de bloggers www.socialdemocracia.org, webmaster de la UGT de Catalunya i militant del PSC.

3 thoughts on “Ascensión al Pic de l’Infern (2869 m) pasando por el Bastiments y el Fresser: una ascensión redonda

  1. Tinc intenció de pujar-hi l’once de Septembre pero desde Nuria
    Saps si l’ascencio final es gaire dificil per la vessant de la cabana de Tirapits?
    Tens un bloc molt interessant, m’agradat molt l’article sobre les nostres motivacions per a fer montanya.
    Quan et falti gent per alguna ascensió pots comptar amb mi.

  2. Hola Ramón:

    Jo hi aniré aquest diumenge per pujar-lo via Núria també. Des de Tirapits et trobaras un pas I una mica aeri, és una roca que sobresurt una mica i que has de passar-la amb una mica d’exposició però res… en principi res.

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