El auge del independentismo estos últimos años es un hecho muy sorprendente para quien no haya atendido la evolución de la sociedad catalana los últimos 10 años. También para quienes han querido vivir en el espejismo de una mal llamada “Catalunya real”, espantajo que se utilizaba para creerse que “la mayor parte de los catalanes opinan lo que yo opino, no lo que expresan en los votos, en las encuestas o en la calle“. Para todos estos, los cambios de preferencias hacia el independentismo les ha pillado como decimos los catalanes “amb els pixats al ventre”.
En busca del culpable del aumento del independentismo…
Como asumir que hay un cambio de preferencias en amplios sectores de la sociedad catalana tiene unos costes intelectuales, emocionales y políticos que muchos de estos analistas no están dispuestos a gastar buscan razones últimas, algún responsable de ello.
Lo más fácil es culpar a Artur Mas y Junqueras, el problema es cuando el apoyo al independentismo no es algo exclusivo de los votantes de CiU y ERC o cuando es mayoritario el apoyo a una consulta incluso entre votantes de fuerzas nada independentistas.
Se siguen inventando espantajos a los que acusar la ANC, Omnium, TV3… Este argumento obvia que la ANC y Omnium son cuatro y el cabo y que no llegan a sectores que no estén ya previamente convencidos o que TV3 no es la televisión que más se ve en el área metropolitana (que es donde más ha aumentado el apoyo a la independencia).
Podría seguir enumerando espantajos que se utilizan para evitar afrontar que hay un cambio de preferencias en la población catalana y que a lo mejor, pero tendría que escribir un libro, no un “tochopost”.
La culpa es… de la escuela catalana y el modelo de inmersión
Uno de los espantajos habituales del nacionalismo español es la escuela catalana. Que se haga inmersión lingüística no les ha gustado nunca, y ahí quieren encontrar la fuente de todos los males. Según su hipótesis la inmersión lingüística y la escuela catalana está generando un sentido de identidad catalán y antiespañol que ha llevado poco a poco a laminar la vinculación emocional de la sociedad catalana con la española y a facilitar el crecimiento del independentismo.
Una hipótesis es una aseveración que tiene elementos que permiten falsarla para comprobar su veracidad (hasta que se demuestre lo contrario). Esta hipótesis de la escuela catalana se utiliza sin siquiera comprobarla. Se basa en el simple hecho de que hace 10 años el independentismo era algo que rondaba el 15% de la población y que el 2014 este apoyo está sobre el 55%. Para ellos es obvio, son las generaciones jóvenes, manipuladas por la escuela catalana, que poco a poco han sustituido las mayores y que ya son la mayor parte de la población. Resulta un poco absurdo, las generaciones entre 18 y 35 años, que son las que han vivido plenamente en inmersión (a mí me enganchó en la secundaria), no son el 45% de la masa social mayor de edad (rondan el 30-35%) y con derecho a voto. Tampoco ha muerto el 45% de masa social con derecho a voto desde 2004 hasta hoy para poder ser sustituida por las nuevas cohortes. Por no hablar que el cambio de preferencias se inició el 2008 y no el 2004, es decir cuando ya habían entrado en las cohortes de edad con derecho a voto y encuestadas los jóvenes de la inmersión.
Testeando la hipótesis de la escuela creadora de independentistas
Hay análisis sobre preferencias que cruzan datos de los estudios de CEO que desligan el cambio de preferencias y sentido identitario de la sustitución generacional. Durante los últimos 20 años la distribución de identidades nacionales en la encuesta del CEO ha sido bastante estable, aunque se incorporaran jóvenes que provienen de la inmersión no ha habido cambio preferencial hasta la transición entre el 2007 y el 2008.
Este magnífico paper de Roger Civit del ICPS profundiza mucho más en el tema. Me quedo con esta gráfica:
Como podemos ver las generaciones más jóvenes han sido históricamente más independentistas que las anteriores, pero a medida que se incorporaban a edad adulta los niños de la inmersión la diferencia entre generaciones disminuía. Los jóvenes se iban volviendo paulatinamente menos independentistas pareciéndose a sus mayores y acercándose al famoso 15% del independentismo identitario clásico.
