Una de las cosas que debería hacer el periodismo es ser garante de la libertad de información, ayudarnos a los ciudadanos a conocer lo que hacen los poderosos y llevar los intereses de los ciudadanos a la esfera pública. Cuando los mass-media responden sólo a sus intereses privados se transforman en una perversa forma de control social sometiendo la información a los intereses económicos del medio. La “libertad de información” no es un privilegio de los periodistas o los medios sinó un derecho de los ciudadanos. El abuso de su posición de los mass-media para beneficiarse ellos, en lugar de, ganando dinero con ello, hacer su función social es algo que lamentablemente nos estamos acostumbrando.
Esa máxima hace tiempo que está olvidada, los medios apuntan a targets concretos sometidos a la presión de los anunciantes que les permiten subsistir. Hasta aquí lo puedo entender, pero ya cuando, por falta de contenidos, aislamiento social o adoctrinamiento de su tropa un medio se dedica a disparar a los ciudadanos críticos que con sus cortos medios los analizan y los ponen en cuestión es que estamos jugando al papel del poderoso que intenta aplastar al débil. Un mass-media tiene mucho poder, ¿os imagináis a Rajoy o Zapatero cargar contra un medio de comunicación?, no podría, se le girarían en contra todas las fuerzas mediáticas, a parte… el “juzgado” debería ser Zapatero o Rajoy. Lo mismo si un dirigente político cargara contra un ciudadano, todos pensaríamos que desde una situación de poder se está abusando y cargando contra alguien que tiene menos recursos comunicativos.
En cambio cuando un periodista o un medio ataca a un ciudadano privado la veda está abierta, “perro no muerde a perro” y entre los mass-media no se atacan (de ahí que los conflictos laborales en los mass-media casi nunca salgan publicados en ningún medio). Recientemente Federico Jiménez Losantos ha atacado, a través de su televisión y su medio de comunicación contra una ciudadana privada que lo único que ha hecho ha sido recopilar sus citas más remarcables.
Desde Libertad Digital deciden atacar a Jessica Fillol por haber recopilado en un libro las mejores expresiones de Jiménez Losantos (El catecismo de Jiménez Losantos).
Se ha incurrido, en la tónica de Jiménez Losantos, en injurias e insultos personales de los cuales Jéssica no es ni de lejos, merecedora de ellos. Francamente, no tiene mucho más que analizar… la escoria comunicativa de Libertad Digital que obedece los intereses de las compañías que niegan el calentamiento global, que obedecen al sector más ultraconservador de la sociedad española y que responden a la lógica más abyecta de la comunicación bajo el liderazgo de uno de los periodistas con más sentencias por difamación e injurias de todos los tiempos, sólo puede hacer lo que hace: injuriar al ciudadano individual que decide hacer público el comportamiento comunicativo de Losantos.
Desde aquí, expreso mi solidaridad con Jéssica Fillol, y mi mas sincera felicitación por ser una ciudadana activa, capaz de afrontar de cara a un poderoso de la comunicación y mostrarle las verguenzas. Como dije en mi anterior post, es grácias a personas así que la democracia es fuerte.
Muchas gracias por tu apoyo, Jose!
Efectivamente, es un problema de libertades: reclaman para sí libertad de expresión, pero en cuanto alguien osa llevarles la contraria, ponen en marcha su poderosa maquinaria de comunicación y te echan a los leones, como en este caso.
El último post de Jéssica: ¿Llueve? ¡Maldito Gobierno!
José y Jessi
Los NIMBY’s que luchamos contra la MPGM del Carmel i Entorns también nos solidarizamos contigo, y yo a título particular te doy todo el apoyo.
El Sr. (“tot i que de porc i de senyor s’en ha de venir de mena”) Jimenez Losantos se ha descalificado el sólo.
Ánimo y sigue así Jéssica.
Manel, espero que també els moviments veinals legítims que plantegen alternatives raonables al MPGM del Carmel també s’hi solidaritzin amb la Jéssica :-)
José,
Ja he manifestat clarament que des de meu moviment veïnal, associació legítima que hem presentat unes al.legacions molts raonades, ens solidaritzem amb la Jéssica. Faltaria més. La llibertat d’expressió és innegociable.