Estoy temporalmente en paro, parte del acuerdo de ERE donde la plantilla de mi centro de trabajo hemos evitado despidos haciendo que cada cierto tiempo entremos cada uno en situación de desempleo. Algo de lo que he hablado más de una vez y que ha permitido salvar puestos de trabajo (y forma parte de la devaluación salarial indirecta).
Como buen parado me he estado formando, básicamente en MOOCs (algunos de gran calidad) y que comencé antes de iniciar mi período de desempleo, pero también he buscado formación (gratuita) presencial. De ahí descubrí que los CIFO (centros técnicos de formación de muy alta calidad) están sin presupuesto porqué el gobierno del estado ha decidido paralizar esa partida a la Generalitat (y mientras todos preocupados por las becas Erasmus), pero descubrí que algún otro centro público dirigido por una administración aún daba cursos de formato más pequeño.
Como la parte técnica que más me interesaba ya la estaba cubriendo decidí apuntarme a un curso de esta entidad pública dirigida por una administración. Hasta mi actual conocimiento de esta entidad el trabajo que hacían era excelente y todo lo que me habían comentado era experiencias positivas, así que por ese motivo y por no hacer un ataque a la marca a un centro de formación que hace un excelente trabajo por un curso, prefiero guardar en el anonimato toda la información.
El curso al que me apunté era la de elaboración del currículum por competencias. Me lo habían recomendado encarecidamente por activa y por pasiva, además, necesito ayuda para aprender a identificar mejor en lo que soy bueno y en lo que no, recursos cognitivos que me permitan no profundizar “en todo” que es lo que “me pide el cuerpo” pero luego no terminas llegando a la excelencia en casi nada.
Asisto al curso alegremente, como todo desempleado que hace su primer curso de orientación, y me saluda una persona que publica su currículum en pantalla. Primer “zas” en toda la boca… psicólogo industrial (bien, quien sinó para ayudarte a encontrar tus competencias en las que triunfas), pero luego una retahila de líneas que chirrían… Experto en psicología gestáltica, las teorías de Jodorosky, Maturana y no se cuantos tipos postmodernos a los que cualquier psicólogo cognitivista consideraría unos meros farsantes. Además como colofón, “según el colegio de psicólogos [no dice cuál] uno de los psicólogos más relevantes del siglo XX por sus aportaciones al conocimiento humano”.
Parecía el amigo “gestor público” en versión Power Point. No he visto afirmación más arrogante en una presentación en la vida, como si fuese el Sheldon Cooper de la psicología, ni más ni menos..
A todo esto, como uno tiene amigos en todos lados y ha tenido su etapa postmoderna, pensé, bueno… los currículums son los currículums, no dicen nada más que lo que esa persona quiere expresar sobre sí misma, no quiere decir que nos vaya a hablar de chakras, energías, o cosas de esas… Seguro que es competente para explicarnos como identificar las competencias en las que destacamos y las que tenemos más pez…
La cosa evoluciona y no hablamos de competencias, ya avisa que no es una clase técnica y que quien quiera marche. Bueno.. no todo ha de ser “técnica” si ayuda a plantearnos nuestra forma de analizarnos competencialmente ya va bien. Muchas veces la formación que transmite actitudes es más útil que la metodológica.. perfecto, me quedo.
Después de sendas presentaciones, comienza una serie de explicaciones… muy dentro del paradigma gestáltico y en parte cognitivista de cómo afrontamos el cambio, la resistencia al cambio, y algo llamado “cambio de paradigma postmoderno”. No quise interrumpir, ya que ese paradigma está también superado, pero el tema no iba de Braudillard o Derrida, sino del postmodernismo magufo. La consabida “lateralización” de la mente, que la ciencia no es empírica pero el espiritualismo sí (… aha… se lo estás contando a un físico experimental, pero vamos…, no pienso interrumpir tu clase por un mero comentario magufo), que tenemos que abrir nuestra mente, etc…
Bien, hay cosas que los psicólogos comparten, tenemos resistencia a los cambios, el ego se interpone entre nosotros y la interpretación de la realidad (aunque digo yo… el ego y “yo” somos la misma cosa, el yo consciente y nuestra interpretación de lo que somos y la autoimagen, aunque la podemos cambiar, es lo que somos en ese momento, pero no me voy a poner filosófico ahora). Una experiencia que tiene un servidor de patear montañas es que ante la realidad física uno ha de abandonar los planes cuando la realidad aparece de forma dura. Cierto es que los recursos psíquicos que están preparados para reaccionar en un entorno más físico, donde los problemas y peligros son más evidentes y el cuerpo nos ayuda a identificarlos adecuadamente para reaccionar para maximizar nuestra supervivencia, fallan reiteradamente cuando se trata de confrontar problemas complejos que son sociales, con mensajes nada evidentes y donde el cuerpo nos envía señales contradictorias y nuestros recursos “automáticos” nos ponen en situación que no nos ayuda (por ejemplo, el estress prolongado que produce sobredosis de cortisol no es útil para la mayor parte de problemas de la vida urbana moderna, en cambio te permite salir de una situación de riesgo físico prolongado).
