Recientemente Ignacio Ramonet alerta del mal estado de la socialdemocracia. Coincido con parte de su análisis, los gobiernos socialdemócratas actúan incluso con una vista más corta que los gobiernos democratacristianos. Merkel o Sarkozy (por no hablar de Obama) están haciendo mejor papel que Zapatero a la hora de implementar medidas de corte keynesiano o marcar a los bancos que han generado la crisis. En especial Gordon Brown y Obama (rescatando la tradición laboralista del centroizquierda) están “civilizando el capitalismo” de una forma más intensa que sus colegas más izquierdistas continentales.
Ignacio Ramonet achaca a que la socialdemocracia está totalmente perdida sin relato, sin utopía de futuro. Sí, es cierto, la socialdemocracia es tan pragmática que no es capaz de explicar “proyectos” y actualmente está muerta de éxito: los niveles de bienestar social en la Europa occidental de hoy son fruto de un crecimiento de la riqueza pero también de un estado del bienestar fuerte que ha sabido equilibrar ciertas desigualdades.
Ahora bien, la socialdemocracia ha fallado al objetivo a lo que los socialistas se habían volcado: transformar la sociedad y cambiar las reglas del capitalismo.
Es algo que viene del tuétano socialista: cambiar el sistema capitalista injusto y poco igualitario hacia una sociedad donde la “herencia” o el “azar en el éxito económico” no suponga una diferencia tan abismal en la capacidad de ser personas e individuos plenos.
Es verdad, la socialdemocracia ha traicionado esos principios socialistas y a decidido centrarse en combatir las desigualdades fundamentales y potenciar la autonomía del individuo sin cambiar el sistema esencial.
Ahora bien, la socialdemocracia europea no puede mirar, com deja caer Ramonet, a los experimentos bolivarianos de américa del sur, como ejemplos de renovación ideológica.
O la socialdemocracia es liberal o es una forma de socialismo tentada por practicar el totalitarismo. Una frase muy tradicional del socialismo “política es pedagogía” contiene una alta dósis de fundamentalismo que tiende hacia esa vertiente poco agradable de la política. Si la política es pedagogía, el objetivo de la política es enseñar y adiestrar a los ciudadanos en lo que es bueno para ellos. Esa inocente afirmación que también está en el tuétano del socialismo, incluso el democrático tiene mucho peligro.
Peligro que en el caso del bolivarismo se muestra claramente: se tiene una agenda de medidas a implementar y se implementan independientemente de su apoyo social concreto, de la violación de derechos individuales y libertades, y en base a tácticas y herramientas que si las practicara la derecha las estaríamos considerando abyectas. Lo que achacábamos a Jesús Gil y su populismo conservador, es algo que podemos ver en las actuaciones de Hugo Chavez en “Aló Presidente”, o en las expropiaciones dedocráticas que realiza al pasear por cualquier ciudad venezolana.
Es verdad que la socialdemocracia ha fracasado en el objetivo de los socialistas de transformar el sistema y acercarnos a una utopía, pero ha tenido la increible capacidad de civilizar el capitalismo de una forma clara. A pesar de la crisis, sin los mecanismos de control estatales y las medidas keynesianistas, esta crisis sería mucho más terrible. Teniendo un descalabro económico de dimensiones parecidas, el descalabro social no se parece ni de lejos al sufrido en la del 1929. Grácias a que las instituciones de corte socialdemócrata existen: prestaciones de desempleo, sanidad pública, educación pública, ayudas sociales, etc.. No sólo eso, hoy millones de ciudadanos que hemos nacido en las decilas más bajas hemos accedido a niveles de bienestar y educación que jamás de los jamases podría haber imaginado que tendríamos los más utópicos revolucionarios del XIX.
Pero no sólo eso, la socialdemocracia ha civilizado el socialismo, le ha arrebatado las ganas de implementar su programa de máximos arrollando las libertades individuales, implementando una “religión” estatal en la cuál todo no adepto es eliminado o encerrado, tal y como ocurre en los verdaderos estados socialistas. Y aunque siempre ha habido una tradición socialista democrática, contagiada hasta el fondo de liberalismo clásico, se ha visto constantemente golpeada por las formas menos respetuosas por las minorías y los individuos.
El socialismo ha encontrado su vía para ser una forma política compatible con las libertades individuales en la socialdemocracia y no podemos renunciar a ello.
La socialdemocracia es liberalismo clásico, es capitalista, respeta la libertad individual y su fin es ampliar las cotas de autonomía personal y de conseguir que las condiciones de partida sean lo más justas posibles. Es liberal porqué civiliza el mercado para que se parezca más a su funcionamiento “ideal” y que la repartición de riquezas no se vea afectada por monopolios privados. Es liberal porqué crea instituciones que defienden a los individuos de los abusos del poderoso sea este privado o un estado. Es liberal porqué su concepto de igualdad y justicia es Rawliano no marxista.
Y esa socialdemocracia no puede renunciar a su objetivo de civilizar el capitalismo como tampoco puede renunciar a su tradición liberal de hacer del socialismo una forma política compatible con las libertades individuales.
