Un artículo, Sources and Sinks of Carbon Dioxide (no presentado a una revista científica bajo Peer-Review) negacionista nos alerta que el incremento de CO2 detectado en la atmósfera no se debe a la actividad humana, sinó a los “ciclos naturales”.
Su tesis se basa en que la variación estacional de los ciclos de CO2 es más intensa que cualquier tendencia, y por tanto llegan a la elegante conclusión que el CO2 emitido por la actividad humana es reabsorvido inmediatamente (y a nivel local) por los sumideros de CO2 y que por tanto, el aumento detectado a largo plazo es algo que no tiene que ver con la actividad humana.
El artículo no está sometido al método científico, por tanto su valor es cuestionable.
Comencemos primero por las formas. Un artículo que pretenda refutar la climatología debe ser presentado a la comunidad científica, en revistas indexadas donde se garanticen dos cosas: que llegue a la comunidad científica y los análisis y experimentos puedan ser repetidos, y se lleguen a conclusiones falsables.
El hecho de publicarlo en la muy rimbonvante revista Energy and Environment, no cumple con estos objetivos. Entre otras, el comité editorial está formado mayoritariamente por científicos retirados o científicos sociales (algunos de ellos como Baulinas o Bjorn Lomborg conocidos propagandistas del negacionismo) y ninguno de ellos tiene nada relevante publicado en los últimos 10 años en ninguna revista de climatología seria (como podría ser Geophysical Research Letters), ni ha participado en ningún congreso de geofísica. Revista que por cierto, ya desde su primer número en 1999 sus artículos han ido orientados exclusivamente a combatir las tesis del IPCC (dejando de lado cualquier otro aspecto de la climatología). Por último, esta revista, como es de esperar no aparece listada en el listado de revistas Journal Citation Reports (JCR) del ISI, por tanto no es una revista que lean, revisen, citen o traten de ella los científicos: ni físicos, ni geofísicos, ni climatólogos, ni nadie que esté realizando ciencia seria hoy en día.
Como ya dije, un paper es un paper y esto no es más que una bonita hipótesis que no ha sido testeada bajo el método científico.
Pero no por ser publicado por una revista sin valor científico real y cuyo propósito es propagandístico no nos podemos quedar así.
La variación estacional y la acumulación anual.
La concentración de CO2 no permanece constante durante toda la temporada, aumenta y disminuye cada año en la llamada “Keeling curve”, un ciclo anual que hace que entre noviembre y abril aumente la concentración de CO2 en la atmósfera y disminuya entre junio y septiembre.
Esto coincide con la actividad vegetal en las zonas templadas y preárticas del globo. En el verano boreal el hemisferio norte, el que tiene más plantas y superficie en las zonas templadas y preárticas (aunque la Antártida tiene una enorme superficie, esta es prácticamente inactiva a nivel de vegetación), la actividad de las plantas se incrementa, absorven más CO2 y van reduciendo la concentración de este gas en la atmósfera. Cuando se está en el invierno boreal, aunque está en el verano austral, el incremento de actividad vegetal en las zonas templadas del hemisferio sur no pueden compensar la pérdida de actividad del hemisferio norte (con mayor masa en zonas templadas), y la pérdida neta de actividad vegetativa no compensa los mecanismos naturales de producción de CO2 (incendios forestales, respiración de los seres vivos, etc.) y se acumula el CO2 en la atmósfera.
La siguiente gráfica muestra la media mensual de CO2 de los últimos 11 años con datos completos (de 1998 a 2008) y podemos ver claramente la curva de Keeling.
La variación estacional es de 5,59 ppm de CO2.
Es cierto que en un mismo año el principal factor de variabilidad de la concentración de CO2 es debida a causas naturales relacionadas con la actividad de las plantas en las zonas templadas del planeta.
Ahora bien, analicemos los datos de concentración de CO2 en los últimos 50 años, tomados en Mauna Loa (y coincidentes con la evolución del CO2 en otras estaciones alejadas de fuentes humanas de CO2 que puedan distorsionar los datos), que son los mismos con los que trabaja el artículo negacionista.
