Hoy en la Cadena SER han tratado el conflicto que tienen con los trabajadores de El Pais que están expresando sus problemas laborales también a través de no firmar los artículos. Que un holding de empresas de comunicación hable de un conflicto laboral interno es una novedad. Que los haya esos conflictos laborales no.
Yo esperaba que ya que la SER decide hablar del conflicto laboral tratara con profesionalidad las dos partes: trabajadores y dirección y sus argumentos. Iluso de mí, lo único que han tratado es el problema de no firmar los artículos. El argumento del debate, realizado por periodistas-todólogos de la tertulia matinal que lejos de ser compañeros con los que están sufriendo el conflicto son dirección (ex directores de otros diarios y la élite que está fuera de convenio con sus acuerdos personales muy sustanciosos), es que el no firmar es falta de profesionalidad, que hay que saber separar lo laboral de lo profesional.
La trampa de separar “lo laboral” de lo “profesional”: la trampa de separar los derechos laborales de la actividad productiva.
Me gustaría traer a colación algo que los periodistas de élite deberían conocer: el juego del lenguaje. Vamos a ver que dice la RAE que significa “laboral” y “profesional”.
De laboral: 1. adj. Perteneciente o relativo al trabajo, en su aspecto económico, jurídico y social.
Siguiendo el hilo buscamos que significa “trabajo”: 2. m. Ocupación retribuida.
Bien ya sabemos que lo laboral es lo perteneciente o relativo en su aspecto económico, jurídico y social sobre una ocupación retribuida. Buscamos profesión y tenemos:
profesión: 3. f. Empleo, facultad u oficio que alguien ejerce y por el que percibe una retribución.
O sea, la profesión no deja de ser esa ocupación retribuida de lo cuál lo laboral trata todos sus aspectos sociales, jurídicos y económicos.
A la práctica, la distinción entre “profesional” y “laboral” es un juego de lenguaje que esconde un intento de separar los derechos laborales de la actividad productiva. Una trampa dialéctica que va muy bien a los medios de comunicación en cuanto empresa.
Pero vayamos más allá. No es una cuestión púramente conceptual-dialéctica. Es que cuando se le exige profesionalidad a un periodista este ha de tener las condiciones laborales adecuadas para poder tenerla. Si a un periodista de hoy en día se le obliga a hacer X piezas informativas, siendo X una cifra mayor a las que producía un periodista hace 20 años, es imposible que pueda contrastar toda la información como se hacía antes, por mucho que el correo electrónico y los teléfonos móviles hayan facilitado e incrementado la productividad. Cuando en las redacciones los periodistas tienen que hacer jornadas maratonianas, eso termina pesando sobre la calidad de la información, que terminan tirando más de teletipos, notas de prensa y en general clonando en muchas veces titulares entre los mismos medios. Cuando las condiciones salariales, de reconocimiento, etc… son ridículas, esto repercute también en el periodista y en su capacidad humana de hacer su trabajo. Es curioso que aun redactor mileurista que hace 10 horas diarias y que tiene que hacer más piezas informativas que los “seniors” que hoy les dan lecciones desde las tertulias radiofónicas, se les exija la profesionalidad cuando es el propio medio que se la dificulta.
Es imposible no hablar de “profesionalidad” sin también hablar de condiciones laborales, ya no es una cuestión de relación semántica, sino práctica.
La falta de profesionalidad está en la tertulia no en los periodistas que no firman
La primera cuestión es comenzar a plantear como se ha tratado la información en la tertulia de la SER. En ningún caso ha habido voces desde el comité de empresa de El Pais o de redactores de este diario. Las únicas voces que se han oído han sido la de tertulianos de la SER, entre ellos un exdirector de El Pais, exdirectores de otros diarios y la voz de la misma empresa. No hay que olvidar que la SER en este conflicto es parte, y es “empresa”. El tratamiento informativo y opinativo no ha sido profesional, sino una pura declaraciones desde la perspectiva y el interés parcial y particular de la dirección de la empresa. Entiendo que CADENA SER – GRUPO PRISA, no va a tirar piedras contra su tejado y va a dar la voz a sus trabajadores en un conflicto laboral, pero por favor, que a los oyentes no nos tomen el pelo y nos hagan pasar el tamiz de la ética profesional cuando es la propia tertulia la que se la está saltando de forma tan flagrante.