Más allá que los gobiernos socialdemócratas han fracasado a la hora de hacer recaer las principales consecuencias de la crisis en aquellos que la han generado (algo que en el mercado ideal debería ocurrir), y son unos papanatas a la hora de conseguir reformar el sistema financiero y reformar sus propias instituciones para que estas pelotas especulativas no se hagan tan grandes, las instituciones socialdemócratas no han fracasado. Están ahí aguantando socialmente lo que económicamente se ha caído.
Muy bien explicado
… muy bien explicado… pero eso no quita que el artículo de Ramonet sea una auténtica patochada… no sólo cae en los tópicos de siempre en cuanto a las supuestas claudicaciones de la socialdemocracia ante el capitalismo, sino que remata la faena sugiriendo que los movimientos populistas-bolivarianos representan la “creatividad” y poco menos que muestran el camino a la izquierda del siglo XXI. Pues apañados vamos…
Voy a repetirme, pero…buen artículo, y como dice Ender, el de Ramonet es ridículo y contraproducente para la agenda izquierdosa.
¿Tradición liberal? ¿Capitalista? ¿Libre Mercado? ¿Civilizar el capitalismo? ¿Eso es lo que crees que ha “conseguido” la socialdemocracia europea? ¿Rawliana? ¿No marxista? Vayan borrándome, por favor, con urgencia, que no quiero participar en este club selecto de liberales, porque yo soy socialista y obrero ¿Queréis capitalismo? ¡Pues tomad capitalismo! ¡Atontaos!
Que no suscribas mi visión de lo que es la socialdemocracia (al menos la que se ha implantado de forma práctica en occidente) no implica ni que tengas que reaccionar como una carga visigodos con antorchas, ni que insultes al personal.
A mi limitado, corto y parcial punto de vista personal, le hace creer que allí donde la socialdemocracia ha triunfado ha conseguido los siguientes objetivos:
a) Afianzar la democracia liberal, limitando los conflictos sociales.
b) Conseguir civilizar el mercado, creando reglas e instituciones que los compensan, entre otros un sindicalismo fuerte.
c) Crear un estado del bienestar que corrige las desigualdades de partida y socializa riesgos entre todos.
d) Crear un mercado y una economía fuerte y eficiente al tender hacia altas productividades.
En definitiva, yo en Suecia no veo un sistema social diferente al Estado Unidense sinó un estado del bienestar distinto, y un reparto de las relaciones de poder reequilibrado, pero no un sistema social diferente.
En cambio en la república bolivariana de Chávez sí que veo que se intenta implantar un sistema social distinto. No muy positivo a mi gusto.
Por tanto veo que la socialdemocracia es, allí donde ha funcionado como tal, capitalista, de tradición liberal clásica y no marxista. Que el concepto de justicia social es el Rawliano.
Por cierto, es algo que no ya lo analizo yo ahora en el s.XXI, Indalecio Prieto ya afirmaba que él era “socialista a fuer que liberal”.
No estoy para nada de acuerdo con su entrada…yo creo que lo que tiene que hacer la socialdemocracia es lo siguiente. Lo primero Nacionalizar la Banca, lo segundo fusilar a todos los fascistas, lo tercero exiliar a todo dios que no piense como los socialistas, lo cuarto nacionalizar la tierra, lo quinto abolir la propiedad privada, lo quinto fusilar a toda la Casa Real y proclamar la III República Española, lo sexto a todos los mencheviques como usted enviarles a campos de reeducación y hacer trabajos forzados, lo séptimo bajar el sueldo a todos los cargos públicos, lo octavo ilegalizar todos los partidos de derechas, lo noveno nacionalizar todos los medios de comunicación privados y por último que todo ciudadano tenga derecho a una vivienda y trabajo por decreto constitucional obligatorio.
He dicho
Como creo que los dos últimos apuntes se refieren a mí, y si no, pues me doy por aludido en ellos, voy a contestar, siquiera fuera brevemente:
– Tienes razón, lamento haber “insultado al personal” y ruego me disculpéis.
– Sin embargo, no me retracto, en absoluto, del resto de mis exclamaciones y gritos desaforados, porque considero que la socialdemocracia no es liberal, ni lo ha sido nunca, ni lo ha pretendido; otra cosa, muy diferente, es que los partidos políticos que se dicen “socialdemócratas” sean en realidad liberales. Por eso en el mundo anglosajón esos partidos se llaman “laboristas” o “demócratas”, pero no “socialistas” ni “socialdemócratas”, porque no lo son.
– El socialismo, la socialdemocracia, lo quiera o no, es marxista porque aspira a la transformación de la sociedad capitalista en una sociedad socialista, esto es, en la que se hayan socializado los medios de producción. Tal postulado, es fácilmente comprobable, es incompatible con cualquier forma de liberalismo. Otra cosa, muy diferente, es que la socialdemocracia europea haya aceptado jugar en el campo de las democracias liberales occidentales para operar el cambio, la transformación, por vías políticas y no revolucionarias, como los partidos comunistas. Pero esto no quiere decir ni que seamos capitalistas, ni que por supuesto seamos liberales.
