Política

La falta de sentido de la realidad en la campaña de CiU


Ayer hablaba de la falta de épica en la campaña del PSC, y hoy hablaré del principal rival de este partido en las elecciones autonómicas, CiU, y de su falta de argumentos en la campaña.

No es que CiU no tenga un programa, que lo tiene, extenso y elaborado. El problema de sus propuestas está basado en dos aspectos: la dificultad para mejorar la acción de gobierno en el desarrollo del estado del bienestar siendo CiU un partido de centroderecha y teniendo una gestión histórica peor en este sentido que la de la izquierda, y por otro lado una serie de medidas que al analizarlas son totalmente irrealizables o contradictorias dentro del programa electoral.

Medidas estrella irrealizables

El concierto económico

Uno de los puntos que más énfasis ha puesto Artur Mas es conseguir un modelo de financiación mejor. Como en la vía “normal” de redistribución territorial de café para todos, donde las regiones ricas aportan más que las menos ricas, este modelo está prácticamente agotado para conseguir una financiación más favorable a Catalunya (ahora está bastante más cerca del equilibrio y de permitir la equidad en la financiación del estado del bienestar por CCAA). Como el acuerdo de financiación heredado del nou Estatut ha conseguido mejorar sustancialmente las finanzas de la Generalitat, y significa el punto de máximo avance en el modelo de financiación general, ya CiU no puede seguir con su estrategia del “peix al cove”. Esa estrategia se ha mostrado más débil y poco efectiva que la que inició Maragall con el Nou Estatut. La situación para la coalición nacionalista de presentar algo que “no sea la independencia peor vaya más allá” es la de ir con algo que sabe perfectamente que no puede conseguir: el concierto económico. No hay más discusión en esto que para conseguirlo se requeriría una modificación de la Constitución Española y ningún Presidente del Gobierno español va a meterse en ese berengenal por contentar a CiU por mucho que la necesite para aprobar presupuestos o un apoyo de legislatura.

Acabar con la mitad del desempleo

Otra medida irrealizable es la de reducir el desempleo a la mitad en este mandato. Hay que considerar que esta propuesta va en contra de todas las espectativas de evolución de empleo para España, Catalunya o Europa. El empleo en Catalunya y en España comenzará a crearse al ritmo que se creaba antes de la crisis (y necesitaremos muchos años de creación de empleo a ese ritmo para poder recuperar los niveles de empleo que teníamos en el 2007 e inicios del 2008) hacia el 2015. El salir de la crisis se puede adelantar o atrasar algo dependiendo de las medidas “anticrisis” que se implementen y estas dependen de que “visión” se tenga de la crisis. Hay una visión, apoyada por algunos premios nóbeles de economía y por el director de la Reserva Federal americana de que la crisis es una crisis de demanda, y por tanto requieren que haya incentivos para que el dinero salga de los bancos (por tanto desincentivar el ahorro y haciendo más atractivas las inversiones en la economía real) y que haya medidas de estímulo desde el sector público (es decir gasto público) para que se potencie la economía. Otra visión apoyada por Merckel alias “la cortoplacista”, y por algunas instancias de los mercados financieros internacionales, que indican que la crisis es de oferta, por tanto lo que requiere es que se potencie el ahorro y así los bancos podrán contar con suficiente respaldo para poder realizar prestamos. Ambas visiones implican dos líneas: mantener el gasto público, intentar “generar inflación” o retener el gasto público e introducir “medidas de austeridad”. La izquierda catalana apuesta en su programa más por la primera línea, y la derecha catalana por las segundas. Aún así, acierte quien acierte, ni los más optimistas de los analistas puede dar por bueno que por mucho incentivo del sector público o por mucho que se fomente la “austeridad” (para mi punto de vista y para el de los últimos premios Nobel un suicidio económico) no se va a poder crear empleo a un ritmo pasmoso para que en el 2014 podamos contar con un desempleo de 250.000 personas en lugar de las 500.000 actuales en Catalunya. Es un brindis al cielo… por no decir que el programa de “austeridad” de CiU lo que hará es fomentar más bien un retraso en la salida de la crisis.

Reducir la plantilla de la Generalitat

Reducciones de plantilla sin pérdida de servicios. Artur Mas ha anunciado recortar la plantilla de la Generalitat. Los propios números que presenta CiU indican que en el 2003 había 93.806 trabajadores de la Generalitat encuadrados en lo que ellos llaman “las 3 M” (mossos, médicos y maestros), en el 2009 esta cifra se elevaba a 132.861, un 41 % más dedicado directamente a mejorar la salud de los ciudadanos, la educación y la seguridad de todos. Mientras, en un claro ejercicio de hacer creer que el resto de personal de la Generalitat son burócratas que sobran, nos presentan al colectivo de “otros trabajadores de la Generalitat” que en el 2003 eran 35.704 trabajadores, en el 2009 la cifra se elevaba a 46.258, un 29% más que en el 2003. Colocándonos en el imaginario neoliberal de que “lo que no sean profesores, médicos o Mossos son burócratas que añaden grasa a la administración de la Generalitat” que esconde la promesa electoral de reducir el personal de la Generalitat en un 25%, ya sólo así en el 2003, por cada “burócrata” había 2,6 funcionarios “de los que realmente dan servicio”, mientras en el 2009 había unos 2,9 funcionarios “de los que dan servicio” por cada funcionario “burócrata”. Es decir, la maquinaria de la Generalitat del tripartito es más eficiente que la maquinaria que dejó CiU incluso en una fase de expansión tan grande como la que ha habido durante este período.

Soc coordinador de la revista electrònica i xarxa de bloggers www.socialdemocracia.org, webmaster de la UGT de Catalunya i militant del PSC.

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