Este fin de semana se ha celebrado el noveno congreso del PSC de Barcelona, donde hemos escogido una nueva ejecutiva (que renovaba al 70% de sus miembros, entre ellos el primer secretario y el presidente). En esta me toca trabajar más ya que estoy dentro, como había dicho en un post anterior,.. Es una ejecutiva renovada con una dirección inédita que tenemos un reto bastante gordo: hacer que el PSC en Barcelona continúe siendo el partido de la mayoría (o de una minoría mayoritaria) y el que mejor refleje las inquietudes de sus ciudadanos.

En el discurso de Carles Martí y Jordi Hereu (primer secretario y presidente en esta nueva ejecutiva) quedó claro: vamos a pencar, vamos a hacer proximidad, patearnos los barrios y buscar la complicidad con sectores sociales que no hemos logrado seducir: jóvenes (de varias edades), inmigrantes, y con el electorado clásico del PSC que hemos ido perdiendo.

En este Congreso no hemos ido con paños calientes, hemos evidenciado que aunque somos el principal partido de la ciudad, los electores han ido castigándonos paulatinamente. Que hacemos cosas que los ciudadanos no entienden, pero que hemos de explicar que es para el bien de la ciudad: una frase del alcalde Hereu lo aclara, “cuando los ciudadanos nos ven encorbatados en reuniones o con personas importantes lo que hacemos lo hacemos por los ciudadanos de Barcelona, pensando en especial en los que están peor”. Hablándolo con algún compañero del PSC, esa frase tal vez sea una de las emblemáticas del congreso y que explica la distancia emocional de la ciudadanía ante esa política encorbatada, pero también la importancia de que esta exista.

Hereu y Martí amenazan con hacernos trabajar un montón, algo que tendré que combinar con mi curro, el ciberactivismo (NO voy a dejarlo, ya lo dije), el distrito, lo que me toque de trabajo apoyando lo que haga la ejecutiva del PSC de mi agrupación, y mi vida personal. Creo que esta ejecutiva si algo hará es currar mucho (sin desmerecer anteriores, ojo…). Carles Martí la ha diseñado muy ejecutiva, con algunas carteras (como la mía), con funciones muy concretas y claras. Algunas nuevas como la de Atención a la Nueva Militancia o Nueva Ciudadanía, pensadas en una clara perspectiva de crecimiento de la agrupación.

Yo tengo unos pocos retos complicados, pero creo que hay buena base para avanzar. Hacer del PSC de Barcelona una organización que participe en el ciberactivismo sin que haya un exceso de “propagandismo digital” sinó una legítima participación en la red y el uso de la web 2.0 para conseguir una política más próxima también para los que esperamos de la política debate directo. Pero por otro lado en el PSC hay personas que tienen miedo. Un miedo legítimo a quedarse fuera de todo esto, a que el partido les olvide y se vuelque en la web 2.0. Estos miedos hay que atenderlos y hay que hacer un ciberactivismo que también beneficie a los militantes no ciberactivistas. El ciberactivismo no ha de ser sólo lo que nos beneficia a los ciberactivista y refleje sólo nuestros intereses, también ha de mostrar las inquietudes e intereses de los ciudadanos que no tienen, aún, voz en la red.

En la ejecutiva estoy acompañado de algunas amigas: Alicia Fernández (sectoriales), Isabel López (viceprimera secretaria), Arantxa Martínez (adjunta a Formación y compañera, además, del PSC de Horta-Guinardó), con las que ya he trabajado (Alicia y yo hemos compartido dos ejecutivas de la AJEC y Arantxa y yo hemos sido compañeros en la ejecutiva del PSC de Horta-Guinardó y en el grupo municipal del PSC en el distrito). Otros hemos compartido activismo juvenil y estudiantil como Ferrán Pedret (que nos ayudó a los de la AJEC-Autónoma en elecciones al claustro desde la facultad de derecho donde estudiaba), u otras actividades de partido: Miguel Ángel de Sant Martí (con el que he compartido las reuniones de secretarios de política municipal), Hector Sankovski (que ha dirigido al grupo de militantes del PSC que colaboramos en la redacción de la ponencia del Congreso) o el mismo Carles (que también pasó por la AJEC, parece ser que somos unos cuantos) dirigiendo las reuniones de política municipal durante este último año y medio. Espero no dejarme a nadie con el que haya compartido una actividad intensa, pero con el resto sí que he compartido reuniones, trabajo colectivo, algunos en el Consell de Federació, otros en alguna sectorial, etc..

