Aún cerrando este año pirenaico (suelo valorarlo a final de mi período vacacional y hago un análisis de los progresos realizados, los pequeños fracasos y me planteo que objetivos hacer) tengo acumulado más “deberes” para hacer en la montaña que objetivos conseguidos ya que este año ha sido más de ampliación de horizontes y conocer zonas, plantearse objetivos a largo plazo que cerrar páginas (cada fin de semana se abrían más posibles ascensiones que las que se cerraban).
Tercio final de la Canal Vermicelle, 45º-50º (PD), el lentorro que sale en la foto soy yo.
Objetivos de tecnificación y mejora en habilidades
Al haber aposentado mi capacidad en los PD, y habiendo probado el AD- (dejando de ser “un especialista de los F+”) y poder afrontar grimpadas largas de II+ muy expuestas o tramos cortos de III- expuestos sin sufrir demasiado, canales y palas de nieve o hielo hasta 45º o tramos algo más cortos de 55º sin llorar, o poder hacer travesías sencillas en glaciares algo rotos, el horizonte que se me abre es bastante grande, y la elección de objetivos de alta montaña tanto en verano como en invierno se amplía. A nivel de “tecnificación” hay deberes que tengo pendientes si quiero afrontar algunos de los retos que me planteo, ganar algo de soltura en roca no me vendría mal (una cosa es salvar tramos de III- cortos de menos de 10 metros en base a que soy alto y las presas me quedan más o menos a tiro, y otra es poder hacer 50 metros de desnivel en III con botas sin parar), como también algo más de comodidad en las palas de nieve endurecida de más de 45º, cuando he afrontado más de 5 o 6 metros de 55º lo he pasado un pelín apurado, igualmente requiero tecnificarme en rescates en glaciares, ya que actualmente me defiendo rudimentariamente en el aseguramiento y en la progresión pero no en la recuperación en grietas. Por otro lado tengo que practicar hasta cansarme el rappel, técnica que voy a necesitar en un par de montañas que pretendo subir. También psicológicamente he de ganar seguridad en aristas nevadas con patio a ambos lados (si es roca puedo progresar sin demasiados temblores pero siendo sólo nieve es algo que me produce escalofríos) especialmente largas, y como no, fiarme de la cuerda de alpinismo ya que psicológicamente ir o no encordado no me produce ninguna confianza (por suerte nunca he caído, ni escalando en deportiva las pocas veces que lo he hecho y no he “sentido” la sensación de la cuerda aguantando el tirón de una caída). No me vendría mal mejorar algo mi conocimiento de la meteorología (con modelos meteorológicos y acceso a internet puedo hacer previsiones bastante fiables que comparar con las de los servicios metereológicos oficiales y complementarlas, pero puedo mejorar meteorología observacional bastante), y mejorar conocimientos de nivología, aunque en este último aspecto hay pocos cursos en condiciones que se realicen en Catalunya (se pone demasiado énfasis en los cortes y en el perfil estatigráfico, una técnica que se tarda 30 minutos en realizar, y no en cambio en la configuración de las laderas, los indicadores indirectos o los datos que se pueden conseguir en un par de minutos de observación “in situ” que permiten tomar decisiones más rapidamente y se adaptan mejor al análisis de riesgos en una travesía).
Objetivos en el Pirineo oriental catalán, Andorra y vertiente francesa
Aunque uno parezca que haya hecho todo lo que se puede hacer en el Pirineo oriental sin practicar escalada (limitándose a pasos de III- y pendientes de hasta 50º en nieve-hielo, vamos AD o AD-), hay una pequeña espina que tengo clavada y es el Pico de Madres en invernal, por no hablar de continuar conociendo más a fondo el pirineo del Ariege una de las zonas menos transitadas del pirineo oriental, incluyendo el Montvalier un mirador desde el norte del Pirineo oriental. En Andorra me queda pendiente intentar completar el Ensangents y como no algunos de la arista del Cataperdí y en la zona de Juclar subir algunas de sus afiladas cimas como la del Rulhe.
