Política

La crisis económica vuelve a los neocons en intervencionistas y a los demócratas casi en socialdemócratas

Hace poco que escribí un post sobre la aparición, siempre que hay crisis económica, de las medidas keynesianistas, mientras, en períodos de bonanza económica el stablishment prefiere la ortodoxia liberal.

Parece que las tendencias “izquierdistas” de los empresarios en períodos de crisis afecta de forma más grave a los políticos de derechas o de “centro”. En plena precampaña presidencial, la profunda crisis que afecta al sistema bancario estadounidense centra parte del debate.

Por un lado Obama, que no es precisamente el más “lefty” de los demócratas, carga contra la reducción de controles y eliminación de las regulaciones de los mercados financieros que durante el período de Bush se ha dado. Obama casi parece socialdemócrata al criticar la filosofía económica que han defendido los neocons de “dar más y más a los que más tienen y esperar que la prosperidad llegue al resto”.

En cierta manera la “izquierda” oficial estadounidense tiene ciertos complejos parecidos a los de la izquierda oficial centro y sur europea (con la salvedad que en Europa los estados del bienestar son algo más fuertes). Les cuesta plantear abiertamente crecimientos de gasto social y la implementación de un estado del bienestar más fuerte. Mientras, incluso la derecha en los países nórdicos, sostiene que el estado del bienestar nórdico ha de mantenerse a niveles superiores a la media de la UE-15, la izquierda centro (y sur) europea les cuesta plantearse alcanzar a los socios del norte de Europa. En el caso de los demócratas, hablar de incrementos de gasto social se hacen con la boca pequeña y acomplejado.. y en ningún momento se plantean a llegar a niveles de un estado del bienestar parecido al de la UE.

Lo mismo ocurre con términos como “regulación”, o como indica Roger, menos aún de palabras comenzadas por “N” como nacionalizar. Tan sólo en los momentos de crisis comienzan a atreverse a hablar de regulaciones y en intentar recordar la máxima que la historia económica no se cansa de repetir, “there’s no self regulation of the market”, y menos sin ser excesivament traumática.

Los demócratas me recuerdan a Galbraith y a Stiglitz en sus alocuciones hacia medidas correctoras del mercado y a la regulación de estos para evitar los peores efectos de los flujos especulativos.

Pero quien más me recuerda al Galbraith de “La economía del fraude inocente” es la candidata republicana a vicepresidenta, la famosa Sarah Palin, la partner de McCain en la carrera presidencial. Ha llegado a decir que va a evitar que los malvados directivos dejen de pensar en su beneficio especulativo y velen por los intereses de sus accionistas y de los trabajadores. Dice que va a evitar que esto ocurra y que va a poner a estos directivos en su sitio.

Ni Galbraith, firme opositor de la “cultura corporativa” y uno de los pocos economistas que de forma inteligente y sistemática ha criticado a los equipos directivos, proponía meterse en los consejos de dirección y “poner en su sitio” a los directivos. Él era partidario en que la legislación pusiera límites y mecanismos de regulación en el mercado, no a intervenir directamente en las direcciones de las empresas o en Wall Street.

En cambio Sarah Palin parece, tal y como se expresa, que entrará rifle en mano y golpeará dúramente con la culata (al mejor estilo de Chuck Norris) a “los malvados directivos” para que suelten la pasta que se han quedado en jugadas especulativas y vuelvan al redil de la buena dirección de la empresa.

Intervencionismo al más puro estilo de los justicieros de película. “Vamos a poner fin a la mala gestión y a los abusos en Wall Street”. Hay cosas que me cuestan entender, McCain es casi del mismo palo ideológico que Bush en términos económicos (desregular para facilitar a los grandes capitales obtener los mejores beneficios, independientemente de que esto favorezca o no al conjunto de la economía), pero su línea comunicativa parece indicar lo contrario.

Lo que me lleva a la conclusión de que los neocons no dejan de ser, igual que muchas izquierdas, una burda operación de márketing y de intereses muy privados disfrazada de ideología. Si es necesario para ganar elecciones aplican un socialismo intervencionista que se meta en la misma dirección de las empresas… ¿cómo si no Sarah Palin pretende meterse en la mala gestión y los abusos de las direcciones?. Intentar mantener ese objetivo y la continuidad de la política económica que representa McCain (más dosis de receta desreguladora) es incompatible. El objetivo de los neocons sigue, y seguirá siendo, como dice Obama, dar más y más a los que más tienen con la esperanza de que esto genere riqueza para el resto. Los neocons aplican unas medidas (desregulación, desregulación y más desregulación) pero por otro lado son capaces de aplicar políticas muy intervencionistas o incluso amenazar (casi al puro estilo Chávez) con entrar en los consejos de dirección o en Wall Street a poner a cada uno en su sitio.

