En mi pequeña cruzada para matizar la propuesta del contrato único que hacen Politikon y FEDEA, indiqué que había una propuesta mejor y más viable. La del “second best” al contrato único basado en un contrato indefinido de tipo único pero que a la vez se mantuvieran las figuras contractuales temporales para las necesidades realmente temporales de las empresas (sustituciones, proyectos con fecha de finalización, contratos relevo). Hice la afirmación que una parte importante de los contratos temporales no eran “naturales” ni respondían a necesidades temporales de las empresas sino que canalizaban una parte de los trabajadores (en gran parte jóvenes, pero no únicamente) a ser “falso-temporales”. De esta manera los empresarios podrían aprovechar una situación de más desprotección para asumir menores riesgos y utilizar a los trabajadores como “comodities“.
Discrepo con las tesis de Politikon y de FEDEA de que toda dualidad (especialmente cuando esta es temporal) sea negativa y que la existencia de contratos temporales, de por sí, sea negativa. Considero que sí, en cambio, se abusa de figuras contractuales temporales para canalizar mano de obra dual y que esto afecta principalmente a los jóvenes. Esa dualidad para mí es una de las dualidades negativas y que deberíamos priorizar para erradicar. Mi propuesta iba orientada a erradicarla.
Pero hasta ahora había hecho hipótesis de cuanto abuso había en la contratación temporal sin hacer una estimación más o menos próxima.
AVALOT-Joves de la UGT de Catalunya ha elaborado un informe titulado “Joves mes a mes” donde el relato básico está orientado a que 4 de cada 10 contratos a jóvenes en el 2014 ha sido de 30 días o menos. No quiero entrar en ese aspecto sino en el de una tipología de contratos temporales que considero que es donde se oculta esa dualidad que erradicaría el “second best” al contrato único. Los contratos temporales indeterminados. Es decir una tipología de contratos temporales donde no se especifica la fecha donde termina la relación laboral temporal. Ahí sí que se esconde una dualidad negativa. No responde a necesidades temporales de la empresa, sino o bien a un abuso de la figura del “obra y servicio” que es para muchas empresas el contrato base que siempre utilizan para cualquier contratación (y por tanto algo que deberíamos evitar) o bien una contratación que debería ser indefinida a través de un contrato único indefinido. La temporalidad que considero necesaria (yo y los criterios de la OIT que defienden tener una diferenciación entre contratos temporales e indefinidos) mantener en figuras contractuales temporales requieren fechas de inicio y finalización.
Resumo con tres gráficas los datos que utilizaré en este artículo:
El contrato temporal sin fecha de finalización esconde la dualidad temporal clásica
En el informe se puede ver que el volumen de contratos realizados a jóvenes de 30 años temporales sin fecha de finalización son prácticamente 3 de cada 10 contratos. Hasta 238.000 contratos a jóvenes catalanes entre enero y noviembre del 2014 tuvieron esa figura contractual (un 30% aproximadamente del total de contratos).
Pero si vemos la diferencia entre 2007 y 2014, seguramente sea cierto que estos contratos es donde se esconde esa dualidad. Los jóvenes de menos de 30 años en Catalunya recibieron en el 2007, 416.449 contratos temporales de duración indeterminada (hoy 238.000) lo cuál indica que la economía precrisis y de la burbuja estaba canalizando ese empleo juvenil dual a esta tipología de falsos contratos temporales, haciendo más grande la burbuja de la dualidad.
Curiosamente también los mayores de 30 años se ven afectados por esta dualidad. En el 2014 se realizaron 455.800 contratos temporales sin duración definida a mayores de 30 (un 37% del total), que aunque en conjunto de la contratación en el 2014 es menos porcentaje que entre los jóvenes menores de 30 años.
