UGT ha presentado el informe sobre brecha salarial, definida como la diferencia del salario de una mujer y un hombre para las mismas funciones laborales. Aunque es discutida la definición (teóricamente un trabajador de una misma categoría profesional en una misma empresa tiene el mismo salario sea hombre o mujer), la realidad es que la brecha existe. Desde contrataciones por debajo de la categoría para la que se realiza las funciones al mayor peso de la jornada a tiempo parcial entre las mujeres, en la que se terminan realizando más horas no remuneradas, la realidad es que las mujeres a igual trabajo de media cobran menos.
Quiero fijarme en algunos aspectos que me llevan a una de las conclusiones que se pueden extraer de este estudio.
Si nos fijamos en los países europeos que proporcionan datos de la brecha salarial podemos ver algún patrón.
Países con baja presencia de la mujer en el mercado laboral (Italia o Polonia) puntuan bien en la brecha salarial, por otro lado países con alta presencia de la mujer en el mercado laboral (Noruega, Holanda, Suecia, Dinamarca, Islandia) pero con unas fuertes políticas de igualdad tienen una puntuación intermedia.
Los países que peor puntúan son países con alta presencia de la mujer en el mercado laboral pero que no tienen buenas políticas de igualdad (Eslovaquia, Alemania, España o Reino Unido). O sea, hay una cierta correlación aparente entre alta presencia de la mujer del mercado laboral y débiles políticas de igualdad y brecha salarial alta.
Por otro lado cuando comparamos los datos de brecha salarial y su presencia femenina por puestos de trabajo vemos también esta correlación débil entre presencia femenina y brecha salarial.
Siguiendo esta intuición que se ve en las gráficas he querido comprobar la correlación existente entre presencia femenina y brecha salarial. Suponiendo que más o menos las políticas de igualdad españolas terminan afectando a las mujeres de forma parecida en todos los sectores, una comparación entre la presencia femenina y la brecha salarial me permitiría ver si existe esta correlación. Para eso he utilizado este script de R, y he comprobado tanto la correlación lineal directa como la correlación logarítmica.
La correlación lineal directa es realmente muy baja, en cambio la logarítmica tiene una R cuadrada de 0,3725 (la presencia femenina explicaría un 37% de la variación de brecha salarial). Aunque parece ser que la presencia femenina no explicaría toda la variación si que parece explicar una parte importante (más de un tercio). La relación logarítmica tiene cierto sentido ya que los sectores con presencia femenina casi nula apenas se ven afectados por la brecha salarial, las pocas mujeres bombero o camioneras o paletas de la construcción no son excluidas salarialmente, ningún empresario encuentra ninguna ventaja en hacer contrataciones en fraude de ley sistemática sobre las mujeres o ofrecerles jornadas parciales ya que son realmente muy pocas.
Es a medida que la presencia femenina crece que las prácticas que hacen aparecer la brecha salarial que tienen sentido racional. Las mujeres pasan a ser más mercancía laboral (al igual que les pasa a los jóvenes) y aparece la dualidad en la contratación, condiciones, microcategorías y beneficios salariales indirectos (que te paguen o no las horas extras) que luego se plasman en la brecha salarial. Esta práctica aumenta con más velocidad cuando los sectores comienzan a feminizarse, pero luego no pueden aumentar tanto aunque aumente mucho la presencia femenina (al final la capacidad de estafar mujeres tiene un límite). De ahí que un comportamiento logarítmico pueda modelizar bien el comportamiento de los actores laborales. También los sectores más feminizados son los que menos presencia sindical tienen y aunque los efectos centralizados de la negociación colectiva por sectores puede disminuir la brecha salarial sí que la presencia sindical en los centros de trabajo termina garantizando que se apliquen la igualdad salarial.
Una correlación no nos puede dar una conclusión definitiva pero sí que nos permite dibujar una hipótesis, es bastante plausible que la brecha salarial diferencial venga explicada también por la mayor presencia de mujeres en determinados puestos de trabajo y nos permite hacer predicciones. Al parecer las ciencias sociales vienen detectando esta segregación según presencia femenina. Una muestra de algunos papers:
- Separate and unequal: Occupation-establishment sex segregation and the gender wage gap
- Interindustry wage differentials and the gender wage gap
Si la hipótesis fuera correcta, si no cambiamos las políticas de igualdad, a medida que las mujeres entre en sectores como la seguridad, maquinaria móvil o la construcción, encontraremos que la brecha salarial en esos sectores aumentará. Si la hipótesis fuera correcta los sectores más feminizados están condenados a sufrir mayor brecha salarial a menos que hagamos cambios institucionales (por ejemplo, generar incentivos para que los sindicatos entren en estos sectores, forzar la presencia femenina en los negociadores de convenios, garantizar por inspección que la contratación en estos sectores se está cumpliendo y que se pagan las horas extras a los trabajadores a tiempo parcial).
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