Ciència

Debilidades de la postmodernidad I, el relativismo epistemológico: respuesta a Geógrafo Subjetivo

En un excelente artículo Geógrafo Subjetivo nos plantea la postmodernidad y sus virtudes. Yo como buen racionalista no puedo dejar de refutar algunas de las tesis esenciales de la postmodernidad.

Dice GS:

La Postmodernidad busca concitar a las formas de racionalidad despreciada por la Modernidad, a todas las que se dan dentro del ser humano. En especial la Postmodernidad admite que se den validamente explicaciones o interpretaciones contradictorias sin que ninguna de las contradictorias tenga que ser rechazadas, ya que si no hay un criterio supremo de conocimiento, no cabe rechazar ninguna de las explicaciones e interpretaciones.

El relativismo epistemológico forma parte esencial de la postmodernidad más radical. Lyotard lo aplica a las ciencias sociales y siguiendo a Derrida se puede desmantelar cualquier visión concreta atacando a sus fundamentos. Es el problema del observador objetivo que en ciencias sociales no existe y que en las ciencias empíricas se ve limitado por el propio diseño del experimento. Es verdad que un experimento está condicionado por las hipótesis que pretende refutar o falsear.

Ahora bien, el relativismo absoluto lleva a las mismas paradojas que utilizaban los sofistas (que buscaban el poder defender lo propio y lo contrario buscando argucias dialécticas), y lleva a la no acumulación de conocimiento y a un “todo vale” que se autodestruye en sí mismo como mecanismo cognitivo. Para una visión racionalista no es necesario poner en la hipótesis que el mundo es el sueño de un dragón rosa… podría serlo, mientras todo siguiera igual, podríamos decir “el big bang no deja de ser el fruto onírico de un dragón rosa”, pero para el racionalismo existe el concepto “navaja de Occam” la explicación más sencilla es la que tiene más provabilidades de ser cierta.. por tanto los científicos no necesitan hipotetizar sobre dragones rosas.. no son necesarios en las ecuaciones.

Aquí la discrepancia entre modernidad y postmodernidad existe en “si no existe un criterio supremo de conocimiento” cualquier conocimiento es igualmente válido. No hay jearquías ni categorías cognitivas. En el ámbito de la ciencia experimental se llega a la absurdidad de intentar defender que la astrología es un conocimiento tan válido como la física. Es tan ridículo que la propia y aplastante evidencia empírica arrolla en general las pseudociencias, aunque la tela de “pseudomisticismo” siempre está latente y más desde la aparición del postmodernismo en el ámbito de la ciencia empírica. El “algo debe haber que la ciencia no puede explicar y que está en el espirtismo o en la lectura de runas”.

Y es que hay una gran diferencia entre “la ciencia no lo puede explicar todo” a “todo lo que la ciencia no puede explicar lo explica aquella pseudociencia que más me guste”. La cienca es evidente que tiene límites. Es la virtud de ella… los límites. La ciencia marca límites: mientras no descubramos algo nuevo que ponga en duda la relatividad general, la velocidad de la luz para la mayoría de sistemas es imposible franquearla. No sólo son los “límites físicos” sinó también límites cognitivos: “la geología no va a hablar de los fundamentos básicos de la materia” o “la física no va a tratar si todo está impulsado por una mente creadora”, o “la biología no va a hablar de poesía”. Estos límites son los que permiten hacer afirmaciones operativas y acotadas: “los sistemas termodinámicos aislados evolucionan hacia una situación de equilibrio interno que maximiza su entropía interna”. Esta afirmación se refiere a unas definiciones concretas: entropía en termodinámica, que no es lo mismo exactamente cuando la utilizamos en el uso social de la palabra (sinónimo de desorden o pluralidad de opciones). Su afirmación no puede aplicarse a un ser vivo porqué este no es un sistema aislado, por ejemplo… pero nos es operativa y nos permite hacer predicciones útiles.

A diferencia de otras formas de conocimiento la ciencia empírica hace predicciones controlables, cuantificables y que han de pasar el tamiz empírico. A un nivel más práctico, una predicción de un equipo de ingenieros de que el puente necesita unos pilares más gruesos para aguantar siempre será más válida y a nivel epistemológico su afirmación tendrá un valor superior a la que diga el político de turno que con la viga actual ya sirve. Aún los postmodernos, por su propia necesidad de supervivencia, se someten a la jerarquía epistemológica en la vida práctica.

Algo más complicado es trasladar la potencia de las ciencias naturales a la epistemología de las ciencias sociales. Aquí los sistemas son más complejos y las propias hipótesis se pueden imbricar de tal manera con el sistema que se quiere analizar que dejan de ser “tan objetivables” cómo las de los sistemas físicos. Entramos también en colisión filosófica con conceptos como “libertad” de los individuos. ¿Cómo podemos hacer relativamente buenas predicciones de comportamiento electoral en base a escenarios de participación electoral y esto ser compatible con la visión de que los individuos somos libres y por tanto podemos alterar nuestro comportamiento en el último momento? ¿cómo podemos afirmar que los hijos de personas de clase trabajadora tienen menos provabilidad de ser millonarios que los hijos de personas de clase media? ¿desestimamos la libertad individual?. Esta objección que no es postmoderna estrictamente no ha dejado de acechar a las ciencias sociales y su intento de realizar predicciones desde que Durkheim intentó establecer un método científico en la sociología. A estas se añade el relativismo epistemológico que entre otros cita Lyotard.