2 esferas de dualidad en la temporalidad, precariado mayor de 30 años y contratos de usar y tirar para menores de 30 años
Si mi hipótesis que este tipo de contratos temporales indefinidos esconde dos prácticas: abuso del obra y servicio por comodidad, desconocimiento y mala praxis y la dualidad sistémica que queremos erradicar, que este tipo de contratos sea el que era predominante en el 2007 entre jóvenes pero ahora sea el que es predominante entre mayores de 30 años (mientras que los más jóvenes ha pasado a predominar el contrato temporal de menos de un mes) es que la dualidad está adoptando nuevas formas.
La primera esfera de la dualidad de la falsa contratación temporal ya no la conforman los jóvenes con contratos temporales, sino trabajadores seniors que son tratados como comodities, que se encuentran en una situación dual respecto a sus compañeros (también seniors) con contratos indefinidos que los han logrado salvar de los peores momentos de la crisis. El nuevo precariado ya no son jóvenes, son trabajadores con experiencia a los que la devaluación del mercado laboral les ha llevado a tener que ocupar puestos de trabajo que antes ocuparían jóvenes. Al ver la evolución de los tipos de contratos temporales que se hacen a los jóvenes de 30 años se ve una sustitución en el precariado. Los jóvenes de menos de 30 años ya ni tan solo acceden al precariado, lo hacen los seniors en su lugar.
Una segunda esfera de dualidad temporal aún peor, formada por jóvenes menores de 30 años que no logran ni tan siquiera formar parte del precariado, que son contratados por días, semanas o pocos meses. Los jóvenes ya no acceden al precariado, compiten contra seniors de más de 30 años que son los que ahora ocupan estos puestos. El problema es una doble brecha de dualidad que han de saltar los más jóvenes, la primera es saltar de los contratos temporales de duración corta o del puro desempleo para encontrarse en la dualidad del precariado de contratos falsos temporales cuando superan los 30 años.
Conclusiones combatir la dualidad es hoy más importante que en el 2007
Si en el 2007 el problema era el precariado y la dualidad formada por jóvenes y seniors, hoy esta tiene un nivel más agravado. Los jóvenes sufren hoy una doble dualidad, mientras son juniors que adquieren experiencia sufren contratos temporales de muy corta duración, pero si en el 2007 podrían aspirar a salir del precariado optando a puestos de trabajo indefinidos en el 2014 cuando superan la etapa de aprendizaje y mejora de su productividad pasan de los contratos temporales de pocos días a ser falsos temporales y continúan siendo comodities para los empresarios.
El contrato único indefinido no puede mejorar el mercado laboral por sí solo, pero sí reducir la primera esfera de dualidad acabando con los falsos temporales y los abusos del contrato de obra y servicio. Con ello lograría dibujar un escenario no solo mejor para los seniors mayores de 30 años que hoy son el nuevo precariado, sino para los jóvenes que vienen detrás. Como mínimo lograríamos que no tengan que saltar dos brechas de dualidad.
El contrato único indefinido hubiera podido transformar en Catalunya durante el 2014 casi 700.000 contratos temporales (238.000 entre los más jóvenes y 456.000 entre los seniors) del precariado en contratos indefinidos o como mínimo forzar a regularizar y aclarar las figuras contractuales temporales reales que se esconden en este volumen de falsos temporales. Estamos hablando de afrontar del orden de un tercio de la contratación total que son falsos temporales o que son abusos de la figura del contrato de obra y servicio.
En Catalunya (y los datos son extrapolables a España) un tercio de la contratación es temporal sin duración indeterminada, antes de la crisis esta era la contratación preferencial entre los jóvenes, hoy en día es la preferencial entre los seniors, lo cuál indica que es donde se esconde esa dualidad de una falsa temporalidad y que ha de ser sustituida por contratación indefinida y la que un contrato único indefinido ayudaría a erradicar.
Si algo no podemos aceptar de nuestro débil mercado laboral es que un tercio de la contratación sea una clara sustitución de indefinidos por temporales, ni tampoco podemos hacer que los trabajadores jóvenes tengan que saltar dos niveles de dualidad, cuando hay uno que claramente podemos reducir.
Creo que tu post es realmente útil y preocupante. Hay que difundir propuestas de actividad o de “denuncia” de la situación, Es un tema político real