Llevo semanas discutiendo con Egócrata sobre las necesarias o no reformas laborales, estamos en desacuerdo en bastantes cosas (sobretodo en la idoniedad de hacer las reformas todas ahora o dejar algunas cuando se comience a generar empleo), pero todo el mundo razonable está de acuerdo que la dualidad del mercado laboral es un problema esencial que hay que combatir.
¿Todos? no… todos no. Los amigos dicharacheros de la patronal se han sacado un invento para solucionar la crisis. El no-contrato laboral para jóvenes. Me explico, es un “no-contrato”, ya que el trabajador no ganaría ningún derecho social (no accedería al desempleo una vez acabado su contrato), no tendría derecho a ninguna indemnización (actualmente es de 8 días por año trabajado para los temporales), y por supuesto cobraría algo que es inferior al Salario Mínimo.
Lo que yo me pregunto es que para el trabajador, ¿qué incentivos tendría tener este tipo de contrato o trabajar en negro?. Ninguno. ¿Y el beneficio para las arcas públicas?. Ninguna. El beneficio neto es para el empresario que podrá contratar como le salga de las narices y utilizar los trabajadores jóvenes como si fueran chupicromos o muñecos clics.
Si algo profundiza este tipo de contratos es en la dualidad del mercado laboral, y fomenta una economía de bajo valor añadido: si puedo tener en España el mismo tipo de relación laboral que en Bostwana y pagar unos sueldos equivalentes a los de Marruecos, no tengo que pagar ningún impuesto ni cotización, pues los incentivos para generar más economía basura de poco valor añadido está claro. Así, sí que habrá que retrasar la edad de la jubilación, hasta los 80 años… porqué vamos a definir mercados laborales con empresas y trabajos ultrabasura y con una parte importante de sus trabajadores que no aporten ninguna cotización y con jóvenes (hasta los 34 años, que ya manda huevos) que no se podrán emancipar y no se reproducirán (la mejor manera de tirar la natalidad al suelo).
Cuando hablaba que había una ofensiva cultural e ideológica antisindical no creía que la patronal fuera tan pornográfica para aplicar la agenda de máximos que tenía a finales del XIX y lo peor, hacerla pública.
En las discusiones con Egócrata le hablaba de que la sociología y los valores culturales influían de forma clara en el tipo de empresas y economía que se generaba además de las influencias que tienen las instituciones económicas y del mercado laboral. Díaz Ferran, el presidente de la CEOE, me acaba de dar la razón: es la propia patronal cavernícola que quiere sociológicamente profundizar en la economía basura y en la economía especulativa.
Nada de sociología, José. La patronal esta respondiendo estrictamente a lo que piden sus socios. Los empresarios españoles han vivido del modelo de negocio del empleo basura. Sus empresas se basan en eso- hoteles, restaurantes de tercera, invernaderos, chiringuitos inmobiliarios, etcétera. Si tienes una constructora cutre lo que quieres es que el mercado laboral favorezca la clase de empleo que te va bien, es decir el trabajo cutre. Simplemente están pidiendo lo que sus miembros racionalmente prefieren para ellos, aunque sea horrible para el resto de la economía.
Cuando digo que la reforma laboral tiene que cabrear tanto a sindicatos como a la patronal, lo digo por esto. Ellos están representando las empresas españolas – y lo que nosotros queremos es cambiarlas.