Estas dos últimas semanas, los dos principales partidos de Catalunya (CiU y PSC) han lanzado sus sendas campañas. La del PSC, “Temps difícils, gent seriosa”, y la de CiU “Començar il·lusiona”.
Ambas campañas como concepto son buenas, pero veo unos serios fallos en su ejecución que me chirrían.
La campaña del pesimismo
La primera de ellas, la del PSC, muestra el siguiente vídeo:
En él se interpreta las amenazas de nuestra época (cambio climático, guerras, desigualdades norte-sur) y las coyunturales debidas a la crisis económica y de desafección política. Acierta en lanzarse a hablar de aquello que preocupa al electorado potencial del PSC, y acierta en que estamos en una situación de amenaza y que no se puede andar con bromas de ahí que “Temps difícils, gent seriosa”, poniendo en valor al President Montilla.
Es un buen vídeo en cuanto que se arriesga sin hacer aparecer ni el PSC, ni Montilla, ni logos, hasta el final. Pero el problema que le veo es que es una campaña en negativo. Creo que la gente vota y se ilusiona en política por las esperanzas y las espectativas, si estas son negativas lo que creo que hacemos es hundir a la gente, ¿cómo voy a ilusionarme si todo lo que espera es intentar sobrevivir a estos problemas?. Creo que al igual que Zapatero se equivocó al negar que íbamos a entrar en una crisis (y se ha demostrado que el coste de perder la credibilidad en la crisis era más grave que la posible desilusión que hubiera podido provocar), también cuando a final del 2010 algunos indicadores macroeconómicos comenzarán a derivar y a final de este año dejaremos de destruir empleo, hubiera sido deseable que el mensaje que diera el PSC fuera de luz al final del túnel, de esperanza.
CiU y el bonismo
Al otro extremo está la campaña de CiU en dos versiones: la happy-flower guay que mola, y la Braveheart. La primera versión es la oficial “Començar il·lusiona” muestra el siguiente vídeo:
Un buen vídeo la verdad, bastante bonita la historia… y que alcanza las emociones de las personas, ya que todos nos hemos enamorado, y hemos sentido la ilusión del inicio de una relación. El problema que le veo en esto so varios: sí genera ilusión, pero tampoco se puede obviar que el horno no está para bollos. Si la campaña del PSC apuntaba a los intereses y miedos de los votantes (por ejemplo, el problema del desempleo), la de CiU parece que se realice ausente de la realidad en la que viven los ciudadanos. Una dispara demasiado en la carne echando sal en la herida, pero la otra dispersa los tiros a las nubes.
Además la campaña puede tener muchos puntos que se le tiran en contra:
– Començar il·lusiona, pero CiU no es una nueva pareja que hemos conocido, sinó una vieja exnovia que ahora nos pide que volvamos con ella. Si el lema fuera de Reagrupament, lo entendería, para el electorado nacionalista las opciones de Laporta y Carretero son la “nueva novia”, CiU es la chica con la que tontearon en la juventud y que te ofrece otra cosa (estabilidad, tranquilidad, cariño, amor sosegado) pero no la ilusión de un comienzo.
– El mundo es un lugar muy bonito donde CiU nos hace ilusionarnos. ESTAMOS en crisis, hay más de medio millón de desempleados en Catalunya. Vale que no es bueno meterse tralla en vena, pero ¿enviar a la gente al país de mi pequeño pony es una buena alternativa?.
– El #hashtag de Twitter #comencem es muy fácil de girar en contra de CiU. Por ejemplo, en el día de ayer ese hashtag fué colonizado con ciberactivistas de otros colores que dejaban mensajes “Si ara #comencem vol dir que fins ara no ha fet res CiU?“, “#comencem a tenir por de Carretero y Laporta“, etc… La capacidad de tunear el mensaje es buena si contamos con una buena base de ciberactivistas, que por mucho que vendan, no la tienen o es muy poco militante (contando algunas excepciones) a diferencia de lo que tiene el PSC.