Es bueno que nos alerten de ello, ya sea desde el paradigma gestáltico o desde el conductismo puro y duro. Pero hasta ahí.. Yo quiero aprender a identificar competencias, sí para ello tengo que afrontar el cambio y todo eso, pero no necesito una clase de filosofía de chichinabo, ya hice un Máster en la UOC donde la postmodernidad formaba parte del cuerpo de estudio. Y si acaso, en este momento de mi vida llevo acumulado la mayor cambios de ideas de toda mi historia vital, así que no es ese mi problema.
Pero la cosa no se queda ahí, comenzamos terapia… bueno, algo parecido. Comenzamos cada uno a hacer un relato de si estamos en una situación de ansiedad o depresión/apatía, o si realmente estamos “en estado de flujo” (como si fuera un estado que se pudiera sostener indefinidamente, algo que biológicamente es imposible).
En este relato de nuestras penas emocionales el psicólogo gestáltico se atreve con sólo un comentario de 3 minutos a indicarnos donde está nuestra patología y bloqueos. Su análisis me hizo reaccionar por varios motivos.
Yo iba a un curso para ayudar a encontrar la mejor manera de identificar mis puntos fuertes, mis competencias y a como elaborar un currículum de competencias, no a que me hicieran una terapia de chichinabo (será el mejor psicólogo gestáltico del mundo según el colegio de psicólogos de Cuenca, pero en 3 minutos vas a saber poco de mí), y menos aún que me la haga un psicólogo al que no le he concedido la confianza para hacerlo. Esto último me parece importante, yo le concedo a un amigo la confianza para que me dé consejos personales o si necesito ir a un terapeuta (que seguro que sí, que tarado estoy un rato) elijo este y que tipo de terapia quiero recibir, y aseguro que no buscaría un terapeuta gestáltico sino un cognitivista o un conductista.
Como parecía el club de alcohólicos neuróticos anónimos, yo le conté mi película. Que había cosas que me generan una profunda ansiedad, pero otras me generan una completa apatía, que en otras estaba en estado de flujo y que las que me generan más ansiedad son las relacionadas con los miedos más físicos. Me produce verdadera ansiedad una ascensión donde no lo veo claro que el mayor de mis problemas de la vida social y personal. Pero que sobretodo estaba bastante agotado, algo que compartimos mucha gente que estamos en temas políticos, sociales, sociopolíticos, etc… un agotamiento que, por cierto, es orgánico: la sobreexposición a situaciones de estress y a contínuas salidas de la zona de confort lleva a producir hormonas de esteroides, en especial el cortisol que a largo plazo te deja derrotado.
Pues nada, mi problema es que nunca entro en estado de flujo y que me aferro a mis “creencias”, que tengo que transformar las “creencias” en “ideas”. Me entraron ganas de decirle que él creía que el agua destilada curaba enfermedades, o que creía en chakras como le había comentado a uno de los compañeros del curso, y que eso sí que no eran “ideas”, sino verdaderas creencias tan sólidas como creer en dragones. Pero lo curioso es que el psicólogo en 3 minutos no puede saber si realmente había afrontado situaciones de “cambio de mente” y de desapego a ideas. Supongo que el desplazamiento ideológico que he vivido estos últimos 3 años no debe significar nada, o mi actual combate a la dirección política de la propia organización en la que milito, o mi visión crítica con respeto a algunos temas que considera “la izquierda” clásica y entre la que me siento identificado, no es nada. No conozco gente que haga tantos desplazamientos ideológicos, profundos y cimentados.
