Que Catalunya necesita tener políticas económicas propias es un clamor. Los sindicatos llevan décadas intentando indexar convenios al IPC catalán y no al español, al igual que buscar un marco de relaciones laborales propios.

Que hay dos Españas en ritmo de crecimiento, creación de empleo, exportaciones, industrialización, etc.. es algo más que evidente. Y cada mes la inflación nos lo recuerda.

En España la inflación interanual ha caído casi 1 punto porcentual, en Catalunya es la mitad. Medio punto. Pero si lo observamos por regiones, la cosa queda más definida.

Las dos regiones más industrializadas (Euskadi y Catalunya) están mostrando que la economía se enfría menos, su crecimiento en exportaciones, su crecimiento en actividad en general hace que su economía se recaliente más que la del resto de España. Ses Illes tiene un efecto fuerte debido al tirón turístico (donde también Catalunya está dando muy buenos resultados).

Lo que está claro y que se repite cada vez que se publica un indicador macroeconómico es que hay dos Españas. Los dos focos (Euskadi y Catalunya) de la “segunda España” tienen intereses macroeconómicos distintos a los de la “primera España” la que es mayoritaria. Eso se nota en la priorización de infraestructuras como el corredor mediterráneo respecto a infraestructuras como el AVE. Sin el eje mediterráneo, por ejemplo, se encarecen las exportaciones de productos industriales se encarece (y explica parte de ese diferencial de inflación de Catalunya versus el estado español).