Como conozco personalmente una parte importante de esta ejecutiva sé que como mínimo pondremos la carne en el asador, me siento tranquilo y confiado porqué en el mismo barco hay muy buenos remeros y remeras.

Este Congreso también es en el que Joan Ferrán se ha despedido de la dirección de la ejecutiva. Es el Congreso de la generosidad política de toda una generación: cuando renuevas el 70% de una lista es que hay realmente mucha gente que decide dejar paso en la ejecutiva de la federación y abrir espacios a los nuevos. Joan Ferrán es uno de ellos, pero también Rosi Ferreiro, Xavier Casas, Mari Fernández, Yolanda Collboni o Luis Fernando García (compañero de Horta), entre los muchos que han dejado paso a nuevos compañeros dejándonos el listón muy alto.

Yo no estoy en la ejecutiva del PSC de Barcelona por casualidad, es algo en lo que me “postulé” desde hace meses. Y si estoy allí es primero grácias a que Carles Martí (y por tanto la dirección del PSC de Barcelona entrante y saliente) ha demostrado tener mucha sensibilidad a esto de la web 2.0 a pesar de no ser ciberactivista, pero también al apoyo de muchos.

Al de Núria Carmona y el PSC de Horta-Guinardó por apoyarme desde buen principio. Al de Jaume Collboni que me ha sabido aconsejar y apoyar. Al de Raquel que siempre ha confiado en mí como ciberactivista. Al de otros ciberactivistas como Jéssica Fillol, César Calderón o Carlos Guadián o Antoni Gutiérrez-Rubí de los que he aprendido lo que es el ciberactivismo. De los compañeros de Horta-Guinardó que me han demostrado que el plantar muchas semillas también tiene sus frutos al abrir unos blogs excelentes y creerse esto del ciberactivismo. A Feli, Mireia, Antonio, Carme y David que me han ayudado a tener ganas de continuar en el PSC en momentos muy duros, y que me han demostrado que se puede hacer política desde la convicción y no sólo desde la conveniencia. A los compañeros de la ejecutiva y del grupo municipal del PSC de Horta-Guinardó y a todo activista de la agrupación que con su granito de arena han empujado para que Arantxa y yo seamos ciberactivistas. A los miembros de la ejecutiva nacional como el mismo Jaume, Iceta o Zaragoza creen en el ciberactivismo. A Guillem por ser un ejemplo evidente de lo que es un ciberactivista municipal. A los blogueros del PSC de Barcelona (que son muchos y muy buenos) como Lourdes o Jordi, con los que comparto redes (como Las Ideas), y que están ahí al pié del cañón. A los lectores de mi blog y a los articulistas y blogueros de socialdemocracia.org que con sus aportaciones han sido como el aire que me ha permitido aprender con sus artículos y su forma de hacer ciberactivismo. A compañeros de otras agrupaciones del PSC de Barcelona (como César de Sarrià) que han creído que el PSC ha de hacer ciberactivismo y han empujado para que esto se tome en serio y a los compañeros del PSOE de Moratalaz que con sus ánimos y felicitaciones las cosas siempre son más fáciles.

Todos ellos (y alguno más) han aportado su granito de arena para que pudiera ser miembro de esta ejecutiva, ya sea ayudándome a tener las habilidades, ofreciéndome un ejemplo de cómo hacer ciberactivismo o empujando para conseguir que el ciberactivismo se tome en serio en el PSC de Barcelona.

Por ello creo que he de asumir un nuevo compromiso, unido a los 2 de mi anterior post:

COMPROMISO 3: Hacer todo lo posible para trasladar las virtudes del ciberactivismo y la web 2.0 al PSC de Barcelona y conseguir que el PSC de Barcelona sea el partido que consiga implementar formas de política 2.0, que mejoren la calidad de la democracia de la ciudad y las formas de interaccionar del partido con los ciudadanos. Es lo mínimo que les debo.