Si algo hizo la escuela catalana es integrar, no lo contrario. No podemos valorar que hubiera pasado si hubiésemos tenido un modelo de escuela segregada (una escuela en catalán, otra en castellano), pero difícilmente hubiera tenido un efecto más aplanador del independentismo entre las nuevas generaciones.
En el 2006, con la aprobación del Nou Estatut, todos los grupos de edad coinciden en un apoyo al independentismo del 17% (cercano al hipotético 15% independentismo identitario de toda la vida). En el 2006 ya se han incorporado muchas generaciones de la inmersión al cuerpo social elector (una gran parte de los nacidos a partir de 1975 que hemos tenido una parte o toda nuestro período educativo en inmersión y casi todos los nacidos en los 80 hasta 1988), alrededor de 13 generaciones de niños de la inmersión ya se habían incorporado al cuerpo elector y el resultado había sido que el independentismo había bajado en intensidad en la franja de edad más joven. Casi todos los menores de 30 años en el 2006 habían pasado por una escuela con inmersión lingüística, a diferencia de los menores de 30 años en edad de votar de 1993, donde la mayoría no había pasado por una escuela en inmersión lingüística. El resultado, el apoyo a la independencia cae entre 15 y 10 puntos y se iguala al del resto de la población.
El cambio de tendencia ocurre a partir del 2007-2008. Donde los tres grupos de edad disparan el apoyo al independentismo de forma sistemática, respondiendo casi de forma simétrica. Hijos de la inmersión y adultos que no la han vivido en ningún período de su educación reaccionan de la misma manera. La única diferencia es que los jóvenes reaccionan un poco más rápido (algo que es comparable a comportamientos electorales ya que los jóvenes son algo más volátiles en sus preferencias políticas), pero la diferencia es minúscula, e inferior a la diferencia clásica de los años 90.
Conclusión, el aumento del independentismo obedece a un cambio de preferencias más profundo no a un “adoctrinamiento” de la escuela catalana.
Si algo demuestran estudios o el análisis crudo de datos es que difícilmente se puede achacar a la inmersión lingüística en la escuela catalana un efecto positivo en el apoyo a la independencia de Catalunya, y que lo más seguro es que las razones se tengan que buscar en cuestiones más de fondo y afrontarlo como lo que es, un problema político provocado por un cambio de preferencias de un conjunto bastante homogéneo de población. Más les valdría afrontarlo de cara y dejarse de buscar culpables o teorías de la conspiración que sólo sirven para vender diarios y justificar emocionalmente a quienes buscan excusas para no encarar la realidad social.
Yo diría que el cambio de tendencia se debe a la crisis económica. En una reacción normal de “sálvese quien pueda” uno se agarra a lo que tiene más a mano. En ese momento la “independencia”-un recurso para el que el proceso de “normalización” nacional ha preparado cuidadosamente el terreno en la escuela y en los medios de comunicación- se convierte en la perfecta e ilusionante tabla de salvación.
Si el independentismo no creció antes es porque no se daban las condiciones suficientes. Sin el proceso de “normalización” nacional no se tendrían ahora las condiciones necesarias. Con ambas se dan las condiciones necesarias y suficientes. Lógica matemática.
Con afecto
Julio, respeto su teoría, eso sí no creo que sea cierta, y aún de serlo, un cambio de preferencia tan profundo no es coyuntural.
Anyway, ahórrese especulaciones sobre manipulaciones escolares, presente datos y no especulaciones. Es mi blog y en las respuestas que intentan refutar a “lo cuñado” pido como mínimo el mismo rigor que en mi artículo original, si es que pretende que las publique y las conteste.
No, efectivamente, no será coyuntural. Ha venido para quedarse. Para eso se ha preparado el “terreno”.