– Es verdad que los modelos de estado del bienestar han conseguido modificar las condiciones de vida de gran parte de la ciudadanía, casi siempre a mejor, pero eso no quiere decir, ni mucho menos, que esos sean nuestros objetivos finales, sino tan sólo un paso intermedio. No perdemos de vista, nunca, jamás, bajo ningún concepto, que somos – y a mucha honra – socialistas.
Pues vaya… Frases para enmarcar:
“A pesar de la crisis, sin los mecanismos de control estatales y las medidas keynesianistas, esta crisis sería mucho más terrible. ”
Falso. Los mecanismos estatales y medidas keynesianas han fracasado miserablemente. El SEC fracasó con Madoff. Freddie y Fannie eran entidades semipúblicas. Los reguladores estatales han creado un oligopolio con las agencias de calificación. Por no hablar del Plan E.
“La socialdemocracia es liberalismo clásico, es capitalista, respeta la libertad individual y su fin es ampliar las cotas de autonomía personal y de conseguir que las condiciones de partida sean lo más justas posibles”.
Falso y ofensivo.
” Es liberal porqué civiliza el mercado para que se parezca más a su funcionamiento “ideal” y que la repartición de riquezas no se vea afectada por monopolios privados.”
¿¿?? ¿Alguna prueba mínimamente sólida que no incurra en una contradicción, por favor?
“Es liberal porqué crea instituciones que defienden a los individuos de los abusos del poderoso sea este privado o un estado.”
Como, por ejemplo, la subida del IVA. O el oligopolio en los precios de las eléctricas, telefonías…
“Es liberal porqué su concepto de igualdad y justicia es Rawliano no marxista.”
¿Lo dices por el concepto Rawlsiano de redistribución, que si se aplicara los primeros que lo apoyarían serían los del Movimiento Stalin Vive? Porque Rawls tiene ese problema, su teoría de la justicia es excelente salvo por creer que todos han de tener las mismas oportunidades de origen.
“[…] son unos papanatas a la hora de conseguir reformar el sistema financiero y reformar sus propias instituciones para que estas pelotas especulativas no se hagan tan grandes, las instituciones socialdemócratas no han fracasado”
No digamos ya para generar las condiciones que multiplicaron las consecuencias de la crisis.
Incomprensiblemente, estoy de acuerdo con el comunista. No tendrá ni puñetera idea de economía, de historia, de conceptos como la libertad de asociación, capitalismo, historia, obra y milagros del socialismo y demás… pero la diferencia entre socialdemocracia y liberalismo la tiene razonablemente clara, si bien por las razones equivocadas.
Lo que no entiendes, estimado José, es que libertad al 50, 60 o 65% (la socialdemocracia) no es liberal. Tendrá rasgos concretos, respetará libertades civiles… pero encauzar las leyes para que te den un resultado concreto NO es liberal. Choca por completo con el concepto de orden espontáneo.
Burrhus:
Ningún liberal clásico cree en el orden espontáneo eso sólo los austríacos y demás calaña. Y a las pruebas me remito, hoy en día no hay riesgos de una guerra mundial o de una crisis social grave grácias a las instituciones de carácter socialdemócrata (sanidad universal, seguro público de desempleo, etc…).
Y sobre Rawls, no contradeciré tu fe… te remito el debate a Citoyen. Podría comenzar a ver que sistema económico-social permite que haya mayor nivel de libertades individuales y autonomía para ejercerla que es el fín del liberalismo clásico.
Esquirlas:
Olof Palme no ha pretendido nunca socializar los medios de producción. Y fuera de occidente me cuesta entender que se puedan comparar con la socialdemocracia nacida del pacto social de postguerra, de un fuerte corte laboralista. Para mí no es socialdemócrata, de hecho no es demócrata un tipo que ilegaliza sindicatos y televisiones por el mero hecho de que no le son favorables, u otro tipo que mantiene una dictadura bananera en Cuba, ni otro tipo que decide expropiar las empresas sin ninguna garantía jurídica, ni tampoco un tipo que pisotea las libertades individuales de forma seria.
Como puede observarse, tanto Burrhus como Esquirlas piensan muy parecido, por lo que no es de extrañar que se equivoquen parecido. El error es el mismo: partir de conceptos tan abstractos como subjetivos (en un caso libertad, en otro justicia), y tratar de imponerlos, a cualquier coste, a la realidad. El resultado es una catástrofe intelectual, claro, porque aquel cuya única herramienta mental es un martillo difícilmente podrá arreglar relojes. Decir a estas alturas que los partidos socialdemócratas son marxistas significa, como poco, estar mal informado. No lo son, parece que Esquirlas no recuerda que el SPD deja de serlo en el 59, en el congreso de Bad Godesberg, o que el PSOE abandona oficialmente el marxismo en el congreso extraordinario del 79.
Por otra parte, el fracaso del marxismo como herramienta analítica de la realidad social está tan asumido como el estatuto de pseudociencia de la praxeología y otras mancias austríacas. “Orden espontáneo” dice. ¿Por qué no energía tántrica? Explica igual de bien las cosas.
