La guerra de Irak y el seguimiento de los medios (bastante peculiar) de la ocupación y la violencia después de años “de acabar la guerra” ha hecho emerger a la opinión pública nombres de compañías como “Blackwater”, “Lockheed Martin”.. empresas que ofrecen servicios militares (entrenamiento, protección, etc…). Un nuevo “mercado de mercenarios” corporativo.
Aunque los mercenarios han sido utilizados y han aparecido en todas épocas desde que se tiene registro escrito. Pero estas compañías no se parecen a la historia de los 10.000 hoplitas mercenarios que relató Jenofonte. Posiblemente se parezcan más a los condotieri del renacimiento italiano, mercenarios profesionales organizados en compañías a sueldo de las ciudades estado italianas, que podían cambiar de bando en cualquier momento.
Estas compañías privatizan la guerra, tienen un control mucho menor que el de las tropas nacionales y a diferencia de los ejércitos nacionales son compañías que se alimentan económicamente de los conflictos armados. Este tipo de compañías que en guerras sin acabar como la de Irak encuentran el campo de operaciones perfecto. El negocio de la guerra no es sólo para las empresas que producen el armamento, las que luego viven de la “reconstrucción”, de los tiburones del mercado negro de armas, etc… también se puede hacer negocio con el mismo soldado. Las zonas del mundo donde los estados carecen de la capacidad de mantener la paz son el paraíso de las teorías más extremas del liberalismo que propugnan incluso ejércitos privados. Lo que es evidente que el paraíso de algunos (los contratistas privados de seguridad) es el infierno para una mayoría.
Para poder conocerlas mejor os recomiendo el documental de “Documentos TV”, que se puede consultar aquí.
Una versión más completa en inglés del documental del National Geographic: