En la situación de crisis unos de los colectivos más criticados son los sindicatos: unos les piden más beligerancia, otros que acepten las reformas que según ellos son necesarias para reflotar la economía. Los sindicatos parecen que estorban a la izquierda revolucionaria o a la derecha económica.
Dejando a un lado debates más de fondo sobre el mercado laboral y las reformas que puedan ser necesarias para hacerlo más competitivo sin pérdida de derechos laborales, algo que por el momento lo ciño al debate que se tiene en algunos blogs centroizquierdistas, y que está en el fondo de un debate que sí está teniendo realidad entre patronal y sindicatos.
Quiero entrar en las “verdades del barquero” que muchos están soltando por la red. Mientras la twittesfera y la blogosfera gritaba hace un par de meses en contra de la cláusula Sinde en la ley de economía sostenible (cláusula que yo también rechazo, ojo), apenas ha reflejado las manifestaciones que ese mismo mes convocaban los sindicatos. Tan sólo los twitteros y blogueros más activistas en el plano laboral han hablado de ello. Tampoco hay grandes debates sobre las reformas necesarias o no, sobre los diversos ERE que están haciéndose, sobre el bloqueo informativo que realizan algunas grandes empresas de este país para que sus conflictos no salgan en los medios.
Lo que hay es mucha queja (legítima) contra todos y sobretodo contra los sindicatos. Reclamaciones por una huelga general, pero cuando entras a preguntar el que buscan con la huelga general, simplemente protestar por los 4 millones de desempleados. Algo que es un absurdo por sí mismo: una huelga general no se hace para protestar y punto, los costes económicos de esta los pagan las empresas y los trabajadores, por la pérdida de productividad (para algunas empresas podría ser un alivio, pero en general es ponerles una piedra más a las empresas españolas) y por la pérdida de los costes salariales de un día para cada uno de los trabajadores.
Las huelgas no molan, no molan ni las de sector, y es la última herramienta para presionar a los empleadores a llegar a un acuerdo. La huelga general es la forma última del conflicto que se utiliza para tirar atrás UNA ley en concreto o un conjunto de reformas que no se están de acuerdo. La pregunta, ¿qué objetivo buscas con la huelga general? no es baladí.
Los sindicatos no convocaron una huelga general a Jose María Aznar hasta que no quiso reformar la ley de desempleo. Aznar no molaba, sus políticas profundizaban relaciones laborales duales, competíamos por trabajos de poco valor añadido (bueno un poco en la tradición del mercado laboral español) y por el pelotazo urbanístico. Pero que el conjunto de políticas generales de un gobierno gusten o no a los sindicatos no es algo que se pueda cambiar con una huelga general, ¿bajo que concepto Aznar o cualquier Presidente va a alterar todo el programa de gobierno por el cuál los ciudadanos le han votado y tiene la legitimidad en base a una o 10 huelgas generales?, los sindicatos se podrán poner a protestar más o menos, a negociar más o menos pero no pueden condicionar hasta el punto de inabilitar a un gobierno para ejercer su programa. Sería antidemocrático a parte que es considerar que los sindicatos tienen un poder para el que no están legitimados ni que es real.
En cambio una ley concreta: la reforma de la ley de desempleo, era algo objetvio, concreto y que se puede poner como un objetivo a conseguir: la huelga general tiene éxito si tira atrás la ley y fracasa si la presión conseguida no fuerza a ello. Por el momento las huelgas generales han conseguido siempre sus éxitos.
Vuelvo a preguntar, ¿qué quieres conseguir con una huelga general? ¿cambiar las políticas del gobierno de ZP? ¿acabar con el paro? ¿protestar porqué la gente lo pasa mal? ¿pegarle collejas a ZP?. O esos objetivos son inalcanzables o son ilegítimos para los costes que provocas a los asalariados, autónomos, empresarios y en general a la economía. Una huelga general no es gratuita.