Como se puede ver, el ciclo estacional es claro (los dientes de sierra son constantes y prácticamente iguales año tras año), pero detrás de toda esta tendencia estacional hay otra más evidente a largo plazo. Un incremento paulatino de la concentración de CO2 atmosférico. Es tan poco significativo el “ruido estacional” que en la gráfica de 50 años una simple regresión lineal extingue el ruido a tan sólo el 2,3%… el 97,7% de la regresión lineal explica la variación de CO2: es evidente, el CO2 se está acumulando de forma clara, sistemática y sin pausa, año tras año.
Aunque la variación estacional de 5,54 ppm es más significativa para explicar la variabilidad de CO2 en un mismo año, a medio y largo plazo, el incremento de 1,422 ppm anual observado desde 1958 hasta nuestros días es algo más significativo para explicar el incremento de CO2 década a década, año tras año.
Este incremento además es inusual en la historia del planeta de los últimos 800.000 años, (Brook 2003) tanto en la intensidad (tenemos los índices de concentración de CO2 más altos) como en la velocidad de incremento de CO2. Un cambio natural de 100ppm ha tardado en otros períodos de los últimos 800.000 entre 5.000 y 20.000 years. El incremento reciente de 100ppm ha tardado sólo 120 años.
Ese CO2 acumulado en las últimas décadas és de origen humano
Bien, tenemos un fenómeno que no es discutible: la densidad de CO2 atmosférico ha alcanzado un récord histórico y sigue acumulándose año tras año a un ritmo casi constante durante las últimas 12 décadas.
El artículo negacionista afirma que esto se debe a causas naturales, sin citar ninguna, claro… Si analizamos las posibles fuentes de CO2: respiración biológica, pérdida de masa forestal, destrucción de sumideros de CO2, liberación de CO2 a través del océano, etc.. excepto aquellas controladas por la actividad humana (por ejemplo la destrucción de masa forestal provocada por nosotros) y la quema sistemática de combustibles fósiles, no han aumentado durante este período.
Vayamos a la diferencia entre las tesis del IPCC y la ciencia geofísica y las que hace el artículo. La ciencia tiene un fenómeno (empírico, medible, y por el momento indiscutido), hace una hipótesis: es la actividad del ser humano, como única actividad productora de CO2 que aparentemente se identifica como la única que ha variado en los últimos 120 años, la que podemos considerar que es la fuente de ese incremento de CO2.
El artículo negacionista simplemente encuentra que la variación estacional es más significativa que la anual en un mismo año y de ello “deduce” que la fuente es natural ya que se ve una absorción bastante rápida del CO2 acumulado en un mismo año en la época de crecimiento de la vegetación. Más allá que lo mismo que se aplica a la emisión de gases invernadero por la actividad humana se podría aplicar a cualquier fuente natural en base a la “rápida” absorción estacional, el artículo negacionista no hace ninguna hipótesis explicativa, y su deducción obvia algo evidente: el CO2 se acumula en la atmósfera de forma sistemática año tras año. La afirmación del artículo negacionista no es falsable: no podemos testear ninguna hipótesis que pueda ser falseada y comprobada.
En cambio la afirmación del IPCC y de la ciencia sí lo és: identifica una fuente de CO2 como única que ha variado significativamente en los últimos años, la actividad del hombre. Y realizada esa hipótesis se pueden llegar a algunas conclusiones falsables. Esto es algo que ni climatólogos negacionistas (retirados) significados ponen en duda.
Además, es algo que es bastante difícil de refutar, la quema de combustibles fósiles y la deforestación producida por el ser humano libera unas 7 Gigatoneladas de CO2 al año. Ese CO2 tiene una traza isotópica diferente a la del CO2 que hay en la atmósfera ya que la relación entre C13 y C12 es inferior el Carbono absorvido por la fotosíntesis favorece la componente “ligera”, el C12 sobre el C13 y por tanto el carbón, el gas natural o el petróleo contienen una proporción de C13 sobre C12 inferior a la que hay en la atmósfera.
Si hay un incremento de CO2 producido por la quema de combustibles fósiles y no por otras causas naturales, debe haber una disminución de la proporción de C13/C12 en el CO2 atmosférico, al estar acumulándose, precisamente ese Carbono más ligero que estaba acumulado en los combustibles fósiles. Si hubiera otra causa natural (por ejemplo, la liberación de CO2 producida por la respiración animal, o por el vulcanismo) que no discrimina la absorción y liberación de C12 sobre el C13, esa tendencia no se vería.
