Política

Oportunistas de la crisis: el caso de la deslocalización de Nissan

Esta mañana Nissan ha anunciado un Expediente de Regulación de Empleo de casi 1.700 personas en la planta de Barcelona. Deslocalizar, cerrar fábricas, empresas que no son rentables y cierran es el pan de cada día del panorama industrial y más en período de crisis. Pero en este caso los directivos de Nissan llevan años tomando decisiones para conseguir que la planta de Barcelona no funcione, no mejore la productividad y se vaya al garete. Hace años que los sindicatos pedían un plan industrial y de viabilidad de la empresa; mecanismos que han aplicado varias empresas del mismo sector para no detruir tanto empleo y adaptarse a una situación de más competitividad mediante mejoras de productividad y flexibilidad en la organización del trabajo. Por eso el sector de la automoción no ha deslocalizado tanto como el textil.

Pero la empresa, en lugar de realizar ningún plan de viabilidad ha optado por la vía fácil, traer un directivo “halcón” con la clara función de reducir el personal de forma radial. Escudándose en la crisis Nissan lanza un expediente de regulación de empleo de más de un tercio de su plantilla en Barcelona.

Es obvio que la deslocalización es positiva (y más de este tipo de empresas) para los países donde se localiza (en este caso Tánger), pero para empresas de alto o medio valor añadido (como las del sector de la automoción) no le es tan rentable (el coste salarial no es el más significativo de todos los costes) y la productividad y formación de la plantilla es algo más importante. Por eso no se ha dado un proceso de deslocalización tan masivo como el que se preveía, ni siquiera hacia el Este de la Unión Europea. Esta deslocalización y reducción global de la producción descansa más en las malas decisiones y desidia imaginativa de unos directivos interesados sobre todo en el cortoplacismo. Cuando los sindicatos defendían la doble escala salarial, la reorganización de jornada, los planes de viabilidad actuaban con mayor responsabilidad e interés por la empresa que la dirección.

Lo que la dirección intenta es “salvar los muebles” llevándose una parte menor de la producción de la que se pierde a Tánger y que el nombre de la empresa no salga demasiado tocado. Ante ello los sindicatos de la empresa seguramente montarán una huelga, intentarán resistir y presionarán para que las administraciones no de por bueno el ERE. Pero al final las posibilidades de resistir reales son pocas.

Al igual que hace poco unos directivos sin escrúpulos han ayudado a empujar al sistema financiero a la quiebra (y hemos tenido que ser todos los que con nuestros impuestos rescatáramos y garantizáramos el sistema financiero), algunos directivos ayudan a algunas empresas a pegarse un leñazo. Tal y como alertaba Galbraith, el directivo actual no se juega su dinero, sinó el de sus accionistas y de ahí que algunas de las empresas que terminan con recortes y problemas para sus accionistas y trabajadores son las que mejor han pagado a sus directivos.

Al menos la empresa no saldrá de rositas y esperamos que sus directivos sufran las consecuencias del mal rumbo llevado de la empresa. Los sindicatos harán su estrategia clásica de resistencia para reducir el ERE y para intentar que las personas que salgan lo hagan en la mejor de las condiciones y presionarán también para que la empresa sea viable, tanto para los trabajadores de Barcelona como para los de Tánger.

Pero como estrategia adicional los sindicatos van a utilizar también las herramientas sociales. Tal y como ocurrió con el Google Bombing contra El Corte Inglés, se utiliza una estrategia adicional, en este caso se ha creado un grupo de Facebook llamado “NO a los despidos de Nissan” y se aprovecharán los recursos de la web sindical (blogosfera sindical, webs corporativas, etc…) para conseguir repercusión social y que “la marca” no salga de rositas y tenga que hacer un gesto (por ejemplo echando a algún directivo pirata).

Soc coordinador de la revista electrònica i xarxa de bloggers www.socialdemocracia.org, webmaster de la UGT de Catalunya i militant del PSC.

4 thoughts on “Oportunistas de la crisis: el caso de la deslocalización de Nissan

  1. ¿Y no tendrá algo que ver la rigidez del mercado laboral español? ¿Deslocalizan también a industrias en países europeos con menor coste de despido como Dinamarca?

  2. ¿Que despedir es caro en España? Si cuentas el coste laboral total NO. Oye, en Dinamarca (a donde no deslocalizamos y donde también tienen su deslocalización, como todo occidente) tienen flexiseguridad, unos tipos impositivos muy altos que permiten pagar unas prestaciones por desempleo y unos mecanismos de recolocación (formación, etc…) mucho más altos. NO, en España a largo plazo despedir no es más caro que en Dinamarca. No existe correlación entre países con mercados laborales más protegidos (Francia, Alemania, Suecia) y deslocalización. Hay más deslocalización en UK que en Suecia, como hay más deslocalización en USA que en Francia.

    Lo que sería absurdo dentro de tu argumentación es que una empresa “chape” porqué despedir es caro. Es un contrasentido.. y más para producir menos en Tánger (o donde sea, es decir para contratar menos gente con costes de despido menor). Sería absurdo decir “es muy caro despedir” así que liquido 1.700 empleos para crear los 1.000 que realmente necesito en Tánger. Lo lógico para costes de despidos altos es pagar sólo 700 indemnizaciones que podría centrarlas en los puestos más nuevos y no en un conjunto amplio de plantilla con peña con más antiguedad. Podría haber motivos para no localizar, pero ya te digo a largo plazo: colocar una empresa, hacerla funcionar y desmontar despidiendo, sale aún si cobraran lo mismo los trabajadores españoles que los daneses más barato, ya que hay menor nivel de impuestos. Lo único es que en Dinamarca pagas en cómodos plazos y en España al final.

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