A partir de este mes y paulatinamente por Comunidades Autónomas los que pagamos un recibo de luz tendremos un bonito cupón para cambiarlo por una bombilla de bajo consumo en nuestra sucursal de Correos más próxima.
Hay quien puede creer que esto no deja de ser una medida decorativa para una serie de problemas profundos de la economía española, del sistema energético español y de la economía doméstica e incluso un malbaratamiento de recursos públicos. Algo que forma parte del “wishiful thinking” del que se acusa a veces a los responsables de lo público.
Bien, esta es una medida de esas ecológicas que curiosamente, y a diferencia de otras obtiene buenos réditos en todos los sentidos tanto al corto o largo plazo. Yo soy ecologista sincero, de los que dicen que ciertas medidas de lucha contra el calentamiento global tienen un coste económico y social, que no todo lo “verde” es bueno en todas sus consecuencias y que no cree que todas las placas fotovoltaicas siempre son ecológicamente (y energéticamente) rentables. He criticado a administraciones que han instalado placas solares cuya energía producida en toda su vida útil (o al menos en el tiempo que han pensado los responsables que estará instalada) no cubre los costes energéticos de fabricarla, transportarla, montarla, desmontarla y procesarla, y también critico ciertas voces ecologistas que se transforman en conversacionismo romántico sin un argumento sólido detrás o incluso que nos arrastran a disparates económicos y energéticos. Aunque muchas de las medidas ecológicas no son de suma 0 (a largo plazo contienen un beneficio para los humanos completamente claro), sí que se tiene tendencia a obviar sus efectos negativos, en este caso estamos hablando de una medida que en la gran parte de sus aspectos tiene un efecto positivo muy poderoso.
Medidas para introducir en el consumo energético español incentivos a la eficiencia
A pesar de que estoy de acuerdo con la medida hay un botón detrás de todo esto que no se arregla. La factura de la luz es un desaguisado que además no provoca incentivos al ahorro, como pagamos una moratoria de la energía nuclear ya pagada y lo que no se han atrevido a subir en la factura de la luz los costes reales de la energía de años anteriores y además no pagamos el coste real de la energía producida ahora lo que hacemos es fomentar el despilfarro… ya lo pagaremos en un futuro, y no se generan incentivos para que las personas y empresas ahorren en su gasto energético. Hace unos meses describía el problema de la actual factura de la electricidad:
Para entendernos, cuando en los años 80 se impuso la moratoria nuclear, las eléctricas que habían comenzado a invertir en terrenos y en futuras nucleares se vieron perjudicadas… Todo ese dinero directamente se iba a la basura, y el estado, el que creó esa moratoria (moratoria que tenía el respaldo de la sociedad de entonces) tuvo que encontrar una solución para retornar los beneficios no percividos a las compañías eléctricas por unas inversiones que tenían que parar en seco.
Bien.. pues la forma de pagarlo es a través de la factura de la luz.. pero no de los años 80, sinó también de los 90 y la década del 2000. Estamos pagando a las eléctricas en nuestra factura los beneficios no percividos durante estas décadas por unas plantas nucleares que jamás terminaron de construirse.
A la demencia se le añade que año tras año, las eléctricas anuncian supuestos déficits… ya que el precio del kw/h viene marcado desde el estado y las eléctricas alegan que ese precio público está por debajo de los costes. Y digo alegan.. porqué las eléctricas hacen algunas triquiñuelas.. y es que cuando la demanda es baja sólo se activan los sistemas más baratos de producir electricidad (en general las centrales hidroeléctricas, muchas de ellas deben su existencia a la inversión pública), luego las centrales nucleares y por último las de gas y carbón. Pero el precio que evalúan en la factura es con el sistema más caro. En fín.. puede que sea cierto que estamos pagando la electricidad a bajo coste, seguramente sí.. tan sólo hay que comparar los precios de la electricidad con otros países de la UE. Pero a pesar de ello el déficit que reclaman las empresas eléctricas no corresponda al real. Y eso es un problema, porqué ese déficit se va cargando a lo largo del tiempo en las facturas eléctricas de los años siguientes.