– El logo es bastante fácil de manipular y utilizar en contra de hecho es un recuerdo de los “Acids” y “Smiles” de toda la vida, y en cierta manera recuerdan la campaña de las generales del PSC. Un logo no deja de ser bueno porqué haya sido utilizado, pero si lo utilizas de forma que pueda ser manipulado (el del PSC daba menos juego), y girado en contra, no es un buen logo. Además refuerza no la imagen de optimismo sinó que con los ojitos y el infantilismo nos vuelve a retrotraer al mundo de mi pequeño pony, donde antes he indicado deben vivir los de CiU pero no la gente de la calle y sus electores.
Braveheart entra en la precampaña
Tanto el discurso de Mas como la “subcampaña” Tots som CiU, adquieren un carácter épico-nacionalista. Esta campaña, supongo que defensiva, para conseguir atraer al electorado soberanista que se ha activado con las consultas, casa poco con la anterior y eso que las han soltado las dos a la vez. El vídeo es sólo para personas psicológicamente preparadas:
Dos hordas de soberanistas catalanes que enarbolan esteladas, senyeras y cruces de San Jordi (por un momento pensé que Catalunya había anexionado Inglaterra), con tanta profusión, seriedad y épica que parece una batalla del Medieval II:
La verdad es qeu este tipo de campañas a mí me produce ciertos escalofríos. Además, ¿CiU pretende ganarle por la mano a ERC o Reagrupament por la banda del independentismo o el soberanismo?. Si alguien apuesta por el independentismo apostaría por un partido que sin ambigüedades se define como independentista. Además la comunicación épica tiene muchos riesgos. Si te pones en la piel de William Wallace, podríamos recordad que perdió la guerra contra las tropas inglesas y que en general los escoceses. Si Mas evoca a William Wallace, cualquiera con nociones de historia medieval puede evocar la batalla de Neville’s Cross o de Flodden que marcaron la derrota de Escocia. Es lo que tiene el tirar de épica histórica.
En definitiva, aunque los esfuerzos por hacer una comunicación más moderna en los partidos políticos que no sólo centre sus esfuerzos en el spot de campaña es algo que ha comenzado a aparecer, la selección de los relatos no creo que aún sea la más acertada. Por un lado el excesivo negativismo del PSC (por mucho que sea una muestra de realismo), por el otro la doble campaña happy-flower y épico-nacionalista de CiU no terminan de acertar. El pecado del PSC es de defecto, no de mensaje, el de CiU es de excesio, de mensaje, de dispersión y de mala selección de imagen tanto en una campaña como en la otra.
Si ves los dos vídeos de CiU seguidos te imaginas algo así:
Un buen análisis sobretodo lo de “epic failure”, aunque aun está por ver, no me achanta nadie la boca en afirmar que tienes razón cuando afirmas que los 200 ciberactivistas “formados” será en Singapur. Ayer vimos que no existen. Que solo es para justificar el trabajo de una empresa y enviar una notita de prensa a los medios…
Impresionante artículo, José, la verdad que estas elecciones van a ser reñidas, especialmente en social media, veremos muchas cosas nuevas y vale la pena seguirla a fondo!
Qué bueno tu análisis, ¡felicidades!
La campaña de CiU tiene muy bien pensado el desarrollo de sus mensajes: reconquistar a sus votantes casa por casa (los que no fueron a votar, los que votaron a ERC…).
Lo de CiU suena creíble y da esperanza. Te dice… “si tú quieres”… Lo del PSC no te deja otra salida: estamos peor y te ofrecemos más de lo mismo. Lo de CiU es bonito. A todos nos gustan estas historias y quiséramos estar en ellas. Y se ve tan fácil…
El PSC reacciona e improvisa. Echa más sal a la herida: después de todo el catálogo de horrores que ofrecen te recetan la misma medicina. No way.
Creo –y disculpa– que tu análisis habla más de tus deseos que de las campañas.