Los negacionistas son fans de cualquier tipo que mínimamente parezca un experto en climatología (y puede serlo desde el primo de Rajoy a un señor con bata que trabaja de administrativo en una clínica dental, mientras tenga “pinta” de experto ya vale) y que saque alguna hipótesis para negar el calentamiento global, o negar sus causas antropogénicas o negar que tenga ningún aspecto pernicioso.
Abdusamatov es un científico ruso experto en la dinámica física del sol y tienen una hipótesis interesante. Más allá de las predicciones (algo más serias) del Solar Cycle Prediction Panel, él se tira a la piscina y predice que el ciclo solar entrará en un mínimo hacia 2050 (llamado mínimo de Maunder) que ya en el siglo XVII provocó la “pequeña edad de hielo”. Con lo cuál ¿para que preocuparnos por el calentamiento global si lo que vamos a sufrir es una pequeña edad de hielo?.
Buen argumento… al que se aferran los negacionistas a la que pueden. Bien, este argumento adolece de 3 serios problemas:
– Lo más parecido a un consenso en la predicción sobre los ciclos solares es el ya citado Solar Cycle Prediction Panel: que viene a decir que el próximo ciclo solar no sabemos lo que va a durar exactamente pero lo más probable es que comience en el 2008 (ahora estamos en un punto bajo de esa radiación solar) y progresivamente el sol aumente su fuerza radiativa hasta un máximo en el 2012 y que probablemente vuelva a alcanzar un mínimo entre el 2016 y el 2020. Nada indica que haya una tendencia a largo plazo que vaya más allá de los ciclos solares de 11 años. La gráfica predictiva más osada que se atreve a dar la ciencia seria es esta:
– Predecir las tendencias a largo plazo del sol es algo más complicado y menos estudiado que estudiar la influencia a largo plazo de los gases invernadero y otros efectos de forzamiento radiativo en el clima de la tierra. Sabemos más de un montón de elementos que afectan al clima de la tierra y de este clima que de los ciclos solares. Ir más allá de predecir algo y de forma ténue que vaya más allá del próximo ciclo solar (el que comenzó este año y terminará entre el 2018 y el 2020) es actualmente algo que está más allá del rigor científico y más propio de la pura especulación. Hay que considerar, además que no existe ninguna tendencia a largo plazo, desde que se tienen datos de que los ciclos vayan a más o a menos en la radiación solar. Es decir, el “paper” de Absumatov es más una hipótesis de trabajo que algo coherente con lo que dicen y estudian sus propios colegas y que pueda ser considerado como una conclusión seria. Lo sorprendente es que los negacionistas que con tanto excepticismo se miran las predicciones del IPCC que están basadas en toneladas de datos, artículos, estudios y sometidas a mil y una revisión, lo hagan tan alegremente con cualquier tesis sobre dinámica solar que favorezca sus tesis sin plantearse ese mismo excepticismo y cojan lo que no es más que una hipótesis de trabajo (y reforzada por un eco mediático) con tanta falta de exigencia al rigor científico.
– Aún cuando Absumatov estuviera en lo cierto y se diera un mínimo en la actividad solar como el del mínimo de Maunder, el forzamiento radiativo negativo sería mucho menor que el que causan los gases invernadero. Estaría entre 0.17 W/m2 (Wang 2005) to 0.23 W/m2 (Krivova 2007), es decir se recibiría entre 0,17 y 0,23 Watts menos de radiación por metro cuadrado en la tierra, mientras el reforzamiento radiativo (es decir el efecto de la radiación reflejada a la tierra por el exceso de CO2 en la atmósfera) es de 1.66 W/m2 (IPCC AR4), para entendernos entre 10 y 8 veces superior el efecto del principal gas invernadero sobre el posible, hipotético y no apoyado por el conjunto de expertos en dinámica solar, mínimo que predice Absumatov. Es decir, en el mejor de los escenarios para los negacionistas, el supuesto mínimo de Absumatov tan sólo paliaría entre el 10 y el 20% del efecto que produce el exceso de CO2 emitido ya en el 2007, no considerando ya el que se emitirá de más hasta el 2050.
Así que cualquier aplauso a favor de los negacionistas deberían tener en cuenta estas tres objecciones, en especial la tercera. Así que continúa siendo un suicidio ecológico, humano y económico seguir tirando al aire toneladas de gases invernadero sin ninguna forma de limitación, que es lo que en el fondo desean los negacionistas.
Esto me recuerda a la serie Futurama. Para los que no lo conozcan o no lo recuerden, está ambientada en el año 3000. Pues en un episodio el prota pregunta qué pasó con el efecto Invernadero. Y le responden que fue compensado con el Invierno Nuclear ya hace siglos. Son la monda. jejejeje
O sea, que a ver si los negacionistas les da por sugerir que en el peor de los casos hagamos detonar unos cuantos megatones para ensuciar la atmósfera y así reducir la radiación solar como compensación.
La palabra negacionista se utiliza para los neonazis que reivindican la figura de Hitler y pretenden negar la existencia del Holocausto.
