La crisis tiene muchas caras. Hasta ahora los focos han ido a los elementos más visibles, deshaucios, Expedientes de Regulación de Empleo, despidos, la pérdida de la actividad económica, la caída de ventas, los recortes sociales y el crecimiento de riesgo de pobreza.
Pero la crisis tiene elementos más cotidianos que no son tan visibles. No todas las personas sufren desahucios pero sí que durante estos años se extendió la crisis en aspectos más cotidianos. Se tiene miedo a perder el empleo, se tarda en pagar las facturas, las deudas se acumulan mucho antes de hacer un impago de la hipoteca o de incluso ser despedido.
El INE publica cada año la Encuesta de Encuesta de Condiciones de Vida y otros indicadores que reúne en un conjunto de estudios sobre la calidad de vida de los ciudadanos de España. De esta serie se puede extraer una serie de micro-aspectos que expresados de forma gráfica permiten hacerse una pequeña foto de cómo la crisis ha tenido efectos cotidianos muy perniciosos.
Comienzo esta serie con un elemento de seguridad económica, como ha aumentado la cantidad de personas que declaran que están pagando tarde o no pagando los servicios básicos, desde el alquilar a la factura eléctrica, cómo y donde ha evolucionado a negativo más.
Podemos ver que las regiones que más han aumentado las personas que declaran retrasar pagos básicos son regiones donde el efecto pelotazo urbanístico (sol, playa, urbanización) ha tenido mucho que ver. Murcia, Valencia, Canarias o Baleares, además de Castilla La Mancha.
Vemos que el norte y el noroeste las personas no parecen sufrir tanto el problema del impago o pagos tardíos de servicios básicos y donde menos ha aumentado este tipo de problemas.
En casi todos los territorios el 2011 es un año donde parece que las cosas puedan cambiar, hago la hipótesis que la sensación de poder cambiar el gobierno y que las cosas irían bien hizo que algunas personas que tardaban en pagar facturas no retrasaran tanto el pago (hay elementos psicológicos que hacen que tocar ahorros para pagar no retrasar el pago facturas sea descartado si se cree que se va a continuar en momento de crisis), pero fuera lo que fuera el efecto del 2011 la situación volvió a agravarse.
En el 2013 la economía mejoró ligeramente, pero esto no redujo el número de personas que declaran no poder pagar a tiempo las facturas. Esto no es anormal, y seguramente en el 2014 y 2015 volveremos a ver ese efecto. Los que no pagan las facturas o lo hacen tarde son los que peor lo están pasando. Parados de larga duración, personas que ya han perdido su prestación por desempleo y que son los más difíciles de recolocar en el mercado de trabajo. Este colectivo es más grande que en el 2011 y seguirá creciendo a lo largo de estos años a pesar de que haya un ritmo lento y algo agónico de creación de empleo positivo.
Las infografías han de tener la virtud que los que la vean puedan hacer más lecturas que las que realiza el propio autor, y espero que esta os facilite el análisis. Como todo, la crisis no es sólo cosa de perder el empleo o ser desahuciado, antes comienzas a retrasarte en pagar la factura de la luz.