A pesar de todo esto seguimos teniendo una red bastante ineficaz, malgastando electricidad tanto en el transporte como en el consumo, y ni hablar de “poner al día” la factura eléctrica para evitar acumular más y más déficit. El hecho es que los ciudadanos no quieren ni oir de ahorrar electricidad, no queremos que nos suban las tarifas eléctricas, pero a la vez seguimos enviando a un futuro el déficit en el consumo que realizamos hoy, un déficit que se autoinputan las propias empresas energéticas.
Aún así, con todos esos “déficits” asegurados, con esa protección estatal nuestras empresas eléctricas no han invertido suficiente en infrastructuras. Es verdad que están renovando y ampliando las estaciones transformadoras urbanas, aunque como se ha mostrado en el reciente apagón en Barcelona no todo lo rápido que deberían, pero aún dejan mucho que desear. No sólo las eléctricas españolas, las europeas también se llevan la palma en infrastructuras no adecuadas como demostró el apagón que sufrió media europa hace unos meses. Hay territorios en España, como Girona, que a pesar de hacer un alto consumo de energía no tienen redes de muy alta tensión que son las más eficientes para trasladar energía.
En definitiva, un gran incentivo para hacer menos ineficiente el consumo de electricidad de las empresas e individuos es hacer que el mercado funcione y traslade al que consume HOY Y AHORA, los costes (incluidas las externalidades negativas y las necesarias inversiones en renovables) de la energía que él gasta. Para ello se tendría que acordar en un pago único y negociado la “deuda histórica” de las eléctricas (pero no con los números que ellas hacen) para evitar que tengan secuestrada la factura eléctrica, e incluir los gastos reales de producción, amortización, inversión y los costes sociales y de potenciación de la energía renovable en la factura de cada año y eliminar la amortización de la moratoria nuclear: ya la hemos pagado.
Pero como esto es un berenjenal que no hay ministro de Industria que afronte (entre otras porqué significa aumentar, aunque sea a corto plazo, la tarifa de la luz medida bastante impopular), al menos esta medida palía, para el consumidor privado una ineficiencia en su consumo de electricidad.
Luchar contra la ineficiencia del consumo eléctrico
La ineficiencia en el consumo eléctrico español es dramática. Italia con 59 millones de habitantes (un 28% más que la población española) consume un 10% menos de energía eléctrica que España, por poner sólo un ejemplo. La ineficiencia se encuentra en la red, se encuentra en las empresas españolas pero también en el consumo privado.
Una forma de incentivar que el consumidor reduzca su consumo eléctrico es a través de esta pequeña medida. Esta medida nos debe costar unos 100 millones de €, ya que cada bombilla cuesta unos 6€ y se va a dar a una veintena de millones de españoles que deben ser los hogares que pagan una factura eléctrica.
La bombilla eléctrica de bajo consumo es más cara que la normal (unos 6€ para una bombilla que ilumina lo mismo que una de 100W cuyo coste es de 0,60céntimos), pero dura unas 8.000 horas, mientras que la incandescente (la de toda la vida) dura entre 1.000 y 1.500 horas. Es decir para el mismo tiempo de vida, necesitamos comprar entre 8 y 5 bombillas incandescentes (es decir invertir entre 3€ y 5 €) que por la de bajo consumo. A priori, no sale rentable, y el hecho que el gobierno haya gastado unos 100M€ y nos regale una bombilla nos ahorrará en la compra de bombillas normales unos 60 – 100 M€.. además, ¿porqué tiene que invertir unos 6€ de mis impuestos en comprarme algo que yo como consumidor tal vez no compraría?.