No dudo de que yo me equivoque, es más, seguramente es lo más probable, pero tampoco dudéis ni un segundo que defenderé lo que creo, aunque os parezca equivocado, siempre que no se me demuestre lo contrario, en cuyo caso yo seré el primero en rectificar. Pero, dicho esto, creo que la confusión no es mía sino de quien identifica ideología y partido político, que objetivamente no son lo mismo y mucho menos si nos referimos a los partidos de masas de las democracias occidentales, como es el caso del PSOE.
Si por algo se caracterizan los partidos del turno (PP y PSOE) es, además de por su intercambiabilidad no traumática, concepto que algún día desarrollaré para espanto de la concurrencia, por su eclecticismo ideológico que les permite ocupar un amplio abanico de sensibilidades políticas. Por ejemplo, el PSOE concentra en su seno desde marxistas clásicos, pasando por eurocomunistas, socialdemócratas, liberales progresistas, liberales conservadores y también, sí no os asustéis, demócrata-cristianos ¿Representa el PSOE, si yo tengo razón, a la socialdemocracia? La respuesta obviamente es un no rotundo.
Los partidos políticos representan ideologías, pero no necesariamente una, ni una ideología está representada necesariamente por un único partido político. Creer lo contrario es autoengañarse. Y, le pese a quien le pese, la socialdemocracia es marxista y el marxismo, llore quien llore, sigue estando no sólo vigente sino influyendo en todos los campos de saber humano, no como “la secta del armagedón del octavo amanecer entrando a mano derecha”.
Esquirlas:
Yo soy físico de formación y sociólogo de los de números por investigación, por tanto mi aproximación a las ideologías es pragmática. Analizo un proyecto político y veo su plasmación en políticas reales. ¿Donde se puede decir que el proyecto socialdemócrata se ha construido? En Europa occidental y parcialmente en algunos aspectos de las democracias anglosajonas.
Nadie duraría un instante que donde más éxito ha tenido implantando su programa la socialdemocracia es en escandinavia. Y analizando estas socialdemocracias, como hago yo, pero también el sociólog Sping-Andersen y su división de los estados del bienestar capitalistas es casi considerada canónica entre el análisis de políticas públicas, estas sociedades son capitalistas, son democracias liberales, son países donde se goza un alto nivel de libertad individual, donde el papel del estado es muy grande pero las trabas administrativas son inferiores incluso a las que se generan en el continente y donde montar empresas es más fácil. Son países donde no se socializan los medios de producción ni ese es el fin de programas de ningún movimiento político significativo. Son países con altos niveles de sindicación, bajo nivel de conflictividad social. Etc…
Basicamente son democracias LIBERALES y están muy lejos de cualquier dictadura del proletariado, estado bolivariano, estado socialista, o país no capitalista.
Y si me quedara en lo que han defendido los socialdemócratas en los últimos 70 años, y no hablo de partidos sinó de las principales corrientes de pensamiento que han influído a la hora de construir estados del bienestar fuerte, no es la socialización de los medios de producción. Incluso el “eurocomunismo” ha abandonado el marxismo revolucionario.
Olof Palme es mercado capitalista. Willy Brandt también. Y no es confundir “partido” con “socialdemocracia”, el PSOE no es socialdemócrata es socialista en su análisis de fondo y aplica políticas democratacristianas en muchos aspectos (aún defiende un mercado paternalista y dual). En las pocas cosas que es socialdemócrata es en la creación de la 4a pata del estado del bienestar o en intentar subir algunos impuestos para garantizar la financiación del estado del bienestar y algunas políticas microeconómicas concretas.
Y lo siento, pero no puedo imaginar socialdemocracia en los experimentos bolivarianos, ni en los sueños de Lenin, ni en el experimento de la II República española, ni tan sólo en Allende. Todos esos son socialistas, de pata negra, de los que a muchos molan. A mí no tanto. Y ningún analista de estados del bienestar consideraría que ninguno de ellos acercó su país a un modelo de estado del bienestar socialdemócrata.
Más allá de que en un sentido “ideológico” y menos de análisis de políticas públicas y sociológico, socialdemócrata podamos decir que sea casi cualquier cosa que haya entre Giddens y Rosa de Luxemburgo y de ahí que en socialdemocracia.org se admita una miríada de visiones diferentes, pero en mi análisis de políticas públicas basado en la literatura que hay, y en mi criterio para analizar lo que hace la socialdemocracia como proyecto político en el mundo y que no es algo que sea propiedad sólo de una serie de partidos (hoy en día hacen más por la socialdemocracia los sindicatos que los partidos) sí que tiene un sentido bastante más acotado.
Y lo que diferencia la socialdemocracia del socialismo es que la primera es un proyecto político que sólo se puede aplicar en una democracia liberal capitalista.