Pero vayamos al tema de los que reclaman la revolución a grito pelado. Me he encontrado mensajes de periodistas que no han sabido defenderse ellos mismos en sus puestos de trabajo, que no se han levantado por el compañero de al lado, o no han sabido organizarse para que su contrato de autónomo dependiente fuera un contrato laboral y no uno mercantil, no han sabido defenderse de forma organizada o han movido un dedo por algún compañero indicando que los delegados sindicales y los sindicatos no sirven para nada.
He leído a personas que en su blog sólo escriben de la alta costura glamourosa diciendo que los sindicalistas no están en contacto con la realidad. Ya sabemos moverse en las pasarelas es un contacto con la realidad del mercado laboral fantástica.
He visto personas que dicen que no participarán jamás en una convocatoria que hagan los sindicatos pidiéndoles que convoquen una huelga general.
He visto cientos de personas que en las manifestaciones de diciembre no participaron, no las twittearon, no movieron un dedo para que tuvieran éxito quejándose de que los sindicatos no son suficientes beligerantes.
Me he encontrado incluso la paradoja de gente que pide que los sindicatos monten huelga generla pero que retiren su resistencia al retraso de la jubilación o que defiendan el despido libre.
He visto incluso, gente que dice que no necesita los sindicatos y que se organizarán en twitter.. para que luego sus siguientes entradas sigan rondado alrededor del Ipad, el Buzz y la última gilipollez tecnológica de turno.
Los sindicatos y los sindicalistas tienen muchas cosas que ser criticadas, pero si algo están siendo en esta crisis es la última instancia a la que recurren los trabajadores en peores condiciones, son los que han conseguida que la ayuda de los 421€ llegue a la mayoría de desempleados sin prestaciones, son los que salvaron el sistema de prestaciones de desempleo en el 2002 que hoy está dando algo de vida a los que están en el paro, son los que están intentando que destrás de cada ERE se destruyan el mínimo número de puestos de trabajo o salga la gente con algo más que un calzón, son los que están saturados asesorando a cientos de miles de personas con problemas laborales.
Los sindicatos son muy criticables. Lo que no es legítimo es exigirles una lucha paternalista radical en la que no te quieras implicar ni salpicar. No es legítimo actuar como un neorevolucionario desde Facebook o twitter cuando los temas laborales te la han sudado durante años, cuando no te has movido cuando se te ha pedido, cuando no eres capaz ni de protestar por tu situación o de ayudar a organizar nada en tu empresa. No es legítimo ni creible que pidas que se monte una huelga general en la que no vas a participar, que te quejes que los sindicatos son poco beligerantes cuando en las convocatorias de todo este 2009 no has participado ni las has citado, ni has hablado de ellas.
Sí, los sindicatos y los sindicalistas son criticables, pero también es muy criticable la actitud de los nuevos revolucionarios de twitter que saltan a la que pueden por sus privilegios pero no se han movido (ni realmente se van a mover) jamás por los derechos laborales de un compañero más allá de retwitear los despidos de Factual.
En definitiva, las redes sociales y los blogs no son más que herramientas que empoderan al ciudadano y al individuo, pero si estos sólo reproducen la queja del bar y se siguen sin implicar y movilizar más allá de un twitt de protesta podemos esperar sentados.
Los ciudadanos tenemos las herramientas para organizarnos sin necesidad de mediadores sociales, lo que no tenemos es realmente ni la voluntad, ni la constancia, ni la coherencia, ni las ganas de hacerlo. Si la revolución laboral ha de venir por el twitter y sólo por el twitter por el momento la patronal sólo ha de sacar un nuevo I-Cacharro o Google-Bluff para bloquearla. ¿O es que el uso de twitter está vedado a los sindicatos? ¿o es que las ciberacciones no forman parte del corpus de los propios sindicatos desde hace ya años?
Por suerte, aún tenemos sindicatos y sindicalistas.
Suscribo el post, Jose.
Con este post pones de relieve una de las grandes debilidades de la sociedad 2.0. Aunque la red propociona un puerta para remover conciencias a através de guruses y influencers de toda índole y permite organizar rapidamente a la ciudadania, fracasa en el ultimo paso. El gap de convertir lo virtual en real.
