Política

Mala práctica sindical de la CGT en los autobuses de Barcelona

Ya había sufrido un ataque troll de la CGT por denunciar la actitud violenta de algunos huelguistas en el conflicto entre trabajadores de Transports de Barcelona y la dirección de la empresa por la negociación de un nuevo convenio que pudiera contemplar los dos dias de descanso semanales.

lanzallamas

La mala práctica ya comenzó hace un año

La mala práctica sindical de algunos de los huelguistas miembros de la CGT y ACTUB es algo que comenté en su momento. Y una vez superado el momento más crítico del conflicto pensaba que el souflé bajaría, que se podría negociar tranquilamente y que los ciudadanos no nos veríamos otra vez, puestos y utilizados como escudos de algunos huelguistas de la CGT que creen que el servicio está pensado para ellos y no para el ciudadano.

Pero veo que no es así, CGT en su práctica habitual de confundir sindicalismo con política, decide volver a montar sarao a las puertas de unas elecciones (es curioso cómo la CGT agita a los trabajadores justo cuando hay elecciones y vuelve a sentarse cuando pasa el período sindical), esta vez las europeas.

Lo que reivindica la CGT no entraré. Cualquier demanda sindical razonable siempre es merecedora de atenderse en la negociación colectiva, aunque algunas, más que utópicas son propuestas pensadas para que jamás se pueda negociar de lo extremadas que son. Pero en esto me aparto, siempre me parecerá más razonable la actitud de la UGT o CCOO en este conflicto que lo que puedan decir unos sindicalistas de la CGT cuya honestidad política (la personal no puedo juzgarla) deja mucho que desear.

Entre las malas prácticas sindicales, están las que ya cité: amenazas a compañeros, persecución a sindicalistas de otras organizaciones, rebentar autobuses que hacen servicios mínimos, agredir a dirigentes de CCOO, atacar la sede de la UGT de Catalunya, golpear a militantes de base del PSC, etc.

Manipulación, omisión de datos y la utilización de los usuarios para sus propósitos privados

Ahora estas malas prácticas a pesar de que no son tan notoriamente violentas como las anteriores, vuelven a aplicarse y de forma sutil. La primera es faltar a la verdad en sus dossieres. Informan que el nuevo plan de autobuses recorta 50 buses y por tanto servicio. Es cierto a medias, se retiran 50 autobuses del servicio pero no informan que aumentan en 100 nuevos, y que el recorte de algunas líneas se compensa con creces con el incremento de otras o la aparición de nuevas líneas de bus.

Por otro lado, eso no dejaría de ser pecata minuta y que forma parte de la guerra informativa entre la CGT y la empresa, si no fuera que su táctica no va destinada a convencer a la ciudadanía en general y conseguir, así, cierto apoyo, sinó que va destinada a desinformar a las personas que menos capacidad tienen para autoinformarse, que son las personas mayores que utilizan el autobús.

Algunos autobuseros cercanos a CGT se han dedicado sistemáticamente a rebentar comentando con los usuarios más intensivos, que lo que intenta la empresa es recortar servicios, que van a dejar a los ciudadanos sin autobús en algunas zonas y que la empresa quiere recortar el bus.

El conflicto del autobús 24 como ejemplo de manipulación del “sindicalismo” de la CGT

Esta práctica se puede ver en algunas líneas, como la del 24. Por un lado muchos autobuseros se quejan que el 24 es impracticable en el carrer Doctor Bové, cosa que la Guardia Urbana ha certificado y que implica, por ejemplo, que no puedan pasar dos autobuses por la misma calle y tenga que esperarse uno al final a que termine de transitar.

Por otro lado una minoría de autobuseros próximos a CGT se ha dedicado a contradecir a sus compañeros y obviar el problema objetivo que tiene el 24 en el Carmelo, para afirmar que la propuesta del ayuntamiento (que es sustituir un trozo del trayecto por el servicio del 133 un autobús mucho más ágil, rápido y que permitirá la conexión más eficaz con Metro u otras líneas de autobús y que ayudaría a evitar el problema que tiene el 24 en el Carmelo) es un recorte de servicio para atender a los turistas solamente y dejar colgados a los vecinos del Carmelo.

Este mal sindicalismo víctima de su propio éxito

Esto es un claro uso del ciudadano para atacar al ayuntamiento y a la empresa Transportes de Barcelona, ya que la CGT se encuentra en una tesitura negociadora muy dura:

  • Por un lado la CGT llevó al extremo el conflicto, forzando unas huelgas que como resultado real aún no han tenido ninguna mejora, sinó el compromiso de negociarlas en el convenio (cosa que ya decían CCOO, UGT o la propia empresa).
  • Por otro lado la CGT ha conseguido un apoyo mayor de la plantilla grácias a su radicalismo, en espera que esa mayoría le lleve a ganar los puntos clave de las reivindicaciones del 2008.
  • La CGT se ve obligada a mantener una estrategia negociadora casi absurda, con planteamientos que lo que hacen es alargar la negociación por ser tan lejanos a la realidad presupuestaria y de servicio (si se aplicaran las medidas que pide CGT los servicios o se reducen o los costes de operación serían tan altos que el presupuesto se elevaría de forma insostenible). Otras posturas negociadora más próximas a la realidad son tratadas de “reduccionistas” y marginalizadas, los sindicalistas de otras fuerzas más razonables y serias son tratados por la web de la CGT con una enorme falta de respeto y satanización y es que CGT está atrapada en su propia estrategia de huelga de hace un año y no puede aceptar que esta (que le costó tanto a los trabajadores de Transporte de Barcelona) no obtenga al final objetivos palpables.
  • Por ello la CGT utiliza todo lo que está en su mano para conseguir machacar a los responsables políticos de TB, que es el gobierno municipal de la ciudad. Aprovechan ahora, vísperas de la campaña electoral de las europeas para incrementar la presión, y como no, utilizan el usuario como escudo. Su poder negociador lo incrementan con la amenaza de secuestrar al viajero en su favor. De ahí que la estrategia del bus 24 sea parte de una estrategia generalizada para acabar con la credibilidad de TB y de cualquier mejora que haga.