José R: El concepto de orden espontáneo, como tal, es moderno. Concretamente, del siglo XX (y pongo a Hayek como máximo exponente, creo que habría más). Es como si me dices que la acción comunicativa no es producto de los sociólogos clásicos… coño, si es de Habermas… y no por ello deja de ser válido. Aún así todos esos liberales clásicos respaldaban eso, si bien de modo implícito (la mano invisible de Adam Smith) o secundario. Lo que sí es una gamba como la que expones es decir que la socialdemocracia es liberalismo clásico. Disculpa, pero no. Será de John Stuart Mill, pero no “liberalismo clásico” como tal.
¿Seguro de desempleo? ¿Quitarle al trabajador parte de lo que gana para devolvérselo? Pues vaya un avance.
La lista de espera de la sanidad pública, bien, gracias.
Rawls: Tú sacas a Rawls, yo te doy con Rawls.
Demócrito: Mi concepto abstracto de libertad es muy sencillito. Libertad negativa en sentido berliniano. El problema de ese concepto es que no atiende a matices. Sí, es un martillo. Y llevarlo a la realidad será prácticamente imposible y en algunos casos hasta contraproducente, pero el concepto, desde un punto de vista intelectual está claro.
Otra cosa es que tú confundas las cuestiones conceptuales (objetivas) con lo que a cada cual le gustaría que hubiera (subjetivo), algo que quieres mezclar sabe Dios para qué.
Ahora bien. Lo que es innegable es que las herramientas de precisión utilizadas por la socialdemocracia se han tragado esta crisis con queso, cuando no la han generado y agravado. A partir de ahí, o buscas otras o no defiendes los resultados. Porque hacerlo es casi un ejercicio de fe. Al menos, podrías hablar de cosas concretas.
Te quejas del concepto de orden espontáneo, llamando pseudociencia a la praxeología. Lo único que dice el orden espontáneo es que la gente puede asociarse para hacer cosas por su cuenta y conseguir resultados positivos sin necesitar un mediador coactivo (el Estado), algo que la realidad te demuestra a cada paso. El bar donde te tomas las cerveza y escuchas por enésima vez la canción de Los Rodríguez no es un invento estatal. Los supermercados no son un invento estatal. La producción y distribución a gran escala de ropa o alimentos no son un invento estatal. Ni siquiera las normas de seguridad en los aviones es un invento estatal. Son cosas que la gente ha hecho espontáneamente y que, en el mejor de los casos, el Estado ha imitado y/o apropiado. El ejemplo más claro de orden espontáneo es la red. La praxeología es un conjunto ordenado de ideas sobre el pensamiento humano relativo a la acción (no es su objetivo, ni es en lo que se centra únicamente, pero de modo indirecto y no buscado lo hace), nada más. Pero aún diciendo que es una falacia, lo que es innegable y hasta obvio es que el ser humano piensa, tiene necesidades, planifica y actúa. Cualquier ser humano lo hace. Y puede intercambiar libremente con otro. Y lo hace. Sin ningún Estado de por medio. El concepto de orden espontáneo no necesita de la praxeología para ser explicada… el orden espontáneo está, independientemente de que se le encuentre una explicación correcta.
“¿Seguro de desempleo? ¿Quitarle al trabajador parte de lo que gana para devolvérselo? Pues vaya un avance. ”
Más avance del que piensas, por eso la gente que está en el paro ahora está percibiendo más que lo que ha aportado. Eso se llama socializar el riesgo. Te puede gustar o no, pero que hoy no estén quemando coches en la calle tiene un fundamento muy básico en estas instituciones.
“La lista de espera de la sanidad pública, bien, gracias.”
Más efectiva que la sanidad privada que es más cara y tiene mayores costes privados y públicos, más efectiva que la no-sanidad que no tienen una parte importante de los ciudadanos. Pero claro, en el tema sanitario yo a tí te conozco dos discursos.
“es que la gente puede asociarse para hacer cosas por su cuenta y conseguir resultados positivos sin necesitar un mediador coactivo (el Estado)”
Hasta las hormigas funcionan con orden espontáneo. Y los sistemas emergentes me provocan una pasión personal que tengo. Sí, yo no lo niego, soy físico, coño…
Ahora bien, el orden espontáneo por sí solo sin instituciones genera mercados ineficientes, sólo entre algunos de sus pequeños problemas.
José, me parece, con todos los respetos, una boutade calificar de “experimento” a la II República española, que fue un régimen democrático, el único, entre dos dictaduras (la del General don Miguel Primo de Rivera, padre del muy ilustre don José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española; y la del General Franco, otro hijo de puta de similar calaña a los anteriores), por cuya defensa vertieron sangre y dieron su vida muchos militantes socialistas, pero de verdad, no esta panda de neoliberales disfrazados. Un poco de respeto, por favor.
Te parezca bien, o te parezca mal, la socialdemocracia es marxista, siempre lo ha sido, porque sus orígenes y su razón de ser; desde Marx, Lenin, Rosa Luxemburgo, Jaurés, etcétera. La socialdemocracia, como ideología, siempre ha planteado la superación del modo de producción capitalista, pero no mediante la revolución, que es lo que nos diferencia del comunismo (revolucionario per se), sino a través de la participación política en el contexto. Que aceptemos la democracia liberal y el capitalismo de libre mercado, como paso previo, no quiere decir que seamos capitalistas ni liberales, ni que nuestro objetivo sea el estado del bienestar, al menos no para quienes seguimos siendo socialdemócratas y no liberales.