El movimiento se demuestra andando … y no solo escribiendo.
Subscribo el post. Un saludo.
Por alusiones te contesto.
Cuando estaba como ‘autónoma económicamente dependiente’ intenté organizar a mis compañeros en mi situación para presentar una queja a la empresa o denunciar nuestra situación al Minsiterio de Trabajo. Nadie se unió a mi causa –y había trabajadores en una situación peor a la mía–.
Más tardé, traté de formar parte del sindicato de la empresa. Me dijeron que sin contrato no podía participar. Asisití a varias reuniones y me dijeron que primero había que solucionar la situación de las personas con nómina y que cuando tuviesen tiempo, mirarían nuestro caso.
Me marché porque el trato que como trabajadora me ofrecía la empresa me parecía lamentable y a mis compañeros este trato les parecía ‘normal’.
No estoy de acuerdo con UGT ni CCOO ni con ningún sindicato de empresa, porque cuando he acudido o he hecho alguna consulta me han respodido como tú lo has hecho.
Creo que hay un mal planteamiento de base de lo que es un sindicato. Tú, con tus opiniones despectivas sobre los periodistas de moda, de tendencias o de tecnología, que son tan trabajadores como los del metal, con tus ideas preconcebidas por lo que has podido leer sobre alguien en 140 caracteres o en un post, no me representas. Como tampoco lo hicieron en su día los del sindicato de la empresa en la que trabajaba.
Que una persona hable en su blog de Alta Costura no merma su derecho a quejarse por algo que no le parece, a expresar que una huelga general le parece lo mejor o a decir lo que quieran.
Tú, en cambio, deberías tener cierta responsabilidad como sindicalista y representante de los trabajadores y no atacar indiscriminadamente a gente que no conoces. Creo que tu función es la de escuchar a los trabajadores y tratar de solucionar su problema.
Y si no sabes si yo o el resto de mis COMPAÑEROS (palabra que parece que se ha borrado del diccionario de los sindicalistas) hemos movido o no un dedo, si hemos tratado de mejorar nuestra situación o cuáles son nuestros casos particulares, creo que mejor sería que te ahorrases la arrogancia y los ataques.
Un twittero, un voto. Y los políticos no deberían olvidarse de eso.
Irene:
Primero partimos que la primera cosa que leo de tí es un “putos sindicalistas” seguimos que la segunda es que tú y Delia metéis a los sindicalistas entre la gente que no está en la realidad.
Comenzando con ello, y que los juicios de valor han comenzado por un lado, el tuyo, podemos seguir el debate.
Sí, dudo mucho que alguien que su trabajo es patearse las pasarelas sea quien para juzgar si una delegada sindical del comercio está o no en contacto con la realidad. Básicamente, una persona que se ha jugado un despido para poder intentar mejorar las condiciones en el Caprabo no me merece semejante menosprecio por parte de una persona cuya opinión publicada no ha tratado en su vida de temas laborales de forma mínimamente intensa. Como periodista también puedo juzgar sus opiniones, como tú las mías.
Segundo, lo que hicieron los “compañeros” de tu empresa es de mongolos perdidos, y peor aún lo que hicieron tus “compañeros” sindicalistas. Si todo es como lo cuentas tu situación era ilegal una simple denuncia lo hubiera solucionado. Ojo, “simple” significa luego estar tachado. Por eso, sabiendo tú que la cosa es muy jodida de organizar me parece lamentable que cargues o repitas un calificativo al conjunto de los sindicalistas de esa manera.
Aún cuando en tu empresa los que te encontraras fueran unos membrillos com patas podrías haber denunciado (con o sin sindicato, o te vas al sindicato de al lado que para eso hay la representación unitaria (comité) pero también los sindicatos libres, o mira si no eran “amarillos” y corporativos y estás cargando contra quien no son).
Pero vayamos a más, tú como autónoma dependiente si has conseguido un mínimo de derechos reconocidos parecidos a los de un asalariado remótamente y algún día hasta podrías aspirar a tener casi los mismos derechos es porqué se está desarrollando un Estatuto de Trabajador Autónomo que ha impulsado UPTA-UGT no una patronal o un colegio profesional. LA mayor organización de autónomos de este país está vinculada a un sindicato.