Este relativismo no ha causado tampoco tanto “destrozo” en la sociología o en las ciencias sociales en general. Ya había una pluralidad epistemológica en las ciencias sociales antes de la irrupción de la postmodernidad. Es cierto que en algunos sentidos las ciencias sociales ya no son las mismas desde el paso de la postmodernidad… pero básicamente por la destrucción de los relatos y la visión teleológica, algo más filosófico y conceptual que de metodología.

Aún así, el relativismo a “lo Derrida” nos permitiría dar cómo válida una explicación de la pobreza monopolar en cada momento. Por ejemplo, podríamos explicar que la mortalidad hoy en día en Irak se debe a la falta de libertades y de posibilidades de ejercer un negocio en libertad (menos dinero son menos medicionas). Igual de válida epistemológicamente para el postmodernismo podría ser la explicación de que mueren por las balas y que es la insurgencia la que provoca esta mortalidad… o que lo es la ocupación militar. Otra es añadir que el crecimiento de mortalidad se debe al desmantelamiento del estado irakí que ha dejado sin funcionar los servicios más básicos. Una visión moderna diría que son varias causas e intentaría cuantificarlas… De hecho hay intentos de cuantificación de las causas del crecimiento de víctimas civiles en Irak desde el fín de la tercera guerra del golfo. La parte del león parece que se la lleva la ausencia de estructura básica de estado y la imposibilidad de montarlo que hace que en muchos sitios el agua potable o la asistencia sanitaria básica sea un lujo. Es evidente que el ejército de los USA y sus aliados, igual que la insurgencia matan irakíes, pero aunque son un número muy alto, la cifra de casi un millón de personas muertas “de más” respecto a lo que era la mortalidad irakí de hace 10 años se debe en gran parte a esta ausencia de servicios. Este dato es cuestionable y se puede plantear que no contempla o X o Y, pero obviamente es evidente que si los asesinatos directos no llegan a 100.000 personas y hay 1.000.000 de muertos civiles “de más” podremos cuestionar los sistemas de conteo de víctimas, o encontrar que tal vez haya habido un envejecimiento imprevisto de la población irakí. Pero decir que “toda visión es válida” y quedarse tan ancho es algo que no es razonable, por mucho que un deconstruccionista pueda desmontar mi argumentación. 900.000 muertos “de más” (sí, se puede cuestionar esos “de más”, pero cuando los índices de mortalidad aumentan radicalmente sin explicación aparente hay que buscarla, no quedarse que son fruto de la casualidad)… La insurgencia y los combates de las fuerzas ocupantes y el ejército irakí, los asesinatos, los ataques entre irakíes por el control de un trozo de terreno y la ausencia de un verdadero monopolio de la violencia del estado explica una parte relevante de las bajas irakíes, pero no la más importante.

Podemos ser todo lo relativistas y postmodernos que queramos que eso no va a alterar el hecho de que casi un millón de irakíes mueren por causas relacionadas con la ocupación y la guerra y la ausencia de estructura que proporcione servicios básicos más que por las balas, las minas, los coches bombas o las piezas de artillería (es verdad que la existencia de conflictos armados provoca precisamente esa ausencia de estructura, pero es bueno decir que las muertes irakíes no se deben sólo por las acciones de combate y que los “cálculos” del Pentágono no tuvieron en cuenta que hacían cuando desmantelaban el estado irakí). Una visión sociológica como la que plantean los de Opinión Resarch Business (http://www.opinion.co.uk/Newsroom_details.aspx?NewsId=88 ) seguramente podamos decir que epistemológicamente es superior a la que plantearon en su momento los analista del Pentágono. El relativismo epistemológico del postmodernismo tiene su utilidad (permite que hipótesis y planteamientos creados desde estructuras de poder para servicio de estas puedan ser cuestionadas de forma más efectiva y evita el dogmatismo entre otras virtudes) pero llevarlo al extremo de considerarlo en sí mismo un dogma lleva a lo que incluso algunos filósofos postmodernos plantean como un error.

Hay una salida a todo esto y es el ultramodernismo… pero de eso ya hablaré.

Soc coordinador de la revista electrònica i xarxa de bloggers www.socialdemocracia.org, webmaster de la UGT de Catalunya i militant del PSC.

4 thoughts on “Debilidades de la postmodernidad I, el relativismo epistemológico: respuesta a Geógrafo Subjetivo

  1. Cuando expongo algo procuro ser honesto con lo expuesto, lo cual a veces da lugar a pensar que comparto el contenido de la exposición. Dicho en plata, no me alineo con el pensamiento postmoderno en todas sus líneas y muchos menos en su relativismo, aunque sí considero que como instrumento hermenéutico tiene su importancia en lo referente a la situación existencial actual.

    Me confieso racionalista siempre que consideremos que la racionalidad tiene una temporalidad y una historicidad. Por ello es racional hablar de derechos inherentes al ser humanos, por más que la racionalidad incluso los haya negado durante milenios.

    Muchas gracias por tu estupenda y pertinente contestación.

  2. Ya suponía que no te alineabas… pero aprovecho tu exposición para trinchar aquellas partes del postmodernismo que creo que son cuestionables. Grácias por pasarte por aquí.

  3. Buena noche señor José Rodriguez, soy una estudiante de grado once del colegio de Boyacá Ubicado en el departamento de Boyacá en Colombia he leído su artículo y me parece muy interesante entonces desearía pedirle permiso de utilizarlo en la elaboración de mi proyecto de filosofía
    Le agradezco su atención y esperare su respuesta lo más pronto posible cordialmente Silvia Siabato

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