Y esta mala práctica lo que hace es ser la cerilla que enciende los miedos y la desconfianza de los vecinos (sobretodo la gente mayor) del Carmelo que utiliza el 24. Es verdad que existen los miedos naturales al cambio, que la propuesta es mejorables y que los vecinos han de poder decir la suya antes de implementarse y que ayudarían a que la propuesta pueda ser aceptada mejor, y porqué no decirlo, más allá de la CGT ha habido algún que otro incendiario. A esto se le suma que los responsables vecinales se han visto empujados por los acontecimientos a liderar la protesta (y en algún caso con gestos poco afortunados) en lugar de mediar y seguramente cuando lo analicemos ha habido algún gesto desafortunado por la parte política, pero sin la CGT esto no sería un conflicto vecinal DEF-CON 3.

Más allá de este caso particular, la estrategia de la CGT es clara: destruir la credibilidad de la empresa, acabar con la credibilidad de otros sindicatos (como UGT o CCOO), sindicatos, los cuales no se dedican a destruir la credibilidad de la CGT por cierto.. en sus webs mantienen un trato muy respetuoso, mientras la CGT se dedica la mitad de sus boletines a despotricar contra otros sindicalistas. Y como no, igual que ocurrió en la huelga, cualquier medio está justificado. Dá igual que se utilicen los usuarios (a los cuales ellos dicen defender en un acto de suprema hipocresia) o vayan en contra de la credibilidad de TB (necesaria para que el funcionamiento del servicio sea bueno) o en contra de sus propios compañeros. El tactismo de la CGT que justificó las agresiones y la violencia ayer, hoy no tiene ningún reparo en justificar el chantaje, la mentira y el uso de los vecinos y usuarios para sus intereses espúreos (por muy legítimos que estos puedan ser).

Soc coordinador de la revista electrònica i xarxa de bloggers www.socialdemocracia.org, webmaster de la UGT de Catalunya i militant del PSC.

5 thoughts on “Mala práctica sindical de la CGT en los autobuses de Barcelona


  1. El sindicato de conductores no encendió el ánimo de los vecinos, sino vuestra anterior actitud de no-diálogo

    Textualmente dices:
    -“Por otro lado una minoría de autobuseros próximos a CGT se ha dedicado a contradecir a sus compañeros y obviar el problema objetivo que tiene el 24 en el Carmelo, para afirmar que la propuesta del ayuntamiento (que es sustituir un trozo del trayecto por el servicio del 133 un autobús mucho más ágil, rápido y que permitirá la conexión más eficaz con Metro u otras líneas de autobús y que ayudaría a evitar el problema que tiene el 24 en el Carmelo) es un recorte de servicio para atender a los turistas solamente y dejar colgados a los vecinos del Carmelo.”

    Yo estuve en esa reunión. Soy vecino del Carmel. Y los 300 vecinos del Carmelo allí reunidos sabían que recortar el 24 hasta el parc güell y continuar la línea con un bus del barri, era efectivamente un recorte para atender a los turistas y dejar colgados a los vecinos. No lo pensaba únicamente ese conductor de autobús, fue una opinión que confirmó los casi 20 vecinos que hablaron y los 300 que apoyaban con aplausos.

    Así que la gente no fue beligerante por culpa de ese conductor (que por cierto habló de los últimos y casi al final). Si no porque el ayuntamiento había decidido recortar el 24 sin consultar. Y sin hacer caso a las primeras quejas de los vecinos. Las obras para ensanchar la plaza donde el bus debía dar la vuelta ya habían empezado.
    El conductor de autobús tiene derecho a pertenecer al sindicato que quiera y tiene derecho a hablar. El mismo que el ayuntamiento que no inició diálogo hasta que los vecinos se lo impusieron dos semanas antes llenando un pleno del distrito.

    En la reunión de ayer el representante de TMB dijo que todos los conductores de su empresa se negaban a llevar el 24 hasta arriba y que estaba prohibido dar marcha atrás cuando otro autobús llega de cara. El trabajador, como conducto que era, se sintió aludid, y dijo que había autobuses en Sta.Coloma (no es TMB) con recorridos más estrechos y calles más inclinadas que la calle dr.Bobé, que no era verdad que todos los conductores se negaban a acabar en calle Dr.Bové y que no existe ningún reglamento que prohíba dar marcha atrás.
    ¿Por qué no respetas su derecho a hablar? Tachándolo de incendiario y falso.
    ¿No es verdad que el ayuntamiento ha utilizado a los trabajadores que conducen los buses para justificar que el bus no llegue hasta dr.Bové? Pues él tiene derecho a decir a que a él mismo y a muchos compañeros suyos no les importa y que no los usen como justificación.

  2. Y tanto que fué un incendiario.. ese conductor del 73 (no del 24, no lo conduce, te lo vuelvo a recordar) tiene un interés ILEGÍTIMO en todo este conflicto, está intentando utilizar a los vecinos para lanzarlos contra TMB por el conflicto laboral que tiene CGT con TMB.

    Ese conductor (que no es de la línia 24) tiene todo el derecho a pertenecer a la organización sindical que quiera, pero no a utilizar prácticas sindicales que van desde la agresión, las amenazas, el acoso o el rebentar actos (no es el primero ni el último que intentan petar).

    Y esto no sólo lo puedo sostener en mi blog sinó enfrente de un tribunal si fuera necesario.

Deja un comentario