Esta semana se ha lanzado una ofensiva judicial para debilitar el modelo de inmersión lingüística de la escuela catalana. Wert ha intentado paralizar el proceso de matriculación para obligar a incluir la casilla de optar a la escolarización en castellano y el TS ha realizado una sentencia indicando que es obligatorio ofrecer un mínimo de un 25% de clases en castellano.
El objetivo declarado es “garantizar el conocimiento del castellano” entre los alumnos. Si los niños catalanes salen sabiendo peor el castellano que los niños de Cuenca o de Sevilla podría tener algún sentido, pero es que no hay ninguna prueba que esto sea así, y de hecho las pruebas comparadas indican lo contrario (los niños catalanes tienen un conocimiento del castellano ligeramente superior al de la media española).
El objetivo es sencillo. Acabar con el modelo de inmersión lingüística catalana y poco a poco dejar el sistema educativo catalán parecido al valenciano. En Valencia el conocimiento del catalán (y si quieres llamarlo valenciano, el valenciano) ha retrocedido mucho, el valenciano/catalán es además un problema de confrontación social hasta el punto que el propio nombre genera una polémica innecesaria. En Valencia el número de personas bilingües de las nuevas generaciones son menores a las de Catalunya.
En Catalunya es muy difícil encontrar alguien que no tenga competencias lingüísticas en castellano. Es algo menos difícil, encontrar alguien que haya acabado el ciclo educativo y que no tenga competencias lingüísticas en catalán, y una parte importante de las personas que no han pasado por el sistema educativo catalán de la inmersión lingüística (por generación) no tiene esa competencia lingüística en catalán.
El modelo lingüístico educativo catalán expresa un consenso social y convivencial que hace que a excepción de unas 40 famílias de más de 1.000.000 digan que hay un problema con la inmersión lingüística en la educación.
El modelo lingüístico educativo catalán garantiza tan bien como el resto de modelos educativos españoles las competencias lingüísticas en castellano de quien pasa por él.
El modelo lingüístico educativo catalán es el único que realmente tiene capacidad de hacer de una persona que el catalán no es su lengua materna una persona funcionalmente bilingüe.
El modelo lingüístico educativo catalán es el único que ha permitido que una lengua minorizada haya podido avanzar socialmente en todo el estado (y de hecho en toda Europa) sin que ello hiciera retroceder en conocimiento y capacidad de uso a la lengua fuerte.
El problema de la lengua en Catalunya no es la cooficialidad de ambas lenguas, los catalanes sabemos hacer leyes que han logrado el avance social del catalán sin que retroceda el conocimiento y capacidad de uso del castellano. El problema de la lengua en Catalunya no somos los castellanohablantes. Cientos de familias cuyos hijos tienen como lengua materna únicamente el castellano se están escolarizando sin problemas y sin oposición por parte de las familias en un modelo de inmersión.
El problema de la lengua en Catalunya tiene un nombre: instituciones españolas, que son utilizadas con un objetivo homogeneizador intentando aplicar un hegemonismo lingüístico por parte de un nacionalismo español que no es capaz de aceptar que una parte de España tenga un comportamiento lingüístico y sociolingüístico distinto al modelo que aplica al resto del estado.
El problema de la lengua no es ni la cooficialidad ni los que hemos nacido en familias castellanohablantes, el problema son las instituciones españolas utilizadas por personas que quieren hacer del catalán una lengua folclórica y relegada a un papel siempre secundario.
En cambio las instituciones que sí podemos controlar los catalanes (Parlament, Govern, ayuntamientos, sindics de greuges, consells escolars), nunca han provocado estos problemas y han sabido encontrar soluciones institucionales eficaces para que la lengua no sea un problema en Catalunya.
Algunos ya estamos cansados que desde las instituciones españolas se generen problemas convivenciales lingüísticos que son extraordinariamente minoritarios en Catalunya.
Y ese problema no se soluciona ni con pactos ni con acuerdos ya que después de 40 años de democracia en España, no ha habido ningún año en que estas instituciones españolas hayan intentado desmantelar la legalidad catalana, la soberanía catalana con respecto a su modelo educativo y el modelo convivencial y educativo lingüístico catalán.
Al final la solución pasa por impedir que esas instituciones españolas puedan seguir haciendo de la lengua un problema y es hacer que ninguna institución que no responda a la soberanía catalana pueda meterse en nuestro modelo convivencial lingüístico.