Esquirlas:
Si para tí el principal representante de la socialdemocracia es Rosa de Luxemburgo que no pudo aplicar ninguna política me parece muy respetuoso. Pero la socialdemocracia si en algún lugar ha aplicado su programa es en las democracias liberales occidentales y en especial en las democracias liberales capitalistas nórdicas.
A partir de ahí, no han impulsado ningún cambio ni transformación que no fuera orientado a disciplinar el capitalismo, a reequilibrar las desigualdades sociales, etc… No he visto una sóla política socialdemócrata que incluya la superación del capitalismo. Ni una aplicada, ni plasmada en un programa.
Y por tanto, hablar de “ideologías” en el limbo de lo soñable para mí no es práctico. Puedo hablar de liberalismo porqué hay economías y sociedades liberales, puedo hablar de socialismo porqué hay economías y sociedades que han sido o intentan ser socialistas, y puedo hablar de socialdemocracia porqué hay economías y sociedades que han aplicado el programa de máximos de la socialdemocracia. Y comparar sus funcionamientos.
Y la verdad, la socialdemocracia como superación del capitalismo no se ha aplicado nunca ni se ha planteado como tal. Y para mí eso es socialismo (y no del democrático precisamente), ya que los que “pretenden superar el capitalismo” son personajes como Hugo Chávez, ni Lula, ni Bachelet en su momento, ni Palme, ni Willy Brandt, ni ninguno de los pensadores de la socialdemocracia de la segunda mitad del siglo XX en adelante ha planteado la superación del capitalismo.
José:
“Más avance del que piensas, por eso la gente que está en el paro ahora está percibiendo más que lo que ha aportado. Eso se llama socializar el riesgo.”
Lo que se está haciendo no es eso. Lo que se está haciendo es prorrogar ese seguro. Es decir, que se está quitando dinero de un sitio para dárselo a otro. Por ejemplo, quitas dinero de las empresas para dárselo a los parados.
“Te puede gustar o no, pero que hoy no estén quemando coches en la calle tiene un fundamento muy básico en estas instituciones.”
El argumento no tiene sentido. Si lo pierdes todo y te quedan pocos recursos, compras comida y agua, no gasolina. La violencia es explicada por otras razones. Unos sindicatos que dicen “ahora hay violencia, ahora no”. En Grecia, por ejemplo, toca violencia. Una consecuencia más de la malvada realidad. En Argentina, depende del sindicato al que compres. Aún así, perderlo todo no significa convertirte en un vándalo.
“Más efectiva que la sanidad privada que es más cara y tiene mayores costes privados y públicos, más efectiva que la no-sanidad que no tienen una parte importante de los ciudadanos. Pero claro, en el tema sanitario yo a tí te conozco dos discursos.”
Soy así. Yo me conformo con Suiza. Por cierto, que puedes ahorrarte lo de “parte importante de los ciudadanos”. En EEUU, quien no la quiere no la tiene, y si no tienes los medios, el Estado te cubre.
“Ahora bien, el orden espontáneo por sí solo sin instituciones genera mercados ineficientes, sólo entre algunos de sus pequeños problemas.”
No es una cuestión de instituciones, algo que jamás ha discutido nadie. Es una cuestión de coacción. Es una cuestión de monopolio/oligolopolio controlado bajo la dirección del Estado o libertad de elegir. No estamos hablando ya de justicia o policía… estamos hablando de la SEC, estamos hablando de la FED, estamos hablando de la CNMV o de las cajas de ahorro en España, de Freddie y Fannie, de Grecia o de Argentina, que han fallado miserablemente. Y a los que tenemos que mantener independientemente de lo que hagan, sin que tengan que asumir ninguna responsabilidad por sus actos. Eso, con una empresa, es inaceptable (salvo que el Estado vaya a salvarles el trasero). Comprendo que el Estado tenga que mantener unos servicios mínimos, pero si fracasa, no puede seguir obligándonos a mantenerlos bajo un chantaje de “o haces esto o vas a la cárcel”. Llega un punto en el que prefieres arriesgarte a ir a la cárcel.
Burrhus:
Entiendo que no te mole lo de socializar riesgos entre todos. Cosa tuya, por suerte para los enfermos de cancer en este país no se quedan arruinados para tener tratamientos.
Además, estás entrando fuera del tópico del post, que no es que “el liberalismo chana y la socialdemocracia no”, sino si la socialdemocracia es capitalista o no, y si la socialdemocracia es heredera del liberalismo o no.
El sistema de patentes que impide que se multipli
Como la wikipedia es un pozo sin fin de artículos, he encontrado uno que dice, mejor que yo lo que quiero decir, así que te pongo el enlace (http://es.wikipedia.org/wiki/Socialdemocracia).
