La reforma laboral del 2012 intentaba afectar la negociación colectiva de dos maneras: desbloquear los convenios colectivos y forzar a que estos se negociaran eliminando la ultraactividad de los convenios (que permitía que se apliquen a pesar de superar el tiempo por el que han sido negociados mientras se está negociando uno nuevo), e intentaba que la negociación bajara más a nivel de empresa y por tanto aumentar el número de convenios de empresa a costa de los convenios sectoriales.

Ni una cosa, ni la otra. Los convenios de empresa han decaído mucho más que los convenios sectoriales. La media de trabajador por convenio ha aumentado. Además la negociación ha decaído dramáticamente, hasta el 2014 donde la mayoría de convenios han vuelto a recuperar la ultraactividad mediante pacto de las partes.

Es decir, hasta que los agentes sociales no han soslayado los principales elementos de la reforma laboral, la negociación colectiva no ha podido recuperarse. Básicamente, los empresarios preferían dejar decaer los convenios para pagar menos, en especial los de empresa. Sólo después de amplios conflictos laborales se han visto forzados a negociar y a volver a incluir cláusulas que garantizan la ultraactividad.

En definitiva, a pesar del objetivo del legislador ha conseguido todo lo contrario.

Infografia basada en el informe de UGT Confederal sobre negociación colectiva en mayo del 2014.