Esta mañana dije en un grupo de twitter que hoy iba a ser el día de los cobardes, pero de aquellos que sienten el miedo y en el último momento deciden tirar adelante, acompañados por las miradas de otros tan cobardes como ellos pero que el apoyo y la confianza mutua permite superar el miedo.
Nunca pensé que mis palabras predijeran los eventos que hemos vivido. El independentismo ha estado a punto de ser derrotado y de hecho durante unas horas lo estuvimos, precisamente porqué los miedos superaron a las esperanzas y la confianza.
Podemos engañarnos y pensar que era “una maniobra”, “estrategia” o “táctica”, pero nada de lo ocurrido hoy responde a una estrategia. Los independentistas íbamos a rendirnos, ofrecer una salida a la crisis a través de unas elecciones acordadas y así evitar el 155 y conseguir la liberación de nuestros presos políticos. Lo que ocurre es que el gobierno de España nunca defrauda y nos ha llevado a una situación de luchar o morir.
Al principio fueron algunas noticias filtradas, luego los medios convencionales sacaron el titular que Puigdemont iba a anunciar elecciones anticipadas. Durante todos estos días hemos estado sometidos a toneladas de filtraciones, fake news y momentos de pánico. Creo que de rumores, noticias por whatssap, mensajes falsos en grupos de Telegram, supuestas gargantas profundas de twitter desinformadas, filtraciones interesadas y noticias inventadas por medios se puede hacer un libro de las insensateces.
Todos estos momentos algunos podíamos acceder a personas mejor informadas y contrastar. Hasta el momento toda crisis comunicativa ciertos sectores mantenían una calma y tranquilidad. Pero al ver que bajo esta noticia estos sectores también entraban en pánico ya tuve claro: la noticia era cierta e íbamos a la rendición.
No entro a juzgar la decisión. Encontrarse en la piel del President no es fácil, las presiones a las que ha sido sometido son inmensas y la decisión de tirar adelante la DUI frente a un 155 que podría enmascarar medidas propias de un estado de sitio es muy jodida, y el hecho es que íbamos a ese escenario. Un escenario, como el que probablemente nos encontraremos es un escenario de sufrimiento para todos.
Pero como dicen los independentistas veteranos “España nunca falla” y el gobierno dice que con elecciones o sin ellas se aplicaría el 155 y ni hablar de liberar presos políticos. El Gobierno de España mató en pocas horas su propia victoria parcial, desando una derrota total y aplastante sobre el independentismo. Demostrando al mundo que su finalidad no es el interés general sino aplastar ideológicamente y de todas las maneras todos aquellos que cuestionan el poder. España no falla. Y España está dirigida por unos cafres parafascistas.
Por eso volvimos al campo de batalla. Porqué no nos han permitido una rendición honorable, y porqué dentro también ha habido presión de los dos partidos de izquierdas independentistas y de una parte del mismo partido de Puigdemont y del movimiento independentista para seguir en la batalla. Y no hay nada peor que un enemigo obligado a luchar a la desesperada por su propia supervivencia.
Jamás pensé el acierto de haber titulado dicho que hoy era el día de los cobardes, y los cobardes cuando los pones ante la opción de luchar o morir son los peores contrincantes.