Al menos los demócratas no se mueven tanto, siguen en ese brumoso “centro” con sus complejos y problemas a la hora de saber si quieren o no un estado del bienestar digno de ese nombre, y en períodos de crisis no se vuelven de golpe intervencionistas ni cargan diréctamente contra los directivos, ni piensan que las cosas se arreglan a golpe de “poner en su sitio” a los brokers de Wall Street. Los abusos se producen porqué “el sistema” permite que esas acciones se den y sean rentables económicamente, como mínimo a corto plazo. Son las desregulaciones las que han permitido que el mercado evolucione de la manera que lo ha hecho, hay una responsabilidad pública detrás de ello, no sólo privada de los malvados especuladores.

Dentro de todo este desastre (considerando que aún gobiernan los neocons y que Bush no está retirado en su rancho) la Reserva Federal tiene unas funciones algo más inteligentes que el Banco Central Europeo y entre sus atribuciones, a parte de luchar contra la inflación (como el BCE), tiene la de mantener viva la economía. Y de ahí que no siga la carrera, loca, suicida y draconiana del BCE en subir los tipos de interés. Eso, definitivamente es lo que conseguirá mantener a flote la economía de los EEUU, no los marines de Sarah Palin poniendo en orden a los directivos y los brokers de Wall Street.

Soc coordinador de la revista electrònica i xarxa de bloggers www.socialdemocracia.org, webmaster de la UGT de Catalunya i militant del PSC.

11 thoughts on “La crisis económica vuelve a los neocons en intervencionistas y a los demócratas casi en socialdemócratas

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  2. Seguís empeñados en confundir a los conservadores con los liberales.
    Los empresarios instalados no son liberales ni partidarios de una libertad de mercado que les haría perder sus privilegios.
    Fijaos en los comerciantes y pymes. Suplican la regulación de horarios, el establecimiento de licencias para su sector, la restricción de la venta ambulante y de los mercados, la moratoria para grandes superficies, el linchamiento de los comerciantes chinos, la regulación de las rebajas…
    Los terratenientes lo mismo. Quieren que se mantenga la PAC, las barreras comerciales a los países pobres, el control de precios…
    A los tiburones financieros les va bien un Estado que garantice el rescate de sus pérdidas, o que tranquilice a sus acreedores garantizando las deudas contraídas (y así asuman más riesgos de los debidos)
    A los industriales les conviene el proteccionismo en su sector, y todos los reglamentos y normas de seguridad posibles que impidan la llegada de productos extranjeros. Y si le añadimos algún plan renove…

    Los empresarios instalados huyen de la libertad de mercado como de la peste, aunque coincidan en querer que se liberalice el mercado laboral. El problema se agudiza en los países en vías de desarrollo, donde las elites económicas directamente explotan una mafia.

  3. Hola Bensoussam:

    No hablo de “liberales”, sinó de lo que hacen los políticos llamados neocons y un poco de los demócratas supuestamente leftys. Y lo que hacen los neocons es aplicar Von Misses en períodos de vacas gordas (pero manteniendo más de un chanchullo entre lo público y lo privado) y socialismo intervencionista en períodos de vacas flacas, sin pasar ni por Keynes antes.

  4. Tampoco lo aplican en época de vacas gordas. Los neocons quieren intervención siempre, y tienen una gran afición al gasto militar y a la guerra. Algo que no parece muy propio de Misses, que veía en las guerras la expansión del socialismo y del estado.

  5. Los neocons no son ningún tipo de socialismo si no un tipo de conservadurismo que mezcla elementos del conservadurismo más reaccionario y arcaico con el keynesianismo que lógicamente hay en toda ideología moderna postindustrial.

    Y el keynesianismo nutre al socialismo liberal actual del mismo modo que al liberalismo reformista.

  6. Bensoussan:

    Socialismo (o socialdemocracia) no es lo que a tí te dé la gana… que es básicamente todo lo que tú no piensas. Si pretendes difundir doctrina ultraliberal que no es recogida por ninguna facultad de politología ni ningún autor que mínimamente publique en revistas indexadas de forma seria, por favor, hazlo en tu blog. No voy a comenzar ahora un debate de satanización del socialismo (o del liberalismo).

