Ciberpolítica

“Cosas que no puede hacer los sindicalistas”, campaña bottom-up en la red


La Razón se descolgó con una portada en el que un par de delegados sindicales de CCOO estaban tomando unas cañas después de la manifestación del 19 de Febrero contra la Reforma Laboral.

Al parecer a la caverna le parece mal que unos sindicalistas se tomen unas cañas un domingo a medio día después de una manifestación, supongo que su imagen mental era que tuvieran que tomar agua del botijo y que gastarse un par de euros en unas cañas es un lujo que un sindicalista no debería permitirse.

Yo también pequé, después de la manifestación me fui a tomar una caña con unos amigos, también podría haber sido víctima del periodismo de investigación de La Razón y aparecer en su portada con una pegatina de UGT y en mis manos una cerveza fresca.

Al parecer para la caverna, los sindicalistas no pueden irse de vacaciones, ni tomar unas cañas, deben vestir con harapos y jamás mostrar capacidad de racionalidad y presentar alternativas racionales, económicamente viables y serias a lo que diga “el patrono”.

Como toda esta estrategia es ya un esperpento, a una serie de activistas en la red, de forma espontánea se les ha ocurrido la campaña #cosasquenopuedehacerlossindicalistas en twitter. Una campaña que a pesar del larguísimo “hashtag” está teniendo bastante éxito y que intenta con humor girar esta campaña de acoso personal y dirigido a la vida privada de los sindicalistas.

Frente a la estrategia mediática de aniquilar a los sindicalistas, el humor, a veces la última arma que le queda a la inteligencia, es una respuesta brillante.

Soc coordinador de la revista electrònica i xarxa de bloggers www.socialdemocracia.org, webmaster de la UGT de Catalunya i militant del PSC.

2 thoughts on ““Cosas que no puede hacer los sindicalistas”, campaña bottom-up en la red

  1. Si estos periódicos no son serios cuando hablan del catalán o de los vascos, ya no viene de aquí con los sindicalistas. Realmente, el que los compre ya sabe qué se va a encontrar en ellos. Son un puro esperpento y viven de contentar a gente de gustos tan sesgados que la realidad no les va a estropear la diversión.

    Tampoco hay que hacerles mucho caso. Hoy retratan a sindicalistas tomándose cañas como ayer encontraron mochilas etarras en los trenes. ¿Qué más da? Que publiquen lo que quieran, no los leamos y listo.

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