Los aficionados hablan sobre tácticas, los profesionales estudian logística
General Robert Barrow (US Marines)
Ahora que parece que el baile de nombres para la Presidencia de la Generalitat ha acabado y que es posible que Quim Torra sea el nuevo MHP, siempre que se tenga el placet de la CUP, me atrevo a entrar en un punto que todo President de la Generalitat independentista debería contemplar.
Siempre hay un exceso de supuestos estrategas que saben o se atreven a decir cuál es el mejor paso a dar en cada momento. De hecho confunden “táctica” con estrategia, pero dejemos esto para otro artículo, porqué a veces es aspirar a mucho intentar que los supuestos estrategas sepan apreciar las diferencias entre táctica, operativa y estrategia en política. Pero lo más importante es, igual que en la ciencia bélica, la logística.
La logística es el paso previo a cualquier estrategia u operativa. A veces en política la logística ya viene dada, los apoyos políticos, sociales, el aparato institucional permite aplicar las políticas que queremos. Pero en otras no. Colau ha fallado básicamente, por no atender la logística de sus acciones políticas. No ha sabido dotarse de los instrumentos institucionales y de los apoyos políticos para llevar a cabo su programa.
Lo que me atrevo a aconsejar al nuevo MHP es que antes de trabajar la estrategia o la operativa, tenga en cuenta que problemas de logística hemos de resolver y que frentes sociales tenemos para luego saber como empujarlos a nuestro favor. Es más importante que definir el “como” (operativa y táctica) y el “que buscamos” (estrategia) tener una cierta foto de la situación real, de nuestras carencias y fortalezas, de lo que vamos a necesitar y de cuál es el mapa social sobre el que trabajaremos.
Hablemos de logística: los elementos necesarios pero no suficientes para conseguir la independencia
Una obviedad: ser más y tener una oposición interna menor
La primera cosa que le aconsejo es que no crea que “eixamplar la base” es un mero mantra. Ni tampoco es una excusa para “no hacer nada”. Sin entrar en “como” hay que ampliar la base de apoyo al independentismo (tengo mis ideas, pero antes de transformarlas en una estrategia prefiero definir los frentes sociales), el apoyo del 47%, o incluso del 51% se muestra insuficiente para cualquier ruptura o desbordamiento democrático. Sea una línea de pacto con el estado o de ruptura democrática el contar de nuestro lado un apoyo amplio a la causa y especialmente, un cierto consenso también con parte del unionismo en no oponerse de forma frontal a una posible independencia. Aspirar a ensanchar la base para acercarnos al 60% de apoyo manifiesto al independentismo y a un 70% de ciudadanos que no verían mal la independencia si este fuera el sentido mayoritario aunque no la deseen no es un objetivo a desestimar. Como digo esta no es una condición suficiente pero sí necesaria. Si analizamos los procesos de desbordamiento democrático que han tenido éxito y las independencias más o menos pacíficas de las últimas décadas, estas se han dado con apoyos amplios sociales. Por no hablar que la cohesión de la sociedad catalana será importante una vez que la independencia sea conseguida.
TEner mejor posición internacional
La segunda es tener en cuenta que nuestra posición internacional aún es débil. Tenemos el trabajo que hacen los exiliados, especialmente el MHP Puigdemont, el excelente trabajo que hacen nuestros activistas expats y que seguramente cuando recuperemos el Diplocat la situación mejorará, pero es evidente que todo y que la posición es buena en el ámbito de medios y algunos movimientos políticos europeos, tenemos que llegar a ámbitos institucionales. La posición española ha de seguir desgastándose, las alianzas han de fortalecerse, los apoyos internacionales crecen cuanto más represivo intente (y aquí es el matiz, intente) ser el estado español y eso lo seguiremos consiguiendo siendo un problema continuo. La independencia seguramente no se consiga de manos de estados que por lógica diplomática son aliados de otros estados como España, pero sí necesitamos que no haya una oposición al nuevo estado. A veces no se trata tanto de “conquistar” sino de reducir rechazos.
Considerar los aliados de oportunidad dentro del estado español y aprovecharlos
El tercer aspecto de la logística a tener en cuenta es debilitar la posición interna de nuestro rival, el estado español. Cuando se habla de tejer alianzas con fuerzas progresistas y del cambio del estado español algunos pueden pensar que es en clave de “reformar España”, otros es en buscar y fortalecer aliados de oportunidad, grupos que critican en esencia el estado represivo español y que su voz tenga más fuerza, para que la cohesión interna en su estrategia de represión o de bloqueo político sea menor. Igual que nosotros tenemos un problema serio con nuestra oposición interna y que una hegemonía social nos haría más fuertes, el debilitar esa hegemonía social que tiene ahora mismo la estrategia represiva y de bloqueo institucional del estado español nos favorece. No tenemos el mismo objetivo que muchas de las fuerzas del cambio en el estado español, pero sí compartimos el mismo enemigo. Pero no solo es una cuestión de debilitar al enemigo, sino también de fortalecernos en el frente antirepresivo.
Cohesión interna
El cuarto aspecto de la logística a mejorar es la cohesión interna del movimiento. Estamos trinchados, desconfiamos unos de los otros, muchas veces no sabemos donde tenemos aliados. Por un lado hemos de conjuntar la necesidad de un grupo hiperactivista del movimiento que ha de sentir que la llama se mantiene viva, por otro lado recuperar las confianzas rotas entre sectores independentistas. También saber identificar frentes donde tenemos activistas independentistas y o bien les hemos dejado abandonados o peor, hemos hecho fuego amigo. Sea cuál sea el escenario al que vayamos o la estrategia a seguir, la falta de cohesión nos termina dañando. Cualquier estrategia ha de ser aceptada por la mayoría de actores independentistas y no hacer, como ocurre ahora, una estrategia “contra” otros independentistas. No imponer acuerdos bajo chantaje, no imponer una sola voz del movimiento y no dejar abandonado a una parte del movimiento.
Hablemos de mapas y geografía: Sobre las fronteras internas de la sociedad catalana
El independentismo crece cuando actúa, cuando pone en contradicción el statu quo. Un movimiento político que lleva a una ruptura democrática (pactada o no) pasa por mantener las contradicciones del sistema por un lado, pero también poder forzar las contradicciones propias de diversos sectores sociales para que o bien sumen fuerzas con nosotros o disminuyamos su oposición. Tenemos que seguir forzando esas contradicciones ya que es ahí donde tenemos el principal campo de crecimiento. La cohesión social también la vamos a conseguir, sin diluir nuestros objetivos, buscando alianzas en sectores que no son independentistas para reducir su oposición a una posible República.
El frente de la República
Tenemos el frente de la república, de aquellos que creen que sería bueno tener un estado propio e iniciarlo desde Catalunya. En este espacio la mayoría de los independentistas se sienten cómodos, es entre los soberanistas que no son independentistas que se producen contradicciones y es un eje que les incomoda. En los que ponemos en contradicción es a los soberanistas del espacio de los comunes y una minoría de socialistas.
El frente de la lucha antirepresiva
El frente de las libertades democráticas y antirepresivo es donde sumamos a comunes y algunos sectores que votan socialistas, a quien ponemos en contradicción interna es a amplios sectores de votos socialista y en menor medida algunos de los votantes de Ciudadanos. Este frente es importante ya que ahí tenemos una fortaleza mayor y donde se ubican con comodidad el conjunto de entidades sociales de Catalunya no independentistas. Además es en este frente donde podemos sacar réditos internacionales, apoyo para los represialiados y podemos forzar contradicciones a las fuerzas del cambio en España.
El frente del catalanismo light
El frente de la defensa de un “catalanismo” light también es un frente donde debilitamos al contrario, hay un ataque al modelo de escuela catalana, a instituciones catalanas, etc.. que hace que sumemos a un sector aún más amplio de votantes socialistas y ponemos una verdadera frontera entre el verdadero anticatalanismo y el españolismo esencialista donde ya creo imposible penetrar.
Con esto, futuro MHP, he dibujado frentes y los elementos que necesitamos para poder conseguir “implementar la República” cosa con la que nos llenaremos todos la boca, los próximos meses. Hay un excesos de estrategas, de personas que tienen un plan, que apuestan por una opción de acción u otra. He preferido darte consejos de logística y de donde están las fronteras internas en la sociedad catalana, que pueden servirte en cualquier línea estratégica que decidas optar. Esas “hojas de ruta” prefiero que te la dibujen otros que parecen saber mucho más.