No quiero entrar en un análisis de como han comenzado los juicios políticos a los dirigentes del independentismo. No quiero caer en la desazón en la que la represión nos quiere hacer caer. No voy a hacer una loa de los discursos de los abogados de la defensa ni en la indignidad de como han tratado a los presos políticos durante todos estos meses.

Quiero aprovechar el regalo que nos ha hecho Jordi Cuixart, no solo hoy, sino durante todos este tiempo. El de mantener esa sonrisa franca, de oreja a oreja, a pesar de estar en prisión. A pesar de sufrir, a pesar de estar lejos de los suyos. Sus escritos han destilado optimismo, fuerza y sobretodo es el dirigente que ha sabido ver más allá.

Es suya la idea que “ensanchar la base” es un concepto que no nos hace sumar. Que para conseguir una hegemonía social hemos de compartir agendas políticas, construir complicidades e identidades políticas compartidas. Es el Omnium de Jordi Cuixart el que ideó “Lluites compartides” y es Jordi Cuixart el dirigente independentista que tiene una idea muy clara de como ha de actuar el independentismo social.

Hoy nos ha regalado varias de sus sonrisas de oreja a oreja. Una muestra no de quien ignora el sufrimiento y la represión, sino quien lo mira con la clara sensación de estar haciendo exáctamente aquello más justo. Jordi no solo ha sido generoso asumiendo los riesgos, como el resto de presos políticos, sino que lo es compartiendo con nosotros la alegría de su lucha.

Y con la sonrisa de Jordi Cuixart hemos de trabajar en la línea que nos indica. Compartir, construir una identidad política compartida, conseguir la hegemonía social. Porqué es a traves de ella que conseguiremos la República y la libertad de nuestros presos políticos.