Sobre la Reforma de la Diagonal, entraré a analizar las 3 propuestas, A boulevard, B rambla y C no tocarla, y los puntos fuertes y débiles que yo identifico.

La propuesta A se está conociendo como “la del boulevard”. Esta propuesta tiene una sección básica formada por:

– Dos  laterales de 9 metros, donde hay una acera relativamente ancha a tocar con las fachadas de los edificios, junto con un vial para vehículos donde estos podrán entrar y salir de la Diagonal de forma ágil (se supone que es para la movilidad más local), y un carril bici.

– Dos secciones de paseo o boulevard de 7,5 metros que integran el arbolado actual.

– Una sección central con dos carriles por dirección, uno para tranvía y autobuses de gran capacidad y otro para el transporte en general que canalizaría la movilidad de la diagonal en vehículo privado de más distancia.

La imagen de la sección sería esta:

Analizando la propuesta A entre sus puntos fuertes tiene:

– Una buena diferenciación de la movilidad “de barrio” o más local, de la que ofrece un servicio de más distancia. Esta diferenciación favorece al “vecino” del Eixample o de Les Corts, a los transportistas, a los que necesitan moverse con transporte privado que se desplazan por el barrio, etc…

– El acceso y salida de la Diagonal es algo más sencillo que con la B, ya que está orientada al “vecino” del Eixample.

– Favorece el comercio en especial el de proximidad. Esas aceras anchas por los laterales favorecen que parte del paseo de la Diagonal se haga por ellas y no por los boulevares, a parte los boulevares quedan muy a tocar de los laterales lo cuál favorece que la gente pasee y mire los comercios.

– Las evidentes mejoras en movilidad que comparte con la opción B.

Entre los puntos flojos de la propuesta encontramos que:

– El viajero del tranvía y transporte público no “vé” la Diagonal de la misma manera que el que va caminando o en bici, pierde esa capacidad de empaparse de la Diagonal al quedarse en el centro de la trinchera viaria central. El segregar la movilidad de “larga distancia” de la de “corta distancia” de la Diagonal tiene un efecto positivo: queda claro que los viales centrales van a tener un uso de vía básica y rápida de la ciudad y que los laterales son “calles” comparables a las de cualquier barrio, pero por ello, se pierde en estos carriles centrales la sensación que tienen algunos de los viajeros del tranvía y del bus de “amabilidad” y “paseo” que se viven en otras zonas de la Diagonal como la que toca a Poblenou.

– La Diagonal reduce bastante la sensación de vía inatravesable que parece que divida la ciudad en dos, pero aún sigue siendo peatonalmente, en bici, etc… una vía algo intimidatoria de cruzar: 4 carriles, 2 con tranvía en ambas direcciones.

– Aunque las zonas de “paseo” de los boulevares es un aumento muy considerable para los que quieran vivir la Diagonal desde el punto de vista de ciudad y no como vecino, como el que sale a pasear por la Rambla o el Passeig de Gràcia, con respecto a la opción B este efecto no es tan claro.

En definitiva la opción A se podría describir como un boulevard que segrega la movilidad de larga distancia de la de barrio, que favorece al “vecino” al adaptar más la Diagonal a sus necesidades y a la del comercio local, y evidentemente orientada a la movilidad en transporte público y la pacificación del tránsito.

Una reconstrucción gráfica de cómo sería la reforma A si se implementara se puede ver en el siguiente vídeo: