Hay una lectura sobre el procés català que me parece algo perversa y hecha desde una falsa equidistancia. Esta lectura intenta definir que el “procés català” está bloqueado a causa de el empecinamiento de ambas partes.
El argumento intenta centrarse en los actores, de hecho en una parodia de los propios actores, más que en su comportamiento político. Se considera que Mas (o Junqueras) y Rajoy tienen poca cintura y por eso es imposible el acuerdo.
Partamos de algunos previos. Considero que los políticos españoles y catalanes, Rajoy, Mas, Sánchez, Iglesias, Junqueras, etc.. son de la misma calidad en rasgos generales (tengo mis opiniones de cada uno de ellos), y que funcionan bajo los mismos criterios, o sea responden a los incentivos y a las presiones de alto y bajo nivel que reciben. A las presiones populares y a las económicas, a las de la alta política y a las de la baja política, a la de sus propios compañeros de partido y a las de las preferencias electorales que representan y a los de los propios ciudadanos que les votan.
Y ahí radica la cuestión. El Congreso de los diputados, sede donde los ciudadanos españoles delegamos nuestra voluntad y representación de la soberanía popular española responde a los incentivos del conjunto de españoles, y el Parlament de Catalunya solo a la de los catalanes.
Los partidos políticos catalanes y el Parlament de Catalunya presentaron un texto de una consulta y una fecha al Congreso para que se cediera las competencias para hacer consultas y la famosa consulta catalana del 9 de noviembre se pudiera hacer. El Congreso dijo que NO. No solo eso, sino que no sólo esta consulta, sino cualquier consulta de cualquier tipo sobre la independencia de Catalunya sólo podría ser tratada por todos los españoles. Consulta que además, el Congreso no iba a convocar.
Bajo esta premisa se intenta construir el relato de que el Parlament iba con una propuesta cerrada e intocable y el Congreso se negó. Tanto una institución como la otra generan el bloqueo institucional en comparación a procesos como el escocés o el quebequés.
Nada más falso. Los partidos políticos que apoyan la consulta, todos ellos, incluída ERC (por poner el ejemplo de quien puede estar en una postura más radical) estarían por una ley de claridad a la canadiense o una solución a la escocesa, por un pacto con el Congreso. El Parlament iba con una propuesta, pero el Congreso podría cambiar el texto de la consulta, incluso la fecha, y permitirla.
Si el Congreso pide tiempo para hacer modificaciones legislativas (tiempo razonable, no 10 años) para poder aprobar una ley de claridad, como propone Odón Elorza, el Parlament lo cedería.
La respuesta del Congreso es NO, y es imposible y jamás ocurrirá una consulta de este tipo. No hay ningún proceso viable actualmente (ni a medio plazo) de reforma de la Constitución Española que busque permitir esa consulta bajo ningún concepto. Los dos principales partidos de España lo han negado por activa y por pasiva. O Podemos, la izquierda plural y los partidos autonómicos tienen una mayoría de 2/3 (algo improbable, y que además daría otros problemas de gobernabilidad y por no decir de gestión de lo público) en el Congreso y el Senado, o nos han dejado claro el PP y el PSOE (y UPyD) que no lo van a permitir.
El bloqueo institucional está en el lado del Congreso de los diputados, es él el que impide la consulta bajo ninguna de sus posibilidades. El Parlament compraría cualquier opción viable que permita una consulta en pocos años, negociando, pactando la pregunta, pactando el censo, pactando la fecha. Lo han dicho por activa y por pasiva tanto antes como durante el procés los políticos catalanes, al reconocer que el proceso escocés o quebequés es lo que desearían. Ningún político español líder del PP, del PSOE o de UPyD han reconocido que creen en procesos como el escocés o el quebequés, sino que han reiterado su compromiso contra la consulta por activa y por pasiva.
Sabemos que la democracia va de mayorías, de incentivos y de expresión de preferencias electorales. Rajoy, Sánchez o Díez no son malvados sin corazón que desean oprimir catalanes. Responden a las preferencias de sus votantes, a las presiones y a los incentivos, igual que los políticos catalanes no son adalides de la democracia. Responden a la presión social (muy grande) para que haya una consulta sobre la independencia.
Los políticos catalanes no son mejores que los españoles, ni tampoco la sociedad catalana que la española. Pero la respuesta a los incentivos y a las preferencias electorales llevan a que los políticos españoles y las instituciones españolas son las que están realizando el bloqueo institucional.
Nadie es mejor que nadie, pero como mínimo no nos engañemos y reconozcamos los hechos como son.
Yo solo he decir q en tal caso no queda en muy buen lugar la sociedad espannola no? Que es la q promoveria el bloqueo.
Mas aun, que significado tiene segun esa tesis q en espanna todavia politicos del pp hagan homenajes franquistas, mientras q es impensable en el pp catalan?
Muy buen análisis! Lúcido, claro y sosegado.
Celebro haber dado con su blog!