Me atreví a comentarle que si algo sabía mejor que ella era de estados de flujo, que en más de una ocasión y en más de dos, estar en estado de flujo había dependido mi vida. Que si no entrar en estados de flujo no hubiera podido progresar por tramos complicados y expuestos, o afrontar situaciones de riesgo real, que seguramente la hubiera palmado hace 5 años en una tormenta de nieve.
Y el problema no es que yo sea alguien especial, en esa sala había gente especial con experiencias vitales complejas y que no merecen una terapia de chichinabo de 3 minutos, ni de un psicólogo gestáltico ni de nadie.
Era curiosa las recomendaciones que se atrevía a dar. A una persona que se sentía angustiada porqué llevaba mucho tiempo desempleada que todo eso estaba en su mente, que el problema era interior y que un cambio actitudinal solucionaría el problema. Me recuerda mucho a ese falso coaching donde te dicen que si estás en desempleo es que no sabes reorientar tu perfil profesional y que hay miles de oportunidades ahí fuera que no sabes aprovechar. Entiendo que un psicólogo te pueda ayudar a sobrellevar mejor lo que te provoca ansiedad, pero es normal que esa persona tenga ansiedad por no encontrar curro, el no tener ingresos es una amenaza a tu supervivencia material y mueve recursos psíquicos nacidos para poder luchar. No le cargue encima con la culpabilidad de que “se está angustiando porqué él quiere y tiene no se que temas que trabajar”. Se angustia porqué siente una amenaza real y vital, y eso usted ni toda la gestalt se lo va a cambiar, para la mayoría de personas tener un curro es igual a tener ingresos e igual a comer y poder hacer un proyecto personal. Ayúdele a que esa angustia no le bloquee o a superarla pero no le deje caer que la angustia que siente es algo que él mismo se genera por su “lateralidad y sus expectativas en la vida”.
A mí me recomendó un libro “abriendo consciencias” o algo así y que conociera a personas que pensaran distinto que yo… (… he sido 8 años conseller de distrito y si algo he conocido son personas que piensan distinto que yo, y sin moverme mucho en mi mismo partido político hay gente que piensa distinto que yo con la que hablo, y en twitter, y en la blogosfera, y en mi entorno personal y profesional, y…. ah… claro que en 3 minutos no le puedo contar toda mi vida ni usted adivinarla). Cojonudo, yo lo que quiero es aprender a identificar mis competencias, y usted me acaba de patologizar como alguien incapaz de adaptarse al cambio, escuchar otras formas de entender el mundo ni cambiar su forma de pensar.
De todo esto, ¿porqué me llega a provocar tanto?. Un psicólogo gestáltico dirá que mi ego se ha visto atacado en su autoimagen y bla.. bla… Sí, cierto, mi ego se ha visto atacado por alguien que sin conocerme se pone a juzgarme con todo descaro desde una posición de abuso de confianza que le he concedido como formador al que le explico algo a lo que me pregunta. Pero llevo 20 años en política y trabajo en un sindicato cuyas siglas hoy las están tirando por tierra, mi ego recibe ataques más duros a diario. Mi ego, y mis cojones al viento, se han visto atacados por alguien que con una información muy limitada y con la soberbia de ser uno de los psicólogos más importantes del siglo XX (Colegio de psicólogos de Barbate dixit) se atreve a analizarme sin conocer mi trayectoria o lo que realmente me motiva. Que te hagan terapia por la cara y sin previo aviso es algo que molesta, y lo comparto porqué son recursos públicos utilizados para formar a parados a reorientar su perfil profesional que se destinan a terapia de tres al cuarto.