Coincido contigo en tu apreciación de que ningún partido socialdemócrata (o que se dice socialdemócrata, cosa que es discutible) ha planteado la superación del modo de producción capitalista, que yo recuerde, al menos tras la IIGM – probablemente antes, el SPD o el Partido Socialdemócrata Ruso, sí que lo plantearon. Pero esto no quiere decir que “la socialdemocracia” no lo haya planteado, porque, insisto, a fuer de parecer pesado – igual ya es tarde para eso -, que una cosa es el PSOE y otra la socialdemocracia.
Jolines, ha salido mal. Continúo:
El sistema de patentes que impide que se multipliquen los tratamientos como los panes y los peces, bien, gracias. Público, por cierto. Qué maravillosa es la escasez.
El sistema de formación de médicos, en España, también. Otro gran éxito logrado por el Estado.
¿Cómo se controla el precio alto provocado por la escasez? Nacionalizándolo. Me pregunto si el Estado sabe hacer las cosas de otra manera.
Volviendo al fondo de la cuestión. ¿Es el liberalismo padre de la socialdemocracia? Como corriente del pensamiento, nos remotaríamos a Bentham y Mill, de modo que supongo que sí. Pero tampoco es algo de lo que presumir. Lenin se hacía llamar socialdemócrata, y así acabo el asunto. Supongo que las corrientes de pensamiento evolucionan, hasta el punto en que se forman posturas irreconciliables. En el caso de la socialdemocracia, el problema es que defiende todo… en función de lo que haya. El resultado es que el Estado se ha convertido en el principal protagonista de la vida de la gente, en lugar de la propia gente.
¿Pero que me importa a mí el puñetero PSOE?
Te estoy hablando de socialdemocracia nórdica, ¿tienes otra en la que comparar el programa de máximos de la socialdemocracia? No, ya está… La SOCIALDEMOCRACIA es SUECIA finales del XX, no Rusia del segundo cuarto del XX, ni Bolivia de inicios del XXI. No es PSOE, PP, SPD, ni ningún partido. Es un sistema socioeconómico que es capitalista allí donde ha aplicado sus programas de máximos.
Cuando hablamos de los tipos de economías del bienestar y se hablan de economías liberales-angolsajonas, corporativas-continentales, familiaristas-mediterraneas y socialdemócratas-nórdicas a todo analista de las políticas públicas (que es como se construyen las instituciones que terminan afectando la sociedad y la economía no con manuales y consignas), quedan claras las que son. Nadie habla de partidos concretos ni de gobiernos concretos.
“El sistema de patentes que impide que se multipliquen los tratamientos como los panes y los peces, bien, gracias. Público, por cierto. Qué maravillosa es la escasez”
Esto… ¿no era la defensa de la propiedad privada y la protección de la inversión de los que investigan la que fundamentan las patentes y los derechos de autor?
“Lenin se hacía llamar socialdemócrata, y así acabo el asunto”
Lenin se podría llamar “loquesea”demócrata pero no lo era. Su sistema tenía el mismo nivel de democracia interna que el Tercer Reich. En esto Rosa de Luxemburgo fué mucho más honesta y abandonó “el movimiento”.
¿Desde cuándo los liberales defendemos a la SGAE?
Sobre Lenin, tienes razón. Sólo recalcaba la evolución de las ideologías y los conceptos a lo largo del tiempo. Otro que hizo lo que le dio la gana con el concepto fue un tal Jesús Gil, personaje que consiguió que Marbella fuese la ciudad más endeudada (y corrupta) de España.
José. No creo que sea afortunado despachar a Lenin de esa manera, asegurando que “él podrá llamarse ‘lo que sea’ demócrata pero no lo era” No lo era ¿Por qué? La democracia no tiene una definición monólitica en virtud de la cual o es liberal o no es; la democracia es, o creo que es, la soberanía ciudadana. Y tan demócrata es un liberal como un marxista, aunque no defiendan el mismo concepto de democracia; de la misma manera que en ambos casos se defenderá la libertad, la igualdad y la justicia, pero partiendo de definiciones radicalmente opuestas.
A ver, la socialdemocracia no es sueca, ni holandesa, ni de Benimodo, sino una construcción ideológica (Marx, Lenin, Trotsky, Lassalle, Jaurés….), me niego a circunscribirla territorialmente, cuyo origen yo lo sitúo en el primer tercio del siglo pasado, que insisto es una ideología superadora del capitalismo. Otra cosa es lo que, tras la IIGM (el PSOE, puñetero o no, desde Suresnes en 1974), hicieron la mayoría de los partidos políticos que decían ser “socialdemócratas”, o sea, renunciar al marxismo (es la misma salvajada que si el PP renunciase al liberalismo, en mi opinión), con lo que en mi opinión dejaron de representar a la socialdemocracia para constituirse en partidos políticos de masas modernos, capaces de aglutinar en su seno diferentes tendencias ideológicas y sensibilidades políticas y por lo tanto ideológicamente eclécticos, salvo prueba en contrario.
Pero, sigo insistiendo en que me parece de muy mala educación lo que has dicho de la II República española. Impropio de tí.