Lo primero es que las “instituciones españolas” como las llamas, también son tus instituciones y tienen el derecho de velar por el derecho de tod@s.
Un modelo que consagra un bilingüismo catalán-Inglés y aparta y minoriza un idioma que también es catalán y que habla el 99% de los catalanes y más de la mitad lo tiene como lengua materna, se llama discriminar el idioma por parte del modelo de inmersión lingüística. Da igual que sean 40 o 400 millones los que pongan una reclamación (teniendo en cuenta la exclusión social que deriva de aquellos que se atrevan a señalar con el dedo esta injusticia, no sé ni como llegan a 40, hay que tener mucho valor)…
La presencia del español no puede dejarse únicamente en manos de un aprendizaje informal, que es lo que está pasando hoy día, ya que son las familias y la Tv las que socializan el español. Tiene que haber un modelo lingüístico que garantice la enseñanza del registro culto de las dos lenguas (Catalán y Español) y no puede excluirse una por la otra. Cuando se excluye una por otra entramos en etapas autoritarias y de falta de derechos, de reconocimiento de lenguas, de personas y de familias. Y eso es lo que está pasando hoy día en Cataluña.
Creo que un modelo bilingüe ayudaría mucho más al desarrollo y convivencia de ambas, así como a mejorar las relaciones con el resto del país al que tod@s pertenecemos.
Benvolgut Carlos:
Ja que defenses tant el model bilingüe, aprofitaré per utilitzar la meva segona llengua i respondre’t en l’altre idioma que dius que esta minoritzant el català.
Potser com a cantabre poc saps del que succeix a Catalunya i desde Cantabria t’agrada dictaminar com hem d’estudiar els catalans. Per aquesta raó em permeto respondre’t en català, com a reivindicació d’aquest bilingüísme que dius defensar.
Tota la teva argumentació cau en el moment que les competències lingüístiques en castellà dels estudiants catalans són més altes de la mitjana espanyola, fins i tot dels estudiants de Cantabria.
Per aquesta raó no té cap sentit la teva argumentació.
El castellà forma es pot donar amb la formació formal que es dona, igual que l formació formal en anglés o la formació formal i culte del català que no són més hores.
El que parlem és de l’ús vehicular per poder ser bilingüe a nivell pràctic i real. Cosa que segur que tú ho ets, ja que tant ho defenses.
De fet la única CCAA on la majoria de nens surten bilingües és la catalana, potser que mirem els exemples d’èxit i no ens feu copiar els models que fan la minorització de les llengues.
Ara bé, parlem de “drets”. Avuí per avuí pots viure PLENAMENT en castellà a Catalunya, SENSE cap problema. El que no pots viure PLENAMENT és en català, ni tan sols en relació a l’administració.
Però, resulta que el que si tenim clar els catalans excepte una quarantena de famílies d’un milió i mig és quin model lingüístic educatiu volem.
Ara bé, si li preocupa, li recomano que s’interesi per les 700.000 famílies que volen escolaritzar en valencià i la Generalitat valenciana no li ofereix plaça.
Petons, estimat hegemonista.
Molt bon article, Jose, gràcies. Si em permets, jo hi afegiria que malgrat la immersió lingüística formal el català té riscos i amenaces potents de les quals no es parla tant. Només un parell d’exemples:
1. La pretesa immersió no és tal en molts centres educatius, on per diverses circumstàncies (professorat, alumnat, etc.), s’utilitza molt més el castellà del que el reglament en teoria diu. Això fa que, a la pràctica, la competència bilingüe real dels alumnes quan surten del sistema educatiu obligatori sigui més que dubtosa.
2. La insuficient competència en català de no pocs docents fa que molts alumnes (particularment els de famílies castellanoparlants en origen, però no només) aprenguin un català molt pobre, farcit d’incorreccions de tota mena, cosa que no passa en la mateixa mesura amb el castellà, malgrat tenir-hi una menor exposició formal a l’escola.
Per tot plegat, i això és ben palès particularment a Barcelona i rodalia, el català, malgrat les dades oficials de coneixement de la llengua, tingui un ús, sobretot oral, força lamentable, sense que en general ningú se’n faci massa problema. Si el castellà es parlés amb la mateixa (poca) qualitat, tots (no només Mr. Wert) ho trobaríem inadmissible.
Salut!