Objetivos en el Pirineo occidental catalán
En la Vall d’Aran me encantaría poder realizar la ascensión al Mauberme, el cuál fallamos en el intento de Semana Santa. También en la zona del pirineo occidental catalán tengo pendientes unos cuantos: el precioso Cetarscán, el Bessiberris sur con su compañero Comaloformo, l’Encantat gran o el Tuc de Colomers. Por otro lado completar todos los tresmiles de la zona de la Pica que me faltan (Punta Gavarró, rodó de Canalbona).
Objetivos en el Pirineo oscense y pirineos atlánticos franceses
Una de las zonas “doradas” del pirineo, donde se encuentran los macizos de Perdiguero, Posets, Maledata, etc.. En ellos se encuentra Benasque como la principal capital de esta zona del Pirineo. Alrededor de Bensaque tengo pendientes un montón de ascensiones.
En el macizo de la Maladeta zona sur, Russell y Tempestades, ambos conectan desde el refugio de pescadores dirección Aneto. El segundo sería el último 3.300 y pico principal que me queda por ascender. En la Maladeta central me gustaría poder subir el pico de Coronas, el de Enmedio y el Abadías, a mitad de camino de la normal al Aneto.
En el macizo del Perdiguero, evidentemente el propio Perdiguero uno de los pocos tresmiles somitales de macizo que me quedan por ascender. En el macizo de Posets tengo pendiente algunos tresmiles secundarios para completar un poco el dibujo de tresmiles de la zona, entre ellos me encantaría atacar Veteranos y Gemelos.
Ya más allá en el macizo de las Sorores (el del Monte Perdido), me encantaría poder completar las tres sorores (por el momento sólo he subido al Perdido), pero el cilindro de Marboré me supone algún apurillo, ya que el paso es de III y requiere seguramente un rappel corto de bajada, aún me quedaría coger un poco de soltura en roca. También hacer los picos de la cascada y el resto de los Marboré, además del pico de Escaleras me atraen bastante. Por no hablar del Taillón y como no de alguno de los otros Gabietos, uno de los tresmiles más fáciles pero que me quedan por ascender (extrañamente).
En la zona de Panticosa me gustaría subir los Infiernos (en verano evidentemente) y como no, el muy fácil pero bellísimo Anayet, y por supuesto el Midi d’Osseau el que completaría mi lista de “los clásicos del Pirineo” (Posets, Aneto, Vignemale, Perdido y Midi d’Osseau) el cuál está justo en la frontera de mis actuales capacidades en montaña estival (pasos de III- verticales, y un par de rápeles de bajada, la zona del AD y no la de PD donde yo me siento más cómodo).
En la zona del Balaitus, evidentemente este 3.000 principal de la zona, y también el Gran Facha. Esta zona para mí es la de tresmiles del Pirineo que me queda más alejada y mi frontera occidental mental del Pirineo (soy consciente que es como poner de frontera oriental del Pirineo el macizo de la Pica d’Estats y obviar 200 kilómetros de dosmiles más que interesantes, pero voy avanzando poco a poco hacia el oeste conociendo el Pirineo).
Objetivos en Sierra Nevada y otras regiones
No sólo de Pirineos vive el hombre, en el macizo de Sierra Nevada me gustaría poder hacer alguna ruta de tresmiles en invernal (la mayoría de cimas de Sierra Nevada son picos sin dificultad alguna y un verdadero secarral en verano, le encuentro, en cambio, más aliciente subirlos en invierno con un ambiente más alpino). También me atrae hacer alta montaña en la zona del Teide (no sólo su cima más relevante, sinó hacerlo en travesía por la zona). Otros volcanes que me atraen es el Etna en Sicilia (que requiere ir con guía por la actividad volcánica), y algún día como cénit de mi carrera alpinística me encantaría poder subir el Elbrús la cima más alta de toda Europa que técnicamente es fácil (PD-) pero que requiere una buena expedición y una muy buena aclimatación (he estado mil metros por debajo en Monte Rosa y lo he pasado un pelín “putas” así que a 5.600 m requeriré aclimatarme mucho mejor) y el monte Fuji en un pendiente viaje más turístico al país nipón.
