Hace unos tres años hice un artículo (basado en mi tesina) sobre cierta, tibia y pequeña recuperación de la fuerza sindical en los países de la Europa occidental. Recientemente también analizaba que podía existir pequeños indicios de recuperación en el sindicalismo anglosajón. El caso de España era especial ya que la afiliación había aumentado desde los años 80 hasta nuestros días (a pesar de lo que parece que se ha establecido en el pensamiento colectivo) pasando de 500.000 afiliados a más de los 2.000.000 20 años después, doblando la densidad sindical, del 8% a más del 16%.
La literatura seria, indica que los sindicatos son muy lentos a la hora de recuperar las bajas sindicales y que efectos como la aparición de nuevos sectores, o las medidas antisindicales (como la prohibición de los sindictos libres en una dictadura) se tardan hasta 30 años en restañarse. Eso es debido a que es mucho más fácil destruir la presencia sindical mediante mecanismos institucionales o malas prácticas empresariales que su recuperación posterior cuando tales prácticas se impiden (por ejemplo, mediante leyes que prohiben despedir a los delegados sindicales o penalizan la persecución sindical).
Seguramente los sindicatos europeos son organizaciones que han avanzado mucho en su concepción original: dominan perfectamente la democracia industrial, en casi todos los países de la UE-15 tienen una amplia fuerza en la negociación de las condiciones laborales y tienen capacidad de influencia en el desarrollo de las políticas de los estados. En parte la muerte por éxito de la socialdemocracia se debe a que los sindicatos europeos han tenido la capacidad de influir en esas políticas. Y por supuesto han transformado sus organizaciones para ser centrales de servicios para los trabajadores.. servicios de bastante calidad cuando se consulta a los que los han usado. Pero entrar en explicar la transformación profunda del sindicalismo europeo (dejando un poco a parte a los franceses que siguen la lógica del mayo del 68 de la izquierda francesa) excede este artículo.
El crecimiento que ya analizaba en el período 1980 – 2003 en mi análisis original podría no estar continuando en los últimos años de pleno apogeo de la ideología del ultraliberalismo… Parece ser que no. Según datos de la OCDE, la afiliación sindical a los dos sindicatos mayoritarios en España ha ido aumentando de forma constante esta última década hasta el último año del que se tiene datos.
Asalariados afiliados a los dos sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO). Datos recogidos por la OCDE. Quedan excluidos afiliados jubilados y autónomos afiliados.
Se ha de suponer, que igual que ocurrió en el período 1993-1994 la crisis del momento que destruyó puestos de trabajo y que también provocó la caída de la afiliación en esos años, se vuelva a dar en estas fases de destrucción de empleo. Pero todo indica que a pesar de todo y de la futura caída de afiliación debida a esta causa, la salud del sindicalismo español es más alta de lo que nos quieren vender ideológicamente. El mito del “sindicalismo hiperpresente” de inicios de la democracia no es más que un mito simbólico, significativo en las empresas (normalmente industriales) donde estaba presente por la significancia de sus luchas, pero con menor peso en el conjunto de todos los sectores que ahora y mucho menos peso institucional. Los sindicatos han adaptado sus estructuras para estar presentes en más sectores, afiliar jóvenes y mujeres, trabajar con los autónomos, y a utilizar más herramientas que la gestión del conflicto colectivo. El resultado es que hoy tenemos sindicatos mayoritarios más fuertes que hace 25 años.
O sea, que los de UPTA no contamos para UGT
El último post de José-Luis Prieto: Análisis express
A ver, si no hago mal las cuentas:
Población ocupada en España en 1999 = 13.817.400
Población ocupada en España en 2006 = 19.747.700
Crecimiento: 70%
(Lo he sacado de un PDF que tenía por aquí, corrígelos si están equivocados)
Afiliados a dos grandes sindicatos en España en 1999 = 1.850.000
Afiliados a dos grandes sindicatos en España en 2006 = 2.350.000
Crecimiento: 78%
Muy tibio el crecimiento. De hecho, no sé si es significativo. La proporción de afiliados/ocupados mejorará con la crisis, los temporales tienen tasas de afiliación más bajas, y son los que han sufrido el paro en mayor medida.
El último post de Demócrito: SOBRE EL CAMBIO DE MODELO PRODUCTIVO (1ª PARTE). Algunos conceptos básicos: “ventajas comparativas”, “productividad” y “sectores de alto valor añadido
Demócrito:
Es que el “tibio” crecimiento es lo que hace que sea sostenido, normalmente los períodos espansivos (donde además aparecen nuevos sectores) los sindicatos crecen más lentamente que la ocupación, eso se dá en los sindicatos de todo el mundo. Aún hacer crecer la densidad sindical en períodos espansivos es muy significativo.
Jose Luís:
Claro que contáis para UGT, lo que no contáis es para las estadísticas de la OCDE que hacen comparaciones sólo para la población asalariada. Tampoco cuentan los autónomos del VERDI alemán, porqué la OCDE limita las estadísticas a los asalariados. Obviamente un afiliado a UPTA es para la UGT tan afiliado como uno de la FSP, la FETE, la MCA o la FES, espero que eso no tengas ninguna duda.
En mi tesina sí que entro a analizar por encima la presencia sindical entre los trabajadores autónomos y España es un caso especial con alta presencia sindical en este colectivo.
El último post de Jose R.: El sindicalismo sigue creciendo en España contra todo pronóstico
Los sindicatos gestionan una gran cantidad de dinero público, pero exigen la afiliación para dar servicios. Ésa es una buena forma de captar militantes.
Otra forma es la de adoptar las posiciones de extrema derecha. Ya lo hiceron UGT y CC.OO. forzando una moratoria contra los trabajadores búlgaros y rumanos. Y siguen haciendo, presionando por los cupos 0 y participando en el sistema que limita el derecho a la libre circulación de trabajadores. Esa posición populista, desgraciadamente, da buenos resultados.
Hay que acabar con la financiación pública de los sindicatos, por dos motivos.
1) Los sindicatos serían libres para defender a los trabajadores, sin intromisiones de los políticos.
2)Quienes se oponen a los sindicatos (o a a Iglesia), no tendrían que verse forzados a financiarlos.
Hombre.. Nasser, los sindicatos gestionan una cantidad pequeña de dinero público (unos 10M€ en Catalunya p.ej.)… y aún no he visto que negaran a nadie los servicios, sea afiliado o no. Cualquier trabajador que visita una sede sindical de un sindicato mayoritario se le atiende, y además estos servicios si tienen un coste se les cobra menos que en los precios de mercado.
Además, los sindicatos mayoritarios cobran dinero público en base a su representatividad sindical, VOTADOS de forma masiva y mayoritaria de los trabajadores, con participaciones del orden del 70%. Gestionan la negociación colectiva, que afecta a los asalariados entre otros servicios.