La palabra negacionista no te sirve para argumentar ni debatir, sino para todo lo contrario. Sólo es útil para descalificar al contrario y para hacer un llamamiento emocional al lector que distraiga la reflexión y el análisis.
Lo que tú quieras Tersites, pero… aquí hay argumentos para parar un tren. Por no citar los que hay en el GRL. Si quieres refutarlos adelante y no te quedes en el dedo que señala a la Luna. Si quieres.. adelante y déjate de posturas moralistas y estéticas, tienes toda la facilidad para criticar los argumentos, porqué yo, a diferencia de los argumentistas negacionistas cito, incluso, aquellos artículos que aparentemente niegan las tesis del consenso científico.
Igualmente, me siento legitimado en llamar negacionista al grupo que de forma orquestado y financiado por el lobbyede la industria pesada se dedica a generar supuestos “argumentos” para negar el calentamiento global o las causas antropogénicas de este. ¿Porqué?, por unos motivos muy básicos:
– No es el legítimo deseo de encontrar la verdad o de hacer un uso del escepticismo ante la ciencia lo que les mueve ya que:
a) No contemplan con el mismo escepticismo la tonelada de datos, estudios y trabajos científicos a favor de las tesis del IPCC que las exigüas y muy en el aire razones que sostienen lo contrario.
b) Sistemáticamente se recopilan, se elaboran argumentarios y se distribuyen entre opinadores, los argumentos negacionistas de forma sistemática y con la intención de manipular a comunicadores, informadores y opinadores y así conseguir generar un estado de opinión contrario a las tesis del IPCC.
c) Porqué si hemos de ser puristas con la ciencia, tendríamos que asumir que hasta que no se demuestre lo contrario el riesgo de un calentamiento global y sus consecuencias es alto y que no podemos dejar de hacer algo para paliar sus peores efectos. El debate es “cuanto” destinamos a paliarlo, pero para manipular y condicionar el debate que afecta al futuro de toda la humanidad y una minoría, por defender sus intereses económicos, está dispuesta a engañarnos y arrastrarnos a una crisis ecológica que puede suponer la muerte de millones de personas.
d) Porqué a diferencia de los que alegremente trabajamos los datos científicos y los convertimos en material de dibulgación para todo el público, una minoría paga estudios que son incapaces de entrar en las revistas científicas pero los pintan como “estudios científicos” con la intención de negar los efectos del calentamiento global, tal y como las tabaqueras hacían con los estudios de cáncer que ellas mismas pagaban para negar la incidencia del tabaco en el cáncer de pulmón, o tal como hacían las petroleras en los años 70 para negar que el plomo de la gasolina afectaba a los fetos. Todo esto son estrategias que por un interés pecunario NIEGAN lo que la ciencia va consiguiendo averiguar, arrastrándonos a situaciones que no son comparables con lo que los nazis hicieron con millones de personas, pero que significan sí, la muerte lenta de otros tantos millones.
e) Si encontrárais otra palabra que mejor lo exprese, adelante. Pero por el momento la comunidad científica (y utilizo la terminología que los propios climatólogos se refieren en sus papeles divulgativos) a los estudios de papél maché que pagan las compañías como estudios negacionistas del calentamiento global, y esta terminología ya me la quedo. Igual que los negacionistas nos llaman al resto del mundo ecoalarmistas o cosas peores.
Buen post, aunque me pongo vizco cuando intento comprender datos puramente científicos.
Los negacionistas del cambio climático resultan hasta divertidos, ya que aunque las tesis a las que se adhieran puedan ser totalmente distintas e incluso contrarias unas de las otras, no se bajarán del burro aunque tengan el cambio climático delante de la nariz, que precisamente, lo tienen delante de la nariz.
ya que aunque las tesis a las que se adhieran puedan ser totalmente distintas e incluso contrarias unas de las otras
Ese es el principal problema que tienen, que su “corpus” no existe, es decir, no tienen una hipótesis y se adhieren a ella, tienen un conjunto de argumentarios para intentar negar el calentamiento global en todos los frentes, incluso con argumentos que admiten que el calentamiento global existe y que tiene una causa antropogénica como fuente principal. Si cogiéramos los posts de Antón Uriarte veríamos que se contradice él mismo al negar el calentamiento o al afirmar que existe pero se debe al sol, lo mismo los que un día citan a Abdusamatov y otro a Solanki cuando ambos son incompatibles (no es posible a la vez una tendencia a largo plazo al alza en las manchas solares y una tendencia a largo plazo a la baja en las manchas solares).
Lo guasón es el amigo Uriarte diciendo que durante millones de años todo molaba porqué había más CO2 y las plantas crecían de puta madre, obviando que que los océanos tengan 100 o 150 metros más de nivel como ocurría en el Cretácico no es compatible con nuestras sociedades actuales ni con la actual distribución del 60% de la población mundial.
Eso es lo divertido y repito mañana saldrán que es la deriva continental la que provoca el calentamiento global, si no, tiempo al tiempo.