Objetivos en los Alpes
En la zona de Alpes, después de la aventura en Monte Rosa, me gustaría completar algunas ascensiones en esta zona (Zignalkuppe, la tercera cima del Monte Rosa) y un par de cimas secundarias de la zona que veo asequibles con algún “hervor” más frente a aristas, por ejemplo el Ludswishöhe, el Bratherhorn o como no un cuatromil muy fácil que podría servir de calentamiento para una pernoctación en el Paso de Salati, la punta Giordani, y si mejoro mis técnicas invernales en el Pirineo tal vez hasta me atreva a afrontar el Corno Nero (una cosa es subir palas de 50º en el terreno que te conoces como en la Maladeta y otra subir una pala de 45º en un terreno donde muchas cosas te son nuevas como en los glaciares de los Alpes). También me encantaría completar la travesía desde Cósmicos a Italia a través de la cubeta glaciar que alimenta decenas de glaciares (entre otros el de la Mer de Glace), o la ascensión al Montblanc de Tacúl, el Montblanc me queda aún un poco grande debido a la arista de Les Bosses, demasiado delgada y larga para lo que mi estómago es capaz ahora de digerir. El Gran Paradiso o el Allainhorn como cuatromiles falsamente llamados fáciles y como no la Dome de Niege en los que pueda seguir experimentando la progresión en glaciares de Alpes sin demasiada exposición técnica para ir forjando un poco de experiencia y ganar seguridad para afrontar ascensiones más expuestas y técnicas para otros cuatromiles (por ejemplo el Castor y el Pólux, la Jungfraü, la punta Parrot o el mismo Montblanc). Evidentemente, a parte de exposición y seguridad me queda perfilar mi técnica de progresión en glaciar algo rudimentaria ya que se asegurar y progresar pero no recuperar a alguien caído en una grieta. No sólo hay cuatromiles en los Alpes, sinó que hay un gran número de montañas de menor altura increiblemente bellas y que valen la pena ascender, por ello en las zonas donde ataquemos cuatromiles, antes subiremos cimas de menor altura en la zona ya que reducir los Alpes a sus cuatromiles es más triste aún que reducir los pirineos a sus tresmiles. La cuestión es que para conocer los tresmiles y dosmiles interesantes de una zona de los Alpes es necesario profundizar un poco y como no, la experienca que nos ha dejado Alpes es que es mejor trillar una zona más a fondo en lugar de estar saltando de cuatromil en cuatromil como si no hubiera nada más.
Me he cansado solo de ver la lista. ¡Fijo que mañana tengo agujetas! :D
¡¡A ver si logras cumplirlos!!
Una lista muy larga de objetivos ¡tienes mucho trabajo por delante!
Te entiendo perfectamente en tus objetivos de mejora técnica, porque yo ando más o menos en lo mismo, y también haciendo mis planes y dejando que mi imaginación vaya a dónde mis pies y mis manos todavía no me han llevado.
Llega un momento en que suele haber en los montañeros una transición de fase, un cambio de mentalidad, como la que se dio en la historia del pireneísmo entre los años 1860 a 1880. En los primeros el protagonista era Russell que coleccionaba las cimas más emblemáticas y las ascendía sistemáticamente. Para los años 80 la figura que más brillaba era Brulle que prefería las rutas más bellas, que resultan ser también las más difíciles.
Cuando llega el momento hay cimas emblemáticas que saben a muy poco, porque no son más que un paseo o una trepada de una dificultad que ya tienes superada, y las rutas “normales” habitualmente no son las más estéticas.
Hay un gran peligro en obviar las cimas de menos de tresmil metros del pirineo central y occidental y de cortar el pirineo allí donde acaban los tresmiles, y es que uno puede perderse muchas cimas bellísimas que no llegan a la altura mágica. Por eso celebro que el Midi d’Ossau esté entre tus objetivos.
