Ubicación: Cerdanya, pirineo oriental catalán
Dificultad: Muy Fácil (I)
Altitud: 2.914 metros
Desnivel: Unos 900 metros
Tipo de ascensión: Tiempo estival.
Meteorología: Sol con pocas nubes.
El Puig Pedròs es uno de los 4 gigantes de la Cerdanya, junto al Carlit, Puigmal y la Tossa Plana de Lles, son los 4 picos de más de 2.900 metros del pirineo oriental catalán, y uno de los grandes del pirineo oriental que no había intentado subir. Ya había estado antes en la zona de Malniu, al recorrer toda la olla de los Engorgs, pero el Puig Pedròs lo dejamos hacia el este y no lo subimos.
Esta vez había bastante mono de montaña, Bruno y sus compañeros de la facultad habían organizado la salida y todo un reguero de amigos nos habíamos sumado, en total 11 personas, amigos, amigas, etc.. De los del grupo de siempre, Manu, Bruno, Manolo (por fín en la montaña) y el menda. El resto de compañía muy encantadora y gente con la que seguramente volvamos a subir montañas.
La ascensión no tiene mucha historia, llegada al refugio de Malniu con los coches (hay que pasar por una pista que está, excepto algunos tramos en buenas condiciones, incluso asfaltada los primeros tramos desde Meranges), y de allí seguimos la GR dirección oesta que nos llevaría a los Engorgs y la abandonamos al encontrar un palo señalizador que indica a la derecha (norte) la ascensión directa al Puig Pedròs. Lo hicimos con la calma, subiendo primero unos 300 metros de golpe, y quedándo a nuestra derecha un impresionante circo glaciar, otros 400 metros y nos quedamos en una zona bastante llana y por último el ataque final a la cima, que es algo entretenida ya que son unas enormes rocas que hay que ir salvando (pero poniendo las manos lo justo, no se grimpa).
Desde la cima se pueden contemplar bastantes picos, hacia el oeste la Tossa Plana, al este el macizo del Puigmal, al noreste el Carlit, entre ambos el Canigó, al sur el Cadí y más atrás incluso Montserrat, y muy a mano los Engorgs, Envalira, y la zona de Andorra, una buenas vistas para este balcón de la Cerdanya. Fotos en la cima durante bastante rato y para abajo.
La bajada no tuvo ninguna historia, algo empinada la parte final que obligaba a ir con cuidado pero nada remarcable. Lo mejor, el grupo nuevo que conocimos con el que seguramente volveremos a la montaña.