Jode mucho estar rompiéndose la cara por terceros para que se vengan con críticas basadas en lugares comunes. Y me es igual si la imagen que te llevas es buena, mala o peor, igual que a tí te tocan las narices los incompetentes, corruptos o impresentables qeu ni siquiera te dijeron que denunciaras tu situación y te proporcionaran acceso a los abogados del sindicato para secundar vuestar protesta, a mí me tocan los que alegremente se dedican a proclamar que ellos llevarán la revolución en el ámbito laboral sin mediadores sociales y después no son capaces ni de salir a la calle o de tratar el tema laboral mínimamente en los contenidos que publican.
Al igual que tú me exiges que sea solidario con tu situación (lo soy y eso que no soy sindicalista profesional, si me pidieras consejo en lo personal te lo daría, no he dejado a nadie sin orientarle o darle un punto por el que seguir), yo te puedo exigir como periodista que tengas cierto rigor en los juicios de valor y vayas más allá. O que por lo menos no repitas lugares comunes poco fundados.
A lo que vamos… ¿a que viene que los sindicalistas no tocan la realidad? ¿tú sabes cuantos están dando la cara en las empresas que cierran? ¿o es que los delegados sólo están en la administración pública? ¿sabes cuantos son los que están jodidos porqué han de pactar ERE de suspensión y a parte de perder su empleo estar peleándose por la indemnización de los tipos de al lado? Oye… que tú lo hayas pasado mal y te hayas encontrado imbéciles en tu vida no implica que otros no lo estén pasando tan mal como tú.
Y encima, sin cargarle las culpas a terceros, y dando la cara por otros.
Lo siento si te has picado o te has sentido juzgada, pero tú y Delia sois las primeras en hacer juicios de valor. Y como la opinión es libre la tuya o la de Delia puede ser también respondida, desde mi humilde blog.
Otra cosa, releyendo tu comentario “sindicato de la empresa”. ¿Era un amarillo o era uno de clase (CCOO, UGT, CGT, etc…)?, hay una diferencia sutil.
Los primeros puedes esperar unas cosas de ellos. En general tendrán una actuación gremial. De los segundos puedes esperar lo que te encuentres en tu empresa (que serán mejores, peores, más malos, más buenos, más vagos, menos) pero siempre puedes recurrir a lo que es sindicato (como afiliada o trabajadora) en las sedes territoriales y recibir un servicio de asesoramiento laboral, jurídico, etc… que es independiente de que el tío de la empresa sea un paleto. Y el abogado o el asesor laboral velará por tus intereses particulares.
Naroh:
No sé que pintan los políticos en este post. Hablo de la diferencia entre ser ACTIVISTA de verdad o ser un revolucionario de twitter.
Tu voto vale el mismo que el tío que se rompe los cuernos en una empresa para mejorar las condiciones laborales. En cambio su efecto en la realidad es más probable que sea mayor del que sólo se queja en el twitter, y que pretender que la revolución llegará vía twitter o entrar en exigencias a los que se están moviendo sin querer implicarse pues es como decirlo… una burbuja de autoconvencimineto.
Tú llegaste a mí por es comentario: “Si esta situación no es para ir a una huelga general, me pregunto cuándo adivinan los sindicatos que tocaremos fondo http://bit.ly/c4KjNn “. No por putos sindicalistas, que nunca te he dirigido a ti, por otra parte.
A mí me parece tan respetable una persona que trabaja escribiendo sobre Alta Costura en un blog como una cajera del Caprabo. Te sorprendería saber cuáles son las condiciones laborales de la del blog, las razones por las que escribe sobre moda y cuál es su pasado laboral.
Lo mío son tópicos, pero los tuyos también. El problema es que yo no tengo más poder que Twitter y que tú trabajas en un sindicato. Mis tópicos sobre los sindicatos no hacen más que envenenarme a mí misma. Los tuyos sobre los trabajadores son peligrosos.