Parafraseando a Messner a propósito de los ochomiles, los tresmiles no son más que un accidente, un capricho de Napoleón al que no le dio por hacer el metro un poco más corto o un poco más largo.
Dado que los tresmiles y los cuatromiles no son más que caprichos del sistema métrico, llega un momento en que los montañeros se libran de ese corsé y piensan menos en términos de cantidad (tresmiles, cuatromiles, coleccionismo de cimas) y más en calidad.
Como ejemplo de ruta de calidad, esa foto tuya en el corredor Vermicelle en el que poco menos que te metes dentro de la montaña misma para un ascenso directo hasta la parte más alta de la Cambra d’Aze. Como montaña no es de las más altas de la zona, pero esa ruta seguro que deja un sabor de boca infinitamente superior a, pongamos por caso, subir al Puigmal por donde sube todo el mundo.
Haciendo rutas que supongan un cierto reto para ti, progresarás en técnica mucho más rápidamente porque practicarás en cada salida. De otro modo te encontrarás con cimas demasiado fáciles para ti y en las que no aprenderás a superarte ni técnica ni psicológicamente.
En plan más concreto, más que subir a una cima como el Besiberri Sur, te recomendaría una ruta de mucha mayor belleza, la travesía de los tres Besiberris por la cresta que los une. No es muy difícil (PD+) pero es una ruta de cierta envergadura por su longitud. Los pasos más chungos se pueden evitar, pero el montañero motivado no evita las dificultades, sino que las afronta.
Otra recomendación: La guapísima cresta entre el Pico de Gasamir y el Canigó, de una dificultad entre PD+ y AD-.
Te puedo recomendar también algunos libros con rutas que están muy bien para disfrutar e ir progresando:
El libro de crestas del Pirineo Oriental de Pako “Crestas” tiene crestas fantásticas para hacer por esta parte del Pirineo, y por tanto sin tener que hacer muchos kilómetros, algunas en cumbres modestas a las que uno de otro modo no le hubiera prestado atención.
El libro de escaladas fáciles de David Atela tiene rutas de invierno y verano por todo el Pirineo ¡incluyendo el navarro!
Para invierno el de ascensiones en mixto, nieve y hielo de Francis Mousel cubre todas las zonas del Pirineo y todos los niveles de dificultad desde el PD hasta el MD.
Pako “Crestas” también tiene libros de corredores invernales en la Cerdanya y en Andorra.
Que disfrutes mucho y bien de la montaña que a buen seguro te ha de seguir dando grandes satisfacciones. Yo haré lo propio.
Hola Gulliver:
Tampoco es que me haya cansado de subir cimas en las que vas con las manos en los bolsillos, aunque prefiero aquellas que tienen algo que las hace interesantes, un tramito de II, una arista de I, una pala de nieve guapa, una zona con patio, etc..
Sobre las propuestas hay bastantes más dosmiles que sólo el Midi d’Osseau
Por ejemplo el propio Anayet, que me atrae por ser un antiguo volcán y lo estético de la cima, el Maubermé, la Tuca de Colomers, el Cetarscán, los Encantats o el inane Pico de Madres (que supera por los pelos los dosmil metros pero que en invierno tiene su gracia), como casi todos los picos que están en la zona del Ariege que quiero conocer no superan ni los 2.900 metros.
La cresta de los Besiberris me queda un poco grande y tendría que ir con alguien que supiera hacer seguros en roca y me diera cuatro orientaciones por eso no la pongo (aún me falta dominar más roca para hacer III sin temblores), y la de Gasimir no te digo…
Es verdad que obvio algunas zonas completas del Pirineo (del Balaitus al este no he hablado) pero es que ten en cuenta que me quedan tan lejos como los más cercanos Alpes!!! y para los catalanes son zonas tan desconocida como para los vascos nuestro pirineo oriental (y eso que este es algo más alto). Si quiero hacer dosmiles con gracia tengo tantos a tiro, por ejemplo el Cotiella que también me haría gracia, como me hizo subir el Turbón en invierno.