Seguramente mis compañeros de curso algunos estarán encantados, la mayoría está mal por la situación de desempleo o la ansiedad por adaptarse a una situación del mercado laboral que es nueva, y que alguien venga y les diga que eso se soluciona “desde dentro” y les refuerce la percepción que tienen de “fin de ciclo” y “fin del capitalismo” (algo que, por cierto, se decía ya en los años 60, el postmodernismo, si algo és, es poco moderno), y que el sistema apesta (el mismo sistema que os ha mantenido vivos hasta ahora, por cierto, en las sociedades preindustriales el 90% de los presentes en el aula seríamos cadáveres), pues cojonudo. A todos nos gusta que nos den la razón (a mí más que nadie). Además a alguien que está en una situación de ansiedad o de miedo al cambio que te lancen el anzuelo de que “trabajando tu yo interior las cosas mejorarán” es algo siempre agradable. Lo de fuera no lo puedo controlar, por tanto paso a basarme en lo interno que es lo único que puedo adaptar. Todo muy “realista” y “empirista”, claro. Sobretodo a gente cuyo principal motivo de ansiedad, miedo, etc.. es que necesitan adaptarse a un mercado laboral real, que existe y que no contrata a casi nadie.
El problema no radica en que se expliquen paradigmas holísticos, estoy convencido que un reenfoque de tus competencias desde escuelas psicológicas “holísticas” puede ser útil, el problema es que nos vinieron a hacer terapia disfrazada de coaching de baratillo. Dieron SOMA gestáltico para personas con problemas neuróticos y angustiadas por la situación laboral.
Pues nada, en lugar de cursos con cara y ojos, sigamos dando SOMA a los parados, patologicémolos, hagámosles creer que “el cambio interior” sin concordancia con la situación externa les llevará a solventar un problema de ansiedad inventado y autoinducido, en lugar de ayudarles a reorientar su carrera profesional hacia aquellas competencias donde se sienten más cómodos y donde puedan desarrollarse mejor. Cuando pasen 6 meses más en desempleo después de haber solventado su problema de ansiedad descubrirán que su cuerpo y sus reacciones biológicas le volverán a alertar que están en situación de riesgo (no hay terapia que evite que tu cuerpo y tu mente reaccione así cuando se siente una amenaza, ni los soldados más experimentados, ni los alpinistas más avezados dejan de sentir aversión y ansiedad) y volverán a caer en ese estado, y seguirán con ansiedad, y sin curro.
A los parados, como no van a encontrar curro, démoles SOMA magufo. Habiendo además coachers de calidad en este mundo.
Interesante, difundido.
Lo peor de todo esto que comentas no es que dijera mogollón de gilipolleces, sino que no cumpliese la función para la que se le ha contratado con dinero público. Aunque hubiese dado una conferencia del copón sobre la bipartición de la babosa peduncular nigeriana de nivel Cambridge si te han pagado para hablar de CVs competenciales, deberías hablar de eso.
Aparte, la mierda coach/autoayuda para los parados es insultante. Llevo en paro tanto tiempo que me da vergüenza seguirlo y durante un tiempo (ya no sabía qué probar) seguí en Tw a Infojobs y otras cuatro o cinco grandes portales de empleo y me di cuenta de que, el 99% de los post que publicaban en sus blogs eran esta misma mierda que comentas. Autoayuda: cómo tomarte la vida de otra manera, cambiar de perspectiva, etc. y ni una palabra sobre cómo coño encontrar empleo (y lo que es peor, cómo encontrar empleo en sus putos portales ya que aún no conocí a nadie que lo lograra). Y no digo que te tengan que explicar cómo ser contratado mañana pero no sé, al menos que ofrezcan cursos de verdad. Por ejemplo hace poco hice un mooc en la UGR sobre (supuestamente) gestión de marca digital y al final sólo se habló de cómo Twitter ha cambiado la sociedad, que si turismobisbal, que si los medios ya no son lo que eran, que si la conversación lo ha cambiado todo, vídeos virales de YouTube, enlaces al blog de Enrique Dans, en fin lo mismo de siempre (y nada pero nada de cómo gestionar la marca de una empresa en la red y conseguir más presencia o ventas) y las personas que lo llevaban, aunque a ti te salga gratis, cobrando del dinero público. Vamos, que lo peor es que en vez de echarte un cable porque estás jodido encima se ríen de ti, pobrecillo parado vamos a venderle una moto, resumiendo.
Perdona por soltarte aquí la parrafada pero no sé, me he sentido identificado con lo que cuentas y me ha dado el berrinche.