No quiero saber más de este asunto porque me cabrea perder el tiempo con alguien que no es capaz de ver más allá. Pero no comprendo como alguien que dice defender a los trabajadores sólo tiene en su cv doctorados y sindicatos.
Eso es sindicalismo de salón, de cartilla, aprendido en la universidad.
Mis compañeros eran unos membrillos, pero si algún sindicato se hubiese interesado por si situación laboral y les hubiese tendido una mano, si alguien les hubiese explicado que las cosas podían cambiar y que no tenían que tener miedo, a lo mejor hubiesen actuado de otro modo.
Al trabajador no hay que juzgarle, hay que tratar de comprenderle. Las mismas injusticias se cometen con los agricultores andaluces que con los blogueros de bobadas. Y es una pena que una que no se mueve del sofá y que sólo twitea se lo tenga que explicar a un sindicalista.
Por cierto, yo he escirto sobre Alta Costura y me he criado en el extrarradio de Madrid, soy hija de obreros (trabajadores del metal, de la CNT para más señas), mileurista y con los pies bastante en el suelo. Cuando digo algo sé de lo que hablo.
No:
Llegué a tí por la conversación que tuviste con un twitter corporativo. Y leí tu segundo reply que iba a otro usuario qu eponía “putos sindicalistas”
“El problema es que yo no tengo más poder que Twitter y que tú trabajas en un sindicato”
El problema es que yo no tengo más poder que mi blog y que tú trabajas para un medio.
“Los tuyos sobre los trabajadores son peligrosos.”
Cuando condicionen mi trabajo como sindicalista, que no lo soy, sí. Pero no lo hacen. No he rechazado, aunque no es mi función, ninguna consulta laboral o asesoramiento que me haya solicitado cualquiera.
“si algún sindicato se hubiese interesado por si situación laboral y les hubiese tendido una mano, si alguien les hubiese explicado que las cosas podían cambiar y que no tenían que tener miedo, a lo mejor hubiesen actuado de otro modo.”
Los membrillos eran los del comité. Tus compañeros unos cobardes y es lo normal. Pero “algún sindicato” ¿y que demonios es el sindicato sinó la gente que se organiza en al empresa? ¿que crees que hay paracaidistas del USS-UGT y del USS-CCOO disponibles para tomar por asalto una empresa? Si no denunciais vuestra situación a nadie es imposible literalmente que alguien se entere y os diga que podéis mejorar.
“Eso es sindicalismo de salón, de cartilla, aprendido en la universidad.”
Disculpa por haber estudiado en la universidad!!! Pero vamos, vivo en el barrio con renta por cápita más baja de una gran ciudad, no es que precisamente sea “élite social”. Y además considerando que para trabajar donde trabajo asumo un salario un 30% más bajo que el que me han ofrecido alguna vez, tal vez es que me lo creo más que otros ¿no?. Oye que yo también me he dado de tortas por que un contrato esté en condiciones o porqué me reconozcan la categoría o he estado saltando de contrato en contrato y tira porqué me toca. Yo no he puesto mi vida laboral en público ni me toca hacerlo. Por no hablar de despidos que he vivido muy en primera persona de gente que me es extremadamente próxima por el mero hecho de querer organizarse sindicalmente, o el hecho de tener que ir a cantarle las cuarenta a encargados para defender a gente que me es muy próxima.
“Al trabajador no hay que juzgarle, hay que tratar de comprenderle.”
Te lo vuelvo a decir yo no soy sindicalista de profesión, ni ejerzo de. Si asesoro a alguien es porqué tengo la experiencia de… pero no las funciones de… Mi profesión es otra. Y me han ofrecido como profesional trabajar por un 30% más y lo he rechazado.
Por tanto yo juzgo a quien me da la gana porqué no soy responsable público ni privado de ninguna organización sindical. Igual que tú soy un currela con criterios distintos a los tuyos. Así que deja el rollo “soy un currito tú un responsable sindical” que no es la historia.