El duro mundo de los conflictos laborales y los medios de comunicación
Porqué en el fondo hay algo más profundo detrás de todo esto. Los medios de comunicación no son de sus oyentes como nos pretendía hacer creer una tertuliana de la Cadena SER. Son de los propietarios, y son empresas que pretenden ganar dinero en base a vender información y opinión a una serie de personas. Por eso ningún medio acostumbra a hablar de conflictos laborales en otros medios, ese acuerdo tácito es general. Conflictos laborales relacionados con mass-medias, productoras, etc.. los hay todos los meses. Uno de los peores sectores donde más persecución sindical hay y mayor precariedad laboral es en los medios de comunicación. Pero… no salen informaciones de estos conflictos en los medios de comunicación más que muy ocasionalmente. Si tú trabajas en cualquier sector (excepto en empresas que sean principales anunciantes en los medios de comunicación, que ahí también hay bloqueo informativo) siempre puedes recurrir a un medio de comunicación para poder expresar el conflicto laboral, excepto si trabajas en un medio de comunicación. Bajo la excusa de una falsa ética periodística en el que un medio no critica a otro medio, no se habla de los conflictos laborales en los medios de comunicación.
Son empresas y empresarios defendiendo sus intereses legítimos, pero deberían decirlo
Hay un famoso humorista de late show que va de progre, critica la derecha, pero que también tiene una productora y por tanto es un empresario que pretende ganar dinero con sus servicios. Esa productora tiene conflictos laborales día sí, y día también… y curiosamente se le están intentando organizar parte de la plantilla en un sindicato (sí, de esos mayoritarios que comen niños). Curiosamente y desde entonces ese humorista en su programa de late show pone a parir a los sindicatos y principalmente a ese que está tocándole las narices en su empresa. ¿Donde está la profesionalidad del medio y del periodista (porqué el humorista lo es, periodista)?, ¿es legítimo que el empresario utilice su programa para atacar un problema laboral que tiene en su empresa? No lo sé, pero como mínimo debería expresarlo.
Igual que los medios de comunicación de masas durante la huelga general, ya que la reforma laboral les venía de perlas para hacer los ajustes de plantillas que según ellos necesitaban (para dejar plantillas aún más esquifidas y redactores que tuvieran que hacer aún más piezas informativas y producirlas como churros), podrían haber indicado que su línea editorial también estaba condicionada por sus intereses como empresa. Algo que hasta la OIT ha denunciado.
Así que cuando la élite de los periodistas: los tertulianos hiperpagados de los medios de más éxito, critican la falta de profesionalidad del proletariado periodístico que utiliza lo que puede (como no firmar los artículos) para poder traspasar el bloqueo informativo del conjunto de medios de comunicación y que sus lectores puedan conocer que hay un conflicto laboral, deberían poder mirar la falta de profesionalidad de ellos mismos, la violación de la ética periodística que realiza su propia empresa y en general que el mundo de los negocios en las empresas de comunicación se antempone a la “profesionalidad” que ellos mismos dicen defender. Entiendo que hagan lo que hacen, pero por favor, que no nos lo engañen de falsa moral periodística.
Comparteix l’article Jose. No se que pasa (et faig la promesa de que no m’he passat a la socialdemocràcia!) que últimament els teus articles m’agraden :-D.
Fora conyes, això que has dit és una d’aquelles veritats que mai surten a la llum, i tothom acaba creient (o com a mínim donant una certa credibilitat) allò que els principals mitjans escrits o audivisuals, ens diuen sobre diversos fets que conformen la nostre realitat social, econòmica i laboral. I el fotut és que estan clarament controlats per oligopodis financers que fan servir aquests mitjans com a instruments propagandistics dels seus interessos. Quantes vegades ens hem queixat del tractament que rebem els sindicats i/o organitzacions polítiques que defensem posicions que col.lisionen amb els interessos dels mercats i del capitalisme!.
Només m’ha quedat una duda… em diràs encara que sigui via email de quin humorista parlem (es clar que tinc sospites, però…)?.
Salut i bon estiu
L’humorista té ulleres de pasta i va molt de progre… encara que va fer una web que es deia “Esto lo arreglamos entre todos”. Molt progre, excepte quan li toquen el seu benefici.