El Sr. Julio Villacorta exhibe en su opinión los tópicos de siempre. Enseñar historia de Catalunya y lengua catalana en la escuela es “preparar” el terreno para el secesionismo. Los medios de comunicación són el otro tópico, pues el 90% de los medios de comunicación son en castellano y netamente anti-independentistas. Otra vez el hecho de que algunos se expresen en lengua catalana ya es motivo suficiente como para sospechar.
Hay dos elementos interesantes y una conclusión. El primer elemento es que la opinión del Sr. Julio Villacorta no soporta ningún análisis ni contraste mínimamente riguroso con la realidad; el segundo es que su opinión está enormemente extendida por la España monolingüe. La conclusión es que la FAES está imponiendo sus particulares lecturas de la realidad. El aznarismo está triumfando en la España monolingüe.
Señor Jose A. Rodriguez,
debo confesarle que he leido su escrito con cierto cariño pues la forma en que esta redactado y explicado me resulta agradable y claro.
Sin embargo, a medida que avanzaba en su escrito e iba contemplando sus argumentaciones en contra de cada una de las justificaciones respecto al crecimiento de la independencia; ansiaba con más fuerza leer al fin que justificacion habría a ese crecimiento esporádico del sentimiento independentista.
Pues parece que no. Termina usted simplemente alegando que se trata de “un cambio de preferencias más profundo”.
Exige usted datos, que a continuación le facilitaré, y sin embargo en su propio documento no habla de cuáles son las preferencias que se han visto afectadas, no explica porque ha sucedido en esa fecha, no aporta información contrastable: ni encuestas, ni documentos estadísticos, ni opinion pública.
Solo habla de un cambio profundo, que intuyo; ¿debe el lector asumir que es por inspiración divina o por malestar general?
http://www.gurusblog.com/archives/cataluna-solucion/01/11/2014/
Juzgue por usted mismo.
Ah.. Mariano…
Es que para un lector un poco activo y sabio no tengo que explicarle algo que ya sabe, y es el incremento del independentismo entre 2006 y 2013. Algo que forma parte del corpus de conocimiento de la sociología y la ciencia política.
Si quiere algo más que una simple respuesta unívoca en una única pregunta, tiene algo más elaborado aquí:
http://www.cerclegerrymandering.cat/10-grafics-entendre-ha-evolucionat-lindependentisme/
Yo soy positivista y falso hipótesis. Mi obligación no es dar hipótesis nuevas, sino testear las que están en juego y el mero hecho de falsar una ya es una avance en el conocimiento.
Cuando las explicaciones monolíticas, reduccionistas y de falacia de relato fallan sistemáticamente puedo deducir que estamos ante un fenómeno multicausal y por tanto responder a elementos más profundos.
Juzgue por usted mismo.. .pero los reduccionismos son negativos.
Es probabe, una hipotesis, que el nacionalismo espanyol considere que la amenaza de la inmersion lingûistica radique en que, a diferencia de la alternativa –la segregacion escolar– no se puede alimentar regularmenteun bloque mas amplio y radicalizado de espanyolismo anticatalan (si es que existe un nacionalismo espanyol de otro tipo) Lo cual convertiria a Catalunya en un polvorin muy polarizado que impediria cualquier tentativa soberanista, tal y como sucede en Valencia, Baleares, Galicia y Euskadi. Desde luego el ataque a la inmersion no lo justifica un supuesto retroceso del conocimiento del castellano en Catalunya que se mantiene en el 100%… como en Castilla y Leon o La Mancha.
Rogon:
No sé si “hilan” tan fino… diría que es simplemente intentar imponer el hegemonismo hispano el querer hacer la formación 50% en catalán y 50% en castellano. Es un poco como los marichulos que no les gusta la discriminación positiva por principio de no querer que haya un sólo espacio donde no sean hegemónicos.
Jose:
Seguro que la hegemonia es su estrategia primordial y a largo plazo, solo me preguntaba si tambien hacen una interpretacion mas desesperada, debido a las circunstancias. Aunque como bien dices en el post es otra excusa-fetiche para no bajarse del burro… y nada mas.