Mi admirado Roger Senserrich ha escrito un artículo titulado “Desigualdad, finanzas y desastres económicos” donde resumen de forma excelente el conjunto de artículos económicos y teorías que relacionan que el incremento de la desigualdad económica y la concentración del capital en pocas manos tiene como consecuencia directa los ciclos de desastres económicos y financieros.
Este artículo resume lo que he comentado en mis artículos de forma mucho menos profunda que la ciencia económica está relacionando la desigualdad con la actual crisis y el conjunto de crisis que ha habido antes de (y la del) 29 y las posteriores a 1980.
En este sentido Roger nos insta a que la izquierda capitalista ha de tener como principal objetivo la lucha de la desigualdad por dos motivos, porqué es un mal social en sí mismo y es injusto que alguien por nacer en el seno de una familia más pobre tenga menos oportunidades, y porqué el sistema económico se resiente en crisis draconianas cuando esta desigualdad crece. Como vemos en el estudio de Antón Costas “El misterio de los salarios” el peso de los salarios en la economía ha descendido en estos años.
El problema no es solo que la desigualdad previa nos ha llevado a dos de las peores crisis económicas de nuestra historia (1929 y 2008), sino que además, en este caso, a diferencia de 1929, el sistema económico que salga de la crisis no solucione este problema. En 1929 el “new deal” y el pacto “capital” – “trabajo” implicó que la economía mejoró las rentas medias y bajas durante 40 años, en el período de mayor estabilidad económica de la historia del capitalismo.
El sistema económico que vamos a heredar de la crisis del 2008 tiende hacia lo contrario. Los mercados financieros y los actores políticos europeos están imponiendo medidas que lo que hacen es profundizar esta desigualdad:
- Las propuestas de alargar la edad de jubiliación o ampliar el período de cotización, para luego reducir las cuotas que pagan las empresas a la seguridad social, es derivar directamente rentas de los trabajadores a las empresas (beneficios). No hay ningún tipo de discusión que si alguien ha de cotizar más tiempo para tener pensión pública o ha de trabajar hasta una edad mayor porqué a las empresas se le reducen impuestos (cuotas de la seguridad social), implica esta deriva de rentas.
Los mecanismos encubiertos para reducir costes laborales en las empresas no asociados a la flexibilidad interna son herramientas para incrementar esta desigualdad:
- Eliminar la ultractividad de los convenios colectivos se va a traducir en una caída de las rentas de los trabajadores, especialmente aquellos con menor peso en la sindicación y de sectores menos protegidos. Simplemente porqué el poder negociador de los (débiles) actores en los sectores con menor sindicación caerá: los sindicatos que negocian convenios en estos sectores tienen menor capacidad para presionar la negociación y si decae la ultractividad, cae el convenio y el punto de partida no es el convenio anterior sino el Salario Mínimo Interprofesional y el Estatuto de los Trabajadores.
- Reducir los costes de despido, no por ejemplo modificar la forma de distribuirlos o generar bolsas a la “austríaca” sino la pura reducción de costes de despido que supone la Reforma Laboral es una deriva de rentas de trabajadores (indefinidos, sí, pero asalariados con niveles de renta inferiores a los empresarios, al fin y al cabo) a los empresarios.
- Mecanismos para reducir los salarios de jóvenes (por tanto de personas con menor nivel de renta) con la excusa de facilitar su contratación también profundizan en esa desigualdad.
- Por otro lado medidas como recortar la ayuda de 420€ para desempleados es la más profunda y regresiva medida que se puede aplicar y amplifica no solo la desigualdad hoy en día sino futura, ya que el precio de la exclusión social hoy es una menor capacidad de ser empleable en el futuro.
No es menor las propuestas que están haciendo las agencias de Rating de reducir costes en sanidad o educación y a la larga reducir el estado del bienestar, de las pocas herramientas de redistribución de renta efectiva o de dar oportunidades a los ciudadanos de origen no rico como es la educación. Quiero recordar que las crisis económicas y financieras del siglo XIX eran aún más caóticas que el peor período del siglo XX.
Yo sigo en mis trece, reducir salarios no es bueno para salir de la crisis y es mucho peor para el sistema económico que nos quede una vez la superemos. El escenario que nos espera no es negro solo por la actual crisis, sino por el sistema socioeconómico y laboral que vamos a heredar de esta crisis, que no solo será más injusto sino economicamente más frágil y proclive a crisis financieras de calado.
Siempre que leo tus artículos me haces pensarme las cosas que creía asumidas, ver la ampliación de años de jubilación como una transferencia de renta es interesante, pero no difumina la estadística de que en 2050 tendremos dos trabajadores por jubilado. Seguir jubilando gente anticipadamente es comernos las rentas de los trabajadores futuros para pagar nuestras pensiones, como idea no está mal, pero igual no les parece bien y deciden no pagarnos las pensiones.
Por otra parte, sobre los salarios, en España una persona con cualidades medianas con un cursillo de trabajo en una obra como gruista, encofrador o escayolista ganaba más que un médico o un ingeniero informático que si competían con sus pares en el extranjero.
Eso no es sostenible, los salarios medios en España tendrán que bajar y los empleos que no queríamos coger porque se ganaba más en construcción habrá que cogerlos. Esos dos efectos bajan el salario medio estadístico, pero es solo eliminar un elemento de distorsión.
Creo yo…
Francisco:
“Me llena de orgullo y satisfacción” que mis posts te hagan cuestionarte cosas, aún cuando sea para llegar a conclusiones distintas a las mías.
Sobre los salarios, los salarios medios de la construcción por hora subieron algo más que en el resto de sectores, pero no eran equivalentes al de un ingeniero. El tema está es que esta gente además hacía más horas que un reloj y que (en negro) también cobraban más.