El artículo de Ghosh (2003), publicado en el International Journal of Mass Spectrometry (revista indexada y que aparece en las citaciones científicas, y cuyos artículos se exponen al método científico), demuestra precisamente que esta proporción C13/C12 ha ido disminuyendo, mostrando claramente la huella dactilar de que el CO2 que se acumula es el emitido por la quema de combustibles fósiles. Este tipo de diferencias de C13/C12 es útil incluso para diferenciar a nivel local las emisiones de CO2 producidas por la respiración humana y la actividad biológica con la actividad industrial, la quema de gasolina o de gas para la calefacción.
Las siguientes gráficas nos muestran la relación de C13/C12 y la densidad de CO2 de los últimos (en la primera de las gráficas) siglos y en la segunda de los últimos años:
Fuente: Stable isotope ratio mass spectrometry in global
climate change research (Ghosh, 2003)
Como podemos ver la “huella” del crimen indica claramente que el Carbono de ese CO2 que está acumulándose en la atmósfera es precisamente ese Carbono más ligero y con menor proporción de C13/C12, como predice la hipótesis de que el CO2 es de origen antropogénico.
En definitiva, el artículo negacionista no deja de ser otro juego más con el cuál intentar confundir. Atentos a la cuestión: El negacionismo intenta refutar la ciencia en cualquier aspecto, no hay una hipótesis clara, o se niega que exista un calentamiento global, o se niega que este sea negativo para la economía humana, o se niega que esto lo produzcan los gases invernadero, o niega que los gases invernadero aumenten por la actividad humana. No hay hipótesis clara… se trata de mantener la negativa en todos los frentes a pesar de que afirmar que la tierra no se calienta es incompatible con afirmar que se calienta pero no es a causa de los gases invernadero, negar que se calienta, a causa de los gases invernadero pero que estos no aumentan por la actividad humana.
Las tesis de la ciencia son bastante claras, la climatología es ya una ciencia bastante madura, y aunque ha de estar sometida a la duda metódica, el verdadero objetivo de estos supuestos “científicos” negacionistas y sus artículos es retrasar el verdadero debate: ¿cuanto estamos dispuestos a sacrificar e invertir en reducir las emisiones para evitar las peores consecuencias del calentamiento global?.
Aunque ya te lo dije hace tiempo, te lo vuelvo a repetir: tú no decides qué es método científico y qué no lo es; ni en qué revista se ha de publicar esto o lo otro. El trabajo está revisado (todos los reviewers son científicos, aunque no sean de los que te gustan a tí) mal que te pese. La lista:
Editorial advisory board
Professor B W Ang
Department of Industrial & Systems Engineering, National University of Singapore
Dr Maarten Arentsen
University of Twente, Netherlands
Professor David Ball
Middlesex University, UK
Max Beran
Department of Continuing Education, University of Oxford, UK
David Cope
Parliamentary Office of Science & Technology, London
Richard S Courtney
RSC Environmental Services, Cornwall, UK, formerly Senior Materials Scientist, UK Coal Research
Professor Hadi Dowlatabadi
University of British Columbia
Dr Wolfgang Eichhammer
Fraunhofer Institute (ISI), Karlsruhe, Germany
Dr Horace Herring
The Open University, UK
Professor Hilary I Inyang
Global Institute for Energy and Environmental Systems (GIEES), The University of North Carolina at Charlotte, USA
Professor Aynsley Kellow
School of Government, University of Tasmania, Australia
Professor Bjorn Lomborg
Associate Professor, Dept. of Political Science, University of Aarhus, Danish Institute for Environmental Assessment, Denmark
Professor Atle Midttun
Norwegian School of Management BI
Dr Mithra Moezzi
Centre d’Energetique, Ecole des Mines, Paris, France
Professor Julian Morris
International Policy Network; Buckingham University, UK
Professor Yousef S H Najjar
Mechanical Engineering Department, Jordan University of Science & Technology
Dr Benny Peiser
Liverpool John Moores University, UK
Professor Jim Skea,
OBE Policy Studies Institute, University of Westminster, UK
Steve Thomas
Public Service International Research Unit (PSIRU)
Professor ZhongXiang Zhang
Research Program, East-West Centre, Honolulu, USA
La publicación: Energy & Environment
Además, es importante leer lo que se pretende criticar. Que no lo has leído lo muestra -entre otras vaguedades- claramente que escribes esto:
Je. A leer!
