Lluís Rabell es el típico personaje que termina siendo candidato de rebote porque su propia candidatura ha tenido que buscar ya que otros les han dicho que no, antes.

Es un candidato muy flojo y muy imprudente. La prueba es la reciente entrevista que le han hecho en “El Crític”, la entrevista tiene muchas minúsculas en la que muestra parte de su debilidad como candidato y las contradicciones internas de su candidatura. Y eso que el periodista no es hostil (tampoco le hace un masaje), el día que tenga que afrontar una entrevista dura y agresiva podría darnos tardes de gloria.

Me quedaré con una frase que deja muy claro cuál es la hoja de ruta que tiene él y potencialmente Catalunya Sí Que Es Pot para conseguir que los catalanes podamos realizar el derecho a decidir.

Es de agradecer la sinceridad de Rabell. Que esperemos 2 generaciones para conseguir que la sociedad española cambie y decida que es un buen momento para permitir las secesiones pactadas.

Yo prefiero la vía del acuerdo y creo que de una forma u otra llegaremos a un acuerdo (para repartirnos activos y pasivos) cuando los catalanes hagamos efectiva la independencia, pero asumir que hemos de esperar 2 GENERACIONES es algo bastante ¿exagerado?.

Podría entender que me dijera que espera que en una o dos legislaturas (1 o 5 años) habrá una mayoría política nueva en España que permitiría la vía del acuerdo. Es un lapso más que razonable, ¿pero que accountability puedo esperar de un señor de más de 60 años cuando me dice que pasarán cosas en dos generaciones vistas? ¿aspira a vivir más de 110 años?

2 generaciones son 40 o 50 años. La mayoría de los que hoy estamos vivos estaremos muertos.

Imaginemos que a Rabell le respondiéramos que para comenzar a luchar (no ya para acabar efectivamente) con la pobreza infantil catalana tendrá que esperar 2 generaciones, que ahora la sociedad no está preparada para destinar recursos a los pobres.

Imaginemos que nos hubieran dicho en la década de los 80 que deberíamos esperar dos generaciones para conseguir que el divorcio fuera legal, o que pudiera haber alguna vía para practicar abortos. O que tuviésemos que esperar dos generaciones para legalizar el partido comunista. O que para permitir el voto universal tuviésemos que esperar dos generaciones.

Y es que señor Rabell, dos generaciones hemos esperado ya para construir un estado federal y no ha sido posible, dos generaciones son las que esperaron, las de mis abuelos y mis padres, a que muriera un dictador para conseguir la democracia, algo menos de dos generaciones esperaron los gays a poder casarse en democracia, dos generaciones hemos esperado a que se construya una España plurinacional en democracia y eso aún ni ha comenzado. Dos generaciones llevamos esperando el eje mediterráneo. Dos generaciones llevan esperando los catalanohablantes para poder dirigirse a parte de la administración también en catalán.

Dos generaciones llevan los nietos de los republicanos esperando para recuperar los cadáveres de sus abuelos, enterrados en cunetas. Dos generaciones llevan esperando muchos ciudadanos para que los símbolos del fascismo en España desaparezcan de calles y monumentos. Dos generaciones llevamos esperando para romper con el monopolio de las eléctricas.

¿Quiere decir que los problemas institucionales profundos que tiene Catalunya y España a los que la independencia interpela directamente hemos de continuar 40 o 50 años para afrontarlos?

¿Quiere decirle a las clases trabajadoras catalanas que durante las próximas dos generaciones vamos a seguir intervenidos por el FLA y sin poder modular el nivel de gasto público?

¿Es ese su plan? ¿Realmente aspira a que los catalanes que estamos vivos hoy en día esperemos 40 o 50 años a que el demos español cambie y nos permita ser soberanos?

Yo puedo entender que un marxista ultraconvencido crea en la inexorabilidad de la revolución bolchevique en el mundo, y que crea que la derrota de las opciones alternativas al capitalismo sea simplemente un bache en el inexorable flujo de la historia. Rabell como buen marxista puede creer eso, y creer que el inexorable flujo de la historia según Marx llevará a la emancipación de todos los pueblos y sus clases obreras.

Pero francamente yo no tengo esa virtud estoica de los marxistas convencidos. Si él quiere esperar 40 años más para cambiar el demos español adelante, no espere que la mayor parte de catalanes que son soberanistas le acompañen.

Él no aceptaría que le dijeran que para aplicar cualquier parte de su programa debe esperarse a pasar dos generaciones.