    Si quieres opinar sobre el artículo fantástico, si quieres aclarar los aspectos en los que los neocons no son liberales, fantástico..

    Sobre los neocons, son liberales o neoliberales en algunos aspectos: desregulación de las leyes laborales, desmantelamiento de los sistemas de protección social, etc… En eso hay un “menos estado” que va más allá incluso de propuestas liberales más serias. En otros aspectos como tú indicas, son promotores del “más estado” por ejemplo a la hora de dar prevendas a ciertas corporaciones y promover la guerra donde poder gastar ingentes cantidades en material bélico.

  7. El término socialista lo utilizan muchos autores como antónimo de liberal, y sinónimo de estatista. Como estoy en tu blog utilizaré otro término que te guste más para referirme a los socialistas de todos los partidos.

    Los “neocons” predican una política militar agresiva, y una restricción de las libertades civiles en aras de la seguridad. No son especialmente beligerantes para recortar los sistemas de protección social.
    César Vidal es un buen ejemplo de neocon. Apoya toda guerra preventiva, quiere prohibir la construcción de mezquitas y les suelta todo tipo de piropos a los homosexuales. Pero no le oirás pedir la privatización de la sanidad o la anulación de las ayudas a las familias. Suscribiría perfectamente un programa socialdemócrata, si eliminamos abortos y leducación laica.
    Otro ejemplo de neocons:
    http://www.hazteoir.org/
    Estos se quejan porque no dan bastantes subvenciones a no sé qué grupos.

  8. Buf Bensoussan…

    Te agradezco que intentes utilizar términos que podamos entendernos y que no nos perdamos en un debate de “etiquetas”, es como la “etiqueta” liberal que no deja de ser utilizada para muchas cosas. Por eso prefiero cosas más concretas como “socialdemócrata”, “social-liberal”, “conservador”, “democratacristiano”, etc… me permiten definir proyectos políticos más concretos. Yo no puedo suscribir lo mismo que los socialistas utópicos o lo que defienden el socialismo revolucionario. Yo estoy tan alejado de Hugo Chávez como de George Bush. Así que definir etiquetas excesivamente generales e incluir todos en “el paquete completo, paquete Comansi” puede ser horrible para el debate. Así que grácias.

    Sobre si George Bush o César Vidal, ellos no suscribirían un “programa socialdemócrata”, César Vidal cree en un estado del bienestar corporativo, del estilo conservador, donde algunos derechos se convierten en privilegios de “una clase trabajadora” sobre otra y además basado en un tipo de modelo familiar y no en uno, por ejemplo, que garantice la emancipación de las mujeres. Es un modelo que no es del todo universalista, sinó orientado, precisamente a una tipología de trabajador. Pero el debate va un poco más allá, me remito al sociólogo Esping-Andersen que describe las 4 tipologías de estado del bienestar y el modelo político que hay detrás.

    De hecho de socialdemócratas (igual que liberales) hay muy pocos realmente en este país.

    Vayamos a los “neocons”. Aplican políticas liberales en un aspecto.. en el mercado laboral, en el mantenimiento de un estado del bienestar minimizado, en tener un salario mínimo ínfimo para evitar que esto provoque cualquier impacto en el mercado laboral, etc… De hecho hay autores que llevan a decir que la política militarista de los neocons es más una ingerencia del sector privado (el complejo industrial-militar) en el sector “público” (la defensa nacional). Pero vamos, yo no tengo “huevos” de decir que en ese aspecto sea coherente con el liberalismo. Por mucho que una parte del sector privado sea el que haya influenciado “al estado” para favorecer sus intereses privados, no deja de ser una medida que forma parte de algo que me atrevo a llamar “políticas neoconservadoras” o “corporativas”. En Europa se da también por grupos de presión (y algunos sectores económicos) que subvierten el sector público para sus intereses y no por el interés general.

  9. No es correcto que los neocons coincidan con los socialdemócratas en políticas sociales. Las reivindican por puro electoralismo cuando les conviene (lo del “conservadurismo compasivo”) y eso lo hacen tb Fedegico Jiménez y César Vidal en ocasiones pero es puro cinismo porque en el gobierno todos los neocons hacen políticas ultraliberales antisociales al 200% y tendentes a la fiscaidad más regresiva y a la privatización de todo lo que se palpe.

    Son muy intervencionistas a la hora de defender priviegios y grandes empresas, eso sí, pero los “intelectuales” neocons solo buscan que les bajen al máximo los impuestos y que el Estado les regale empresas públicas del sector servicios.

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