Pero vayamos a lo que ahorraríamos en la factura eléctrica. Una bombilla de bajo consumo que ilumina como una de 100W tiene unos 20W de potencia, es decir, consume 5 veces menos electricidad que la incandescente. Cálculos rápidos, a lo largo de la vida útil (8.000 horas) y a 0,17céntimos el kW/h
8.000 horas x 80 W de ahorro x 1 kW/1000W x 0,17 € /kW/h = 108,8€ por bombilla
Teniendo en cuenta que habrá unas 20 millones de bombillas (bajo cálculo Fermi) esto nos ahorraría potencialmente unos 2.000 M€ en las facturas eléctricas de los españoles. Aún cuando sólo la mitad de los consumidores las utilizáramos o bien, en un uso más real, las bombillas pueden romperse, algunas perderse, otras dejarse en un rincón, llegar alguna defectuosa, etc… tan sólo el 50% de las bombillas llegaran a su uso operativo de 8.000horas, el ahorro de los consumidores en 1000M€ respecto a los 100M€ invertidos es algo más que notable.
En época de crisis es bueno incentivar la eficiencia energética
Esto es como la productividad, la eficiencia energética es siempre bueno incentivarla. Por ejemplo una empresa que tenga unos costes energéticos del 10% estos van a cuenta o de los beneficios, o de los salarios o a costa del consumidor (que es a quien normalmente le va a parar estos costes)… reducir los costes de la energía de los productores provoca que pueda ofrecer precios más competitivos, mejorar sus beneficios y ofertar mejores salarios (o aguantar con más holgura las presiones al alza de los salarios de sus trabajadores). Reducir estos costes que sólo benefician a las compañías eléctricas (y en el fondo a las grandes compañías de gas y petróleo ya que gran parte de nuestra energía depende de los combustibles fósiles), pero en cambio no a la eficiencia de la economía española, mucho menos ya que somos importadores netos de combustibles fósiles y tenemos una alta dependencia energética de ellos. El reducir costes energéticos a la larga mejora nuestra competitividad y la eficacia de nuestras empresas.. aún cuando haya un coste en inversiones que (debido y lo repito a la falta de incentivos de nuestra factura eléctrica, pero también a la poca cultura de la eficiencia de nuestros empresarios) pueda desincentivarlo al corto.
Aunque esta medida no va destinada a las empresas, al menos sí que va destinada a los consumidores privados y todo kw/h ahorrado en el consumo de los ciudadanos también supone un kw/h menos producido consumiendo combustibles fósiles, reduciendo las importaciones de combustibles fósiles, cosa que ayuda a que la economía española ande un poco mejor. Un gran freno al crecimiento económico en la fase final de esta etapa de expansión que hemos vivido (y que no veremos en un cierto tiempo) se ha visto frenada por la gran dependencia de los combustibles fósiles de la economía española y el aumento de sus costes. El depender menos de ellos siempre mejorará la eficiencia de nuestra economía y nos dará un pequeño plus (pequeño porqué hablamos de un ahorro teóricamente de unos 100 millones de barriles de petróleo, unos 50 millones si al menos la mitad de las bombillas no se estravían, se utilizan, no se rompen, etc..) para que podamos salir de la crisis un poco mejor.
Los consumidores ¿son tontos y no quieren comprar bombillas de bajo consumo o es un beneficio que es difícil de percibir?
Algunos no lo somos, tenemos toda la casa con bombillas de bajo consumo, pero en general tal y cómo está montada la factura de la luz y la perspectiva de largo recorrido que supone la vida total de 8.000horas de las bombillas de bajo consumo (que puede suponer entre 2 y 5 años de duración en un uso real), hace que la percepción del ahorro sea muy baja, sino inapreciable. Imaginémonos una casa con el equivalente a 10 bombillas de 100W que pase a utilizar bombillas de bajo consumo, la inversión original rondaría los 60€ para algo que le cuesta normalmente ni 6€, la percepción de gastar 50€ es clara, evidente y en el mercado el precio, 10 veces inferior, de la bombilla incandescente es algo muy evidente. Al cabo de 5 años en cambio vería que el retorno sería de uno 50€ por el hecho de tener que renovar menos sus bombillas y un ahorro de 1000€ en una factura de la luz que paga en unas 30 bimensualidades, es decir distribuido ese ahorro en unos 15€ cada mes… algo más sutil además, porqué el gasto eléctrico de los hogares también evoluciona de forma distinta según el mes del año, el tiempo de estancia, las horas de luz natural, y el tipo de gasto de otros electrodomésticos. Es decir el consumidor no ve el ahorro de 990€ hasta pasado 5 años y además de forma totalmente distribuida y sutil dentro de la factura de la luz.