“yo he escirto sobre Alta Costura y me he criado en el extrarradio de Madrid, soy hija de obreros (trabajadores del metal, de la CNT para más señas), mileurista y con los pies bastante en el suelo”
Y soy tresmileurista y mis padres multimillonarios (no te fastidia!!!). Yo mira soy más gilipollas, dedico mi blog no a hacer lucimiento de la alta costura sinó a defender otras causas. Me es igual si te dedicas a pulir diamantes o eres gerente de un banco. Lo que leo sobre la línea de intereses en su medio de comunicación personal es lo que me permite juzgar a que dedica su comunicación pública personal. Y si en ella se dedica a menoscabar a los que se rompen la cara en su empresa por sus compañeros, y el resto de su comunicación personal pública va del glamour de la alta costura, lo siento puedo cuestionar su actitud de revolucionaria de twitter.
No es una cuestión de ver quien es más obrero o no. Es una cuestión que tú como ciudadana (en este caso más bien delia) tus twitts es para reproducir lugares comunes y decir que pestosos son los sindicatos, pero luego en todo tu Timeline ni te has preocupado por un puñetero tema laboral, lo siento pero credibilidad cero y te lo puedo echar en cara. Y es así: tú tienes un twitter y un blog, yo tengo mi twitter y mi blog. Jugamos con las mismas reglas y yo puedo criticar actitudes y tú hacer lo que te dé la santa gana con él, o como hace delia manipular una conversación de twitter. No me vengas con que si hay una relación asimétrica de poder porqué entre otras yo aún no he ejercido ninguna situación de poder respecto a tí ni hay nada que pueda indicar que te la esté ejerciendo o lo vaya a ejercer.
¿Y prejuicios? sí, los tengo. Cuando veas que en el ejercicio de alguna responsabilidad profesional o pública los ejerza respecto a una demanda de servicio o de atención salgan me lo echas en cara como algo que te pueda perjudicar. Mientras mis prejuicios que van orientados no a lo que te dedicas sinó a lo que opinas y como lo opinas y lo que legitima tu opinión, son libres y no te afectan a tí como ciudadana o persona libre de ninguna manera que te menoscabe.
Espero que cuando disfrutes de los beneficios que el Estatuto del Trabajo Autónomo que otros (esos putos sindicalistas) han conseguido y las cotizaciones que hiciste entonces te puedan contar para la jubilación, o cuando veas que para negociar tu salario no has de partir del SMI sinó uno de convenio (sí mileurista, ¿molaría más ser 600-eurista?, es lo que pasaría si no hubiera sindicatos negociando convenios, esos putos sindicalistas consiguen que tu punto de partida de tu negociación personal no sean dos mierdas pinchas en un palo sólo un salario bajo y malo), digas “oiga paso de ello que lo han conseguido los putos sindicatos yo soy muy maja y negocio mis condiciones con mis colegas del twitter apoyándome y desde cero”.
Y sí, lo siento, no molo, no te voy a decir cosas bonitas cuando tú me has dicho cosas que tampoco molan (troll, putos sindicalistas, o que los sindicalistas no tocan la realidad). Es mi espacio libre y no soy ni tu delegado sindical, ni ningún responsable sindical, ni un responsable público de tu ámbito, ni portavoz de nadie. Es mi casa y excepto no faltarte el respeto y evitar que nadie te vilipendie personalmente y cosas de esas que están protegidas por la LOPD y la legislación vigente no tengo ninguna otra obligación.
Uy cómo andan los humos…
Bueno, yo creo que si bien está bien el toque de atención (tienes un meneo), tampoco hay que olvidar que quizás muchas veces sea al revés: un tweet puede hacer mucho más que diez personas en la calle.
Los dos medios son complementarios. Hoy día, una acción sin otra se queda coja.
La comunidad virtual hace que haya gente que proteste cuando antes no lo hacía, no te olvides. Quizá no protesten sobre lo que tú o yo querríamos, pero cada cual se queja de lo suyo. Y siempre habrá gente que no se levantará del sofá, pero escribirá artículos.
Los Malos y los Tontos