Y luego, no habíamos quedado que ibas a leer lo de CO2 Science? a que ni lo has mirado? Claro, ahí no sale lo que “crees”. A la física por la fe, tela. Una pena que, al fnal, apenas seas sólo un creyente.
Pero vamos, que no pasa nada, que “la peseta ‘pa’ tí”. Eso sí, lo que creas que debes hacer para salvar al planeta, hazlo con tu dinero, no con el mío.
Saludos.
El último post de Luis I. Gomez: Al Dios Progreso rezando y con el mazo arreando
Perdona “amigo” pero lo que es una revista indexada no lo decido yo, lo decide la ISI, y esta no aparece en la JCR. Ninguno, repito, ninguno de los científicos que citas ha publicado NADA en ninguna revista indexada sobre geofísica. Son un grupo de coleguillas con formación científica que NO saben de climatología. Lo siento esta publicación NO cumple lo que es una revista indexada (el hecho es que NO está indexada) y su peer-review no tiene calidad ni relevancia: ¿cómo va a haber un PR si los que han de hacer un Review son personas que no logran publicar en revistas científicas DE VERDAD alrededor del tema de geofísica?
Vamos hombre… el que le gusta “creer” eres tú amigo..
Pero más allá de todo esto, el Paper como ves no lo és, pero independientemente que lo sea, te he demostrado que sus afirmaciones son falsas.
Así que lo de creyente te lo ahorras, eso lo tienes tú que te adscribes a la primera tesis negacionista de turno con total alegría.
El CO2 que se acumula tiene la traza isotópica que tiene y no la que a tus amigos negacionistas les gustaría tener. Yo cito papers de verdad, expuestos a la crítica y análisis en revistas científicas indexadas no en la que montan unos coleguillas, curiosamente los coleguillas (Baulinas et. al.) que no logran colar un sólo paper desde hace lustros.
El último post de Jose R.: El aumento de CO2 en la atmósfera es debido a la actividad humana
Listado de artículos aparte del citado que tratan el tema de la isotopía del CO2
Francey, R.J., et al., 1999: A history of δ13C in atmospheric CH4 from
the Cape Grim Air Archive and Antarctic fi rn air. J. Geophys. Res.,
104(D19), 23633–23643.
Prentice, I.C., et al., 2001: The carbon cycle and atmospheric carbon dioxide.
In: Climate Change 2001: The Scientifi c Basis. Contribution of Working
Group I to the Third Assessment Report of the Intergovernmental Panel
on Climate Change [Houghton, J.T., et al. (eds.)]. Cambridge University
Press, Cambridge, United Kingdom and New York, NY, USA, pp. 184–
238.
Ferretti, D.F., D.C. Lowe, R.J. Martin, and G.W. Brailsford, 2000: A new
GC-IRMS technique for high precision, N2O-free analysis of δ13C and
δ18O in atmospheric CO2 from small air samples. J. Geophys. Res.,
105(D5), 6709–6718.
Otra cosa… yo no decido que es el método científico, no. El método científico exige que lo que se presenta pueda ser falsado y pueda ser reproducido.
El problema es que si este tío lo publica en la gaceta de su pueblo o en la revista de los coleguillas negacionistas sin ningún valor científico ni expertise en climatología, la comunidad científica experta en este tema no lo leerán. Por tanto lamento que tendría que continuar presentarlo en revistas indexadas serias.
Porqué su artículo, por el mero hecho de que ha sido publicado en una revista sin valor científico y que no leen los expertos en esta materia, no es “público” para ellos. Los geofísicos se leen las revistas indexadas de su disciplina, tienen la obligación de ello.. no la de revisar cualquier gacetilla de colegas sin valor científico que se disfraza de revista seria. Por tanto, sólo por eso no cumple las dos condiciones:
– Reproducible y falsable.