Por tanto el hecho de regalar la bombilla e incentivar su uso, combinado con la normativa europea que obliga a retirar del mercado las bombillas incandescentes en el 2012, para mantener sólo las de bajo consumo, es algo positivo. Básicamente si esperamos al 2012 que todos los consumidores acepten tranquilamente el comprar las bombillas de bajo consumo de buenas a primeras sin una clara evidencia del beneficio, es que no conoce la cultura de consumo del ciudadano español.
Como último y menos importante reducirá emisiones de CO2
Cada 2 bombillas de 20W de bajo consumo ahorran, con respecto a las incandescentes, una tonelada de CO2 enviada a la atmósfera, con 10 millones de toneladas menos enviadas gracias a estas bombillas (cálculo teórico) o los 5 millones de toneladas menos de CO2 emitidas en mi cálculo pesimista de que sólo la mitad de las bombillas van a ser utilizadas, no es que vayamos a cumplir con Kyoto (para ello necesitamos remozar completamente el sistema de consumo energético español) pero algo ayudará.
En definitiva, a pesar de las pegas apriorísticas que puede suponer los aproximadamente 100M€ que debe costar la medida, y el aire de “wishiful thinking” que tiene la medida es más inteligente de lo que aparenta y forma parte de ese “ecologismo racional y sincero” del que he hablado alguna vez. Algo raro porqué es difícil encontrar medidas que por todos los frentes supongan beneficios, por ello aplaudo al ministro por impulsarlo… la próxima, meterse de verdad en el tema de la factura energética.
Estoy de acuerdo con tu exposición. Pero la iniciativa tiene un problema añadido, que pudiera dar al traste con la que es, en sí, una buena idea: la falta de credibilidad del propio Ministro Sebastián.
Algunas actuaciones pasadas y una cierta tendencia al titular y a la grandilocuencia en sus propuestas, han minado y siguen minando la imagen del Ministro de Industria, hecho éste aprovechado y ampliado por ciertos medios de comunicación.
Una medida como ésta tiene que contar con la complicidad del ciudadano, y si el ciudadano piensa (y muchos lo piensan) que es una “nueva ocurrencia” del Ministro, una tontería sin repercusión auténtica sobre el ahorro individual o colectivo, ni siquiera se molestarán en ir a canjear el cupón por la bombilla.
Como la mayoría de los ciudadanos no leen blogs como el tuyo, no estaría mal que el Ministerio los tratara como personas inteligentes que responden a incentivos y, por ejemplo, adjuntara con el cupón una pequeñísima explicación-simulación, con 4 números, en la misma línea de tu exposición, que mostraran claramente que hay beneficios, aunque éstos no sean fácilmente perceptibles a primera vista.
Saludos.
El último post de Ender: Grandes soluciones para la crisis
No sé que información llevará la factura de la luz o si sólo será un “cupón descuento del Dixan”… Sí que es cierto que la política en general y sobretodo la de los políticos que más protagonismo asumen en la crisis está tocada y que es algo que debería preocuparnos, espero como tú bien dices que haya una explicación más extensa para que la gente se tome la modestia de acercarse a la oficina de Correos.
¿Por que nadie informa que estas bombillas de bajo consumo son toxicas?
Contienen mercurio, ante una rotura del tubo hay que tener ciertas precauciones, sobre todo con los niños. ¿por que el ecologismo dio tanta batalla por quitar el mercurio de las casas y ahora nadie dice ni mu?
Esperemos que los recortes no se lleve esto por delante como otras tantas cosas :(
Pero como siempre, los usarios tendremos que comparar los precios de la electricidad mientras esto siga así…