Por cierto, añado artículo interesante sobre Venezuela y el orangután que eligieron allí para que gobernase, porque todo no es blanco o negro, a veces es rojo aunque no lo parezca. (http://espspv.blogspot.com/2010/03/sobre-venezuela.html)
“¿Desde cuándo los liberales defendemos a la SGAE?”
¿Quien habla de SGAE? Los derechos de autor y las patentes son anteriores al marxismo o a la socialdemocracia. Antes de que hubiera un sólo gobierno de centroizquierda democrático ya había oficinas de patentes.
Lo que es liberal es la defensa de la propiedad privada, sea intelectual o física.
“Y tan demócrata es un liberal como un marxista, aunque no defiendan el mismo concepto de democracia”
Alguien que defiende la dictadura del proletariado no es demócrata. Alguien que para implantar su programa de máximos viola los derechos fundamentales de los individuos no defiende la libertad. A partir de ahí cuesta mucho discutir las cosas. Lenin sería muchas cosas, demócrata no.
“A ver, la socialdemocracia no es sueca, ni holandesa, ni de Benimodo, sino una construcción ideológica (Marx, Lenin, Trotsky, Lassalle, Jaurés….), me niego a circunscribirla territorialmente, cuyo origen yo lo sitúo en el primer tercio del siglo pasado, que insisto es una ideología superadora del capitalismo”
Esquirlas:
La socialdemocracia es un construcción ideológica por un lado, como lo puede ser el anarquismo, o ya que estamos el anarcoliberalismo, pero si queremos pasar de los escenarios puramente de experimentos mentales, y hablamos de políticas públicas y su plasmación a la realidad es un modelo de estado del bienestar y la socialdemocracia de inicios de siglo XX no es la misma socialdemocracia que se ha construido posteriormente a la IIWW. Lo quieras entender o no, que tenga la misma etiqueta no define la misma ideología o política.
En este caso caes en el mismo fallo lógico que caen los neoliberales al decir que Hitler era socialista por tener lo de Socialist en las siglas del partido nazi.
La socialdemocracia, tal y como la entendemos hoy, desde el punto de vista que sus principales fuentes son personajes como Palme o Willy Brandt si en algo se remontan es en el new deal norteamericano, en el laborismo británico de entre guerras, en el pacto social y sindical alemán y nórdico.
Y a la hora de hacer análisis de políticas públicas no puedes decir que lo que más se parece a la política de máximos socialdemócrata está en Suecia. No en Bolivia.
En los actuales pensadores de la socialdemocracia, Paul Krugman, Robert Solow, Joseph Stiglitz, Amartya Sen, Claus Offe, Norberto Bobbio, no hay ni uno que abogue por la superación del capitalismo. Por no haberlo no lo hay ni en supuestos posicionamientos más a la izquierda como el de Bourdieu o Chomsky.
José, por eso mismo he tratado de señalar que una cosa es la política que llevan a cabo los partidos políticos que se dicen socialdemócratas y otra cosa es el pensamiento político de quienes nos consideramos socialdemócratas. Y por eso mismo, veo mi carné del PSOE y me entran ganas de llorar.
Esquirlas:
Es que tú hablas de la socialdemocracia de Lenin que es la misma socialdemocracia sólo nominalmente que la que se analiza en políticas públicas y la que se entiende como socialdemocracia contemporánea.
Para mí eso es socialismo no revolucionario, no socialdemocracia. Para tí lo que yo llamo socialdemocracia es social-liberalismo o socialcapitalismo.
Lo que sí que juega a mi favor es que la socialdemocracia si algo ha sido en algún lugar del mundo real es la segunda, no la primera, y por tanto a la hora de comparar políticas simplemente la segunda es algo que existe.
“Lo que es liberal es la defensa de la propiedad privada, sea intelectual o física.”
A eso se le llama prejuicio. Lo cierto es que los autores liberales no se ponen de acuerdo sobre la propiedad intelectual, aunque la linea general es que no. Yo, por poner un ejemplo, no lo sea, aunque entiendo que la propiedad en esas áreas fomenta la creatividad. Hay otros que sí. Defienden que sin esos incentivos, no existiría cura para el cáncer… ni excusa con la que masacrar nuestros bolsillos.
Burrhus:
Lo que es evidente es que la propiedad intelectual o el tema de las patentes no es un concepto que le puedas dar la autoría intelectual a la socialdemocracia.
No es una cuestión de autoría intelectual. Es una cuestión de aplicación en la realidad. ¿Qué hay? Socialdemocracia. ¿Quién lo aplica? La socialdemocracia. Capitalsmo y Estado… menuda combinación.
Burrhus:
No seas demagógico!!! sabes que no todo estado del bienestar es socialdemócrata ni que todo estado + capitalismo es socialdemocracia.
Os pongo dos enlaces a dos posts (uno de egócrata y otro de citoyen) sobre el discurso de la izquierda de no hace mucho que me han venido a la cabeza mientras leia este:
Política, izquierda y narrativas
Renovando el discurso de Izquierdas: narrativas de sostenibilidad
Me venian a la cabeza por que tratan de que el discurso de la izquierda está agotado, tipo “Han logrado todo cuanto querían (o casi), no tienen nada para prometer ahora”. Algo así.